246. "Ya tienen fecha"
Adelaine
Me refriego los ojos y Emma me mira con preocupación.
—Adde.
—No puedo —niego con la cabeza.
—Es un avance —opina Dan —. Al menos, ya no dijo "no sé".
—Nos pueden dejar solos —piden Emma.
—Pero... —ruega Noah.
Él le toca la cabeza, sonriente.
—Yo me encargo.
El pequeño rubio sonríe y asiente como niño pequeño. Segundos después, salen los cuatro, entonces sólo estamos Emma y yo en el cuarto del hospital.
—¿Y por qué crees que te lo voy a decir? —expreso molesta.
—Diría que es autoconfianza, pero no es el caso —se ríe y luego se pone serio —. Me has contado lo que ha hecho Linzy, aún así quieres protegerla, pero no la ayudas de este modo —agarra mi mano —Linzy necesita otra clase de apoyo.
—Es irónico ¿no? Jonah decía lo mismo y mira dónde acabo —bajo la vista.
—No soy Jonah, no estoy muerto y lo más importante, Linzy no tiene por qué saber lo que realmente necesita.
—No voy a traicionar a mi hermana.
—No es traición —se agacha y se acerca hasta mí. Levanto mi rostro que se encuentra con el suyo —. Es por su bien y el de todos, su lugar no está contigo. Déjala ir, Adelaine.
—Pero la necesito —mis ojos se humedecen —. Es mi única familia, me quedaré sóla.
—No es verdad —me acaricia la mejilla —estoy aquí.
—Pero... —más lágrimas caen de mis ojos.
—Yo no te dejaré sóla —presiona mi mano.
—Es... están... en casa.
—¿En casa? ¿A qué te refieres? ¿Tu casa? ¿La qué se quemó? —pregunta confundido y sorprendido.
Suspiro.
—Es el único lugar a dónde pudieron haber ido.
Sonríe.
—Gracias Adde, no te arrepentirás, te lo prometo —me da un leve beso —ahora vuelvo.
Veo como se retira y me quedo tildada mirando la puerta. Me sobresalto cuando esta se abre otra vez, pero quién entra no es Emma, sino el señor Bleiker.
—Hola Adelaine —sonríe el padre de Tyrone.
—No creo que su visita sea porque está preocupado por mí.
—Claro que sí, siempre me preocupo por mi familia —toma asiento —y tú estás por ser parte de esta.
—Creí que eso era bastante informal —opino —. Mis padres no arreglaron nada fijo realmente.
—Es más formal de lo que crees, éramos muy buenos amigos.
—Lo sé —bajo la vista —. Entonces, ¿a qué debo el honor? —vuelvo a mirarlo.
—Tengo un trato para ti, ya sabés, para verlo más formal de lo que parece.
Frunzo el ceño.
—No entiendo, yo no...
—Acabo de informarme sobre el problema de Linzy, planeo encargarme personalmente cuando la policía la agarré y la envié a dónde pertenece.
—¿A dónde quiere llegar?
—Los mejores médicos, la mejor atención, sin errores. Sabes perfectamente que no puede volver al mismo psiquiátrico, ese no le funciona.
—Ah ya entendí —bufo —. Quiere algo a cambio.
—Un pequeño intercambio Adelaine, la protección de tu hermana por cerrar el acuerdo matrimonial con mi hijo —sonríe —. En otras palabras, ya tienen fecha.
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