capítulo 23 (especial 3/3)
El teatro aún olía a moho, a pesar de que habían dejado la puerta abierta varios días. Las motas de polvo flotaban en las columnas de luz de luna que se filtraban por los agujeros del tejado, iluminando cada telaraña y cada gramo de suciedad. La bailarina marioneta estaba cubierta por una capa de escarcha, sus hilos parecían estalactitas.
Luz sentó a sus amigos en la primera fila del teatro mientras explicaba su plan para ganar dinero y atraer a sus padres.
-¿un espectáculo de marionetas?- preguntó King, incrédulo -¿aquí?
-¡si!- Luz sonrió -es una solución muy obvia, ¿no?
-no realmente...
-una gran inauguración sería la noticia de Ámsterdam y la solución a todos nuestros problemas. No solo hará que ganemos el dinero que necesitamos, sino que, en cuanto mis padres se enteren del espectáculo, sabrán que he regresando y volverán.
Owlbert, que estaba despierto y posado sobre el hombro de Vee, emitió un alto Huu, Huu.
-no será fácil conseguir que este sitio tenga el mismo aspecto de antes- dijo Amity -y también costará dinero.
-al contrario- exclamó Luz, sintiéndose cada vez más satisfecha con su idea -este lugar ya es fabulosamente horrendo.
Hunter sacudió la cabeza de lado a lado.
-el público espera cierta calidad en este tipo de representaciones. Este parece el escenario de una obra de terror.
-a eso me refiero, Hunter Noceda- Luz sonrió -escucha con atención. El misterio de la desaparición de los Noceda ha sido motivo de rumores e intrigas durante años. Todos, excepto Eda, claro, tienen demaciado miedo para siquiera pisar la propiedad.
-aún no nos has convencido- protestó King.
-tu podrías pintar algunos monstruos en esa pared- dijo Luz con entusiasmo, pensando en voz alta -podríamos romper un poco más los asientos de terciopelo y añadir un poco de tierra sobre la alfombra. ¡ah! Y deberíamos hacer el espectáculo de noche, cuando esté oscuro y haga frío como ahora.
Vio que sus amigos no parecían convencidos.
-¿acaso mis historias no les han demostrado que a las personas les encanta asustarse?- dijo Luz -los aterrorizaremos y luego nos pagarán una fortuna por la experiencia.
Amity comenzó a relajar las cejas. Vee asintió. Incluso Owlbert emitió un Huu, Huu a modo de confirmación. Hunter dibujo una inmensa sonrisa.
-realmente eres un genio malvado, Luz Noceda- rio Hunter.
Luz le devolvió la sonrisa.
-lo sé.
-de todas formas nos hará falta dinero- dijo Amity, aunque su expresión era más reflexiva que dubitativa -necesitaremos hacer más marionetas y agregar un poco de luz a la sala. No puedes manejar más de una marioneta a la vez tu sola, pero puedo mecanizar algunas. Tal vez podemos instalar tubos acústicos para proyectar tu voz. Tenemos algunos de los materiales necesarios. Pero puedo pedirle a Eda algunas de las partes faltantes... de ese modo, no nos saldrá demaciado caro. Estoy segura de que no le importaría prestárnoslos si acepto su oferta de ser su aprendiz.
Luz abrió la boca para protestar y luego la cerró de nuevo. Asintió brevemente mirando a Amity; necesitarán más dinero del que podrían obtener vendiendo muñecas para que su idea funcionara.
-deberíamos guardar todo el dinero que ganamos para nuestro plan de escape- dijo King -no desperdiciarlo en algo que no sabemos si funcionará.
-prometo que, si no funciona, tendremos todo listo para huir- dijo Luz -por favor, King, dale una oportunidad a esto. Tenemos la posibilidad de no solo quitarnos de encima de una vez por todas al Kinder, sino de hacer algo de provecho en nuestra vida.
-nos quedan nueve días, Luz.
-entonces, haremos nuestro espectáculo dentro de ocho días y nos quedará uno de sobra en caso de que no funcione del modo que esperamos. Iremos justos del tiempo, pero no es imposible.
King la miro con severidad unos segundos y luego asintió.
-de acuerdo.
Luz resistió sus ganas de abrazarlo y, en cambio, le dedico un sonrisa agradecida.
-entonces, ¿que espectáculo haremos?- preguntó Amity -¿la princesa y los licántropos tal vez?
-no- respondió Luz -estoy pensando en algo mucho más aterrador que eso.
Subió al escenario y realizó una pirueta, su capa flotó a su alrededor.
-bienvenidos, damas y caballeros- dijo con voz alta -al teatro de los Sueños. Prepárense para asustarse, prepárense para temblar en sus asientos, prepárense para asombrarse. Con ustedes...
Hizo una pausa teatral y luego, con su mejor voz, dijo:
-¡El Carnaval... de las Pesadillas!
Febrero llegó al día siguiente, con la escarcha que congelaba la nariz y que hacía que la mayoría de los habitantes del pólder permanecieran en casa. La bruma flotaba espesa y baja sobre los canales. Luz esperaba que permaneciera gloriosamente lúgubre hasta dentro de ocho días, la noche en que su espectáculo de marionetas tendría lugar.
Amity fue a casa de Eda con su caja de herramientas, una promesa firme de no hacer preguntas y un brillo de satisfacción en los ojos en cuanto el sol había salido. Los demás fueron al teatro, a comenzar con el trabajo arduo de preparar el escenario para el espectáculo. Cuando llegó la tarde, tenían nuevas cortinas colgadas, un Árbol Nocturno inmenso pintado en la pared posterior del escenario y los estómagos rugiendo de hambre.
Esa noche, mientas Vee y Hunter preparaban la cena con los últimos restos de comida que habían comprado en el mercado, el libro de Camila yacía abierto sobre la mesa frente a Luz, con una página en blanco. Necesitaba un final para el cuento, pero por muchas vueltas que le diera, Luz no tenía ni idea de cómo terminar la historia de Emira. Cada vez que intentaba pensar en lo que había detrás de las puertas del carnaval, su mente pensaba en su familia.
¿vendrían ellos al espectáculo?
Dos días después, tenían listas las marionetas de Emira y Edric, los dedos llenos de heridas por las agujas y una gran llama de entusiasmo al pensar que tal vez, realmente podrían llevar a cabo ese espectáculo. Exepto por un detalle fastidioso.
Luz seguía sin un final.
-a este paso, mis manos se caerán- dijo King, apartando un cartel para dejarlo secar junto con una pila enorme e inestable de estos -y necesitamos más tinta... otra vez.
-Amity regresará pronto- respondió Luz -ella te dará dinero para la tinta.
Vee apoyó una bandeja de gofres calientes frente a ellos. De inmediato, Hunter dejó de coser y comenzó a comer. Vee extrajo una tira de carne seca de su delantal. Lo alzó y silbó por lo bajo. Owlbert aleteó sobre el armario y bajó en una lenta espiral para tomar el trozo de carne en sus dedos.
(Gofres)
-está volando mejor- dijo Hunter mientras la melaza caía del lateral de su boca.
La sonrisa de respuesta de Vee era lo bastante brillante para iluminar el lado oscuro de la luna. Luz había incluso oído a Vee tarareando en voz baja mientras horneaba en la mañana. Parecía que el espectáculo de marionetas estaba ejerciendo su magia de más formas de las que había esperado: los estaba haciendo muy felices.
Una ráfaga de viento abrió la puerta de la cocina y Amity entró, sacudiendo sus brazos para quitarse la nieve.
-necesitan venir al teatro- dijo ella. Tenía la nariz de un rosa intenso por el frío -ahora mismo.
-hace demaciado frío- respondió King.
-creeme- continuó Amity. Se apresuró a avanzar hasta la mesa y agarró dos gofres -vale la pena tener la nariz fría para ver lo que Eda y yo hemos hecho. ¡vamos!
-¿Eda?- preguntó Luz, frunciendo el ceño -¿qué hace Eda en el teatro?
-¡ven!- dijo Amity.
En el interior del teatro no hacía menos frío que en el exterior. Eda Clawthorne estaba de pie junto al escenario, sosteniendo una extraña caja metálica. Luz se enfadó un poco al verla, la leve desconfianza que sentía cerca de la relojera se negaba a desaparecer. En especial ahora que el Kinder iba tras ellos.
-¡ajá!- dijo Eda, con la voz amortiguada por la bufanda -llegan justo a tiempo. Miren esto.
Presionó un botón en la caja metálica. Oyeron un zumbido bajo y luego un crujido. Eda sonrió mientras el escenario se iluminaba con cientos de bombillas, resplandecientes como estrellas.
Luz no pudo evitarlo: se quedó boquiabierta.
-¿es...?
-¿electricidad?- dijo Amity -sí. Y Eda también cree que deberíamos inaugurar el teatro con un espectáculo de fuegos artificiales. ¡Imagínense!
-hay un puesto de fuegos artificiales en el mercado de la ciudad- comentó Eda, colocando la caja metálica sobre el escenario -de todas formas, debería regresar a casa. Hooty necesita comer. Gracias por tu ayuda esta mañana, Amity.
-no, gracias a ti- dijo Amity, sonriéndole a Eda -tu ayuda es muy importante para nosotros.
-es un placer- respondió Eda, mirando a Luz a los ojos -envíale daludos a Philip, ¿si? Espero que este clima no le haga empeorar.
Luz sintió una punzada de incomodidad. Asintió.
-oh- dijo Eda, hurgando en su bolso -King, por poco lo olvido. Toma tu chal. Logré quitarle la mayoría del carbón, pero me temo que no todo.
Extendió una seda plegada roja, anaranjada y dorada brillante. Si no fuera por el diseño familiar, Luz no habría creído que era el mismo chal. King solo lo miraba.
-creo que es de un batik de Java- dijo Eda, desplegando la tela y colocándola alrededor del cuello del niño con delicadeza -aunque no puedo estar cien por cien segura. Tal vez podrías confirmar mis sospechas si encuentras a alguien que haya viajado a esa parte del mundo.
-gracias- respondió King, con las voz ahogada por la emoción. Se limpió una lágrima -gracias.
Vee se aproximó a él y colocó un brazo en su hombro. Eda sonrió con amabilidad, luego reunió su caja de herramientas y se fue. Amity la siguió, hablando con entusiasmo sobre los componentes de los fuegos artificiales. Luz las siguió hasta la puerta del teatro.
-¿por qué estás frunciendo el ceño de nuevo?- preguntó Amity cuando Eda se perdió de vista -no irás a ponerte pesada otra vez con todo del asunto de Eda, ¿no?
-tiene algo raro- dijo Luz.
Amity alzó una ceja.
-¿tus orejas mágicas captan peligro?
Luz se estremeció.
-no. Es cuestión de lógica. Nada en ella tiene sentido.
Amity guardó silencio un instante. Luz evitó mirarla a los ojos, pues le preocupaba ver una expresión petulante y satisfecha en los ojos de Amity tras su confesión, pero cuando alzó la vista, su amiga parecía solo pensativa.
-creo que Eda tuvo marido en algún momento- dijo por fin Amity -encontré un par de botas de hombre junto a la puerta trasera. Eran demaciado grandes para ella.
-¿tal vez murió?
Amity se encogió de hombros.
-quizás. No lo demuestra a menudo, pero a veces da la impresión de estar triste. Desprende la misma tristeza que supongo que desprendería alguien que hecha de menos a un ser querido- miró a Luz -sinceramente, creo que ella no nos hará daño, ni siquiera si supiera la verdad sobre nosotros. No es como Bligth. Es buena. No sé cómo, pero lo sé. Algo en mi interior me dice que es verdad.
-parece una hipótesis muy poco científica.
-puede que mis entrañas sean mágicas también y capten la bondad- dijo Amity, sonriendo.
-aún no estoy convencida.
-¿esto te convencerá?
Amity tomó la mano de Luz y le entregó una bolsita amarrada con un hilo. Luz lo apretó. Estaba lleno de monedas. Muchas monedas.
-¿qué es?
-un adelanto de pago de Eda, para que pongas un anuncio en el periódico nacional.
-¿un anuncio?
-es probable que tu padre no esté en Ámsterdam, ¿no crees? Si quieres que él esté al tanto del espectáculo, entonces, necesitas enviar el mensaje también fuera de la ciudad. Un anuncio que salga durante una semana cuesta dos florines. Eda dijo que podía tomar prestado su dinero.
Luz sintió lágrimas ardiendo en las esquinas de sus ojos.
-dos florines...¿no quieres usarlos para la cuota de adopción?
Amity negó con la cabeza.
-no, si pueden ayudarte, no.
-gracias- susurró Luz.
-entonces, mañana iremos a Ámsterdam y le haremos saber a todo el mundo que, durante una única noche, ¡el teatro Noceda abrirá de nuevo sus puertas!
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LIBRO DE TEORÍAS DE LUZ
Bajo las estrellas me encontrarán.
Este es el anuncio que planeo publicar en el periódico. Incluso he dejado un mensaje oculto en las palabras subrayadas. Mi familia tiene la inteligencia suficiente para descifrarlo.
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Philip Noceda
presenta
EL CARNAVAL
DE LAS
PESADILLAS
El señor Noceda
requiere su presencia honorífica en el
Teatro de los horrores.
{<>}
Es una historia monstruosa, escrita por la hija de Philip, que se ha asegurado de que vayan a gritar de horror.
¡El espectáculo cobrará vida con marionetas tamaño real, aparatos mecánicos, acústica proyectada y luz eléctrica!
Escalofríos garantizados o su dinero será devuelto.
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