—¿Por qué Yoon está tan ansioso? —Jay B se sentó a un lado de recepción, mientras la rubia verificaba la agenda.

—Viene Madame Giraldo.

—¿Y ella es?

—Una Dom que ella adora con pasión, pocas personas pueden hacer que Yoongi llegué al punto máximo de placer y esa mujer es una de ellas.

JayB hizo una mueca, pues se sentía algo celoso de que Yoongi estuviera tan desesperado por la cita.

—¿Celoso?

—Si —mira a Yoongi entrar al salón — tendré que castigarlo más.

—La sana competencia —la rubia le da unas palmaditas —tienes cinco minutos antes de que llegue la madame ella es muy puntual.

JayB salió corriendo hacia donde estaba Yoongi, este ya iba a entrar a su cuarto del cielo, cuando fue jalado del brazo por el pelinegro hasta la parte trasera lo acorraló contra la pared.

—Te veo muy feliz —lo toma del mentón —borrare cada marca que te haga.

—Entonces dejaré que me haga muchas.

JayB de le acerca a los labios, pero no lo besa, solo se aleja para dejar a Yoongi con el corazón acelerado, mira su reloj y se apresura a regresar a la habitación.

Como era de esperarse la Madame llego puntual a su visita con el dulce Host, cuando entro Min Yoongi estaba en medio de la cama de sabanas negras, traía un collar negro con una argolla, en sus muñecas cada una tenía una pulsera con un eslabón cada una, su torso desnudo y un short de cuero rojo solamente como prenda de vestir.

—Mi lindo gatito —la voz de la mujer era tenue, algo delgada pero sensual —te vez muy adorable —¿Ese collar es el que te regale?

Solo asintió sin decir una palabra, Yoongi no podía ver a la Madame hasta que esta le ordenara hacerlo, siempre quería ser un buen chico para ella, porque sabía que la recompensa más tarde lo haría delirar de placer.

Se acercó hasta él, acariciando su mejilla con la yema de su dedo, después delineo un poco los labios con las uñas largas y rojas, los labios un poco resecos del Host se abrieron tenuemente al sentir el filo de estas, el perfume ligero que usaba la Madame le lleno los sentidos, causando un ligero tirón en su entrepierna.

—Mírame gatito —este levanto el rostro para poder ver el bello rostro de la Madame —Te eche mucho de menos —unió sus labios con el joven, empezando un beso lento, para después invadir su boca con la lengua, haciendo el beso más sucio, más sonoro, el labial se esparcía con impaciencia en las comisuras de los labios de la madame.

Empezó a acariciar el abdomen del Hosts, este sintió que la piel se le erizo al rosar de las uñas, su tatuaje ansiaba por ser rasgado por ellas, el primer apretón en su pezón saco un gemido grueso, la madame estaba de muy buen humor puesto que ya se encontraba sobre del chico a ahorcajadas, había llevado solo un vestido rojo, con una diminuta ropa interior, no le gustaba mucho perder tiempo valioso así que entre más rápido pudiera deshacerse de la ropa mucho mejor.

—Tu boca es tan dulce, siempre eres tan delicioso gatito —se mordió los labios delineando el pecho blanco hasta llegar a la entrepierna, pero algo interrumpió su camino una marca violácea —¿Qué es esto?

Apretó el moretón causando una mueca de dolor, sabía que estaba en problemas, la madame Giraldo era muy exigente, ella siempre apartaba a Yoongi un mes completo, pues no deseaba ninguna marca visible en su cuerpo, así que durante ese tiempo él no podía estar con otras mujeres porque debía estar tan limpio, tan pulcro, como sus ligeras cicatrices anteriores le permitían.

Pero se había portado mal noches anteriores, Jay B lo visitaba en su habitación y terminaban enredados hasta al amanecer, así que esa marca eran los labios del pelinegro dejando claro que había estado ahí.

Sintió el apretón en sus mejillas.

—¿Quién te toco? Ninguna Madame debía tenerte este mes —casi seseaba por el enojo —eres un niño desobediente Min Yoongi.

Se bajó del chico caminando furiosa hasta las cajoneras, sacando un pequeño látigo de cuero con varias cuerdas delgadas.

—¡Al espejo ahora!

Yoongi bajo de la cama caminando rápidamente hasta el enorme espejo de la habitación, levanto las manos para ser atado con las muñequeras, su pecho pegaba contra su reflejo sintiendo lo helado de la pared en sus pezones endurecidos.

—Separa las piernas, animal desagradecido.

Veía lo más que podía por el reflejo mientras hacía cada acto que la madame le pedía, los brazos le empezaban a doler un poco por la manera en que estaban estirados, pero esto solo lo estimulaba más, una de las razones por la cual debía usar los pantalones de cuero sin ropa interior era para que la erección que se formaba conforme la sesión empezaba le doliera, le apretara de manera considerable impidiendo que se elevara del todo.

Sin mencionar que la lencería que llevaba la Madame no ayudaba nada, la poca tela que cubría su vagina y pezones lo tenían al borde del deseo, su respiración empañaba el vidrio.

—Estas tan ansioso —dio el primer azote en la espalda del pálido sacando un ligero grito —aun así, dejaste que otra te tocara —dio otros dos azotes haciendo que Yoongi se mordiera los labios su erección cada vez era mayor — nada más que descubra que Madame se atrevió a tocarte cuando estabas comprado por mí, la matare.

—No fue una madame...

Se atrevió hablar, pero al escuchar que se pondría a investigar sintió algo de temor de las consecuencias a sus otras clientas. Escucho el látigo caer miro a los ojos de la madame, se notaba curiosa, se acercó hasta el jalando de su cabello, para después tocar el bulto en sus pantalones cortos.

—¿Ya tienes a otra? —muerde su hombro —¿el gatito va a dejar a las Madames?

Las heridas en su espalda ardían haciendo que su sangre siguiera acumulándose donde la Madame tenía la mano, esperando un poco más de atención en su miembro se frotaba contra la palma de su actual ama.

—No, no dejare a mis madames.

—Dime el nombre.

Bajo el zipper para liberar el hinchado y rosado miembro, apretó la punta con las uñas lamiendo el lóbulo de la oreja.

—Si me lo dices Madame, te hará sentir bien.

—Ahh es que...mmmmh —lo comenzó a masturbar rozando su dorso desnudo contra la espalda lastimada de Yoon —madame... —trataba de articular una palabra, pero las sensaciones eran demasiadas, el dolor en sus brazos, el ardor en su espalda, el placer de la mano de la madame.

—Bien.

Se separó de Yoongi, sentándose en la cama, separando las piernas esperando que el chico la mirara por el reflejo.

—Quería que me follaras gatito —deslizo sus dedos por su abdomen hasta su entre pierna haciendo la tela de ropa interior hacia un lado — morderte, arañarte mientras me das fuerte, me llenas completa —metió dos dedos en su interior empezando a moverlos gimiendo lento —Mmmh podrías ser tú, pero no quieres ser bueno con Madame, eres un gato desobediente y malo.

Las venas del cuello de Yoongi se tensaban al tragar saliva, el collar le apretaba, trato de zafarse de los amarres de sus muñecas, logrando soltar una de sus manos lastimando su muñeca, pero poco le importo, lo único que deseaba era hundirse en la madame, logro soltarse para ir gateando hasta la cama, tomando una de las piernas de la mujer, besando su pie.

—Por favor, seré un buen gatito, me portare bien, déjeme, déjeme entrar —choriqueaba sin dejar de besarle el pie.

—Dime el nombre y te dejare.

Escucho el ruido húmedo de los dedos entrar y salir junto con los bellos sonidos de la garganta de la madame, sin mucho que perder abrió los labios para soltar al fin.

—Jay B...

La mujer se sentó de golpe, mirando al chico en posición de sumisión, pero la reacción no fue la que esperaba, Madame Giraldo lo tomo de la muñeca enrojecida halándolo hacia ella.

—¿El host? —Yoon asintió —pero mi dulce gatito —lo tumbo contra su pecho para poder alinear el miembro en su entrada y meter la punta —toma tu recompensa.

Entro de una estocada, estaba prohibido no usar protección en los encuentros con las Madames, pero en las sesiones de masoquismo de Yoongi se tenían excepciones, por las cuales se pasaba un examen meticuloso, revisiones constantes y solamente si usaban el método pedido por Lord PD para que no hubiera accidentes, así que Yoongi podía disfrutar de algunas clientas sin preservativo.

La idea de que Yoongi fuera pasivo con uno de los Host no hizo más que aumentar el deseo de la Madame, el imaginarse el como el otro chico sometería al suyo le hacía agua la boca, si fuera una mujer estaría furiosa pero la imagen que ahora tenía estaba haciendo el encuentro más lascivo, arañaba con más intensidad la piel roja del su gatito, mordía los labios de este al besarlo, daba mordidas en los fuertes hombros y el tatuaje de Bitch, quería dejar todas las marcas posibles, para tener otra nueva fantasía.

—¿Gatito él te folla duro?

—Lo hace si ve marcas en mi piel.

Estaba segura que ahora quería un trio con los dos, estaría dispuesta a dejar su papel de DOM, con tal de tener lo que deseaba.

Sentía como si el miembro de Yoongi cada vez se hiciera más duro, más grueso y caliente, pero era su interior que ya lo estaba prensando anunciando su orgasmo, jamás había llegado tan rápido, siempre se aseguraba de que su gatito terminara primero, pero ahora no sabía porque su excitación estaba al límite, se sujetó de la espalda como si su vida dependiera de ello, exhalando al sentir como sus músculos se tensaban en un fuerte orgasmo.

El pálido no pudo evitarlo estallando dentro de ella, cayendo sobre el pecho de esta, la madame le acaricio el cabello cual cachorro.

—Gatito, en la siguiente sesión, invitaremos a Jay B.

Yoon sonrió, por algo era su madame favorita...

Para mis golosas de los Host, la verdad si tenia ganas de escribir sobre el Yoongi sumiso, pero me resistia, pero gracias a AlejaDeMin esto fue creado, es con todo mi love para usted Madame Giraldo.