8
De repente, pudo abrir los ojos. Su visión estaba bastante nublada, y no veía nada con claridad. La sangre había cubierto gran parte de su flequillo, impidiéndole ver más que las gotas de sangre que habían manchado su pelaje gris. Respiraba de forma agitada, luchando por tragar aire y exhalar.
Se levantó con poca energía, sangre chorreando en grandes cantidades de sus heridas. Pensaba que todo se había acabado, que la batalla estaba terminada con ellos perdiendo, y que probablemente daría su último respiro en ese mismo momento.
Sopló su flequillo sangriento y miró a sus alrededores, en busca de la guerrera que le había propinado grandes heridas. Parecía que Raincloud se había ido, dejándoles derrotados en el suelo.
Aún así, podía oír de fondo el sonido de más gatos bufando, y como una nueva pelea se cernía sobre el lugar. Miró a los cuerpos que estaban en el suelo con horror, manchados de sangre. Encontró a su padre y a su hermana tirados en el suelo, y también a Gingerpelt. No parecían respirar.
Varias lágrimas brotaron de sus ojos azules, cayendo por sus mejillas. Tocó a cada uno con la pata, pero ninguno parecía reaccionar; solo podía notar como respiraban levemente, lo que la calmó solo un poco; como si el Clan Estelar estuviera yendo a por ellos para que se unieran a sus filas.
Giró en redondo hacia donde escuchaba los sonidos de una nueva batalla, y desenvainó sus garras.
-¡Quédate atrás, Waterfur! -el curandero calico dijo con fuerza.
Ella pasó de sus órdenes, cojeando lo más rápido que pudo hacia la pelea. Le asestó un golpe a otra gata de pelaje oscuro que había aparecido, arañando su costado. Notó que solo debía de ser una aprendiza, y que probablemente sería Nightpaw, la hija de Blackfeather.
Un segundo gato negro se lanzó contra ella, mordiendo su bíceps con fuerza. Reconoció a Otterpaw, otro aprendiz del Clan del Viento. Un tercero se lanzó contra ella, dejando al grupo de cuatro gatos al que estaba atacando. Reconocían que estaba débil y le clavaron las uñas en una de sus heridas, haciéndole chillar de agonía.
"¿En serio voy a morir siendo asesinada por aprendices que solo saben atacar a los débiles como yo? ¡Esto tiene que ser patético!" Waterfur pensó, intentando quitarse a los tres de encima, aunque solo logró quitarse a Otterpaw. Él decidió ir a luchar contra los otros, así que si no podía deshacerse de uno, pensaba que ese sí que sería su fin.
Otro peso se fue de encima suya. Observó por el rabillo del ojo que Orangekit se había abalanzado contra Birdpaw, asestándole una mordida en su pata trasera.
Habiendo recuperado fuerzas, y con un aprendiz menos encima suya, se sacudió fuertemente para librarse de Nightpaw, tirándolo al darle un golpe con su pata. La aprendiza salió rodando pero se puso en pie con facilidad y agilidad, enseñando sus colmillos a la grisácea.
Mientras tanto, en el otro extremo, la batalla continuaba con más ataques que nunca. Brownfeather atacó a Blackfeather, haciéndole rodar por el suelo. Cuando la tenía boca arriba, pasó sus uñas desenvainadas por la desprotegida barriga de su oponente, cortando su piel con facilidad porque los gatos del Clan del Viento tienen pelajes más finos.
Jay tomó por el pescuezo a Otterpaw, lanzando al aprendiz de pelaje negro por los aires, quién se estampó con un fino árbol. Antes de que pudiera levantarse, fue con rapidez hacia él y le dio un zarpazo por el lateral, dejándolo herido de gravedad en el suelo.
El solitario fue a ayudar a Spotsleaf, quien había sido atacado por Birdpaw. Orangekit le perseguía, mordiendo la cola del aprendiz antes de que pudiera lanzarse sobre el curandero. Jay lo inmovilizó contra el pasto, sin dejarle levantarse.
Dos aprendices del clan rival habían sido heridos, así que tenían que aprovechar esa debilidad.
A Brownfeather le costaba pelear contra una guerrera mucho más experimentada que ella, sufriendo varios de sus ataques. Cuando los aprendices no podían levantarse del dolor, Orangekit fue a ayudarle y saltó con mucha altura contra la cara de la lugarteniente provisional, tomándola por sorpresa.
En lo que Waterfur comprobaba que sus amigos estuvieran bien, Nightpaw la tomó desprevenida y la tiró contra una parte del suelo constituida por duras rocas grises. Se puso encima de su espalda, mordiendo fuertemente su pescuezo, cada vez más sangre brotando de la herida.
La guerrera marrón atigrada notó esto y les señaló a sus compañeros de batalla que lucharán contra Blackfeather. Se desplazó con rapidez hacia la aprendiza, haciendo que se soltara de su amiga grisácea.
Esta contraatacó con más fuerza, mordiendo la pata trasera de Brownfeather, tiñendo parte de ella con el color escarlata de su propia sangre.
En esos mismos instantes, aprovechó para ir a por Waterfur, dejándola al borde de la enorme caída. Cada vez se acercaba más a ella, haciendo que retrocediera más y más. Apoyó su pata y casi se desestabiliza, varios pequeños fragmentos de roca cayendo al desfiladero. Miró con temor a su oponente.
"Solo querían hacernos perder tiempo y fuerzas. Pero si intentamos huir, irán a por los demás. Nos la han jugado." pensó Waterfur, intentando esquivar a la aprendiza por un lateral, pero no pudo hacer ningún movimiento. Un paso en falso y caería a las rápidas corrientes que se hallaban debajo de ella.
Nightpaw se acercó a ella, propinándole un zarpazo que la llevaría a su muerte. La atigrada gris cayó hacia atrás, aceptando su fin...
Salió rodando hacia tierra firme, abriendo sus ojos azules para encontrarse en el borde del desfiladero, pero aún con vida. "¿Y si esto es el Clan Estelar?"
El peso que le había salvado era Brownfeather, quién se lanzó contra ella para mandarla al borde, salvándole la vida. Aprovechó la distracción de la aprendiza y se abalanzó sobre ella.
La contraria intentó frenar en seco, pero sus patas traseras ya estaban en el aire y se colgaba al borde con las delanteras. Emitió un chillido de temor: -¡Sálvame!
Brownfeather notó que el golpe había sido desproporcionado y que le iba a llevar a las corrientes de su muerte, así que tomó velocidad y alzó su pata, intentando alcanzar la de la aprendiza del clan rival.
Nightpaw resbaló más, varios trocitos de rocas cayendo mientras hacia un esfuerzo por no caer. La atigrada guerrera desenvainó sus uñas y las clavó con firmeza en la roca, intentando bajar al saliente donde se encontraba.
-¡Brownfeather, no! -chilló desesperadamente Waterfur.
La guerrera le hizo caso omiso, avanzando cuidadosamente hasta el saliente. Su pata trasera se resbaló, mandando rocas hacia la aprendiza. Se agarró con más fuerza, pero no pudo hacer nada cuando escuchó aquel sonido. Brownfeather cayó sobre el saliente al resbalarse, y no podría soportar el peso mucho más.
...¡Crash! El saliente se partió del resto de la roca, llevándose consigo a Nightpaw. Brownfeather intentó lanzarse a por ella, pero debía salvar su vida. Se aferró a la inestable pared rocosa, viendo con una expresión de tristeza como la corriente engullía a la gata.
-¡Por aquí!
Saltó sobre un saliente más alto, y antes de que cayera al río, se agarró con fuerza al borde del precipicio. Waterfur agachó su cabeza y tomó fuertemente a su compañera de clan por el pescuezo, sin importar que le hiciera daño.
Cayó sobre el pasto con un respiro de alivio, solo para unos segundos más tarde levantarse trastabillando.
Waterfur se enzarzó en una pelea con Blackfeather, bloqueando sus ataques con sus patas delanteras. Esquivó a la gata por un lateral y la mandó rodando.
Las dos gatas notaron que los demás del Clan del Viento habían sido derrotados. Todos menos Flamestar, quién miraba fijamente con una expresión indescifrable, apoyada en un árbol. Blackfeather se acercó a ella cojeando, dedicándole un gruñido.
-¡Idiota! -bufó en su oído.
-¡Devuélveme a Ashkit! ¡Ladrones! -Waterfur se acercó a ellos con enfado, preparada para atacar-. ¿O queréis que me lo lleve por las malas?
-¡No habéis ganado! ¡Al menos no a Ashkit!
-Ya te gustaría a ti -se lanzó sobre ella, quitándole al cachorro de un zarpazo.
-Déjalo -una voz sonó detrás suya-. Deseo estar con ellos.
-¿Qué... qué? -su voz sonó como cristales rompiéndose, todo desmoronándose a su alrededor.
-¡Habéis matado a mi hija! ¡No eres ninguna salvadora, solo una asesina! -gruñó contra Brownfeather.
Sus compañeros gruñeron, erizando el pelaje.
-¡¿Sabes qué?! -dio un paso hacia delante, su collar de pelaje naranja erizado. Mostró los colmillos primero con rabia, y luego con felicidad-. Su muerte les enseñará a no dar por vencida una batalla.
-¡¿Cómo te atreves?! -le dio un zarpazo en la oreja, sus ojos verdes brillando con rabia-. ¡Es tu culpa!
Los hermanos de la fallecida miraban al suelo fijamente, varias lágrimas brotaban de sus ojos azules. Miraron con algo de odio a la guerrera del Clan del Río, pero no tanto. A lo mejor sabían que eso era lo normal en una batalla entre clanes.
-¿Mi problema? Absolutamente para nada. Sufre por ello, te lo mereces -giró su cuerpo y se alejó de la guerrera enemiga, una mezcla de orgullo por ganar la batalla y algo más.
Los contrincantes se retiraron, corriendo hacia el campamento por la gran meseta.
Mientras tanto, los del Río revisaron las heridas de sus compañeros.
-Están notablemente heridos -resaltó Spotsleaf-. Y también parecen que se han desmayado.
-¿Qué puedes hacer por ellos?
-¡Por favor!
-No podemos hacer nada, solo pedirle al Clan Estelar que tengan piedad -maulló sombríamente el calico-. Orangekit, tráeme algunas telarañas y musgo.
El "cachorro" obedeció, internándose entre la maleza. La lluvia cayó sobre el bosque con mucha fuerza.
-Una tormenta se avecina, debemos darnos prisa -Spotsleaf caminó de un lado a otro, inquieto. Giró sus orejas al notar como regresaba Orangekit-. Gracias.
Había limpiado las heridas con un poco de musgo empapado, puso este y lo presionó, para luego asegurarlo con telarañas en las heridas más feas.
-¿Qué ha ocurrido? -Rainstar abrió lentamente sus profundos ojos verdes, intentando levantarse pero volviendo a caer.
-Tenemos que irnos al clan -se dirigió a los gatos que se habían incorporado, intentando levantarse-. En el campamento curaré todas las heridas.
-¡Pero no puedo caminar! -protestó Featherpelt, tropezando con cada paso.
-Apóyate en el omóplato de tu hermana. No hay tiempo para tratar más heridas. Una tormenta va a romper.
Mientras andaban hacia los Cuatro Árboles lo más rápido que podían, sintió como si todo lo que más queria se hubiera derrumbado. Su hijo, aceptando ser un miembro del Clan del Viento tras ser secuestrado. Su padre y su hermana completamente heridos, y su amigo también. El Clan del Viento se había portado mal con el del Río.
"¿Y qué está haciendo el Clan Estelar ahora? ¡¿Cazando ratones?!" pensó con rabia, notando como lágrimas mojaban sus mejillas.
Por el lado contrario al que estaba su hermana apoyada, observó a Brownfeather ayudando a Gingerpelt. Su cara era ilegible, bien alto como una guerrera que hubiera ganado una batalla. Pero realmente, aquel día, ambos clanes perdieron cosas preciadas... para bien o para mal...
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