capitulo 7
Belos salió de la oficina de Bligth, seguido de una niebla espesa de humo de pipa. Luz empujó a sus amigos. Los niños avanzaron rápido y en silencio. Vee se ocultó detrás de la cómoda que tenía el florero elegante, King se escabulló entre las dos estanterias, Hunter y Amity estrarón en la primera puerta y Luz enterró su cuerpo entre las chaquetas de piel gruesa que colgaban del perchero. Algo pequeño y peludo se movió junto a sus tobillos.
Luz oyó pasar el clic clac de la matrona acompañado de un pum, pum, pum pesado de botas de piel de foca. Nunca habia estado tan agradecida por la presencia de las sombras profundas y hambrientas de la casa del canal como ahora. Sin embargo, el corazón le latia de forma dolorosa.
-estarán preparados y listos para partir- le aseguró Bligth, su voz resonó por la escalera.
-comience con la documentación. Necesito que parezca creíble cuando llegue el momento de escabullirlos entre los oficiales de la aduana.
-no se preocupe, mis documentos siempre son impecables.
Las escaleras chirriaban mientras los pasos de Bligth regresaban sobre los escalones.
Con cuidado, Luz creó una mirilla entre los abrigos. Vio que un brazo salia por debajo de la cómoda, intentando sujetar una pequeña rata gris.
Vee
Vee tomó la rata por el medio del cuerpo, pero la bestia se retorció y le hundió los dientes en la mano. El brazo de Vee desapareció debajo de la cómoda mientras la rata corría sobre el mueble, donde apenas esquivó la lampara se aceite antes de colisionar contra el florero y hacerlo tambalear.
La matrona reapareció en la escalera y miró a su alrededor con desconfianza.
Luz acomodó su mirilla. Bligth permaneció de pie, con la cara aculta en las sombras, alejada de la luz titilante de la lampara de aceite.
Clic
Clac
Clic
Clac
Bligth se aproximó a la cómoda y sujetó el florero. Luego, inclinó el torso como si fuera a mirar debajo del mueble. Luz tamborileó las manos contra la pared a sus espaldas. Bligth enderezó el torso a toda velocidad. Luz soltó un chillido leve parecido a una rata.
Con los dedos temblorosos, la matrona alzó el florero y lo sostuvo sobre su cabeza, a modo de arma. Luz dejó de mover las manos. Habia esperado que Bligth simplemente huyera asustada de regreso a su oficina. Luz cerró su mirilla, apoyó el cuerpo contra la pared y contuvo el aliento. Intentó retroceder más, sujetando con fuerza su gato marioneta como si el juguete fuera a disminuir la velocidad de su corazón desbocado. Golpeó la pared con la cabeza con un ruido seco.
Clic
Clac
Clic
Clac
Apartaron los abrigos de piel. Luz parpadeó y miró a la matrona, y Bligth contorsionó el rostro, que paso del miedo a la furia.
-¡tú!
La matrona extendió la mano y sujetó al gato marioneta. Luz intentó aferrarlo contra su pecho. Forcejearon, Bligth estaba cada vez más sonrojada de furia mientras Luz se negaba a soltar la marioneta. Luego, oyó un espeluznante sonido de desgarro: la matrona le habia arrancado la cabeza al gato.
-¡no!- Luz observó horrorizada como Bligth lanzaba la cabeza del gato a un lado y alzaba el florero sobre la cabeza, lista para atacar.
Luz cerró los ojos con fuerza y Bligth dio un grito que helaba la sangre. La niña advirtió que no era un grito de furia, sino uno de horror absoluto. Luz abrió los ojos de nuevo.
La matrona miraba la pared y sus ojos parecian dos lunas llenas. Continuó chillando. Un movimiento junto a la cómoda atrajo la mirada de Luz. La pequeña rata gris de Vee estaba de nuevo sobre el mueble, frente a la lámpara de aceite. Luz volvió para mirar a la pared a su lado y el lugar donde la sombra de la rata se extendia sobre la pared: una nariz inmenza y movediza con bigotes largos como espadas. El animal abrió la boca, los dientes parecian dagas, y alzó las garras afiladas como catanas.
De pronto, el grito de Bligth se interrumpió. El florero cayó de sus manos y rodó en el suelo. La matrona cayó hacia adelante contra la pared. Se sujetó la garganta, luchando por respirar, arrastrando las uñas sobre su cuello y luego aferrandoce el pecho.
Luz avanzó hacia ella.
Bligth se deslizó contra la pared y aterrizó con un ruido seco en suelo. El pasillo se quedó en silencio. El sonido de la muerte, pensó Luz. La mano de Bligth cayó inerte a su lado y se quedó con la mirada en blanco fija en el techo.
No se volvió a mover.
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LIBRO DE TEORÍAS DE LUZ
La teoría "impensable"
¿y si realmente soy huérfana? Me refiero a una huérfana auténtica. Tal vez, el único modo en que mis padres podrían haber renunciado a mi es si estubieran muertos.
Sin embargo, hasta que descarte las otras teorías, no vale la pena siquiera pensar en esta.
Los padres muertos no suben a los tejados.
Los padres muertos no dejan pistas.
Los padres muertos no regresan.
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