Capitulo 1
//Distrito Arbraxas//Bosque de la muerte//
06:00 AM
Todo se encontraba en absoluto silencio, la mayor parte del tiempo se la pasaban así, cada uno sumido en sus propios pensamientos, resolviendo sus propios dilemas, sólo que está vez era completamente distinto, puesto que se encontraban en medio del bosque de la muerte, el azabache de ojos ónix que miraba el cielo de un azul oscuro que lentamente comenzaba a aclararse, miró a su lado izquierdo en donde estaba uno de sus compañeros de distrito, un pelirrojo de ojos aguamarina que estaba mirando a través de la oscuridad y como un tercer hijo de Arbraxas se acercaba.
Los tres se miraron el uno al otro, en el día de Concepción, así llamaban al día en que los jóvenes que alcanzaban su mayoría de edad eran literalmente lanzados a un peligroso bosque con la intención de que por arte de magia, o necesidad, estos lograran encontrar pareja y con esto concebir una nueva vida que disisiete años más tarde repetiría éste cruel y casi inhumano acto.
Los tres adolescentes presentes se limitaron a no emitir ruido alguno, ya que en ese mismo momento oyeron como alguien más se acercaba.
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//Distrito Danthalion//bosque de la muerte//
Los hijos de Danthalion, el misterio rodeaba dicho distrito por los métodos que usaba su dirigente, Orochimaru, el cual se encargaba de impartir la disciplina tanto física como mental, cuando algunos veían la oportunidad de concebir la vida, el veía la oportunidad de poner a prueba la resistencia de sus queridos soldados, por así decirlo, tampoco es como si planeara un golpe de Estado, simplemente le gustaba hacer las cosas más interesantes.
Aunque por muy mentalizados que estuvieran sus reclutas había una fase que pocos podían sobrellevar, el distrito Danthalion era uno de los que poseía más alta taza de mortalidad a diferencia de otro distritos, debido a una etapa que ellos debían atravesar al alcanzar a su mayoría de edad, una fase crítica que todos sus hijos debían pasar para poder alcanzar la tan anhelada Concepción.
Tres jóvenes miraba todo con suma curiosidad mientras que oculto tras su ropajes llevaban algunas armas que su maestro les dió con la objetivo de poder defenderse si la situación lo ameritaba, puesto en el día de la Concepción las mujeres eran quienes más peligros corrían.
Avanzaban cautelosamente, tres jóvenes, una rubia alta de mirada verde musgo, que les hacía señales a una ojos jade y otra peli castaña para avanzar, cuando escucharon los gritos despavoridos de una joven, corrieron a su auxilio de inmediato, después de todo se debía ser caritativa con tus compañeras del género femenino.
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//Distrito Draco //Bosque de la muerte//
El distrito del dragón, uno de los más honorables y perfectos, pero toda la perfección cuesta, el que quiere celeste, que le cueste, regido por el matriarcado, prácticamente desde siempre, provocaba en ellos cierta debilidad por el sexo femenino, eso lo sabía muy bien el rubio de ojos zafiro que se encontraba ya sumergido en lo más profundo del bosque.
Miraba por todas partes sin siquiera saber a donde ir, la matriarca principal, que para su suerte o desgracia era su madre, le había exigido a una buena nuera a la cual integraría en su familia, los hijo del dragón merecían lo mejor de lo mejor, aceptaba a una Danthalion, con carácter y fuerza, así sería su sucesora, tal vez a una bella e inteligente hija de Arbraxas, pero por ningún motivo llevará a una Hija de Neus y Deus, esas solo daban problemas, eran indecisas e inseguras, y menos a una cara bonita del distrito Mikaela, esas eran las que menos le agradaban, muy bonitas, si, pero mucha lindura y poco cerebro.
Pero la peor, la que no aceptaría ni en un millón de años, eran las santurronas del distrito de la luz, esas si que no, un no rotundo, eran demasiado, amables, para su gusto, la señora Kushina Uzumaki era alguien de carácter fuerte, siempre buscaba las de ganar, perspicaz y locuas, por lo que una persona exesivamente amble simplemente no era para ella.
Soltó un pesado suspiro, pero en eso escucha los apresurados pasos de un grupo de personas seguidos de los gritos de una joven.
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//Distrito Lucius//bosque de muerte//
No sabía cómo demonios había acabado así, primero, había visto a una joven de melena castaña y ojos oscuros arriba de un árbol.
"Pobre pequeña, de seguro no puede bajar..."
Pensó, la inocencia y bondad de los hijos de Lucius eran vistos como cosas absurdas, actitudes inútiles y casi estúpidas, pero para la joven Hinata, lo era todo, para ella el mundo era menos oscuro si alguien era gentil.
Pero cuando se acercó e intentó ayudarla, la chica no se dignó a mirarla, fue entonces que se percató, la pequeña estaba escondida, un grupo de jóvenes se acercaba, y por eso la chica se había subido a la copa de aquél enorme árbol.
- Vaya, vaya, pero si es una joven.
Todo rieron, se veían agradables y alegres así que le sonrió con amabilidad.
- Hola, buenos días, soy Hinata, del distrito Lucius, un placer conocerlos.
Pero ellos no prestaban atención a lo que decía la gentil jovencita, puesto que estaban muy ocupados comiéndose con la mirada cada parte de su cuerpo, está vestía nada más que una especie de camisón casi transparente de un color blanco inmaculado.
- ¿Así que del distrito de la luz?
Preguntó uno acercándose demasiado a su rostro mientras los otros comenzaron a acecharla como lobos hambrientos.
Hinata: Efectivamente, soy del distrito de las luz.
Pronto se sintió pequeña, como una pequeña gatita indefensa, pero no era tonta, sabía perfectamente las intenciones de los jóvenes frente a ella.
- Una vez me dijeron que las zorras del distrito Lucius son las mejores en la cama.
Como toda gaitita, tenía garras, por lo que levantó la mano y lo abofeteó tan fuerte como se lo permitió su cuerpo.
Hinata: ¡No aceptaré que insulten a las mujeres de mí distrito!
Gritó completamente molesta año que el otro volteó y la acorraló contra un árbol besando su cuello, la joven no sabía que hacer, las lágrimas brotaban de su mirada perlada, no hizo más que gritar y llorar, mientras el otro se disponía a tocarla a placer.
- ¡¿Que mierda creen que hacen?!
Aquello fue como un cántico angelical, en menos de lo que se dice luz, un rubio de ojos zafiro le quitó al mequetrefe de encima para luego proceder a mirarla fugazmente.
- ¿Estás bien?
Preguntó a lo que ella se lanzó a su brazos, en los cuales se sintió segura, pero aquello aún no terminaba, los demás comenzaron a rodearlos.
- ¿Y tú quien demonios eres?
El rubio frunció el ceño a completamente furioso.
- Mí nombre es Naruto, pertenezco al orgulloso distrito de Draco, así que les pido de manera civilizada que dejen a esta chica en paz y se váyan, ahora.
Todo rieron sonoramente, puesto que no estaba en posición de exigir nada por una clara desventaja numérica.
- Mira rubiecita, deja tu estúpida santurronería del dragón y te invitamos a comernos a ese dulce manjar, que está como quiere, soy generoso así que-
Iba a terminar de hablar pero en eso recibió una fuerte patada en plena boca que lo dejo totalmente noqueado, todos voltearon a ver a la ejecutor quien llevaba una extraña mascara de cuero, a unos metros de distancia estaba otro, por su contextura física se notaba que eran hombres.
- Cada año es lo mismo, son unas aquerosas cucarachas...
Bufó molesto, a lo que todos comenzaron a correr, pero el enmascarado restante les disparó unos dardos que los dejaron inmediatamente inconcientes.
- Tranquila, señorita y caballero, estos malditos imbéciles serán juzgados y condenados, que tengan un lindo día.
Y desaparecieron entre la extraña, espesa y repentina niebla, fue entonces que el rubio cayó en cuenta que la chica seguía abrazándolo, su bien dotado cuerpo se encontraba demasiado pegado al suyo por lo que, por respeto a la señorita, la alejó.
Naruto: Está bien, ya no hay nadie que quiera hacerte daño, ya no llores.
Pero que equivocado estaba, de entre los matorrales salieron tres mujeres que intentaron golpearlo y apartarlo de su joven protegida, pero en un intento por bloquear sus ataques una peli rosa le dió un fuerte golpe en la quijada enviándolo a impactar contra un árbol noqueadolo al instante.
- ¡Ésto te enseñará a respetar a las mujeres, maldita rata!
La ojos chocolate lo iba atravesar con su lanza de madera cuando la ojos perla la detuvo.
Hinata: ¡No, alto! ¡El me salvó de los que me atacaron!
Gritó al borde del llanto, a lo que la rubia de ojos verde musgo la miró a los ojos, encontrando la verdad en ellos.
- ¡Tenten, no miente! ¡Sueltalo!
Habló con autoridad, pero al ver de nuevo a la peli azul le sonrió amigablemente.
- Lamento eso, somos del distrito Danthalion, la castaña, es Tenten, la chica de allá, es Sakura, y yo soy Temari, un placer conocerte, chica de Lucius.
Habló tan rápido que la oji perla casi no pudo identificar quien era quien, sus ojos aún destilaban lágrimas, por lo que la rubia se acercó a reconfortarla.
Temari: Tranquila niña, todo está bien, no vamos a hacerte nada, solo oímos gritos y quisimos ayudar, ten, es chocolate, te ayudará.
Hinata miró con cierta desconfianza, pero su lado Lucius la eclipsó en seguida, sonrió y comió gustosa agradeciendo el gentil gesto, la rubia frente a ella era ruda, pero amable, más las otras estaban atentas, a cualquier movimiento en el perímetro, parecían soldados, pensó y observó con detenimiento a cada una de ellas, sus prendas era algo completamente distinto a lo que ella llevaba, eran más originales, la castaña tenía puesto unos pantalones cortos de un color rojo vino y una blusa color crema sin mangas, dejando ver sus fuertes brazos, también sostenía una lanza que suponía estaba recién tallada.
La chica de ojos jade, usaba unos shorts mezclillas y una blusa sin mangas de un tono rojizo, mientras que la rubia, pantalones holgados negros y una blusa del mismo tono, pero lo que sin duda llamó su atención, fue que ninguna llevaba zapatos, ni sandalias como ella.
Sakura: Temari, alguien viene...
Susurró a lo que se ocultaron entre los matorrales, en efecto, se acercaban más chicos, un azabache de ojos ónix y semblante casi inexpresivo, seguido de un castaño y otro pelirrojo, la rubia miró a sus compañeras y asintió.
Temari: ¡AHORA!
Gritó a lo que la castaña y peli rosa saltaron al ataque, la peli castaña inmovilizó a uno, mientras que Sakura, tomó al azabache y lo puso de bruces contra el suelo.
- ¡Inmovilizados!
Informaron a la rubia que había hecho lo mismo con el pelirrojo que ni se inmutó, pero a diferencia de los otros dos que se retorcían bajo sus opresoras en un vano intento por liberarse.
- ¡¿Quien demonios eres?! ¡Sueltame! ¡Quítate de encima!
Gritaba el peli castaño de ojos perla a la chica que amenazaba su cuello con la lanza de madera.
Tenten: Nombre y distritos, ahora.
Exigió a lo que el otro se negó a responder, mientras tanto el azabache hacía lo mismo.
- ¡Sueltame, maldita loca!
Pero fue entonces que la chica le propinó una fuerte golpe en la quijada, si de paciencia se trataba, Sakura no era la mejor.
Temari: Nombre y distritos, ahora.
El pelirrojo levantó la mirada algo hastiado.
- Mí nombre es Gaara, distrito Arbraxas, ellos son Sasuke y Neji, mismo distrito.
Dicho esto fueron liberados más las miradas de profundo odio no cesaron.
Neji: ¡¿Que demonios les pasa?!
Preguntó a lo que las chicas volvieron junto a su rubia líder.
Gaara: Son del distrito Danthalion.
Y todo quedó zanjado e inmediatamente comprendido.
Neji: Ya veo, con esa brutalidad, me sorprende que no me haya dado cuenta.
Soltó para luego sacudir la tierra de su ropa.
Sasuke: Distrito Danthalion...
Dijo para luego proceder a mirar a la peli azul que parecía temblar.
Sasuke: ¿Que hay de ti?, No pareces machorra como éstas.
La peli azul algo nerviosa seguía al lado del inconsciente rubio por lo que se irguió e hizo una reverencia.
Hinata: Mí nombre es Hinata, distrito de Lucius, un placer conocerlos, a todos.
Sasuke: ¿Y el muerto?
La peli azul rió con nerviosismo.
Hinata: No, no está muerto, el solo me defendió y por causa de un malentendido, lo dejaron inconciente.
Volvió a reír.
Hinata: Su nombre es Naruto y es del distrito de Draco.
Y se formó ese momento incómodo, que la rubia decidió romper.
Temari: Bien, nuestro trabajo aquí está hecho, ustedes, ni se atrevan a tocas a la chica de Lucius, ella ya tiene pareja, el rubio inconciente de ahí es a quien ella ha elegido, así que váyan a probar suerte a otra parte.
Ordenó a lo que la peli azul enrojeció como un termómetro, casi se podía ver el vapor salírsele por las orejas, mientras que el azabache chasqueó la lengua.
Sasuke: Tranquila, jefa, tampoco es como si quisiéramos ponerle las manos encima, los de Arbraxas no somos así, no somos tan bestias como los otros distritos.
Las tres Danthalion fruncieron el ceño, molestas y ofendidas.
Temari: Lo que tu digas, princesa.
Rió la peli rosa de ojos jade para luego desaparecer junto a sus amigas dejando a los cinco ahí en medio del silencio.
- Insultar a los Danthalion no es algo que yo recomendaría hacer...
Todos voltearon rápidamente a ver quién había hablado, ahí, en lo más alto de aquel árbol había una joven de melena castaña y ojos ónix carentes de emoción, era como si buscará algo en la nada.
Sasuke: ¿Quien Eres?
Se apresuró a lo que la ojos perla saltó primero.
Hinata: ¡Eres la niña del árbol!
Exclamó sorprendida.
Sasuke: ¡¿La quien?!
Y en ese mismo momento la chica saltó desde lo más alto y calló de pie cual felino para luego acercarse al pelirrojo que se había mantenido en silencio.
- Si, tu me gustaste, me voy a quedar contigo.
Dijo como si fuera lo más normal del mundo, todos los presentes casi se cayeron de bruces al suelo, el pelirrojo de ojos aguamarina estaba casi tan rojo como su cabello.
- Mí nombre es Matsuri, soy del distrito de Neus y Deus, es un verdadero placer conocerte.
Su voz sonaba como un ronroneo, Sasuke y Neji no lo podían creer, no llevaban ni mediodía ahí y el más callado, el más frío, el menos la interesado en el romance había encontrado pareja sin buscarla.
Hinata: Que lindo, los felicito, espero que tengan una linda vida juntos.
Sonrió cual ángel.
Gaara: Espera un minuto, yo no he aceptado nada, así que aléjate de mí.
Sentenció por lo que la chica ni se inmutó, al contrario, se colgó de él y se lanzó encima para luego proceder a besarlo sin siquiera tomar en cuenta sus intentos por escapar.
Matsuri: No necesito que aceptes, solo que te quedes conmigo, lo siento, es que tengo una extraña debilidad por los pelirrojos me ponen muy-
Gaara: Cállate, cállate, cállate...
Pidió para evitar escuchar sus sucias palabras.
Matsuri: Feliz...
Terminó la oración viendo como su pareja se cubría el rostro completamente sonrojado.
Sasuke: Gaara, ya tiene pareja...
Dijo algo decepcionado.
Neji: Gaara ya tiene pareja....
Le siguió el peli castaño a su lado al borde del suicidio, lo cierto era que ambos pensaban que ellos serían los primeros en encontrar pareja, pero lamentablemente no fue así.
Continuará....
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