Antes de que Evan llegara vio a una persona que estaba en la entrada de la sala común de Gryffindor, pero no podía pasar.

—¡Ahg!. —la mano del extraño se volvió una pata con garras, Evan se escondió en uno de los pasillos y vio como el extraño baja a gran velocidad, reconoció la ropa de Azkaban y supuso que era Sirius Black el que estaba cerca de él así que lo siguió para poder enfrentarlo

—¡Sirius!—grito Evan y el extraño volteó a ver al niño

—¿Quién eres?—preguntó Black

—Soy tú sobrino, Evan Malfoy, hijo de Narcissa Black. —al mencionar el nombre de su madre su expresión cambio

—¿Soy tío?. —Evan asintió y Sirius se quedó pensativo—. ¿No me tienes miedo?

—Se que tú no lo hiciste, algo dentro de mí lo dice, sé que tú no traicionaste a los Potter. —eso hizo sentir mejor a Sirius—. Te ayudare lo más que pueda para que no te atrapen

—De verdad no creo que me perdí trece años de tú vida, ni siquiera sabía que habías nacido—dijo Sirius algo nostálgico

—No sólo soy yo, tienes otro sobrino llamado Draco

—¿Tengo dos sobrinos?. —se golpeó la cabeza son su mano

—En teoría somos gemelos así que está también es la apariencia de Draco, solo que él está en Slytherin y yo en Gryffindor

—¿Mi sobrino está en Gryffindor?. —ahora sus ojos se abrieron a más no poder—. De verdad que me he perdido demasiado

—No es que no disfrute conocer a mi tío, pero hay dementores aquí y si te ven te llevarán de nuevo a Azkaban. —Sirius se acercó a Evan y lo abrazó

—Eres igual a tú madre. —Evan sonrió y escucho ruidos en el pasillo que estaba detrás de ellos, volteó asustado esperando que nadie viera a Sirius, pero al regresar la mirada a su tío, ya no estaba

—¡Hey Evan!—gritó Harry al ver a su amigo—. Te estábamos buscando

—Oh si lo lamentó. —miró una vez más a donde estaba Sirius y avanzó para regresar con sus amigos

—¿Dónde te metiste?—preguntó Ron—. Te buscamos por todo Hogsmeade

—Fui cerca de la casa de los gritos, pero se me pasó el tiempo que apenas llegué. —mintió, no podía decirles que se había encontrado con Sirius si no Evan también estaría en problemas

Vieron como varios de Gryffindor se amontonaban en la puerta de la sala común así que se apresuraron a subir para ver qué pasaba.

—Tal vez Neville olvido la contraseña otra vez. —bromeó Harry

—Aquí estoy. —se hizo notar Neville

—Déjenme pasar. —Percy hizo a un lado a todos para poder llegar a la entrada

—¡La señora gorda no está!—grito Seamus y Evan se abrió paso para ver que la pintura parecía rota, pero tenía marcas de garra, Evan sabía que Sirius había hecho eso sólo esperaba que la señora gorda estuviera bien unos minutos después Dumbledore apareció con Filtch revisando la pintura

—Quiero que le pregunté a todos los cuadros si han visto a la señora gorda. —ordenó Dumbledore

—¡Ahí esta!—señaló George y todos los Gryffindors subieron las escaleras para acercarse a una pintura que tenía un gran hipopótamo

—Señora ¿Quién le hizo esto?—preguntó Dumbledore cuando llego

—Tenía ojos de maníaco, y sus garras eran enormes, es él, del que todo mundo habla...Sirius Black está en Hogwarts. —la señora se volvió a esconder detrás del animal causando terror en todos los presentes