61: Abrazo para siete

Esa mañana en particular, podía considerarse la más tranquila para la familia Kim, el señor Kim se levanto temprano para ir camino al trabajo, mientras que la señora Kim había decidido que sería una buena idea salir de la casa hacia el supermercado, necesitaba comprar algunas cosas para el desayuno, y quizás algún par de dulces, todos para Yoongi, después de todo, sólo faltaban un par de horas para que regresase su madre, la señora Kim admite que fue agradable la presencia del omega en casa, pues siempre esta rodeada de alfas, tanto su esposo como sus hijos, así que, tener la presencia de otro omega en casa, era sumamente agradable para ella, lastima que se iría pronto, ojala alguno de sus hijos decida por fin tener un omega, y espera que alguno de ellos quiera salir con Yoongi, porque definitivamente la señora Kim aprobaría a Yoongi como el omega de uno de sus hijos, sin duda alguna lo haría.

Pero, dejando de lado esos acontecimientos y pensamientos de los familiares, en verdad esa mañana en particular, tenía algo que no todas tenían, y era que había silencio, un silencio que no era abrumador, era tranquilo, parecía como si la paz mundial estuviera descansando en casa de la familia Kim, cosa que por supuesto no ocurre muy a menudo, y quizás este era el primer día que pasaba aquello, pero esa paz nunca era tan duradera, y esta vez ni siquiera fue alguno de los revoltosos hermanos Kim, quien se decidió a interrumpir la paz en el hogar, sino más se trataba de alguien más.

Yoongi abrió la puerta de su habitación, y lo primero que hizo, fue mirar a las demás puertas, ninguna estaba abierta, y parecía ser que los hermanos Kim estaban dispuestos a seguir durmiendo, Yoongi soltó un resoplido, pero no tardo en salir, en sus manos había algo, traía recortes de los sobres en los que había recibido las cartas, un recorte de un pequeño cuadro, todos de distinto color, y cada uno contenía el mismo mensaje; "ven a la estancia". Yoongi sabía perfectamente que esos alfas revoltosos no estaban durmiendo, y que seguramente se encontraban atentos a lo que él pudiera hacer o decir, inhalo profundamente y cerro sus ojos por breves segundos antes de soltar el aire por sus labios, bueno, era hora de hablar con ellos.

No perdió más tiempo fue caminando, puerta por puerta de cada una de las habitaciones, y dejo el papel, deslizándolo por debajo de cada una de las puertas de las habitaciones, y cuando termino, dio un pequeño asentimiento, estaba conforme consigo mismo por sus acciones, y esto era suficiente para que ellos captasen de inmediato el mensaje de que los estaría esperando, así que el omega no hizo más que dirigirse a las escaleras, para poder llegar a la planta baja e ir a la estancia para poder esperar a los chicos.

En cuanto los pasos del omega se dejaron de escuchar en las escaleras, la primera puerta se abrió, Hoseok asomo su rostro para poder estar cerciorado de que el omega no se encontraba cerca, miro el perímetro a su alrededor, y parpadeo un par de veces, sí, no había rastro de Yoongi por ninguna parte.

—El gatito ha dejado la casa, chicos —menciono Hoseok en un tono levemente alto, pero asegurándose de no gritar—, repito, el gatito ha dejado la casa.

Y en cuanto termino de decir aquello, las demás puertas se abrieron, Seokjin fue el primero en salir por completo de la habitación, seguido de él salió Taehyung quien soltó un largo bostezo, estaba cansado, pero sus pensamientos no le habían dejado tranquilo, Jungkook salió de la habitación después, mirando a su alrededor, esperaba que Yoongi no estuviera cerca, luego Namjoon quien masajeaba levemente la hendidura derecha de su cuello y hombro, el estrés si que lo mato, Jimin fue el ultimo de los alfas en salir, aunque no estaba dispuesto a abrir sus ojos por completo, estaba cansado, y apenas y había podido dormir un poco cuando escucho la señal de Hoseok.

—Bueno, estamos todos —menciono Namjoon—, y —les mostro el papel de color azul pastel que había recibido—. ¿Tienen alguna idea de lo que esto significa?

—Significa que si corto las cartas —menciono Jungkook.

—Creo que deberíamos darnos por muertos desde ya —dijo Taehyung mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho.

—Habla por ti —esta vez hablo Jimin—, yo... me mudaré, a otro país si es posible —soltó un largo bostezo—, ¿puedo dormirme?

—No hasta que hablemos con Yoongi —dijo Seokjin—, ¿a todos nos dejo el mismo mensaje? —recibió de inmediato un asentimiento de parte de sus hermanos—. Bien, entonces no creo que sea tan malo.

—¿Eso crees? —Hoseok soltó un bufido—. ¿Qué no es tan malo? Este simple papel —mostro el suyo, el cual era de color verde—, puede ser nuestra señal de muerte, y ¡piensas que no es tan malo!

—¿No sabes el concepto de bajar la voz, hermano? —pregunto Jungkook, y Hoseok volvió a rodar los ojos—. Aunque estoy de acuerdo contigo, este papel no me hace sentir seguro.

—Chicos, yo creo que están exagerando un poco las cosas —dijo Namjoon—, escuchen, es un simple papel.

—Sí —hablo Taehyung—, pero tiene un mensaje que definitivamente no quiero interpretar.

—Sólo dejen las suposiciones absurdas, y vamos con Yoongi —todos miraron a Namjoon—, ¿qué?

—Baja tu primero, señor valiente —dijo Jimin—, yo no quiero ser el primero en morir a manos de ese lindo omega.

—No es como si nos quisiera matar —Namjoon no podía creer todo lo que sus hermanos decían.

—Eso dices ahora, pero apuesto a que terminarás arrepentido y te culparás después por llevar a todo tu equipo de hermanos al campo de batalla cuando nos veas muertos —Namjoon rodo los ojos, Taehyung estaba siendo demasiado exagerado.

—Déjense de juegos —hablo esta vez Seokjin—, escuchen, Namjoon tiene razón, esto no es tan malo, sólo hay que ir con Yoongi, no nos hará nada, no es un omega agresivo.

—Eso no lo podemos asegurar —dijo Hoseok.

—¡Ya! —volvió a hablar Namjoon—. Hay que bajar y punto, ¿o quieren que se moleste por hacerlo esperar? —todos negaron con la cabeza—. Eso pensé, así que vamos, ahora.

Quizás no lo demostraba por fuera, pero Namjoon estaba igual de aterrado y curioso como sus hermanos, por supuesto no lo demostraría tan fácilmente, tenía que darles un poco de confianza a todos ellos para que pudieran por fin salir de esa bruma de terror y poder ver que, en realidad, la sombra del tigre solamente se trataba de un gato pequeño.

Así que fue él quien primero decidió ir hacia las escaleras, los demás le siguieron el paso, sintiéndose levemente temerosos por lo que les esperaba allá abajo, pero esperaban no fuera tan malo como pensaban, uno por uno fueron bajando las escaleras, a pasos pesados, sintiendo como sus corazones se iban acelerando poco a poco por cada peldaño que pisaban y dejaban atrás, casi podían sentir como un nudo se forma en sus gargantas, y como una leve capa de sudor frío era incrustada poco a poco en su piel, sí, estaban asustados, porque no sabían a lo que podían enfrentarse, Yoongi podía ser dulce, pero tiene su propio carácter, uno que es duro, y que definitivamente es sumamente aterrador, pero les gustaba que el omega fuera así, no lo podían negar.

Cuando por fin estuvieron en la planta baja, a pasos inseguros se acercaron hacia la estancia, y entonces allí lo vieron, el omega se encontraba parado, con sus manos detrás de su espalda, y dándoles la espalda a los alfas, pero no tardo mucho en esa posición, porque cuando escucho los pasos de los alfas acercarse, no dudo en girar sobre sus talones para poder mirar a los chicos, Yoongi mostraba un rostro sereno, sin expresión alguna, miro a los alfas, quienes parecían algo erráticos y levemente ¿asustados? Yoongi jamás logrará comprender por completo a esos alfas, definitivamente no.

—Que bueno que bajaron —menciono Yoongi—, yo... —pero fue interrumpido.

—¡Por favor, no nos mates! —hablo Taehyung mientras se colocaba frente a sus hermanos para después y en un movimiento bruto, dejarse caer de rodillas y colocar las palmas de sus manos juntas mientras miraba a Yoongi—. Sí quieres mátame a mí, fui quien más te hizo daño, pero no te desquites con los demás, Jungkook todavía es muy pequeño para morir.

—¡No soy tan pequeño, tonto! —reclamo el alfa menor sintiendo sus mejillas arder, odia cuando le recuerdan que es más pequeño que los demás—. No lo perdones, Yoongi, es un tonto.

—Vaya forma de defenderlo —menciono Seokjin—, que gran hermano eres, Kim Jungkook.

Quizás pudieron seguir discutiendo, pero no pudieron, no cuando escucharon una suave risa, una que era casi inaudible, pero que en ese momento había sido como un alivio total para todos ellos, porque no era una risa burlona o una desquiciada, no, se trataba de la más hermosa y melodiosa risa que ellos pudieron haber escuchado en sus vidas, una risa tan dulce que era digna de un ángel, Yoongi no había podido evitar reírse, esos alfas son definitivamente los más divertidos que ha conocido en toda su corta vida, y definitivamente son encantadores.

—Alfas —quizás esa sola palabra había dejado a más de uno embobado por Min Yoongi—, no pienso hacerles daño —sonrió mientras los miraba—, escuchen, yo... —relamió levemente sus labios—, no los odio, ¿bien? Sí, me moleste por lo que paso, pero —volvió a sonreírles—, sus cartas con sus disculpas, en verdad fueron muy buenas para mí, sé que son sinceros conmigo, lo sentí en sus escritos, y debo decir que yo también les debo una disculpa —los demás se miraron entre ellos, frunciendo levemente el entrecejo, sintiéndose desconcertados por esas palabras—, no debí decirles que ningún omega saldría con alguno de ustedes —sus mejillas se sintieron levemente calientes—, no es correcto, y más porque fui yo quien los alentaba a declararse a su omega soñado, en verdad lamento mis palabras, ustedes —miro a cada uno de ellos—, ustedes en verdad no son un desastre, no por completo, y aunque lo fueran, estoy seguro de que hay un omega para cada uno de ustedes, uno que los amará con sus defectos, sé que lo encontrarán, en verdad espero me disculpen mis palabras, no fueron las correctas.

Taehyung dejo de estar de rodillas al escuchar las palabras de Yoongi, se incorporó y sonrió, sí, Yoongi es definitivamente el omega perfecto, todos pensaban lo mismo.

—No tienes de que disculparte —menciono Taehyung—, nosotros tenemos la culpa de todo, te hicimos pasar unos malos días.

—Sí —hablo esta vez Namjoon—, nos comportamos como unos alfas tontos hormonales.

—Es cierto —dijo Hoseok—, y Yoongi, en verdad no deberías disculparte, fuiste quien más salió afectado por nuestras acciones.

—Sí —menciono Jungkook—, pero deberías golpear primero a los demás por ser unos tontos, y a mí perdonarme.

—Tú eres el que más lo fastidio —dijo Jimin y Jungkook rodo los ojos—, omega, no tienes de que disculparte, todos te queremos y no nos gusta que estés molesto con nosotros, espero puedas perdonarnos a todos.

—Sólo no seas tan cruel si es que quieres dejarnos de hablar, ¿sí? —pidió Seokjin.

Yoongi volvió a sonreírles.

—¿Quién dijo que quiero dejar de hablarles? —y los hermanos Kim se sintieron cálidos, porque Yoongi les regalaba una sonrisa, el omega extendió sus brazos—. Vengan acá, alfas del desastre —menciono Yoongi en tono juguetón.

Por supuesto los hermanos Kim no se hicieron del rogar, el primero en ir hacia Yoongi había sido Jimin, quien de inmediato abrazo al omega, después Jungkook se unió al abrazo gruñendo levemente por ver que le habían ganado, después Namjoon y Seokjin se acercaron para abrazar a Yoongi, Hoseok fue después de ellos, y Taehyung dudaba si era digno de poder abrazar al omega, y no quería acercarse, pero Yoongi lo miro, y en esos ojos marrones, pudo ver claramente que le decía que estaba bien, así que a pasos inseguros se acerco y por fin, se unió al abrazo.

Estaban tan sumidos en su propia burbuja que ni siquiera notaron cuando la puerta principal fue abierta, la señora Kim había regresado de hacer las compras.

—¡Chicos, ayúdenme con las bolsas! —esperaba que alguno de ellos bajará, usualmente sus hijos menores eran quienes se apresuraban a bajar, pero nada—. ¿Chicos?

Con las bolsas en sus manos camino, miro hacia el comedor, pero no había nadie, y después miro hacia la estancia, sus labios se quedaron entreabiertos, y sus cejas se alzaron en sorpresa, todos ellos estaban abrazando a Min Yoongi, la señora Kim no pudo evitar sonreír al ver aquella escena frente a ella. Lo mejor era no interrumpirlos, pero claro, ella quería un pequeño recuerdo de esa escena, así que no dudo en dejar las bolsas de las compras en el suelo, y disponerse a sacar su teléfono celular, se apresuro a desbloquear la pantalla, y busco de inmediato el icono de la cámara, no dudo en presionarlo, y enfoco a todos, tomo un par de fotografías y volvió a sonreír, este sería un lindo recuerdo.

Sí, definitivamente Yoongi ahora pensaba que esos alfas son un desastre, un hermoso desastre.

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