Capítulo 13:
Hola.
He vuelto con un nuevo cap que espero logre despertar aún más vuestro interés, es hora de que nuevos personajes entren en el juego.
Disfrútenlo.
Cuídense mucho.
Bye.
Capítulo 13:
**** **** **** Lado Negro: **** **** ****
La luna se reflejaba en las tranquilas aguas del Lago Negro, como si se estuviese mirando en un espejo, un reflejo que solo era perturbado cuando la fresca brisa lo acariciaba. A penas si se podía escuchar algún sonido.
En la parte del lago más cercana al castillo se podía ver el inmenso barco de Drumstrang anclado cerca de la orilla. El contraste que creaba el barco junto con el castillo, ambos con alguna que otra luz encendida, era sumamente atrayente.
—¡Si tan solo tuviese una cámara! — exclamó una rubia mientras contemplaba el paisaje. — ¡Tan hermoso!
—¡No tanto como tú! — dijo una voz masculina a su espalda.
La chica se volteo sorprendida mientras retrocedía unos pasos para poner un poco de distancia, accidentalmente tropezó y casi se cae pero fue sostenida por unos fuertes brazos que le rodearon la cintura estabilizándola. Alzó su mirada encontrándose con unos bellos ojos azules que brillaban cual zafiros bajo la luz de la luna que por un instante le quitaron el aliento.
—Dicen que las veelas son los seres más bellos que existen en el mundo mágico, pero comparadas contigo... su belleza es insignificante. — dijo coquetamente mientras la pegaba totalmente a su cuerpo.
Avergonzada por la cercanía, la chica se aparto rapidamente del pelirrojo quien la miraba fijamente, con una sonrisa victoriosa en su rostro.
—Pervertido. — murmuro sonrojada mientras este solo se reía. — ¿Qué haces aquí? — le pregunta volviendo a su temperamento habitual.
—Eso debería de preguntártelo yo ti. ¡El toque de queda hace mucho que ha pasado! ¡No deberías estar en cama!
—¡No deberías coquetear con alguien de tu edad!
—¡Auch! ¡Golpe bajo! — comentó divertido. — ¿¡Esta vez me dirás tu nombre!?
—¡No lo sabes ya!
—Si no sale de tus labios no cuenta como presentación.
—Jaja. Eres persistente. ¡Adhara Malfoy! — dijo extendiendo la mano derecha.
—¡Charlie Weasley! — respondió tomando su mano y depositando un pequeño beso sobre ella.
—Bueno ahora que ya sabes mi nombre es hora de que me marche. — dijo retirando su mano.
—¡Tan rápido! — exclamó desilusionado.
—Mmm. — asintió ella. — Si permanezco por más tiempo aquí alguien más podría verme y quiero evitarlo.
—¡Yo podría cubrirte! — sugirió.
—¡Eso no es una buena idea!
—¿Por qué? ¡Temes que te vean conmigo!
—Jajaja. Deberías preguntarle a tus hermanos por los rumores que han rondado sobre la enfermería en esta temporada. — comentó sonriente.
—¿¡Ehh!? Por lo menos me dejarías acompañarte hasta las cercanías del castillo.
— Nop. — dijo burlona. — Tomare otro atajo hacia las mazmorras. ¡Qué tengas buena noche! — se despidió antes de darse la vuelta y marcharse rumbo al castillo.
—De seguro será muy buena si sueño contigo. ¡Sueña conmigo!
—¡En tus sueños! — eso fue lo último que Charlie le escucho decir antes de que su sombra se fundiese con la oscuridad.
**** **** **** Dormitorio Masculino de Gryffindor: **** **** ****
Harry se despertó cuando sintió un molesto repiqueteo en la ventana cerca de su cama, con lentitud se sentó en la cama con las piernas cruzadas, tanteo buscando sus lentes por sobre la pequeña mesita de noche que estaba al lado izquierdo de su cama y se los puso. Observo con detenimiento su entorno y vió que todos estaban profundamente dormidos, lo cual es muy lógico si tenemos en cuenta que ni siquiera había amanecido.
Una vez más escucho el repiqueteo en la ventana y se giró en su dirección encontrándose con la sombra de una lechuza que claramente se le hizo muy familiar.
—¡Hedwig! — dijo extrañado.
Harry se levanto de la cama y abrió la ventana permitiendo que la blanca lechuza entrase y se posas en el borde de la ventana.
—¿Qué haces aquí? — decía mientras acariciaba le plumas.
Hedwig ululo en respuesta mientras extendía su pata izquierda donde tenía enrollado un pequeño trozo de pergamino.
Lo primero que pensó Harry era de que se trataba de una carta de Sirius pero luego recordó que desde hace un tiempo no le había escrito, además de que Hedwig no había salido del colegio para llevar ninguna carta recientemente por lo que quien sea que le haya mandado esa nota tenía que estar en el colegio.
Desato con cuidado la pequeña nota para evitar lastimar a su lechuza, que una vez que se vió la nota en las manos de su amo emprendió el vuelo nuevamente y se perdió en la oscuridad de la noche.
Harry cerró la ventana y volvió a sentarse en su cama y se quedó mirando el pergamino en su mano por unos segundos para luego tomar su varita y conjurar un Tempus.
—¡La una! ¿¡Quien carajos manda un mensaje en plena madrugada!? — murmuraba entre curioso y molesto por haber sido despertado.
Al final su curiosidad le ganó a las ganas que tenía de volver a dormir por lo que conjuró un Lumus y comenzó a leer la nota.
"Mis felicitaciones por haber entrado al Torneo, te estaré apoyando.
M.B"
—¿¡M.B!? — susurro confundido.
Aunque el moreno no conocía a nadie que tuviese esas iniciales aún así se sintió un poco feliz, no por el hecho de que le felicitasen por haber entrado al Torneo de los Tres Magos, él en realidad no quería participar y contrario a lo que muchos pensaban él hubiese preferido mantenerse lo más lejos posible de cualquier tipo de situación que pusiese en peligro su vida; lo que le hizo feliz fue el hecho de que quien sea que fuese M.B se había arriesgado a que le castigasen si fuese descubierto fuera de la cama pasado el toque de queda y todo para enviarle esta nota.
—¡Tu si que eres un amante del peligro! — murmuro antes de guardar la nota para volver a dormirse poco después.
*** *** *** *** *** ***
Muchas cosas habían cambiado de la noche a la mañana en Hogwarts. Ayer todos estaban ansiosos y felices por la ceremonia de selección de los campeones, y hoy dos de las cuatro se dedicaban a mirar con odio y desprecio al cuarto campeón, Harry Potter.
Obviamente los Gryffindor en su mayoría estaban felices, la excepción era Ronald "Ron" Weasley que estaba molesto porque Harry se negaba a decirle como fue que logró que su nombre fuese puesto en el cáliz y se negaba a creer en las palabras del que supuestamente es su "mejor amigo", a los demás leones no les importaba él como había terminado saliendo el nombre de Harry, ellos simplemente se alegraban de que un león iba a participar.
La otra casa que se mantuvo, por decirlo de alguna manera, en un estado neutral, fue Ravenclaw. Las águilas, como siempre, ya habían considerado los pros y los contras y estaban de acuerdo en que es mejor tener dos campeones que tener uno, más posibilidades de ganar aunque a pesar de todo aún tenían un poco de dudas sobre las capacidades del Gryffindor pero de todas maneras, "Si ya salió elegido, que más da. Hay que seguir adelante".
De los Slytherin que podremos decir, para nadie es un secreto que los leones y las serpientes han sido rivales desde la época de los fundadores, por lo que esa actitud era de esperarse, nada fuera de lo común que valga la pena mencionar.
Lo de verdad sorprendente fue la actitud de los tejones, ellos que siempre habían tenido fama de ser los más cariñosos, empalagosos y pasivos de todo el colegio resultaron ser una banda de rencorosos, malhumorados y gruñones que no podían aceptar que "su Cedric" no fuese el único campeón de Hogwarts.
—¡Una banda de hipócritas! — decía Adhara mientras comía uno de los pastelillos de chocolate que le había mandado su madre.
—¿¡Qué más pueden hacer!? — comentó Blaise. — Están celosos, ¿tu que crees Draco?
—¡Ehh! ¿Qué? — preguntó confundido.
—Te sientes bien, esta mañana estas un poco distraído. — le dijo Blaise.
—Estaba pensando. — comentó antes de volver su atención hacia Adhara.
—¿Q-qué pasa? — preguntó nerviosa por la fija mirada que estaba recibiendo.
—¿Dónde estabas anoche?
—Durmiendo. — dijo simplemente.
—¡Adhara, no estoy para bromas! — dijo frunciendo el ceño.
—Vale, no te enojes. Fui a dar un paseo.
—¿A dónde?
—Al Lago Negro.
—¿Por qué?
—No podía dormir.
—¡No vuelvas a hacerlo! No es bueno que andes sola, nunca se sabe quien puede estar siguiéndote.
—Ok. — susurro bajando la cabeza.
—No te pongas triste. — dijo Draco abrazándola. — No me molesta que salgas... solo... asegúrate de estar acompañada... ¿Vale?
—Mmm. — tarareo feliz correspondiendo el abrazo.
—La próxima despiértame e iré contigo.
—¿Cómo se habrá dado cuenta de que salí anoche, ayer me quede a dormir en el lado de las chicas? ¿¡Habrá ido a verme!? — pensó restregando su mejilla derecha contra el pecho de su hermano. — Tengo que ser más cuidadosa para la próxima.
—Bueno antes de se encierren en vuestra burbuja y empiecen a ponerse en modo "Hufflepuff cariñosos" les informo que por ahí vienen los búlgaros, asi que compórtense. — dijo burlonamente. — Manitos fuera.
—¡Vete a la mierda, Zabini! — le dijo Draco cubriendo los oídos de Adhara para que esta no escuchase.
—Jajaja. — Greg y Vincent comenzaron a reírse de la actitud de su amigo.
—Hoola. — saludo Krum mientras se sentaba junto a Draco y le sonreía.
—Buenos días. — le dijo con una pequeña sonrisa antes de retomar su desayuno.
—¡Maldito mastodonte! ¿¡Quien se cree que es para sentarse junto a mi hermano!? —pensaba la chica mientras devoraba otro pastelillo de chocolate.
De ahí en adelante el desayuno se desarrollo tranquilamente, siempre y cuando no tengamos en cuenta las miradas casi asesinas que disimuladamente le dirigía Adhara al búlgaro.
Cerca del final del desayuno una discusión estalló en la mesa de los leones que atrajo la atención de todos los presentes en el Gran Comedor.
—¡Ohh, parece que el Trío Dorado esta en medio de una crisis! — comentó Blaise mientras disfrutaba del espectáculo.
*** *** *** Mesa de Gryffindor. *** *** ***
—Vamos Harry, se supone que somos amigos deja de ser tan terco y dime como lo hiciste.
—¡Pon enésima vez Ron, yo no puse mi nombre en el cáliz! — decía molesto el moreno. — Si de verdad me consideras tu amigo deberías creerme y dejar de actuar como un niño de cinco años en medio de un berrinche porque no consigue el juguete que quiere.
—Me estas llamando mal amigo y para colmo... infantil.
—¡Chicos, por favor, ya basta! — decía Hermione tratando de evitar que la pelea llegase a mayores. — Ambos están siendo infantiles y están montando una escena.... Ron deberías escuchar lo que Harry tiene que decir y Harry necesitas calmarte, así molesto como estas no conseguirás nada.
—¡Te estas poniendo de su lado Mione! — exclamó Ron molesto.
—No estoy del lado de ninguno. — dijo la chica comenzando a fruncir el ceño.
—Tienes razón, Mione. — dijo Harry un poco más tranquilo. — Te veo en clases. — dijo despidiéndose de la chica. — Hablaos cuando decidas dejar de actuar como un idiota. — dijo finalmente antes de marcarse del Gran Comedor bajo la atenta mirada de todos.
*** *** *** *** *** ***
Luego de aquella discusión con Ron, Harry había pasado el resto del día entre triste y desilusionado por no poder conseguir que su amigo le creyese y molesto por todos los comentarios que muchos de los estudiantes hacían de él.
—¡Por qué no le mandas una carta a Sirius! — le susurro Hermione.
—¡No quiero preocuparlo!
—Es mejor si se entera de todo por ti, antes de que lo haga por "El Profeta".
—Mmm. — asintió el moreno. — Tienes razón. Lo hare ahora mismo.
*** *** *** Lechucería: *** *** ***
Harry entro en la lechucería y busco con la mirada a Hedwig pero no lo encontró.
—Habrá salido a cazar. —pensó.
Como de todas maneras aún no tenía nada para enviar opto por buscar un lugar donde poder sentarse para escribirle una carta a su padrino en lo que esperaba a que Hedwig volviese. Ya casi había terminado cuando Hedwig apareció y comenzó a revolotear a su alrededor antes de posarse a su lado.
—Volviste. — dijo feliz acariciándole las pumas hasta que noto que en su pata traía atada una nota. — ¿¡Y esto!?
Con cuidado desato la nota y la desenrollo para poder leerla.
"No importa lo que los demás digan, yo creo en ti.
M.B"
—Jaja. — una pequeña sonrisa se escapo de los labios de león. — ¿Quién eres? — preguntó al aire.
Guardando la nota en el bolsillo interior de su túnica y continuo escribiéndole a Sirius.
**** **** **** Pequeño Teatro: ¿¡Casados!? (Part 2): **** **** ****
Adhara: ¿Puedo ir de compras con tu esposo?
Draco: No estoy casado.
Adhara: Eso no es lo que dice esto. —entregándole un acta de matrimonio.
Draco: Pero que mierda es esto, ¿por qué demonios soy la esposa? ¡Maldito Potter, me va a escuchar! ¿Por qué tengo que ser yo la esposa? —sale corriendo en busca de Potter.
Blaise: ......
Adhara: Te dije que el que estén casados no iba a ser un problema.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top