74. Nos engañó a ambos
Noah
Doy vuelta en el garaje nervioso, no quiero que vuelva Tyrone pero también deseo saber de mi hermana.
Me sobresalto cuando la puerta se abre y me giro asustado al verlo.
—¿Dónde está Lía...? —pregunto nervioso al no visualizarla con él.
—Lo sabrás después —camina hasta mí a paso rápido y me agarra del brazo con fuerza, entonces se acerca a mi oído —nenaza, lo siento, pero cambié de opinión, será tu turno.
Forcejeo e intento alejarme.
—¿Qué... ¿Qué quieres decir...?
Me agarra el rostro y sus ojos están muy cerca de los míos, siento el vacío con lo que va a expresarme.
—Iba a mostrarte tu lugar, pero en realidad ahora tendré que hacerte sufrir, lo dejaremos para después —acaricia mi labio despacio con su pulgar y me mira fijamente —vamos... —susurra y luego toda su tranquilidad desaparece cuando me tironea del brazo, obligándome a caminar.
Llegamos hasta una puerta y la abré con fuerza, entrando a una habitación. Me sobresalto cuando visualizo a Heinz que estaba sentado en una silla y se levanta cuando nos ve, al parecer se encontraba esperando en este mismo cuarto. Entonces se acerca hasta nosotros.
—¿Y qué es eso tan importante que tenías que decirme? —expresa irritado y luego sus ojos azules se giran a verme —¿Por qué la trajiste otra vez? —. Levanta una ceja —¿Y por qué tiene otra ropa? —vuelve a observarlo —dijiste que si te escuchaba la dejarías ir y ahora vienes con esto —frunce el ceño ¿A qué estás jugando?
Me sobresalto cuando Tyrone sonríe de lado. Esto no me gusta nada, ya sé lo que está pensando y siento que no podré negar nada.
Estoy asustado...
Sigo intentando soltarme pero me es imposible, este demonio es muy fuerte. Entonces él procede a hablar y me paralizo.
—Yo cumplí, Lía ya no está aquí —me observa —él es Noah, disfrazado de Lía —vuelve a mirarlo —nos engañó a ambos.
Heinz frunce el ceño.
—¿Qué estupidez es esa?
—Yo no lo disfrace, por si crees eso —le aclara y se ríe —los gemelos Channy, se intercambiaron hace tiempo, para vengarse de mí y jugar con nuestras mentes.
—No digas eso... —exclamo nervioso y forcejeo.
Entonces Heinz me mira.
—¿Es eso cierto?
Levanto la vista, me sonrojo y luego miro hacia el suelo sintiéndome inquieto.
—Yo...
—¿Fuiste Noah todo este tiempo? —vuelve a preguntar.
—Sí... Soy Noah... —mis ojos se humedecen y vuelvo a mirarlo —¡Pero...! —me detengo cuando veo su cara de molestia —yo... —respiro agitado.
—Me largo —nos esquiva.
Logro soltarme y lo intento seguir.
—¡Heinz! —lo llamo.
—Mentiroso —dice lo último retirándose de la habitación y cierra la puerta con fuerza.
—¡Huy! Eso dolió... —se burla Tyrone y yo quedo tildado mirando hacia dónde se ha ido. Mis lágrimas caen y me refriego los ojos —deja de llorar nenaza, no es para tanto... —apoya su mano en mi hombro y yo lo empujo.
—¡Monstruo, demonio, te odio...! —le grito mientras sigo lloriqueando y me detengo cuando sus dientes se presionan.
Estoy asustado, pero aún así, me duele más lo de Heinz. Duele, duele mucho...
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