El viento cerró la puerta principal detrás de la representante del Kinder. Luz soltó los hilos de papá marioneta y emitió un suspiro largo. Se unió a los demás junto a la ventana que estaba sobre la mesa de la cocina y observaron como Lilith Truefall guardaba el libro de registros en la cesta de su bicicleta y luego pedalea a través de las puertas, sobre el puente, mientras desaparecía en la calle oscura.

Eda Clawthorne estaba de pie debajo del tejo negro, observando los canales. La guardiana del pólder inclinó su gorro cuando Lilith Truefall pasó en su biblioteca.

Luz gruñó.

-esa mujer no puede dejarnos en paz, ¿he?

Amity cerró de nuevo la cortina.

-si Eda sospechara algo de nosotros, Lilith habría tenido más dudas sobre papá marioneta. No, Luz, esto ha sido nuestra culpa. Fuimos descuidados en olvidarnos de las cuotas.

-cincuenta florines- dijo Hunter, con voz baja y vacía.

Owlbert emitió un Huu, Huu intenso.

-es probable que eso sea lo que cuesta una casita- comentó Amity.

-o unos pasajes a Asia- dijo King.

-o cinco huérfanos peculiares- añadió Luz.

Nadie habló durante varios minutos. En el exterior, el viento se intensificaba y soplaba cada vez con más fuerza, igual que los pensamientos que invadían a Luz.

-entonces, tendremos que comprar nuestra libertad- dijo ella, por fin -tenemos diez días para resolverlo. Reuniremos el dinero, le pagaremos y nos libraremos para siempre del Kinder.

Los demás la miraron como si hubiera dicho algo completamente estúpido.

Las orejas de Luz cosquillearon con suavidad.

-sé que es improbable, pero...

-no- la interrumpió Amity, y Luz casi fue capaz de ver los engranajes de su cerebro en movimiento, intentado dar una solución. Pero luego, sacudió la cabeza -esta vez, de verdad es imposible.

-pero...

-deberíamos dormir un poco- dijo Hunter -aprovechamos las camas cálidas los pocos días que nos quedan. Hablaremos por la mañana de dónde iremos después.

Luz miró a todos, incapaz de creer que se rindieran con tanta facilidad.

-¿quieren irse?

King sacudió la cabeza de lado a lado.

-debemos irnos.

Uno por uno, se volvieron y se dirigieron a la cama, todos excepto Hunter

Él y Luz tomaron asiento en la mesa de la cocina y miraron por la ventana, observando el resplandor de la escarcha. Ninguno habló.

El cansancio se apoderó de Luz. No podía dejar que le quitaran todo esto. No lo permitiría. Solo tenía que ser tan valiente y astuta como sin duda lo eran sus padres y su hermana, allí donde estuvieran. Debía de haber una forma para que los cinco permanecieran allí.

Los otros no tardaron en dormirse.

-aquel teatro... es parecido a esas cosas que siempre has soñado tener, ¿verdad?- dijo Hunter después de un rato.

-casi- respondió Luz.

No necesitaba mencionar el hecho de que faltaba una cosa esencial: su familia. Hunter la entendería. Siempre parecía entenderla.

Permanecieron sentados varios minutos largos, observando las motas de polvo girar y la escarcha brillar.

-¿quieres saber cuál era mi sueño?- preguntó Hunter en voz baja.

Luz alzó la cabeza hacía él.

-cirque de Lumière- dijo él, sonriendo con anhelo.

Luz recordó que, tres años atrás, una compañía de circo parisina había llegado a Ámsterdam. Los cinco habían corrido el riesgo de enfrentarse al bastón de la matrona Bligth cuando salieron a la calle para observar el desfile de la compañía camino al parque. Un payaso le había dado un cartel del espectáculo a  cada uno. El mismo cartel que ahora era una de las posesiones más preciadas de Luz: un recuerdo de un momento de alegría en un océano de tristeza. Aún recordaba la mirada de sus amigos aquel día. Fue la primera vez que había visto sonreír a Vee de verdad.

-¿quieres ser un payaso?

Él puso los ojos en blanco.

-claro que no. Aunque probablemente sería un buen payaso.

-¿entonces?¿qué?

-unos días después del desfile, cuando estaba limpiando las canaletas, algunos acróbatas pasaron caminando. Tenían capas largas sobre sus ropas, pero los reconocí de inmediato. A una de ellos, una mujer con piel oscura, se le atascó el borde de su capa en la barandilla. De inmediato, me acerqué corriendo y le ofrecí reparar la rotura. Hablamos sobre el circo y dijo que los disfraces se le desgarraban a todas horas; no parecía haber en el mundo cantidad de hilo suficiente como para reparar sus atuendos teniendo en cuenta la velocidad a la que ella los estropeaba.

Hunter guardó silencio. Luz esperó callada a que él continuara, preguntándose por qué nunca le había contado eso antes. Cuando Hunter habló de nuevo, su expresión se había ensombrecido.

-cuando le conté algunas ideas que tenía para sus trajes, ella se ofreció a llevarme con ellos como aprendíz de costurero- dijo él en voz baja -la mujer quería entrar en ese mismo instante al orfanato y llegar a un acuerdo con la matrona Blight. El circo se marcharía a Dinamarca al día siguiente.

Luz intentó tragar, pero descubrió que tenía la garganta seca.

-¿qué ocurrió?

Hunter sonrió con los labios apretados, pero se negó a mirarla a los ojos.

-le dije que no podía ir, por supuesto.

-¡Hunter!¿por qué le dijiste eso?- pero Luz se dio cuenta de que ya sabía la respuesta.

-no podía dejarlos a ustedes cuatro. Quería esperar a que cada uno tuviera una familia antes de irme. Y, bueno, supongo que algunas cosas no están destinadas a pasar- le dedicó una sonrisa triste -¿sabes? No eres la única que intentaba no ser adoptada. Aunque para ser sincero, no tuve que esforzarme demaciado. Estas orejas me ayudaron bastante.

Luz solo pido mirarlo. ¿Hunter había renunciado a su sueño por ellos?

-te cuento esto porque debes decidir qué es lo más importante para ti- dijo Hunter -te seguimos aquí porque era nuestra única oportunidad para salir de ese lugar. Ahora, todos corremos riesgo de regresar allí en diez días. Quizás tu familia irá a buscarte algún día, pero el resto no tenemos esa esperanza a la que aferrarnos. La libertad de la que disponemos ahora es lo único que hemos tenido que nos pertenece.

-mi familia...

-tu familia te abandonó, Luz- Hunter cerró los ojos un momento, cuando los abrió de nuevo, parecía exhausto -creo que nunca entenderé por qué estás tan obsesionada con encontrar a esas personas. Me trae sin cuidado si mi familia me abandonó porque no soportaba mirarme o por cualquier otro motivo. El hecho es que me abandonaran, nada más y nada menos que en un saco de trigo, para vivir en el orfanato más miserable de todos es suficiente. Lo último que haré es poner un pie de nuevo en ese lugar.

-no permitiré que Lilith te lleve de regreso allí- prometió Luz.

-entonces, ¿estás de acuerdo en que probablemente tendremos que irnos de este lugar?

Luz apartó la vista de Hunter y la clavó en las camas armario, y después en los cinco pares de botas que Vee había colgado con cuidado junto a la puerta principal.

Aquel era su hogar. Era el hogar de todos.

Luego miró de nuevo a Hunter: el chico que había renunciado a su sueño por permanecer con ellos y asegurase de que los cuidaran.

-prometo que haré lo que sea necesario para mantenernos a salvo a los cinco- dijo Luz,  secando una lágrima que caía por su mejilla -incluso si eso significa irnos de aquí.

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LIBRO DE TEORÍAS DE LUZ

Reanálisis de las teorías

Teoría del "cazador de licántropos"
Pistas nuevas: marcas de garras en el teatro y en el taller de Eda. Una historia escrita por mi hermana, que incluye a un niño lobo.

Viabilidad de la teoría: aún posible.

Teoría del "espía secreto"

Pistas nuevas: no hay rastros de mi madre, abandonó inexplicablemente del molino, ninguna fotografía o documento personal. Mi familia era solitaria y evidentemente muy reservada.

Viabilidad de la teoría: aún posible.

Teoría de "fobia a los bebés"

Pistas nuevas: ningún rastro de un bebé o de accesorios de bebés.

Viabilidad de la teoría: aún posible.

La teoría "impensable"

Ningún cadáver, ningún fantasma, ninguna mancha de sangre.

Pistas nuevas: ninguna.

Viabilidad de la teoría: aún no tiene sentido pensar en esta hasta que las otras hayan sido descartadas o hasta que más pruebas salgan a la luz.