—Gracias por tus palabras, Yoongi —menciono Seokjin mientras se dirigía a la puerta de su habitación para poder quitarle el seguro a la puerta—, al menos es agradable hablar con alguien que te puede entender, no como esos tontos.

—Me alegra haber sido de ayuda —menciono Yoongi—, y ¿qué piensas hacer?

Seokjin tenía muchas dudas en si querer salir o seguir enojado, aunque sabía muy bien que tarde o temprano tendría que salir de su habitación solamente para comer algo, después de todo, el enojo que tenía no le impediría comer, y sabía que sus hermanos tratarían de sacarle conversación en el proceso, e inclusive podrían hacerle alguna clase de broma para que hablará, así que no tenía remedio, tendría que hablarles y perdonarlos por lo que había pasado en el desayuno, no quedaba de otra.

—Por está vez los perdonaré rápido —menciono Seokjin mientras se paraba más derecho y colocaba sus manos sobre su cintura—, pero para la próxima, ni siquiera saldré para comer una barra de cereal.

Yoongi soltó un suspiro, esa casa era una locura, pero al menos hasta el momento compartir espacio con los hermanos Kim no había sido tan malo. Cuando Seokjin por fin giro la perilla de su puerta para después abrirla, ante ellos se escucho una respiración agitada, Seokjin frunció levemente el entrecejo, y fue entonces que asomo su cabeza para ver lo que pasaba, y entonces allí lo vio, Jimin venía corriendo por las escaleras, subiendo por fin el ultimo peldaño para caminar a prisa hacia una de las habitaciones, la cual no era la suya, sino la de Jungkook, pero antes de que Jimin pudiera abrir la puerta, Seokjin le detuvo.

—Jimin, ¿por qué vas a entrar a la habitación de Jungkook? —el mencionado miro hacia la habitación de su hermano mayor, encontrándose con el rostro confundido de Seokjin y de paso con el rostro serio de Yoongi quien se encontraba detrás de su hermano mayor.

—Tenemos un problema —Seokjin no entendía, así que salió de su habitación para caminar hacia Jimin.

—¿Qué fue lo que paso?

—Es Jungkook... —dijo Jimin para después respirar profundamente, todavía seguía sintiendo su corazón y su respiración acelerados debido a la pequeña carrera que hizo para apresurarse e ir por los supresores—, acaba de entrar en celo.

—¿Qué? —Seokjin estaba sumamente sorprendido, era una locura—. Se suponía que Jungkook no tendría su celo, sino hasta después.

—Lo sé —menciono Jimin—, pero parece ser que se le ha adelantado.

Mientras los alfas conversaban, Yoongi se había quedado totalmente estático en la entrada de la habitación del alfa mayor, simplemente se había sentido temeroso, Yoongi no ha tenido la experiencia de ver a un alfa en celo, y no es como si estuviera en sus planes hacerlo, pero si había escuchado mucho acerca de eso, y definitivamente no le gustaba para nada todo lo que escuchaba.

Yoongi sabe que los alfas tienen un celo demasiado fuerte, tan fuerte que puede ser un problema, algunos se volvían totalmente unas bestias que odiaban que las demás personas se acercasen a ellos, otros trataban de controlarse más, y había algunos casos que ni siquiera los supresores eran lo suficientemente efectivos en ellos, y Yoongi definitivamente no quería experimentar estar frente a frente con un alfa en celo, pero ahora prácticamente estaba atrapado entre la espalda y la pared, pues estaba en una casa llena de alfas, y uno de ellos estaba en celo, y por la cara de preocupación que tenía Jimin, Yoongi sabía que el celo de Jungkook era de esos casos problemáticos.

—Esto es malo —dijo Seokjin en voz baja—, mamá no está.

—Es cierto —dijo Jimin.

En ese momento, el omega frunció el ceño, ¿por qué era tan importante la señora Kim en esos momentos? La curiosidad le estaba comiendo por dentro, no entendía porque habían dicho aquello.

—¿Por qué es malo que su madre no este en la casa? —pregunto Yoongi en voz baja, pero ambos alfas lograron escucharlo y entonces lo miraron.

Seokjin tomo un poco de aire antes de contestar.

—Bueno, Yoongi am... —soltó un leve resoplido—, Jungkook no puede controlar muy bien su parte animal cuando se encuentra en celo.

—¡Yo soy igual! —menciono Jimin mientras sonreía—. Pero mamá nos ayuda a ambos.

—¿Qué? —pregunto Yoongi, no entendía a que se estaba refiriendo Jimin con eso—. ¿Qué significa eso?

—Nuestra madre es la que se encarga de cuidar de Jungkook y Jimin cuando están en celo —Jimin dio un asentimiento para reafirmar las palabras de su hermano mayor—, veras, si el celo de Jungkook aumenta, será un problema para nosotros darle los supresores.

—Sí, lo será, y todo puede terminar muy mal —menciono Jimin.

—¿Los ataca? —pregunto Yoongi, y entonces vio como ambos hermanos daban un asentimiento como respuesta a su pregunta—. Demonios —susurro Yoongi, esto era peor de lo que pensó—, pero, entonces ¿qué harán? No pueden darle los supresores ustedes, todos son alfas.

—Cierto —dijo Seokjin—, no dejará que nos acerquemos, y ni siquiera va a querer tomarlos, pensará que solamente lo atacamos —soltó un bufido, esto era de lo peor.

El silencio se hizo presente en el pasillo, Seokjin trataba de pensar en alguna forma para poder acercarse a Jungkook y entregarle los supresores antes de que se saliera de control, después de todo debían de cuidar de Yoongi, y no sabían si Jungkook podía reaccionar de mala manera al sentir la presencia de un omega en la casa. Yoongi en cambio estaba temeroso, un alfa en celo y sobre todo casi incontrolable, no era una buena combinación, nunca pensó que el más pequeño de la familia tuviera esa clase de celo, ¡ni siquiera lo esperaba de alguno de esos alfas del desastre!

Mientras Yoongi y Seokjin se perdían en sus propios mundos, Jimin no pudo evitar dejar su mirada sobre Yoongi, y por más que su lado más racional le decía que sus pensamientos no eran un tanto coherentes, no le parecía mala idea lo que había pensado. Jimin había analizado en poco tiempo la situación, y había recordado como Jungkook reaccionaba de forma positiva cuando se acercaba un omega hacia él mientras esta en celo, pero solamente su madre había sido la que se había encargado de acercarse para tratar con el celo de su hermano menor, pero Jimin pensaba que quizás, podía haber una enorme posibilidad de que Jungkook reaccionase de buena manera si es que Yoongi es quien le entrega los supresores.

Aunque muy en el fondo se estaba pegando por tener la peor idea del mundo, gran parte de él se decía que no era tan mala idea como lo estaba pensando, y quizás estaba en lo correcto, si Jungkook no reaccionaba mal ante su madre omega, quizás podía funcionar si acaso era Yoongi quien se encargaba de entregar los supresores al alfa menor.

No debían de perder más tiempo, Jimin lo sabe, en unas cuantas horas más el celo de Jungkook incrementaría, y eso sería un problema, porque ahora si querría atacarlos para que se alejen de él, así que, sin pensarlo más, comenzó a caminar para estar con Yoongi, frente a frente, el omega al percatarse del sonido de unos pasos en su dirección, dejo sus pensamientos para mirar hacia el frente, encontrándose con Jimin.

—Tengo una idea —menciono Jimin en cuanto estuvo cerca de Yoongi.

—¿En qué pensaste? —pregunto Seokjin.

—Mamá es una omega —dijo Jimin y luego miro a Yoongi a los ojos—, Jungkook no la ataca porque ella es omega —Yoongi abrió los ojos en grande para después negar con la cabeza—, por favor, Yoongi.

—No, me niego a hacerlo —dijo Yoongi, sabía a lo que Jimin quería llegar con esas palabras—, ¿acaso otro omega a cuidado de Jungkook?

—No, pero... —Jimin soltó un suspiro—, podría funcionar si es que te acercas.

—Jimin —hablo esta vez Seokjin—, no es una buena idea, no sabemos si Jungkook reaccionara bien ante la presencia de Yoongi.

—Hermano —dijo Jimin mientras giraba su rostro para ver a su hermano mayor—, tenemos que intentarlo, si no lo hacemos, Jungkook va a sufrir, su celo es muy fuerte y no va a querer que estemos cerca de él —volvió a mirar a Yoongi—, por favor, omega —pidió Jimin.

—N-no... no puedo... —Yoongi no quería ser atacado si es que Jungkook se ponía a la defensiva, no quería salir lastimado, tenía miedo.

Y el tenue aroma del miedo pudo ser percibido por Jimin, sabe que Yoongi esta asustado por lo que pueda llegar a pasar, así que, con confianza, tomo ambas manos del omega, acunándolas entre las suyas, brindándoles un abrazo, indicándole de ese modo que no debía de tener miedo, Yoongi miro hacia los ojos del alfa frente a él, y pudo sentir como Jimin, con sólo una mirada le daba un toque de tranquilidad, y le decía que nada iba a salir mal.

—Por favor, Yoongi —dijo Jimin de nuevo—, te prometo, que, si él intenta atacarte, seré yo quien salte a defenderte... —hizo una breve pausa—, pero, en verdad necesitamos de tu ayuda.

Yoongi no quería aceptar, pero también no quería que algo grave pasara solamente por negarse, además, los demás alfas no estaban en celo, eso era ganancia, y de alguna forma sabía que si algo pasaba, todos saltarían a defenderlo, algo en su interior se lo decía.

Soltó un largo suspiro antes de dar un asentimiento, era un riesgo, pero si funcionaba, entonces todo estaría mejor.