Noah

Al final, no volvemos a la escuela, terminamos por ir a la casa de Heinz. Su padre me ha invitado para mostrarme los diseños qué tiene en su hogar. Una vez que me indica cuáles son las hermosas plantas, que con gusto dibujo, se retira y me quedo mirando la decoración, que con antelación no había observado con detalle.

Levanto una foto de un estante y me quedo perplejo.

—¿Es Bruno?

Visualizo a los dos hermanos abrazándose y sonriendo, pero lo que más me llama la atención es que son gemelos.

—¿Eh? —gira sus ojos azules a mirar lo que estoy haciendo —sí... —se acerca y agarra el marco —no tiene sentido guardar la fotografía si lo puedo ver en el espejo, es como si siguiera ahí, observandome.

—¿Puedo preguntarte algo?

—Adelante —sonríe y vuelve a poner la foto en el estante.

—¿Qué es lo que Tyrone quiere que le digas sobre Bruno?

Frunce el ceño.

—Lo siento, eso es privado.

—No, está bien... —niego con la cabeza —es sólo que lo culpaste, lo llamaste homófobo y no quiero meterme en sus conversaciones, pero estoy justo en el medio —levanto la vista —¿Acaso siempre que te enfrenta quiere hablar de Bruno?

—Tienes razón, es que Tyrone quiere ocultar sus secretos y a la vez no puede...

—Se nota que lo conoces más de lo que aparentas —opino.

—Si juras no decirle a nadie te lo diré, es la memoria de mi hermano lo que está en juego pero... Siento que puedo confiar en ti ¿Qué dices?

—Lo juro —expreso seriamente.

—Verás...

Entonces Heinz comienza a contarme lo sucedido, quedo tan perplejo que necesito analizar todo lo que pasó.