Cada día se hacia más largo, no dejaba de pensar en Jean pero esa chica nunca se apartaba de su lado. Iba a verlo, pero me iba enseguida porque ella parecía saber de que estaba allí. No me agradaba... había pasado una semana y ella aún no se había ido, no me dejaba ver a Jean. Y luego... simplemente dejé de intentarlo.

Ahora estaba en la oficina, que anteriormente fue de mi padre, viendo unos asuntos de la manada. Jamás pensé que el trabajo que mi padre hacía fuera tan complicado y estresante. Tenía que ver tantas cosas juntas, arreglar problemas, pensar en planes del presente y futuros... Y todo mientras seguía pensando en Jean...

Al igual que yo, Shane también ha estado un poco deprimido por no poder pasar más tiempo con Connor; aunque, a diferencia de mí, él sí lo veía de vez en cuando. Connor me explicó de quien se trataba esa chica, nada más y nada menos que la mejor cazadora y hermana de Jean...

Eso me complica todo... si no fuera alguien cercano a Jean, ya le hubiera intentado romper el cuello. Pero... no sé cuál sea su relación con él, si buena o mala, no puedo hacer nada sin la autorización de Jean para hacerlo... En el hipotético caso de que ellos se llevaran como Reece y yo... pues de igual forma yo no quisiera que alguien matara a mi primo, es un imbécil al cual no he perdonado del todo, sí... pero sigue siendo mi familia.

-Tsk... - maldecí sujetándome la cabeza con molestia.

Esto es muy frustrante, y me estoy desesperando por este tema y por los temas de la manada que son infinitos. Me dolía la cabeza y no podía pensar con claridad, pero entonces llaman a la puerta y después de de decir un "pase" entra mi madre.

-Hola cariño... - camina hacia mí y se sienta en uno de los sillones de enfrente al escritorio -¿Qué haces?

-Hola... - saludé -. Solo estaba... viendo unos asuntos de la manada.

-¿Como te está yendo? Sé que puede ser algo estresante, por eso la pregunta.

-Pues es eso mismo... No está tan bien, me duele la cabeza de tanto pensar.

-Entonces deberías de tomar un descanso. Sal al bosque y corre un poco, seguro que Rox quiere estirar las patas. O también puedes estirar tus alas, hace una semana que no las usas.

Y tenía razón, mis alas estaban que suplicaban salir y volar, al igual que Rox quería correr. Resoplé mientras lo consideraba.

-Está bien... saldré un rato.

-Muy bien, no es saludable estar encerrada todo el tiempo.

-Lo sé, lo sé, dentro de un rato regreso.

-Adiós, cuídate.

-Adiós.

La abracé antes de salir de la oficina y luego de la casa. Me estiré un poco antes de transformarme a mi forma dragón y salí disparada hacia las nubes. El aire fresco se sintió tan bien que no pude evitar emocionarme y volar haciendo piruetas y movimientos. Sobrepase las nubes y al final me dejé caer en picada al suelo, solo que antes de chocar contra este extendí mis alas, me transformé en loba y salí corriendo por el bosque.

Recordé la vez que me volví a mi forma lobuna pero de igual forma seguía teniendo mis alas de dragón... Realmente solo lo hacía por instinto, más no nunca lo intenté hacer por cuenta propia. ¿Será que puedo hacerlo ahora? Cerré los ojos para concentrarme mejor, en un segundo pude sentir como mi lomo hormigueaba pero también como mi cuerpo cambiaba. Me detuve. Gruñí y de una pisada frustrada, pero volví a intentarlo.

Volví a concentrarme tanto como me fue posible, pero me di cuenta de que al hacerlo me esforzaba tanto que al final terminé cansada. No sabía que se necesitaba mucha energía para esto, supongo que la adrenalina del momento me ha ayudado a transformarme en ambos. Jadeé un poco por el esfuerzo pero en ese instante mi oreja izquierda se mueve y por poco pude esquivar la bala que se avecina a mí.

-Estuvo cerca... - Kate recarga su arma y me apunta -. Pero esta no la falló...

Cierra un ojo para más presicion, gruñí encorvándome en una posición de ataque y defensa. Ella sonríe de lado, segura de su disparo... el cual no tarda en hacerse escuchar.