Rexona, no te abandona

Los Cipher habían preparado un día de campo, el sol radiante, comida para sus parejas y quizá algunos juegos típicos de mesa.

Bill rogaba internamente que sus hermanos hicieran otros planes para el quedarse con Dipper a solas, quien sabe, quizá esta vez podía pasar algo entre ellos.

Aunque..... No estaba de más un poco de "Ayuda", ¿Verdad?.

— Y por eso les dije que esa leche no sabía bien, estaba agria y rancia, Ugh. — Sonreía internamente al verlos en el baño, los contrarios estaban enfermos

— M-Maldita....— Se escuchaba al pelirrojo devolver el estómago junto a el menor de estos. — ¡T-Tenía la caducidad de el próximo año!. —

— Ya sabes cómo son los grandes magnates, son mañosos, es cosa de el demonio, hacen lo que sea con tal de vender, las empresas lecheras son un asco hermano. — Intentaba contener una risa, desviando la mirada.

— P-Phill no no me... — Se vió interrumpido al devolver su estómago de igual manera.

— Ay que asco, ya devolviste tu primera papilla Will, Ugh, ya les avisé a sus amados, iré con Pino a dar una vuelta, nos vemos, oh por cierto.... No coman nada que contenga lácteos. — Sale corriendo antes de ser descubierto.

Haber cambiado la caducidad de la leche fue un plan por demás maligno, quizá en algún momento les diría lo que hizo, pero no fue tan malo, ¿O si? Quién sabe.

— Se los repondré lavando el baño, parece escena tercermundista de el exorcista, que asco. — Llegó a casa de su pareja, esperando paciente a qué le abrieran la puerta.

— Oh, Hola Bill, Dipper se está terminando de arreglar, creo que es mejor que esperes un poco por el. —

— Estrella fugaz, claro, seré muy paciente y esperaré por el. —

La contraria Asiente, sin más sube corriendo, sus pasos se escuchaban apresurados.

— ¡Dipper! ¡La oxigenada te está esperando abajo! ¡Huele a vómito de borracho!. —

Al escuchar eso se puso nervioso, comenzando a olfatearse por todos lados, no olía mal, ¿O si? ¡Rexona! ¡No lo abandones!, Buscó desesperado encontrando su desodorante en aerosol para bañarse con el.

Revisó el desodorante, abriendo los ojos de golpe.

— ¡No mames! ¡Es Axe chocolate!. — Comenzó a toser desesperado, el aroma le resultaba asqueroso.

— Bill, ya viene Dipper. — Al olfatear el desodorante cubrió su rostro. — Creo que se te pasó un poquito la mano.... —

— ¡Me convierto! ¡Me estoy transformando! ¡Ahhhhh! ¡No quiero decir piropos pendejos! ¡Agua! ¡Agua! ¡Aguaaaa!. —

Bill corría por todos lados, con las manos extendidas, desesperado, la castaña solo lo observaba riendo, al ver a su hermano detenerse a su lado intentó contenerse.

— ¿E-El se encuentra bien Dipper?.... — Cubrió sus labios en una carcajada.

— No te sorprendas.... Así es el.... —

Ambos hermanos se sentaron en la puerta, comiendo algunos dulces mientras observaban al mayor correr de un lado a otro.

Así es como Bill aprendió a no juzgar por el olor y que hacer travesuras nunca deja nada bueno.....

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