capítulo 20
Nota: gracias a esa persona que me dio la idea para ponerle el apellido a Lilith (Truefall). La verdad es que olvidé el nombre y me da pereza buscar quien fue. Me duele tanto la cabeza que apenas suba el cap me iré a dormir. Perdón por la ignorancia. En fin, te dedico el cap 👍
Luz arrastró el cuerpo hacia adelante y espió por el borde de la puerta del armario cama a medio cerrar. Sus amigos se habían quedado paralizados en el sitio y a Luz no le hacia falta ver sus expresiones para saber que estaban tan horrorizados como ella. ¿por qué había venido el Kinder?¿habían cometido un error en el papeleo?
-¿está el señor Noceda?- preguntó la mujer, intentando mirar hacia la cocina -hace un frío terrible aquí afuera.
Emitió un brrrr exagerado para enfatizar su punto.
-emm... él... bueno...- balbuceó Hunter.
-buenas noches, señora- dijo Amity, apartando a Hunter de un leve empujón -soy Amity Noceda ¿como puedo ayudarle?
-ah, si- respondió Lilith Truefall, mirando la hoja de papel que sostenía -Amity. La niña inteligente que tiene más dedos de lo normal. Es un placer ponerles cara a sus nombres. Ahora, necesito hablar con el señor Noceda con urgencia.
-padre está durmiendo. ¿por qué no regresa mejor en otro...?
-¿ese de allí es él? Señor Noce...
-shh. Lo despertará.
-me temo que debo insistir en hablar con él.
Lilith se abrió paso entre Hunter y Amity. Luz extendió la mano y tiró de la esquina de la cortina que habían colgado sobre la cama armario para ocultar por completo a papá marioneta detrás de la tela.
Oyó un silbido intenso, seguido de un Huu, Huu, Owlbert voló en picada desde su nido, contándole el paso a Lilith y tomó un trozo de carne de los dedos extendidos de Vee antes de regresar volando a las sombras.
-¿que es eso?- gritó Lilith, aferrando con fuerza el libro sobre su pecho.
-eso es Owlbert- respondió Amity -es su hora de cazar y tiene mucha hambre.
Lilith abrió los ojos de par en par detrás de sus gafas. Avanzó caminando hacia la mesa de la cocina y tomó asiento en una silla.
-que peculiar- comentó, mirando el nido de Owlbert -¿muerde?
Vee sonrió con dulzura y asintió, alzando un dedo con un poco de sangre.
Huu, Huu.
-de verdad que necesito hablar con su padre- dijo Lilith, manteniendo los ojos fijos en el escondite de Owlbert. Movió una mano apuntando hacia la cama armario -por favor, despiertenlo.
Luz gruñó en voz baja. La mujer quería hablar con Philip. Claramente, solo había un modo de liberarse de ella. En silencio y con cautela, Luz agarró la cruz de hilos de papá marioneta y alzó levemente la cabeza.
-Amity, hija- habló Luz, con la voz más grave y ronca que pudo -¿qué es todo este alboroto?
Luz fingió toser: una tos jadeante y violenta que le quemó la garganta. Espiando por la puerta, Luz vio que Lilith se cubría con rapidez la nariz y la boca con un pañuelo.
-señor Noceda- dijo Lilith, con la voz amortiguada por el pañuelo -lamento mucho molestarlo, pero vengo por un asunto oficial sobre los huérfanos- señaló de nuevo el libro de registros -me enviaron a inspeccionar los registros de adopción del orfanato Exide y encontré una anomalía.
-¡pero la documentación estaba perfecta!- dijo King.
Luz hizo una mueca; ella también estaba seguro de eso. Truefall lo miró con curiosidad por debajo de las gafas.
-es decir- balbuceó él -la matrona Bligth siempre se enorgulleció de tener los documentos en perfecto orden. Dice que es muy importante.
Luz emitió otra tos. Sacudió los hilos de papá marioneta e hizo temblar los hombros del muñeco.
-¿y de... cof, cof ... que anomalía se trata?
-parece que no pagó las cuotas de adopción.
A Luz se le heló la sangre. En su apuro por marcharse habían olvidado las cuotas.
Haciendo equilibro con el libro de registros sobre la mesa, Lilith Truefall lo abrió. Buscó una página hasta que sus gafas cayeron sobre su nariz y luego se aclaró la garganta.
-el pago que corresponde es el siguiente. Cinco huérfanos a diez florines cada uno. A pagar después de la recepción de los bienes, lo cual fue hace varios días. Eso significa que la suma total a pagar son cincuenta florines, señor.
(Los florines son el dinero de Ámsterdam. Cada florin son alrededor de 100 centavos)
Lilith Truefall cerró de nuevo el libro con un golpe.
Cincuenta florines.
Era más dinero del que Luz había visto en su vida. ¿cómo narices conseguirían la suma?
-lamento que haya tenido que venir hasta aqui- dijo Luz con voz ronca -sin embargo, la matrona y yo teníamos un acuerdo...
-Odalia Bligth ya... emm... no está en el orfanato Exide- respondió Lilith -me temo que necesitamos resolver este asunto aquí y ahora. Quizás, uno de sus nuevos hijos pueda ir a buscar el dinero. Esperaré un poco mientras descanso los pies.
El corazón de Luz se detuvo. Amity alzó la vista con los ojos horrorizados. Los demás se esforzaban por no fijar su vista en nada.
-cof, cof- Luz se aclaró la garganta. Su mente funcionaba a toda velocidad, pero sabía que debía continuar hablando -me temo que aún no tengo esa cantidad de dinero. Esta enfermedad no me ha permitido...
-con todo respeto- dijo Lilith con tono severo -se ha llevado a cinco años sin pagar. Criar huérfanos es caro; debemos recuperar el dinero para mantener en funcionamiento nuestros orfanatos. Así son los negocios, señor Noceda, y debemos mantener nuestros archivos actualizados y en perfecto orden, sino no estaría haciendo bien mi trabajo, ¿no? A pesar de su condición actual, debo insistir en que me pague hoy o no tendré más opción que llevarme a los niños.
Amity dio un grito ahogado. Vee se hizo un ovillo en su asiento. La rodilla izquierda de Hunter comenzó a temblar. King le lanzó una mirada de pánico a Luz a través de un pequeño agujero que Luz había hecho para que solo él la pudiera ver. Luego, señaló con la nariz el papel y la pluma junto a él. King parecía confundido.
-¿ha escuchado lo que le he dicho, señor Noceda?
El estómago de Luz se retorció con dolor. Intentó hablar, pero no pudo. Llegó el fin; no había manera de escapar.
Amity avanzó frente a Truefall.
-disculpe mis modales, señora Truefall, no le ofrecí una bebida. ¿puedo traerle un vaso de agua?¿o tal vez un poco de leche tibia?
-no, gracias querida- respondió Lilith, sacudiendo la mano -no con esta enfermedad dando vueltas ¿señor Noceda?
Huu, Huu.
Lilith gritó sorprendida, se cubrió la cabeza y Luz uso la distracción para susurrarle a King.
-escribe una carta de Bligth diciendo que nos dio más tiempo para pagar- siseó ella -y al finalizar haz su firma. ¿la recuerdas?
Él abrió los ojos de par en par, asustado, pero tomó un papel y le dio la espalda al resto de la sala para hacer lo que Luz le había pedido. Luz tomó de nuevo los hilos y alzó el brazo izquierdo de la marioneta, justo cuando King colocaba el papel en el regazo de la marioneta
-Amity- dijo Luz con voz ronca -se buena y entrégale esta carta a la señorita Lilith, ¿de acuerdo?
Amity se apresuró a pasar al otro lado de la cortina y alzó la nota del regazo de papá marioneta.
-la matrona Bligth me ha garantizado que no había problema en saldar deuda cuando estuviera convencido de adoptar estos huérfanos- dijo Luz -la matrona Bligth dijo que no le importaba retrasar el pago...
-como le he dicho que Odalia Bligth ya... no está a cargo- Lilith miraba con cautela a Owlbert -no es en absoluto normal llevar a cabo este tipo de acuerdos en los orfanatos.
-si, bueno, estos niños no son en absoluto normales- dijo Luz con voz ronca -la matrona Bligth reiteró que eran inadoptables. Dijo que le haría un favor al orfanato al quitárselos de encima. Y debo admitir que son muy útiles en el molino, a pesar de sus peculiaridades.
-supongo que son un poco peculiares- comentó Lilith Truefall, mirando a cada uno de los niños.
Amity la miró a los ojos con frialdad, Hunter sonrió de modo poco convincente, Vee y King hundieron el mentón y Luz quería insultar a la mujer, pero, en cambio, se mordió el interior de la mejilla. Lilith pasó sus ojos por la carta. Hizo una pausa larga. Miro a papá marioneta durante tanto tiempo que Luz estaba segura de que la mujer había notado que algo no cuadraba.
-bueno, supongo que por ahora puedo añadir esto al archivo- dijo finalmente Truefall, guardando la carta en el libro de registros -terminaré mi auditoría en una semana aproximadamente así que, siempre y cuando la deuda esté pagada para entonces y asumiendo que desee conservar a estos peculiares niños, no veo problema en honrar la oferta de la matrona Bligth.
-es muy amable- halagó Luz.
-fue un placer conocerlo, señor Noceda. Volveré en diez días a recibir el dinero.
-nos vemos en diez días- respondió Luz -que tenga buen viaje de regreso a Ámsterdam.
Lilith solo estaba a un paso de la puerta cuando se giró, con el ceño levemente fruncido.
-¿dónde está el quinto huérfano?
Amity se estremeció.
-Luz ha ido a buscarme la medicina- dijo Luz con voz ronca.
-ya veo- respondió Lilith Truefall -estoy segura de que está cuidando de ella tan bien como ella cuida de usted. Bueno, debo irme. Me espera un largo viaje en bicicleta con este libro.
Alzó el libro de registros sobre el hombro y desapareció en la noche.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top