O5: Cena con los Kim (II)

—¡Deja eso! —la exclamación de Jungkook hizo que Yoongi diera un salto al escucharlo, pudo ver como corría por el pasillo después de subir las escaleras y verlo desaparecer en la primera puerta a la izquierda—. Más te vale dármelo ahora mismo, idiota.

—¿Por qué debería? —grito otro, al que, si Yoongi podía identificar bien, se trataba de Hoseok—. Apuesto a que tu querido enamorado le encantara ver esto.

—¡Más vale que me lo devuelvas o te cortaré el maldito cabello mientras duermes!

Yoongi soltó un suspiro, definitivamente serían los días más largos de toda su vida, siguió su camino ignorando por completo los ruidos de golpes y forcejeos en la habitación donde esos dos se encontraban, no necesitaba saber lo que estaba ocurriendo allí dentro, y siguió hasta dirigirse a las escaleras y bajarlas por completo, en cuanto estuvo sano y salvo en la planta baja, el aroma de la comida recién preparada inundo sus fosas nasales haciéndolo sentir mucho más relajado.

—Yoongi, ven es hora de una deliciosa cena —comento Seokjin quien estaba acomodando los platos y cubiertos sobre la mesa—, espero que te guste la comida, mamá gusta preparar los más exquisitos platillos.

—Sí, excepto esa vez de la lasagna quemada —menciono Jimin acercándose para tomar asiento en la tercera silla del comedor—, ¿quieres sentarte a mi lado, Yoongi?

—Prefiero sentarme allí —señalo Yoongi a una silla apartada, la más apartada, necesitaba resguardar su propia vida, no tomaría el riesgo de salir lastimado—, ¿puedo?

—Por supuesto que puedes —contesto la señora Kim que se acercaba con la comida—, espero que te guste el estofado de ternera, no es mi especialidad, pero te aseguro que quedarás encantado.

—Muchas gracias —menciono Yoongi, se acercó a la mesa y tomo asiento cerca del esquinero, así podría salir más rápido, la mesa era bastante grande, completada por diez sillas, a decir verdad, para Yoongi ese era el comedor más grande que había visto en toda su corta vida, no quiere imaginar cómo sería si todo estuviera lleno.

—JinJin trae a tus hermanos —Jimin soltó una carcajada al escuchar el sobrenombre de su hermano mayor, cosa que no le causo risa a Seokjin, su madre siempre logra avergonzarlos.

—Esos mocosos ya debieron haber bajado —y sin más Seokjin desapareció de la vista de todos para ir a buscar a los demás.

—¿Papá llegara a cenar? —pregunto Jimin a su madre.

—Lo siento, cariño, él y Namjoon llegaran después de la cena, hay mucho trabajo en la empresa.

Yoongi mantenía sus manos sobre su regazo, mientras se dedicaba a ver la comida sobre la mesa, jugo con sus dedos para después escuchar las pisadas sobre las escaleras, Jungkook y Hoseok bajaron y tomaron asiento, Hoseok al lado de su madre que se encontraba en la cabecera de la mesa, y Jungkook al lado de Jimin, unos momentos pasaron para que Taehyung y Seokjin se dejaran ver y tomaran asiento, Taehyung sentándose al lado de Yoongi y Seokjin frente a él, ¡al fin estaban todos!

Parecía ser que la cena sería de lo más tranquila, en cuanto habían terminado de agradecer por los alimentos, Yoongi se sorprendió al ver como los hermanos se abalanzaban prácticamente sobre la mesa para agarrar un poco de carne del estofado, algo que definitivamente no lo esperaba.

—¿Por qué tienes un trozo más grande? —refunfuño Jungkook mirando con el ceño fruncido a Seokjin—. ¡Mamá siempre me lo da a mí!

—No te creas el consentido, mocoso —contesto Seokjin, estaba orgulloso de haber sido el ganador de aquel trozo de carne.

—Miren y lloren, tontos —señalo Taehyung su plato, y es que él había agarrado varios trozos de carne—, hay que tener destreza con los palillos —dio mientras mostraba los palillos sin dejar de sonreír.

—Presumido —hablo entre dientes Hoseok—, por eso no paras de engordar.

—¡No estoy engordando!

—Díselo a la báscula, TaeTae —comento Jimin divertido.

Yoongi que por fin había podido tomar un poco de comida, se percató de que no había alcanzado ni siquiera una porción de carne, demonios, eso le pasa por no saber qué comer allí se trataba más de un campo de guerra, en fin, tomaría algo del caldo y las verduras, no importaba tanto la carne, aunque él siempre ha sido su fiel fanático.

—Yoongi —la señora Kim capto la atención del omega—, perdona a mis niños, son algo revoltosos cuando se trata de comer.

—No es un problema, señora Kim.

Ella le regalo una sonrisa.

—Seguramente estás acostumbrado a reuniones familiares, apuesto a que tus primos son igual.

—En realidad no tengo primos —menciono Yoongi, a decir verdad, se trataba siempre de él, solamente él, ni hermanos, hermanastros, medio hermanos, primos, nada, no tenía con quien hablar, su familia siempre ha sido pequeña, y por sobretodo, muy individualistas.

Siempre era cada quien, por su lado, no importaba quien, a pesar de ello, Yoongi trataba de convivir un poco, sus abuelos vivían en Seúl, mientras que su padre —quien definitivamente se trata de la persona más odiosa que él ha conocido—, se la pasa completamente libre de él en Japón, hace más de seis años que paso el divorcio de sus padres, así que ya no le ve preocupación alguna, quedarse con su madre había sido una buena decisión.

—Suertudo —comento Jimin—, yo quisiera ser hijo único.

—No creo que esto sea suerte —comento Yoongi para después llevar un bocado a su boca—, esta delicioso, señora Kim.

La mujer sonrió ante el comentario de Yoongi.

Taehyung no dejaba de prestar atención a las acciones del omega, y es que tenerlo cerca le parecía de lo más interesante, Taehyung siempre veía a Yoongi de lejos, le gustaba hacerlo, pues el omega parecía estar siempre en su propio mundo como para querer prestar atención a él o a sus hermanos, era de los pocos omegas que no se les habían acercado a saludar, lo que atraía mucho la atención de Taehyung.

Pronto su vista se fijó en el plato de Yoongi, percatándose que no había ningún rastro de carne, sintió sus mejillas arder en vergüenza, él había sido quien había agarrado más carne, sus hermanos también, apenas y su madre había alcanzado un poco, pero Yoongi.

—¿Quieres un poco? —Yoongi dejo de masticar para ver a Taehyung, quien con sus palillos corto un trozo de carne y lo acerco a los labios del omega—, di; ah...

Todos a excepción de la señora Kim, miraban atentos la escena que se estaba llevando acabo frente a sus narices, Jungkook apretó los dientes antes de que un gruñido se escapase por sus labios, pero Jimin no se contuvo, haciendo que todos pusieran atención a él.

—Hey, gruñón —hablo Hoseok—, ¿celoso?

—Cierra la boca, Hoseok.

—Lobos hambrientos —comento Seokjin sin dejar de masticar—, ya dale de comer, Taehyung, de todas formas, terminaras golpeado por estos dos —señalo con su pulgar a los alfas a su lado.

Yoongi definitivamente no entendía lo que estaba pasando en ese preciso momento, y no era como si le tuviera que tomar tanta importancia, así que acepto el bocado que Taehyung le daba.

—Gracias —dijo Yoongi para después sonreír al alfa.

—Yoongi —la señora Kim volvió a llamar la atención al omega—, seguramente pensarás que estoy siendo algo entrometida, pero ¿ya tienes pareja?

—No debe preocuparse por eso —sonrió—, no, todavía no tengo.

—¿De verdad? —pregunto Hoseok, ganándose un pequeño golpe de parte de su madre para que no preguntase tan bruscamente.

—Es verdad —comento Yoongi—, por el momento no es algo en lo que esté interesado.

—Es una lástima —comento la señora Kim—, a decir verdad, conocí a mi esposo a tu edad, era un alfa atractivo que no paraba de seguirme hasta que le di una oportunidad —soltó una suave risa—, lo hubieras visto, es como ahora que estos chicos están tratando de...

—¡Yeontan esta orinando la alfombra! —grito de repente Jimin, haciendo que su madre frunciera el ceño.

—¿Dónde? —si había algo que más odiara la señora Kim, era tener que lavar la alfombra solamente porque a la mascota de la familia se le ocurría la gran idea de orinarla.

—Se fue por allí, mamá —señalo Seokjin.

La señora Kim se dispuso a ir a la sala de estar, disculpándose por retirarse de forma brusca y caminando hasta alejarse del comedor, en cuando lo hizo, los hermanos soltaron un suspiro de alivio, estuvieron a unos segundos de que su plan se viera frustrado.

Yoongi frunció el ceño al verlos relajados, definitivamente no entendía nada de lo que pasaba en esa familia.

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