Capítulo 27:
Como estaba programado los días "libres" habían llegado a su final y una vez más habían comenzado las clases. Por suerte, para el Trio Dorado, así como para todos los integrantes de Gryffindor de cuarto año, ese día no tenían clase de pociones y en su lugar tuvieron que asistir a primera hora a la clase doble de Historia de la Magia con el profesor Binns y ahora se encontraban disfrutando de su hora libre en uno de los tantos patios interiores del castillo.
—¿Qué es lo que te tiene tan contento Harry? — le preguntó Hermione.
—Para empezar a no tengo que seguir viendo mi rostro en el uniforme de cada alumno que me crucé, además de que recibí una carta de Canuto. — respondió. — Además de que recibí otra nota de M. B pero no creo que este preparado para hablarles sobre ello. — pensó. — Me gustaría decirles, pero a la vez quiero ser egoísta y mantener su existencia solo para mí.
—Eso es genial, ¿te dijo algo sobre el torneo?
—Me felicitó por haber pasado la primera prueba y que se encontraría conmigo en la próxima visita a Hogsmeade para que podamos hablar sobre ello.
—¡Qué bueno Harry! Imagino que debes estar ansioso porque las próximas dos semanas pasen lo más rápido posible. — comentó Hermione.
—Tengo muchas ganas de verle y tengo tantas cosas que preguntarle.
—¿Piensas contarle lo de tu compañera de baile? — le preguntó Ron mirando hacia todos lados no sea que la susodicha estuviera cerca.
Harry asintió en respuesta y soltó un suspiro resignado.
—Aunque preferiría no tener que hacerlo.
—¿Qué cosa? — cuestionó Hermione. — ¿Hablarle de quien es tu compañera para el baile de cómo fue que terminaste siendo su compañero?
—Ambos. — respondió un poco deprimido.
—Pfff. — se burló Ron ganándose una mirada de enojo por parte de Harry.
—¡Basta ustedes dos! — exclamó Hermione. — Hace poco que volvieron a hacer las paces, no quiero tener que estar de un lado para el otro de nuevo, y menos por una tontería como esta.
Mientras el Trio Dorado continuaba con su conversación disfrutando de aquel instante de paz no eran conscientes de que un gran revuelo se iba a desatar en ese mismo sitio dentro de poco tiempo.
—¿Segura de que es una buena idea? — preguntó Cass a su mejor amiga mientras caminaban hacia el patio.
—¡Por supuesto! — respondió orgullosa. — Además necesito hacer de Potter todo un experto en bailes de salón antes de que llegue la gran noche. — sonrió. — Sería un desastre si se tropieza en medio del baile de apertura. ¡Te imaginas! — exclamó mientras le susurraba al oído con una sonrisa una marca Slytherin. — Eso sería tan vergonzoso.
—¡Cierto! — reconoció el punto de vista de su amiga.
—Aunque... claro está que de ser un imposible siempre podemos probar que tal lo hace bajo hipnosis.
—¡Adhara! — le llamó a modo de regaño. — Eso no estaría bien y lo sabes. Si alguien se entera...
—Te refieres al profesor Moody.
—Mmm. — asintió. — Esta más que claro que tiene algo en contra de los Slytherin — comentó. — Eso sin contar que ciertamente tiene una extraña fijación en tu hermano.
—¿Tú también lo notaste?
—No es que haya sido muy discreto que digamos.
—Llevo diciéndoselo a Drac desde nuestra primera clase con ese tipo, pero él insiste en que solo estoy siendo un poco excesiva y paranoica.
—Puede que lo seas y no me pongas esa cara, en el fondo sabes que ambos tenemos razón. — comentó divertida. — Estoy segura de que él también se ha dado cuenta de ello, pero está tratando de evitar una confrontación de cualquier índole. Después de todo, no se puede negar que el profesor Moody no está del todo en sus cabales.
—Esa es una manera muy educada de decir que está loco
—Puede... — dijo sonriente. — Honestamente no entiendo en que estaba pensando el director. ¡Está claro que el profesor Moody esta mentalmente perturbado!
—Creo que tu declaración se queda corta.
—¡Mira! — exclamó dirigiendo la atención de su amiga al frente. — ¡Allí está el Trio Dorado!
—¡Genial! Ahora solo tenemos que asegurarnos de que...
La rubia detuvo sus palabras al ver a su hermano aparecer por uno de los corredores del lado derecho y un poco más atrás venía el profesor Moody, quien portaba en su rostro una mirada que no auguraba nada bueno y que le causo escalofríos a la joven de solo contemplarla. Siempre sentía lo mismo cada que ese hombre estaba cerca de su hermano.
Inconsciente del peligro que corría, su hermano, que fue detenido a mitad de camino por un par de Slytherin de años menores, había sacado su varita en respuesta a lo que sea que le hubieran comentado los menores. Aunque por la expresión que tenía su hermano no parecía ser nada malo, de hecho, se parecía mucho a la que ponía su tío Severus cuando ella le preguntaba sobre cualquier cosa. Ella amaba cuando su hermano ponía esa expresión. Le traía tan buenos recuerdos de su infancia.
Lástima que ese bello recuerdo se viese ofuscado ante la sensación de un leve cosquilleo en su piel y supo cuál era el mensaje que su magia le quería trasmitir:
"Peligro"
De ahí en adelante todo sucedió demasiado rápido. Lo único que pudo hacer fue forzar su propio cuerpo a moverse aún más rápido. En cuestión de unos pocos segundos se interpuso entre el cuerpo de su hermano y el hechizo lanzado por el profesor Moody.
El grito que soltó la joven al momento en que el hechizo impacto contra su cuerpo resonó por todo el sitió trayendo la atención de todos los estudiantes hacia ella.
—ADHARA. — gritaron Draco y Cassandra al mismo tiempo.
Los alumnos veían la escena aterrorizados. Draco sostenía el tembloroso cuerpo de su hermana que gemía de dolor mientras que Cassandra se acercaba rápidamente hacia ellos con la mirada llena de miedo.
La visión del príncipe de las serpientes se enrojeció de la ira.
—¡TÚ! — llamó con una voz gélida dejando salir un aura asesina de su cuerpo.
La presión producida por el cumulo de magia que exudaba el cuerpo de Draco fue sentida por todos y cada uno de los presentes. De la misma manera que reacciona una víbora cuando se ve amenazada, la magia del Slytherin se abalanzó contra el profesor Moody empujando su cuerpo hasta tenerlo presionado, casi que enterrado, contra la pared.
Las exclamaciones de sorpresa no se hicieron esperar a pesar de la sensación asfixiante y oprimente que había en sus cuerpos y que era más intensa entre más cerca uno estuviera de la fuente de emisión y del receptor de la misma.
La situación se había salido de control demasiado rápido. Incluso Cassandra se vio obligada a retroceder unos pasos al igual que los dos estudiantes que anteriormente conversaban con Draco. Nadie se atrevía a moverse o a decir palabra alguna debido a la palpable tensión que había en el aire. Tensión que fue cortada, para jubilo de los estudiantes, con la llegada de la profesora McGonagall.
—¿Qué es lo que está sucediendo aquí? — preguntó mientras analizaba con sus ojos la situación. — ¡Joven Malfoy retire su magia en este instante! — dijo tras unos segundos, pero Draco hizo oídos sordos a sus palabras.
En lo único en lo que el rubio podía pensar era en aplastar completamente al atacante de su hermana hasta que no quedase ningún hueso y órgano intacto.
—¡Por favor Draco! — suplicó Cassandra tratando de volver a acercarse sin mucho éxito. — Draco debemos llevar a Adhara a la enfermería. — la mención del nombre de su hermana trajo de vuelta la consciencia del joven. — ¡Ella es más importante, lo demás puede esperar!
Inmediatamente la presión desapareció y todos pudieron volver a respirar normalmente. Pasando sus brazos por debajo de las rodillas y la espalda de su hermana, cargó su cuerpo inconsciente y comenzó a dirigirse hacia la enfermería sin molestarse en dirigir ni una sola mirada a alguno de los presentes, y detrás de él iba Cassandra.
Entre tanto Alastor Moody se encontraba apoyándose con una mano a la pared en la que uso segundos antes se vio oprimido mientras que la ora la tenía sobre su pecho tratando de recuperar el aire perdido. Aunque no fue presionado por demasiado tiempo la magia del joven Malfoy lo había afectado lo suficiente como para abrir varias heridas en su piel, sobre todo en su espalda. De hecho, de no ser por la intervención de Cassandra bien podría estar sufriendo de una hemorragia interna.
—¿Sería tan amable de explicarme lo que ha sucedido, profesor Moody? — dijo mirándole con una expresión seria, pero fue ignorada por este, quien aún mantenía su mirada fija en la dirección en la que había desaparecido el heredero Malfoy. — ¡Estoy esperando! — exclamó un poco molesta, sospechando de las intenciones ocultas tras esa mirada.
—El chico Malfoy iba atacar a Potter por la espalda. — respondió simplemente.
—¡Mentira! — gritaron los dos jóvenes Slytherin que anteriormente habían estado junto a Draco antes de que se produjera el ataque. — Profesora McGonagall, el profesor Moody está mintiendo, él solo estaba aclarando nuestra duda.
—¡Si claro! — exclamó molesto Moody. — Ustedes creen que la profesora McGonagall y yo somos estúpidos, para responder una duda no hace falta sacar la varita.
—Le preguntamos por el encantamiento Carpe Retractum. — respondió uno de ellos viéndole con ira. — ¿De qué manera nos iba a explicar si o saca su varita?
Antes de que Ojo Loco pudiera rebatir el comentario del estudiante otro alumno salto en defensa del chico. Rápidamente todas las miradas se centraron en Cedric Diggory que se encontraba sentado en un banco cerca de donde se hallaban los dos Slytherin y junto a él estaba su novia Cho Chang.
—¡Ellos dicen la verdad profesora! — exclamó. — Nosotros los escuchamos cuando le estaban preguntando. — su novia asintió en afirmación a sus palabras.
Las palabras del campeón de Hufflepuff se ganaron una mirada oscura por parte de Ojo Loco quien la disimulo bajando un poco la cabeza.
—Ya veo, parece que se ha impartido un juicio precipitado y erróneo. — dijo McGonagall contemplando todo el escenario en su mente antes de volver su vista hacia el profesor Moody con una expresión seria pero que dejaba entrever lo disgustada que estaba. — ¡Profesor Moody! — le llamó. — Independientemente del desarrollo de los acontecimientos. Creo recordar que el director habló con usted sobre las reglas por las que se rige el castillo y como a la hora de dar algún castigo este no debe poner en riesgo la integridad y seguridad de los estudiantes.
—Él menciono algo de eso... — murmuro haciéndose el avergonzado. — pero le puedo asegurar que la joven Malfoy está fingiendo su dolencia. —dijo rápidamente.
—Si está fingiendo o no eso es algo que Madame Pomfrey juzgará. — dijo con firmeza. — Por lo pronto acompáñeme, si es tan amable.
**************** *********
Carpe Retractum: Permite agarrar y tirar de los objetos que tengan ángulo directo de visión. (Como un latigo jala un objeto hacia el mago o el mago hacia el objeto)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top