Durante la madrugada Evan siguió con las pesadillas y no pudo volver a dormir así que se quedó despierto leyendo algunos libros y evitar salir de la sala común y correr el riesgo de que les quiten más puntos. Sin darse cuenta comenzó a hacerse de día así que para relajarse un poco fue a darse un baño antes de que todos sé despertaran, tardó más de lo que normalmente lo hacía, pero no se sentía bien física y emocionalmente, parecía que alguien lo hubiera hecho trizas mentalmente.

—¿Estas bien Evan?—preguntó Harry al ver llegar a su amigo con ojeras más grandes que sus ojos

—Si, sólo una mala noche, pero estaré bien. —mintió para no preocupar a sus amigos—. Me quedaré a descansar y recuperarme, con eso me sentiré mejor

—Si necesitas algo nos avisas—dijo Ron, Evan asintió agradecido y ambos chicos salieron de la habitación, Neville había salido mientras Evan se duchaba

El niño se acercó al espejo que tenía a lado de su cama y realmente se veía mal, se pasó las manos por la cara, y al verse nuevamente, dio un salto sacando su varita. Ya no era su reflejo el que estaba, era el de Voldemort, pero vio que imitaba todas sus acciones y gestos.

—Debo de estar volviéndome loco—dijo a sí mismo y guardo su varita saliendo de la sala común de Gryffindor, para ir al lago negro, no estaba muy lejos del castillo así que no tendría problemas, Evan se quedó mirando al horizonte, como si sólo su cuerpo estuviera presente, cerró los ojos tratando de poder descansar un poco pero en vez de eso, volvió a abrirlos, pero ya no eran del color verde que lo caracterizaba, eran de un intenso color azul que rápidamente se desvaneció regresando el color verde

—Evan—Neville que iba pasando con su sapo notó la presencia del chico—. ¿Estás bien?

—Si, estoy bien Neville. —se levantó para que no se preocupara—. ¿A dónde ibas?

—Al gran comedor, salí a buscar a mi mascota y veré si aún queda algo de desayunar ¿Me acompañas?—preguntó

—Claro. —ambos fueron al gran comedor y para su buena suerte aún había comida—. ¿Sabes a donde fueron Ron,Harry y Hermione?

—La última vez que los vi iban con dirección a casa de Hagrid. —Evan asintió, tal vez a preguntar más cosas sobre la piedra—. Sabes, al principio cada que te veía, veía a Draco, y me asustaba pensar que podría hacerme alguna travesura. Pero ahora, creo que las diferencia entre ustedes son muy notorias

—¿De qué hablas?—preguntó confundido Evan

—Yo los reconocí por su cabello, Draco lo peina hacia atrás, pero tú lo dejas revuelto. —Evan inconsciente movió su cabello hacía la derecha—. Pero realmente tú hermano da mucho miedo

—A veces Draco puede ser...—se quedó pensando que decir—. Un poco como mi papá

—Si Draco da miedo, no quiero conocer a tú papá. —bromeó Neville pero en el fondo tenía razón, él nunca podría llevar a sus amigos a su casa o salir con ellos. Por qué son Gryffindors, y su círculo social se basaba en traidores a la sangre, sangre sucias, squibs y el niño más odiado por la familia Malfoy y quien sea que haya apoyado al señor tenebroso

Evan volvió a sentir un mareo y tuvo que tomarse de la parte de abajo de la mesa para que Neville no lo notará.

—Neville, recordé que tengo que ir con la profesora McGonagall para entregarle unas planas de castigo que me dejó, pero nos vemos al rato. —Evan se levantó y salió lo más rápido posible hacia el baño

Cuando llego tuvo que sostenerse del lavabo para no desmayarse, abrió el grifo y echo un poco de agua en su cara, al verse en el espejo pudo ver que el color de sus ojos cambiaron, pero creyó que era un efecto de lo que sea que tenga, pero no quería ir a la enfermería así que sólo se sentó en una columna cerrando sus ojos a esperar a que el dolor pasará.