La cascada y sus alrededores eran iluminados por la luz del sol.

Tres guerreros acababan de salir del campamento del Clan de la Cascada.

—¡Venga, vamos a cazar!— maulló Musgo Seco

—Yo cazaré más, ya lo verás— dijo Perla Brillante

El tercer guerrero no estaba tan animado como sus dos compañeros y hermanos.

—Roble de Espinas, vamos, más sangre— maulló Musgo Seco

—Déjame en paz—

La hembra se acercó a su hermano.

—¿Qué te pasa?— preguntó

Roble de Espinas miró a su hermana.

—Nada— maulló con un tono borde

Musgo Seco miró a su hermano.

—Roble de Espinas, tienes que estar más animado—

—¿Por qué debería?—

—¡Porque vamos a cazar! ¡Los 3 juntos!— maulló feliz Musgo Seco

El guerrero atigrado resopló.

—Que divertido...— dijo con sarcasmo

—Oye, hermano, ¿qué es lo que te motiva a ti?— preguntó Perla Brillante —Siempre estás serio—

—Y amargado— añadió el guerrero gris

Perla Brillante le lanzó una mirada asesina a su otro hermano, que hizo que se callase.

—Me motiva la idea de poder ser el líder del clan— respondió el atigrado —Nada más—

Al oír eso, Musgo Seco se empezó a reír.

—Por el Clan Estelar, Roble de Espinas— maulló riéndose —Nunca serás líder, porque antes que tú, hay mejores guerreros, como yo—

—Musgo Seco, no le digas eso— dijo enfadada Perla Brillante —¡¿Y si lo consigue?!—

Musgo Seco miró a su hermana a los ojos.

—No lo conseguirá cuando hay guerreros mucho mejores y la líder y lugarteniente del clan lo critican—

Roble de Espinas erizó el pelo al oír eso.

—¿Qué has dicho?—

—Lo que oyes— contestó Musgo Seco riéndose —Todos en el clan te critican, no te quieren, Roble de Espinas— siguió diciendo —Por eso nunca serás líder de nuestro clan—

Musgo Seco se fue a cazar.

—Roble de Espinas, no le hagas caso, muchos te queremos— le dijo su hermana

—Déjame en paz, Perla Brillante— maulló Roble de Espinas —Ya he oído suficiente—

Roble de Espinas volvió al campamento, dejando a su hermana sola. Cuando llegó, Pelaje Blanco fue a recibirlo.

—¿No has cazado nada?— preguntó el lugarteniente

—No—

—Cada día me decepcionas más, Roble de Espinas— le dijo Pelaje Blanco —Y pensar que fui tu mentor—

Roble de Espinas sonrió.

—Creo que no ha existido un mentor peor que tú—

—¡¿Qué has dicho?!— bufó Pelaje Blanco erizando el pelo

Roble de Espinas estaba yéndose a la guarida de los guerreros, dándole la espalda al lugarteniente.

—¡Te he preguntado que qué has dicho!— gritó Pelaje Blanco más alterado

Roble de Espinas se detuvo, miró de reojo a su lugarteniente y maulló:

—No repito las cosas dos veces—

Seguidamente, entró en la guarida de los guerreros.

—Siempre es lo mismo con este gato, ¿cuándo cambiará, Clan Estelar?—

En la guarida de los guerreros, Roble de Espinas se acostó en su lecho, una gata gris y blanca se acercó al atigrado.

—¡Hola, Roble de Espinas!— saludó alegre la gata

El gato levantó la vista hacia la gata.

—¿Qué quieres, Marea Gris?—

—Era para preguntarte si querías venir a cazar conmigo—

Roble de Espinas se empezó a reír a carcajadas.

—No— maulló —No quiero ni ir a cazar ni estar contigo—

—Es que, Roble de Espinas, me gustas mucho y no pasamos mucho tiempo juntos...—

—Pues tú a mí no, lárgate y no me molestes— bufó el guerrero

La cara de la gata pasó de estar feliz a estar triste.

—Pe-perdona por haberte molestado...—

Marea Gris se fue triste de la guarida de los guerreros.

—Perdonada— maulló Roble de Espinas cerrando los ojos

Mientras dormía, Roble de Espinas despertó en un lugar que no conocía. Era una especie de bosque, pero no había ningún tipo de luz.

—¿Qué es este lugar?— preguntó Roble de Espinas un poco asustado

—El Bosque Oscuro, Roble de Espinas— respondió una voz

Cuando el atigrado se giró para ver quién hablaba vio a un gato marrón claro y beige con gran melena y una pata roja.

—¿Quién eres tú?— bufó Roble de Espinas

—Mi nombre es Pata Roja, y he decidido hablar contigo—

—¿Para qué?— preguntó el guerrero del Clan de la Cascada

—¿Sabes, Roble de Espinas? Nosotros sí creemos que podrías ser un buen líder—

Roble de Espinas resopló.

—Nunca seré líder, hay guerreros mucho mejores que yo—

Pata Roja ronroneó.

—Y si... ¿te deshaces de ellos?—

—¿Deshacerme de ellos?—

—¡Claro! Si quitas esos baches de tu camino, llegarás a ser líder—

Roble de Espinas dudaba.

—No sé si podré...—

El gato del Bosque Oscuro se encaró con Roble de Espinas.

—¡Roble de Espinas!— gritó Pata Roja —Nosotros creemos en ti, él cree en ti...—

—¿Quién?— preguntó Roble de Espinas con dudas

—Jakar— respondió Pata Roja sonriendo —Él es uno de los líderes del Bosque Oscuro—

Roble de Espinas estaba emocionado, gatos antiguos creían en él, incluso uno de sus líderes.

—¿Cómo me deshago de ellos?—

—Mátalos— respondió Pata Roja —Uno por uno, hasta que seas tú la única opción para lugarteniente—

Y después de esa frase, Roble de Espinas despertó en la guarida de los guerreros, donde vio a sus hermanos y a los demás gatos durmiendo.

—Así será, Pata Roja— se dijo Roble de Espinas a sí mismo —Seré el líder del Clan de la Cascada cueste lo que cueste—