Capitulo 17: Condicion
—Si, si tío ya llegamos, todo bien sin problemas son un poco de Jet lag.
—Me alegro, ahora diviértete y cómprame algo lindo.
—Claro.
Eun Na colgó el teléfono, miro al joven Pelinegro que entregaba los boletos de ambos para a abordar un tren, pero no solo estaba concentrada en el joven sino también en las dos chicas detrás de él que no paraban de mirarla mordiéndose las uñas y riendo entre ellas.
Jungkook llevaba una camisa pegada al cuerpo de cuello de tortuga se le marcaba cada músculo de la espalda además de los jeans azules que resaltaban sus muslos, esas chicas disfrutaban de la vista y sin pagar, cosa que no le agrado a la rubia.
—Kookie.
Se acercó de manera tranquila, sujetándole la mano.
—¿Ya hablaste con Lord PD? —Jungkook le acomoda un poco el cabello de la frente.
—Si, le dije que llegamos bien.
—Bien, las maletas ya están en el tren es hora de abordar.
Tanto las chicas como la rubia y Jungkook subieron al tren, se fueron directo a los vagones de los camarotes para dejar sus maletas de mano. En cuanto entraron a su camarote Eun Na se sentó suspirando tranquila.
—¿Todo bien?
—Si, solo estaba empezando a molestarme un poco.
—¿Por qué?
—Esas tipas, casi te desnudan con la mirada.
—¿Qué tipas?
—Las que estaban atrás de nosotros, sé que es inevitable que no te vean, pero al menos que fueran más discretas, ya estaban a nada de lanzarse encima de ti.
—Yo no vi a nadie —sonrió —solamente a una rubia muy linda.
—Igual es tu atuendo esa camisa es demasiado pegada, y como estás acostumbrado a que más mujeres te vean igual y no te das cuenta.
—En parte no me interesan las miradas de otras mujeres la única que deseo que me vea eres tú, pero si te molesta mi camisa se puede solucionar.
De la nada Jungkook se quita la camisa arrojándola a la rubia que estaba un tanto en shock.
—Que.. que.. no... ¿Íbamos a comer?
—Si, únicamente me cambio la camisa, ¿O quieres que salga así? No me molesta
Abrió la puerta del camarote, pero antes de que pusiera un pie afuera Eun Na lo jalo del brazo para meterlo.
—¡¿Estás loco?!
—Te estás comportando muy raro, estás nerviosa, tú no eres así, solamente me divierto.
Tomo una camisa de su maleta y se la fue colocando, Eun Na si sentía nerviosa y admitía que era raro en ella.
—Te falta algo.
—¿Qué cosa?
Se levantó y le jalo un poco la camisa de la parte del cuello para dejarle una pequeña mordida en este.
—Listo.
—Eun Na
Cuando la rubia miro a los ojos del Pelinegro sintió una especie de escalofríos, este la tomo de la cintura.
—Si me vas a marcar hazlo bien— se agachó hasta su cuello —algo así.
Lamió una pequeña extensión del blanco cuello de la joven para después succionar y morder un par de veces con fuerza, está se aferró de sus hombros jadeando un poco por la acción.
—Vamos a comer antes que cambie de menú.
El viaje en tren incluía las comidas en el vagón restaurante tenía unas vistas hermosas, ofrecía la experiencia de poder apreciar la naturaleza, algunas paradas para hacer senderismo hasta llegar a un lindo pueblo pintoresco dónde estarían en una cabaña, con los paisajes que Noruega les podía ofrecer.
Eun Na miraba por la ventana maravillada, estaba hipnotizada por la naturaleza que no escucho a su acompañante leerle lo que entendía del menú.
—Peque ¿me escuchaste?
—Nunca había visto tanto verde en mi vida.
—Yo tampoco, entiendo que siempre estuviste en internados.
—Desde que tengo memoria, mis únicos viajes eran para que los abogados se dieran cuenta de que sigo viva y bien cuidada, así mi tía podía seguir gastando el dinero que dejaron mis padres sin problemas.
—Te criaste casi tu sola, en verdad te admiro, eres demasiado fuerte, más de lo que deberías serlo.
—Me hubiera encantado que mi tío hubiera tenido mi custodia.
—Te hubiera conocido mucho antes.
—Es verdad ¿Desde cuándo trabajas con mi tío?
—Creo que desde los 13 en cuanto salí de casa de mis padres —jugo un poco con la piel muerta de sus labios —no eran buenas personas y pues Lord PD me ofreció ser su jardinero, después cocinero y yo le pedí ser un Host.
—¿Nunca has pensado en nada más allá?
—Claro, como sabrás una de las condiciones para ser un Host es tener una preparación, todos tenemos estudios, yo apenas estoy a mitad de cursos de administración, nada más que vamos más lento de lo normal por el trabajo, Jin ya se graduó, Namjoon pues él ni se diga, Hobi y Yoongi también terminaron y el duo de locos están a punto.
—Todos son muy admirables.
—Tu tío es quien nos obligó a tomar los cursos, con el dinero que ganamos trabajando para él, sin mencionar que no gastamos en hospedaje y comida, podemos vivir cómodamente por algunos años si nos retiramos en este momento.
—¿Dejarías de ser un Host?
Se quedó reflexionando unos minutos.
—Si lo haría, pero solo por una razón.
—¿Cuál?
—Tú.
Eun Na sonrió algo apenada y tomo el menú para cubrir su sonrojo.
—Deberíamos pedir la pasta y las verduras.
—Bien.
Jungkook notó el nerviosismo de Eun Na y mejor cambio de tema, pidieron la comida y estuvieron platicando y riendo mientras disfrutaban del menú.
—Iré al tocador, ya vuelvo.
Cuando la rubia se levantó de la mesa no pasaron ni diez segundos para que las chicas que había estado devorando a Jungkook con la mirada se sentarán sin permiso en la mesa.
—Hola—saludaron con un lindo inglés — ¿Hablas inglés?
—Un poco.
—Que bien, sabes no queríamos ser tan invasivas, pero mi amiga y yo nos preguntábamos si tú y tú ¿Hermana? Nos acompañan en el senderismo de la siguiente parada del tour.
—¿Hermana?
Eun na se sienta aún lado de Jungkook.
—¿Qué dices peque? Después de todo ya me dices Oppa, ser tu hermano mayor suena divertido.
Ambas chicas miraban algo confundidas pues ellos se encontraban hablando en coreano.
—¿A eso quieres jugar Oppa?
Acababa de arrepentirse, pensó que sería divertido molestar a la rubia con algo de celos, pero se le olvidaba que cuando Eun Na tenía un carácter un tanto peculiar, sabia que ella no haría un escandalo sino que se vengaría de él por tratar de molestarla.
—Nos encantaría hacer el senderismo con ustedes —tomo la mano de una de las chicas —mi primo y yo estaremos fascinados de tener tan linda compañía, siempre es bueno conocer gente nueva.
Ambas dejaron de concentrarse en Jungkook para prestar más atención a Eun Na, sin duda la belleza de la rubia no era pasada desapercibida por nadie, además la actitud segura que ella posee suele ser bastante dominante en las conversaciones, no es la primera vez que la rubia coquetea con mujeres, después de todo la mayoría de los internados a los que asistio eran de solo señoritas.
—Mi primo es Jungkook, y yo soy Eun Na —soltó su mano para poner el codo en la mesa apoyando su cara en la palma de su mano —¿Cuáles son sus nombres?
—Ella es Emely y yo soy Larisa
—Son lindos nombres.
—Eun Na basta, ya entendí.
—Pero aún no termino
Jungkook tomo el rostro de en una para acercarse a sus labios mirando de reojo a las chicas que se quedaron atónitas.
—Lo siento chicas, ella no es mi prima ni mi hermana, ella es mía, así que no podremos acompañarlas, así que largo.
Las jóvenes se retiraron apenadas de la mesa, Jungkook miro de nuevo a Eun Na, esta sonreía satisfecha.
—Eres un peligro
—Tú comenzaste el juego kookie
—Por eso lo terminé también, ahora solo tenemos un pequeño problema—La arrincono contra el asiento para acercarse a su oído —si vas a tener celos de mí, necesitas aclararme ¿Qué tipos de celos son? Me confundes y en este momento lo único que quiero es llevarte a nuestro camarote y arrancarte la ropa, pero para eso tienes que contestarme.
—Es que...yo.. no lo se
—Vamos, me marcaste, no quieres que use ropa ajustada, estas molesta por las chicas de hace un minuto, has estado nerviosa, sé más sincera contigo.
Empezó a sonar el teléfono de Jungkook. Cuando lo saco de su bolsillo era La señora Rockford, Eun Na lo tomo para contestar.
—¿Podría dejar de molestarlo? Usted está loca, se le dijo que tomaría unas vacaciones ya déjelo tranquilo.
—Quiero saber cuándo volverá.
—Hable a la mansión.
Colgó sin escuchar lo que la señora Rockford tenía que decir, Jungkook solo miro como ponía el teléfono molesta sobre la mesa, se quedó mirando como ella se controlaba, la rubia froto su sien con los dedos, después le lanzo una mirada furiosa a Jungkook.
—Escúchame bien lo que voy a decirte, si decido tener una relación contigo, quiero que cambies de número telefónico y no aceptes más citas de esa madame, esta demasiado....
No la dejo terminar cuando ya estaba devorando sus labios, su teléfono volvió a sonar, pero de inmediato lo apago, obteniendo una sonrisa aprobatoria de Eun Na.
Se levantaron de lamesa para irse al camarote, Eun Na llevaba de la mano a Jungkook, cuandopasaron por la mesa de las chicas el pelinegro les guiño el ojo para después abrazarpor la espalda a la rubia mientras caminaban. El viaje de amigos iba terminar comouno de pareja, la sorpresa que le esperaba a todos al regresar a la casa
Es una pena para el Team Jin, esperemos todo quede tranquilo, y no exista mucho drama departe de nuestro amigo.
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