Capítulo 32
Suspiré aliviada de que ambos llegaran a tiempo, pero ahogué un jadeo cuando vi al Hechicero acercarse a Jean. Antes de que pudiera hacerle algo, mordí su manto con la que estaba por agarrarlo y lo lancé tan lejos como se me fue posible. Gruñí mientras que él se levantaba y me miraba con odio y rabia.
Levanta una mano para atacarme con magia pero mamá aparece por detrás y lo empuja hasta dejarlo frente a mí, tirado en el suelo. Mamá gruñe al hechicero, yo le agradecí pero me acerqué a este mientras gruñía. Por un momento vi temor en sus ojos, se levantó pero antes de que pudiera usar su magia yo salté sobre él y mordí su cabeza para luego pasar a su cuello y arrancárselo...
Sus aliados quedan paralizados al ver que quedaron sin la protección o fuerza de su líder. Algunos hasta quisieron irse, nosotros acabamos con todos los que pudimos para que no volvieran a intentar atacarnos y cuando no quedó ni un enemigo, mis guerreros aullaron por la victoria.
Pero nada de eso me importaba ahora. Volteé rápido a ver a Jean, vi cuando Irina lo ayudó a sentarse y con alguna que otra herida. Corrí hasta él, Irina se levanta y lo deja, Jean eleva un brazo estirado hacia mi y yo pasé mi cabeza lobuna por su mano antes de lamerla un poco y acercarme a él pegando mi cabeza a la suya. Me acaricia con alivio y felicidad, mientras yo chillaba por lo mismo.
Me volví a mi forma humana para abrazarlo mejor, estábamos tirados en el suelo pero no queríamos separarnos ni para levantarnos de aquí. Me aferraba a la camisa de Jean al apretaba mis manos en su pecho, él rodeaba mi cintura y dejaba reposar su frente en mi hombro, estaba cansado...
-Estarás bien... sanarás. - mencioné levantando la cabeza para verlo.
-Lo sé, no es ni la primera vez... - sonreíe acariciando mi mejilla con una mano y dejando un mechón de cabello tras mi preja -. Gracias...
Negué un poco antes de acercarme a él y besar sus labios con necesidad. Realmente me había preocupado... Jean me corresponde sin quejas pero al cabo de unos segundos tuvimos que separarnos aunque no quisiéramos. Lo ayudé a levantarse, así como Reece y su padre ayudaba a Cal. Miré a mi primo herido con lástima, seguía inconsciente...
-Vamos. - hablé.
Todos empezamos a caminar de regreso a la manada, nos tomamos nuestro tiempo por la cantidad de guerreros heridos que teníamos. Lobos y brujas no era una situación fácil...
En la manada, la espera en el hospital fue horrible, quiero decir... Quería saber qué noticias me daban sobre Cal y Jean. El más preocupante es mi primo... No nos decían nada desde que los trajimos, parece ser que estaban muy ocupados tratándolos.
A Cal tuvieron que hacerle una transfusión de sangre por la pérdida de esta... por suerte su familia estuvo dispuesta al tener la misma sangre. Mientras... a Jean le tuvieron que hacerle múltiples cirugías porque lo golpearon tan fuerte que rompieron varios de sus huesos... Me sentía furiosa por todo esto.
Entonces escuché voces en la habitación a la que habían trasladado a Jean luego de las cirugías y revisarlo. Me di cuenta de que estaba despierto...
-Traicie...
No dejé terminar a mi familia cuando salí disparada y entré en su habitación, el doctor se hace a un lado para dejarme pasar a la vez que hace una reverencia. Pasé por su lado y me acerqué a Jean. El doctor sale, lo supe por escuchar la puerta y sus pasos alejarse.
-¿Estás bien? - pregunté con la voz llorosa, sin poder controlarlo.
Jean me saca las lágrimas con sus pulgares antes de que yo lo abrazara con necesidad de no soltarlo.
-Ahora sí... - responde sonriendo -. Te extrañe tanto... lamento no poder protegerte más.
-No digas eso... hiciste lo que pudiste siendo humano contra un hechicero muy poderoso y sus aliados... Eso lo aprecio y también te admiro. Eres muy fuerte... - me quedé abrazándolo por un momento más -. Pero... no voy a negar que sentí que iba a morir cuando me enteré de lo que sucedió. Pareciera que podían destruirme tan fácil...
-Cuando me separaron de ti... sentía como eso me hacía más débil. Quería estar contigo... Traicie... - apoya su mano en mi mejilla -. Siento como si tú fueras el hogar al que pertenezco y quisiera regresar siempre...
-Tú también eres el mío, y no quiero perderte... no podría soportarlo.
-Tampoco quiero perderte, eres lo más importante para mi.
No pude aguantar estar más tiempo separada y uní nuestros labios, Jean me agarra por la cintura y me acerca más con necesidad y deseo. No queríamos separarnos, queríamos seguir juntos y que no vuelvan a apartarnos... Suena cursi pero es la verdad, tuve tanto miedo de perderlo... no quiero pasar por eso otra vez.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top