Capítulo 11

Al llegar a la manada lo hice estando bastante preocupado... en realidad no sabía que hacer. Quería volver a verlo pero si me desaparezco sin razón, mis padres sospecharían. O Traicie... a veces puede ser muy sobreprotectora.

-Ahí estás... - justamente su voz me saca de mis pensamientos.

Llega hasta mi estando de brazos cruzados y yo me volví a mi forma humana pero al instante ella me agarra de la oreja.

-Auch, auch, ¡Auch! ¡Traicie suéltame! - me quejé, ella me lleva hasta dentro de la casa y allí me suelta.

-¿Dónde estabas, Shane? No sabes lo preocupada que estaba... - me reprocha.

-En ningún lado.

-Dime ya Shane.

-Agh, déjame en paz Traicie, no eres mamá. - hablé molesto.

A veces me molestaba que quisiera aparentar ser mi madre y más ahora que ya de por sí estaba preocupado y asustado... Casi corrí hasta mi habitación y me encerré allí.

Me apoyé contra la puerta cerrada tirando mi cabeza hacia atrás y tratando de pensar con claridad. Una vez que me había calmado me empecé a sentir mal por Traicie... No debí tratarla así, ella es mi hermana y se preocupa por mi.

En ese momento alguien llama a la puerta, yo me aparté de esta y la abrí para ver justamente a mi hermana parada allí.

-Lo siento... - es lo primero que dice -. Sé que no soy mamá pero igual me preocupas y yo...

La abracé y ella no tardó en reaccionar y corresponderme.

-Lo sé... solo te preocupas por mi y te agradezco, soy yo quien debe disculparse, no debí de hablarte así.

-Entonces... ¿Estamos bien? - pregunta al separarnos un poco y yo asentí.

-Estamos bien - sonreí.

-Que bueno... pero ¿me quieres decir a dónde habías ido?

Miré al pasillo un poco pero entonces hice que ella entrara a mi habitación y cerré la puerta. Suspiré profundo tratando de calmarme y me senté en la cama, ella se sienta a mi lado.

-Seguí a Jean cuando se fue de la manada...

-¿Por qué haces eso, Shane? ¿Tanta desconfianza le tienes?

-Quería comprobar que no nos estaba mintiendo. No quiero que te haga daño de ninguna manera... Así como tú te preocupas por mi, yo me preocupo por ti - respondí.

Ella me sonríe antes de abrazarme.

-Gracias - responde y luego se separa para dejarme hablar de nuevo.

-Traicie, tienes que saber... que él ve a su grupo como su familia y por lo tanto no querrá ni separarse de ellos ni dejar que se sientan incómodos en un lugar donde no los quieren... Él los elegirá a ellos...

-Me lo imaginé... - resopla cabizbaja.

-Lo siento... - murmuré.

-Está bien... me alegra que me lo hayas dicho. De igual forma, soy consciente de que no puedo compararme a una familia. Yo también los elegiría a ustedes antes que a alguien más...

Le sonreí un poco y apoyé mi brazo sobre sus hombros para abrazarla de nuevo.

-También... una cosa más...

-¿Si?

-E..Encontré... a... mi mate - respondí, ella se levanta rápido y me mira emocionada.

-¡Eso es genial! Al fin, ¡tendré cuñada! - responde.

-Am... no... - se detiene confundida y yo sonreí nervioso -. Tendrás cuñado... - resoplé -Traicie... m..me gustan los hombres...

Ella parece haber dejado de funcionar, hasta creí que se desmayaría, me sentí asustado de nuevo... pero entonces ella me abraza.

-Se nota que te preocupa lo que yo pienso... pero no te preocupes, sigues siendo mi hermano y lo serás siempre. Nada va a cambiar, a no ser de que quieras que veamos chicos juntos.

Lo miré enarcando una ceja y ella ríe.

-¿Qué? Tenemos Mates, pero seguimos teniendo ojos. - entrecerré los ojos -Ay, está bien, está bien... igual ni quería.

Me reí a carcajadas mientras que ella se sienta a mi lado de nuevo.

-¿Por qué no nos lo habías dicho?

-Pues... tenía miedo o vergüenza de que no me traten de la misma forma o... no les guste.

-Ni que nos fueras a decir de que te gusta la matanza o cosas horribles. Que te gusten los hombres no cambia nada tu personalidad, es solo un gusto que todos debemos respetar.


-Gracias... - hablé aliviado y feliz -Pero ahora toca decírselo a nuestros padres...

-Si quieres hacerlo ahora para quitarte los nervios... pues yo te apoyaré y estaré contigo.

Asentí agradecido. Ambos nos levantamos y fuimos hasta la sala donde los escuchábamos viendo la televisión acostados. Nosotros nos colocamos a un lado de la televisión para llamar su atención.

-Papá, mamá... Tengo algo que decirles... - hablé tratando de no sonar tan nervioso.

Ellos se sientan confundidos y apagan el televisor para escucharme mejor.

-¿Qué pasa? - pregunta mi mamá pareciendo preocupada por verme tan serio.

Suspiré para darme ánimos pero a la vez sentí como Traicie me sujetaba la mano y me daba su apoyo. Le sonreí y volví a mirar a mis padres.

-E..Es que yo... bueno... A mi me gustan los... hombres... - apreté la mano de Traicie al decirlo pero ella me sonríe.

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