La luna brillaba en lo alto, dando clara luz al campamento del Clan de la Cascada.

Muchos gatos estaban expectantes por fuera de la maternidad, una de las Reinas estaba a punto de dar a luz.

En la maternidad, una gata blanca con los ojos azules estaba dando a luz.

—Tranquila, Nieve de Invierno, todo va a salir bien— maulló una gata marrón con trozos de hierbas medicinales —Sólo haz un poco más de fuerza—

Un gato blanco con las patas marrones entró en la maternidad.

—¡Nieve de Invierno!— gritó asustado el guerrero

La gata marrón llamada Ala de Búho se asustó al ver al guerrero.

—¡Patas de Barro, sabes que no puedes estar en mitad de un parto!—

—Por favor, quiero saber si está bien...— maulló Patas de Barro asustado

La curandera erizó el pelo.

—¡Patas de Barro, si no te vas ya va a ser peor! ¡Estamos perdiendo el tiempo!— dijo —Todo saldrá bien, te lo prometo—

—De acuerdo...—

El guerrero salió de la maternidad un poco más tranquilo.

—¿Cuánto queda?— preguntó la gata blanca cansada

—Haz un poco más de fuerza, tus dos cachorros están a punto de salir—

La reina estaba haciendo fuerza, hasta que salió un cachorro.

—Bien, ha salido uno, ahora falta el segundo— maulló la curandera animando a Nieve de Invierno

La gata blanca seguía haciendo más fuerza, dando paso al segundo cachorro, el cual era una hembra.

—¡Perfecto! ¡Hemos terminado! ¡Muy bien, Nieve de Invierno!— dijo Ala de Búho alegre

Pero la reina blanca seguía haciendo fuerza.

—¿Nieve de Invierno?— preguntó Ala de Búho

La reina hacía mucha fuerza mientras jadeaba y gemía de dolor.

—Hay uno más...—

La curandera no sabía qué estaba pasando, en teoría eran sólo 2 cachorros, pero su labor como curandera la obligaba a sobrellevar la situación de forma relajada.

—Vale, pues empuja y haz fuerza una vez más, esto ya está a punto de acabar—

Nieve de Invierno empezó a gritar al hacer fuerza.

—¡Es como si me estuviese haciendo daño con unas espinas!—

Pero aún pasándolo mal y sufriendo, Nieve de Invierno pudo dar a luz al tercer y último cachorro.

—¡Ahora sí, Nieve de Invierno!— maulló llena de felicidad la curandera

Patas de Barro entró en la maternidad.

—Ya han nacido, ¿verdad?—

La curandera asintió con la cabeza y le hizo un gesto para que se acercase a los cachorros.

—Este ha sido el primero en nacer, tiene los ojos verdes como el musgo, se llamará Pequeño Musgo. La hembra es blanca como las perlas, será Pequeña Perla— maulló la reina

—¿Y nuestro tercer hijo?— preguntó el guerrero

La reina miró a su tercer cachorro, era marrón, atigrado y tenía los ojos verdes.

—Mientras empujaba, me hacía tanto daño como unas espinas— contestó —Se llamará Pequeño Espina—

Ala de Búho levantó la vista de los cachorros y miró la pared de la maternidad, viendo a un gran gato negro lleno de cicatrices y ojos amarillos. Que seguidamente, desapareció.

La curandera saltó hacia atrás del susto.

—¡¿Qué ocurre?!— gritaron Patas de Barro y Nieve de Invierno

Ala de Búho jadeaba y temblaba del miedo.

—He visto a un gato... del Bosque Oscuro—

A la maternidad entraron dos gatos: una hembra de color gris oscuro con larga cola y ojos azules y un macho blanco con las patas rojas.

—Hemos oído jaleo, ¿qué ha pasado?— preguntó la gata gris

—He visto a un gato del Bosque Oscuro en la pared, detrás de los cachorros— respondió Ala de Búho todavía asustada

Todos los presentes se asustaron al oír eso.

—¿Y qué significa eso? ¿Qué hace un gato del Bosque Oscuro en el nacimiento de unos cachorros?— preguntó el gato blanco, el cual era el lugarteniente del clan, Pelaje Blanco

—Sin duda, que uno de los 3 cachorros será protagonista de un mal augurio— respondió la curandera

Nieve de Invierno acurrucó a sus cachorros con su cola, no quería que les pasase nada.

—¿Sabes de qué gato del Bosque Oscuro se trataba?— preguntó la gata gris oscuro, Estrella Mojada

Ala de Búho asintió.

—Es un gato muy antiguo, pues vivió en el bosque, con nuestros antepasados— dijo —Quiso juntar todos los clanes y crear el suyo propio para gobernar el bosque: el Clan del Amanecer— siguió diciendo con más miedo —Era... Jakar—