Los Fantasmas de Flip ch 2
CAPÍTULO DOS: RECUERDOS DEL PASADO Y DEL PRESENTE
El viejo Flip seguía viendo con el mayor de los miedos al ente en frente de sus ojos a pesar de parecer ser alguien muy amigable y que no mataría ni a una mosca.
-¿E-eres uno de los es-espíritus que ve-vendrán a visitarme?- preguntó tartamudeando.
-¡Así es!-afirmó acercándosele flotando en el aire haciendo que se acurrucase más en su cama tapándose con las sábanas-no sé asuste, no le haré daño-le afirmó sin dejar de sonreír de forma amistosa y tampoco mermando su tono alegre y animado.
-¿Po-podrías apagar tu ca-cabeza?- pidió el panzón preocupado por quemarse.
-¿Tan pronto deseas apagar con tus manos terrenales la luz del pasado?-el fantasma pareció entristecerse por eso y ahora estaba a escasos centímetros de distancia asustándolo más.
-¡No, no! Perdón, no era mi i-intención o-ofenderte de alguna forma- rápidamente se disculpó echando hacia atrás la cabeza y sudando mucho, a lo que el ser de fuego tomó distancia.
-Di- dijiste que e-eres el Fantasma de las Navidades Pasadas ¿Ve-verdad?- le preguntó con cautela y ella fantasma asintió -¿Las pa-pasadas que quién?
-¡Pues tus pasadas, tontico! ¿De quién más?-el viejo codicioso tragó un nudo de la garganta ante esta respuesta-¡Ven! Caminaconmigo- lo cogió de la mano derecha y para la fortuna del gruñón no se quemó y se dirigieron a una ventana para irse.
-Yo so-soy un humano, no puedo vo-volar como tú- no quería acompañarla mientras sujetaba las cortinas con fuerza con su mano izquierda.
-No te preocupes, con esto podrás acompañarme sin problema alguno-el ente le puso la mano derecha en el pecho haciendo que brillase un momento.
El anciano se sorprendió mucho porque también empezó a flotar en el aire.
-¡Ahora vamos!
Los dos salieron por la ventana volando a una gran velocidad como balas.
-¡AHHH! ¡¿PERO QUÉ ES ESTO?!
El viejito se aterró al moverse de ese modo, pasando por encima de árboles cubiertos de nieve como todo a su alrededor y haciendo unas piruetas en el aire sin control alguno, hasta llegar a otro pueblo.
-Ay... pero viajecito tan loco...- los ojos de Flip giraban en espiral.
Al sacudir la cabeza se sorprendió mucho por lo que ahora mismo estaba delante suyo.
-No... no puede ser. Aquí fu-fue donde crecí, donde pasé mi niñez...- la emoción se podría apreciar en sus palabras y más con la gran sonrisa que se le formó en su arrugada cara.
-¿Eso que veo salir de tu ojo derecho es una lágrima?-el espíritu sonrió al percatarse de su alegría.
El cascarrabias enseguida se la secó y arrugó el ceño tratando de aparentar indiferencia.
-No puedes negar la dicha y alegría que te da al volver a este lugar, ¿Cierto?
Flip trató de decirle que no tenía nada, pero de repente unos niños montados a caballo pasaron cerca de ellos casi tirándolo al piso y después apareció una carreta impulsada por otro corcel teniendo encima a algunos chicos cantando alegremente villancicos.
-¿Los recuerdas?-el amigable ente seguía sonriendo al ver que el viejito de nuevo se emocionó teniendo otra enorme sonrisa.
-¡Por supuesto que recuerdo a esos chicos! Eran mis compañeros de escuela- y esta vez no negó para nada su alegría y dicha.
-Ven, debemos avanzar-
El fantasma de fuego de nuevo lo cogió de la mano y guio a lo que parecía una escuela religiosa.
La expresión de alegría del viejo cambió radicalmente al verla.
-En esta escuelahay un pobre niño solo que fue abandonado por los demás y está muy triste-dijo Leni con tristeza careciendo de la calidez que había usado hasta ahora.
-Sí... lo sé- Flip radiaba mucha más pena y se asomaron por la ventana de unos de los salones de clases.
Estaba un poco oscuro, pero se podía apreciar a un niño sentando en uno de los tantos asientos que hay hallándose muy decaído cantando en voz baja mientras miraba por una ventana y se le resbalaba una lágrima del ojo derecho.
-Era un niño muy triste y solitario, nadie me quería, ni siquiera mi padre que me internó en ese lugar y ni fue por mí para pasar la Navidad...- se lamentó el viejo Phillipini y ahora se le escapó no una lágrima de alegría, sino de melancolía como la de su versión joven.
-Aún hay más.
Leni hizo que el tiempo avanzara rápidamente y ahora estaba una versión adolescente o joven adulto del viejo Flip que caminaba por ese mismo salón tirando unos papeles a los lados teniendo la misma expresión desoladora al creer que pasaría otra solitaria Navidad.
-¡HERMANO!- fue tomado sorpresivamente por una niña castaña.
-¿Pat? ¿Qué haces aquí, hermanita?- preguntó luego de que ella se le acercara y le diera un tierno abrazo.
-¡Vine pare decirte que puedes regresar a casa!- este aviso le quitó el aliento.
-¿E-en serio?- no podía creer lo que acaba de escuchar.
-¡Por supuesto! Ahora papá ha cambiado y no es tan malo como antes. Ya podremos pasar una bella y feliz Navidad en familia ¡Será la mejor Navidad de todas!- lo abrazó de nuevo.
-Oh hermanita... eras una angelita del Cielo- el Flip joven la apegó a su cuerpo soltando ahora lágrimas de felicidad.
-Ella siempre tuvo un gran corazón de oro- el Flip viejo volvía a llorar por tan conmovedor momento de su pasado.
-Y falleció siendo una mujer feliz al traer al mundo a tu sobrino Flop-Leni otra vez le tomó una mano, para reconfortarlo-pero no por eso debes odiarlo, él no tuvo la culpa de que Pat haya muerto, debes de verlo como el tesoro más valioso que te dejo tu hermana-trató de hacerle recapacitar para que dejara de despreciarlo.
-Es que la quería tanto...- Flip seguía llorando sin poder contenerse.
-No te preocupes. Ella ya está en un mejor y bello lugar-siguió tratando de consolarlo-pero ahora debemos continuar.
Lo jaló y comenzaron a volar pasando primero por un río congelado, por más árboles para adentrarse a otro pueblo y llegar a una especie de establecimiento que decía: "HUGGINS" en letras mayúsculas.
-¿También te acuerdas de este lugar?-el ente otra vez sonría al ver la expresión de alegría que el vegete tenía en el rostro.
-¡Por supuesto que también lo recuerdo!
Al adentrarse al sitio traspasando una pared vieron en un altar a otro anciano también poseedor de un abundante bigote y calvo de la parte superior de la cabeza que escribía algo.
-No puede ser... ¡ES MI VIEJO JEFE, EL SEÑOR WILBUR HUGGINS!- gritó más emocionado todavía -siempre lo consideré un ejemplo a seguir...
-¡TARANG, TARANG, TARANG!
Se escucharon las campanadas de una catedral, a lo que el viejo jefe de Flip sonrió enormemente y cerró enseguida el libro que tenía en sus manos.
-¡Flip, Pop-Pop, vengan!
En pocos segundos apareció un delgado Flip junto a otro joven que tenía más o menos su misma edad y un curioso cabello blanco igual que el de Lincoln.
-¡Ese es mi viejo y buen amigo Albert Reynolds!- el viejo gordo se emocionó como las veces anteriores -¡Ha pasado toda una eternidad desde que lo vi por última vez!
-Es bueno ver que no has olvidado a uno de los pocos amigos reales que alguna vez tuviste, y que casualmente, es el abuelo de tu actual ayudante.
Un Tic se produjo en el ojo del Flip anciano. ¿En verdad el peliblanco al que explota sin piedad es descendiente de uno de sus mejores amigos? ¡¿Cómo no se dio cuenta aún con el obvio parecido que poseen gracias a su cabello?!
-¿Nos mandó a llamar, Señor Huggins?- preguntó el albino a su patrón.
-Ya se terminó el horario de trabajo, ¡Hay que preparar todo para la fiesta!- los jóvenes enseguida se alegraron y dieron algunos salticos de la emoción -así que basta de trabajar ¡Y celebremos!- Huggins dio un salto con voltereta pasando por encima del altar cayendo frente de ellos.
-Pop-Pop, Flip, arreglen el salón para que haya espacio para los invitados.
Sin demora empezaron a mover los muebles del lugar y los pusieron contra las paredes y rincones para que no estorbaran. El viejo Flip reía un poco al igual que Leni que hizo que el tiempo otra vez avanzara cuando se estaba llevando a cabo la dichosa fiesta en donde las personas comían, jugaban, aplaudían y bailaban felices al compás de la música, que era un poco al estilo irlandesa.
-Esta fue una de las mejores fiestas de mi vida...
Como pasó antes, el viejo Flip sonrió soltando un suspiro y no podía evitar mover los pies al ritmo de la música mientras miraba como su antiguo jefe bailaba enérgicamente con una mujer llegando incluso a lanzarla unos metros en el aire para luego atraparla y cargarla al estilo princesa y todos les aplaudieron.
-¡Así se baila, Señor Huggins!- felicitó Pop-Pop siendo uno de los tantos que aplaudían.
Luego llegó el momento en el que él, Flip y otros jóvenes tenían que bailar con unas jovencitas estando ellos y ellas uno frente al otro y dando unos pasos hacia adelante y luego hacia atrás.
El joven Flip se divertía a lo grande y fue al centro de la pista a bailar junto con una bella chica vestida elegantemente. Al verla se quedó hipnotizado por tal belleza, tanto así, que permaneció mudo hasta que ella le ofreció la mano y comenzaron a bailar como las demás personas a su alrededor viéndose fijamente a los ojos.
-Imposible... pero si se trata de Tammy Gobblesworth. Mi antigua...
Ante esa escena, el viejo Flip clavó la mirada al piso mientras se sujetaba fuertemente las manos soltando ahora un suspiro de amargura para que el Fantasma de las Navidades Pasadas se pusiera encima el tapa velas oscureciendo todo el lugar finalizando ese recuerdo.
Cuando se descubrió ahora los dos se encontraban en una oficina y en ella estaba un Flip ya más adulto haciendo papeleo y frente a él estaba esa jovencita también ya mayor que lo miraba con tristeza hablándole de algo, pero él no le prestaba atención.
-Flip, no eres el joven del que me enamoré. Has cambiado tanto.
-Es que no lo entiendes, Tammy. Me he vuelto más sabio y sé cómo funciona el mundo- se puso de pie ya harto y le dio la espalda para ver por una ventana.
-En lo único que piensas es en el dinero y en nada más.
-Si me importa tanto el dinero, es para no volver a ser un pobre mugroso muerto de hambre, ¿O es que acaso ya se te olvidó todo eso?- contraatacó.
-Recuerdo que en esos tiempos lo único que importaba era nuestro amor.
-Del amor uno no se puede alimentar, con eso no se pueden pagar las deudas ni las demás cosas para tener un buen estilo de vida lejos de la miseria- siguió defendiendo su punto de vista.
-Y también recuerdo que tenernos el uno al otro era lo importante y soñar con casarnos algún día.
-¡Solo era un mocoso en esos tiempos con enormes ilusiones!- su prometido golpeó fuertemente su escritorio haciéndolo temblar, pero la mujer no se asustó y seguía con el mismo semblante.
-Aun si fuéramos pobres o no, yo siempre hubiera estado a tu lado amándote de igual manera en las buenas y en las malas... pero ahora parece que amas más al dinero que a mí- la mujer se puso de pie para irse.
Él solo se limitó a verla sin decir o hacer algo para detenerla.
-Lo único que puedo hacer... es desearte felicidad con el modo de vida que has escogido. Así que adiós, Flip, y feliz Navidad- dicho esto se fue mientras se le resbalaban algunas lágrimas.
El Flip joven solo se limitó a tener la vista clavada en el piso de madera para luego regresar al trabajo como si no hubiera pasado nada mientras que el viejo sentía el ser más miserable del mundo al recordar ese suceso.
-Ya no quiero seguir viendo esto...- le pidió al ente.
-Te dije que te iba a mostrar tus navidades pasadas-le repitió el ser de fuego-pero si te sirve deconsuelo, ella encontró la felicidad con otro hombre llamado Bud Quejón-quiso reconfortarlo.
-No quiero seguir más aquí, ¡No quiero seguir viendo esto!- reclamó ya desesperado.
Pero al ver de nuevo al fantasma se asombró porque en vez de tener una angelical cara de chica rubia, tenía su mismo rostro arrugado que luego cambió a la de su versión infantil, luego a la de su versión joven adulta, después a la de un adulto maduro, para luego tener la cara de Tammy, después la del Señor Huggins, la siguiente fue la de Albert.
Siguió cambiando de caras rápidamente aumentando más la desesperación del viejo gordinflón al reprocharle a todos los que fueron importantes para él y que ha perdido.
-Déjame... ¡DÉJAME EN PAZ, CONDENADO ESPÍRITU!
Cogió la tapa velas y se lo puso encima cubriéndolo totalmente y sonrió triunfal pensando que lo había derrotado.
-¡PUUUUIIIIIIRRRG!
Pero la tapa velas salió volando como un cohete elevándolo a miles de metros del piso a toda marcha a una velocidad mucho mayor que la usad cuando volaron a esos sitios del pasado.
-¡AUUUAAAA!- gritó a todo pulmón sujetándose fuertemente del objeto viendo cómo se alejaba más y más del pueblo de Royal Woods.
Cuando estaba por encima de las nubes y teniendo la luna llena a sus espaldas, su "medio de transporte" desapareció y cayó en picada.
-¡AUXILIOOOOO!- volvió a gritar acercándose más y más al suelo agitando los brazos y piernas.
Y justo cuando iba a chocar...
-¡AAHH!- gritó cayéndose de su cama al piso de madera -ah... ah... ¿Eh...?- respiró muy agitado viendo de un lado a otro su oscura habitación -Acaso... ¿Todo eso fue un muy loco sueño?.
Al pararse, vio como de entre una de sus puertas se colaba unos rayos de luz dorada. Eso lo asustó de nuevo al creer que se trataba del Fantasma de las Navidades Pasadas, así que con pasos cautelosos fue hasta ahí.
-¡Adelante, pasa!- le dijo alguien del otro lado de la puerta.
Se le hizo extraño porque esa no era la voz del amable espíritu hecho de fuego, sino una más aguda y chirriante
Dudando, tomó la perilla de la puerta y lentamente la giró abriéndola despacio.
Se asombró mucho por lo que tenía delante suyo al haber muchas decoraciones navideñas de las cuales varias son de oro, hay una larga mesa con comida digna del banquete ofrecido por un rey y lo que más lo asombro fue un árbol de Navidad con muchas decoraciones, siendo tan grande que casi tocaba el techo y encima suyo está sentando una mujer de enorme tamaño, que usaba un abrigo verde elegante, una corona hecha de ramitas, cabello castaño amarrado en una coleta, dientes delanteros prominentes y en su mano derecha tenía una copa de oro de la que provenía la luz que iluminaba todo el lugar.
-¡Adelante, adelante!- ese ser invitó a Flip a que pasara y así lo hizo con pasos dudosos -mi nombre es Luan ¡Y soy el Fantasma de la Navidad Presente!- se presentó con esa voz chillante mientras se paraba sobre el árbol -¡Contémplame!- se señaló a sí misma con su mano izquierda.
Eso intimidó aún más al panzón que enseguida trató de huir, pero ella con un movimiento de su copa hizo que la puerta por la que entró se cerrase.
-¿Nunca has visto a alguien como yo, verdad?- sonreía burlonamente.
-Eh... yo... p-pues vi-vieras que no- tartamudeó el viejito acercándose de mala gana.
-¿Y jamás has dado un paseo con mis hermanos, correcto?- le hizo otra pregunta sin cambiar de semblante.
-Ah... no... nunca, yo... ¿Hermanos? ¿Cuáles hermanos?- no entendía a qué se refería.
-Je, je ¡MUAJAJAJA!- ante estas palabras, el colosal ente empezó a reírse a carcajadas -¡Pues los Fantasmas de las Navidades Presentes de años pasados! Más de mil ochocientos. Son mil ochocientos cincuenta para ser más precisos, bueno, más o menos- se frotó el mentón.
Eric solo balbuceaba algunas cosas, pero notó algo muy curioso de ese ente.
-Ve-veo que llevas una fu-funda pero no hay es-espada en ella- cuando le dijo esto, la gran castaña tomó la guarda que lleva en su cinturón y miró su interior con mucha curiosidad.
-Es cierto, ¿Por qué será? ¡Ah, ya se! Es que representa la paz en la Tierra, a todas las personas de buena voluntad. ¿Te suena familiar, amiguito?
Avergonzado, Flip agachó la cabeza porque por supuesto no se trata de alguien amable, ni gentil, ni considerado, ni ninguna de esas nobles cualidades al ser todo lo opuesto.
-Solo llévame a dónde desees- pidió resignado para no darle más vueltas al asunto.
Ella volvió a reír a carcajadas ante esa petición.
-Si así lo quieres... toca mi ropa- le ofreció un largo listón de oro que estaba unido a su traje.
El barrigón de Flip no muy seguro la cogió. Al pasar eso, el árbol en el que estaba sentado el ente se empezó a desintegrar en forma de chispitas doradas haciendo que descendiera al suelo y al estar ante él se pudo apreciar mejor la enorme diferencia de alturas entre ambos.
-Listos o no, ¡AQUÍ VAMOS!
Sopló su copa dorada haciendo que de esta saliera también polvo y chispitas doradas que al dar contra el suelo de madera hicieron que desapareciera.
-¡¿Pero qué estás haciendo?!- le preguntó aterrado el viejito sujetándose más fuerte del listón.
La gran fantasma de nuevo rio mientras que toda la sala en la que se encontraban se meció de un lado a otro igual que un bote en medio del mar, luego comenzó a levitar en el aire y Flip vio hacia abajo todo lo que ocurría.
-¿Qué si-significa esto?- preguntó aun asustado y todavía sujetando el listón del fantasma.
-No todos los mortales tienen el privilegio de ver todo desde las alturas, ¡Siéntete afortunado, viejo gruñón!
el Fantasma de la Navidad Presente le dio un trago a su copa e hizo que volaran por encima del pueblo para ver lo que hacían las personas en Navidad, ya sea jugar entre ellas y cantar villancicos, pasar el rato en familia y con amigos o ayudando a los menos afortunados.
Al amargado de Flip de nuevo se le formó una sonrisa al ver la felicidad de las demás personas, pese a que él mismo dijo que no le importaba.
Luan hizo que fueran a un lugar en donde hay muchas personas pobres que casi ni tenían para comer y cuyas prendas desgastadas poco las podían cuidar del frío ambiente al que se exponían.
-Pobre gente, ¿Por qué no van a un centro de beneficencia? Porque deben de haber muchos por ahí, ¿No?- cuando el viejo preguntó esto la castaña frunció el ceño molesta e hizo que la habitación flotante en la que estaban temblara un poco haciendo que casi se cayera.
-En este mundo hay muchas personas desalmadas, que dicen conocerme y haber tenido contacto con mis demás hermanos y que están supuestamente para ayudar al prójimo. Esas personas son lo peor de la sociedad ya que mienten para sacarle provecho a las demás personas sin importarle sus necesidades, especialmente en esta época del año- le dedicó una muy obvia indirecta al pésimo comportamiento que Phillipini tiene con los demás.
-Lo siento- se disculpó el panzón no solo avergonzado, sino enojado consigo mismo.
-Ahora veamos a tu amable, considerado y humilde ayudante, Lincoln Loud.
De nuevo se pusieron en marcha y llegaron hasta una pequeña y muy deteriorada casa de la que salía un poco de humo de la chimenea.
-¿Esta es la casa de Lincoln? ¿Del nieto de mi mejor amigo? Pero si está en pésimas condiciones- Flip no podía darle crédito a lo que estaba viendo.
-Es lo mejor que se puede costear con los 15 chelines semanales que le das a regañadientes- sintió un fuerte golpe a su frío corazón cuando el gran fantasma le dijo esto.
-Ahora veamos su día a día y como se las debe de arreglar con lo poco que tiene- le prestaron atención a lo que pasaba en el interior de la deteriorada y humilde casa.
Flip enarcó una ceja al ver a varias personas de tez morena clara y rasgos diferentes a los del resto de personas que ha visto en este pueblo, y que curiosamente, tienen el cabello blanco o negro con mechones blancos.
-¡Mamá, dile a Mateo que deje de estar molestando!- se quejó una chica.
-Deja en paz a Belinda, Mateo- le regañó una mujer.
Quién parecía ser la ama de casa y cuya etnia es morena no teniendo ningún rastro de pelo blanco siendo que el suyo era rizado y abundante.
-¿Y cuando llega papá?- preguntó una chica un poco mayor que la primera mientras barría el piso.
-Sabes muy bien que él fue a llevar a Lily al médico, Martha- le dijo su madre.
-¿Y va a traer ese enorme pavo tan suculento que está en la carnicería?- preguntó una chica más pequeña que las anteriores relamiéndose los labios.
-Ay Lucelda, ojalá tuviéramos el dinero suficiente para poder comprarnos un pavo como ese. Ya será para la próxima- su mamá le acarició su cabello y de repente la puerta de su hogar se abrió.
-¡Hola, familia!- saludó un joven, que era el mayor de todos, quitándose un sombrero malgastado cargando varios trozos de leña y tiró a un lado una hacha.
-Hola, Peter- le saludo la matriarca dándole un beso en la mejilla.
-¿Ya llegó papá con Lily?- preguntó ahora despojándose de una bufanda.
-No, aun no llegan. Pero mientras tanto ayúdanos a preparar todo para le cena navideña- le pidió la morena y él asintió para luego ayudarlos teniendo una radiante sonrisa.
-Se nota que la familia de tu empleado es una muy feliz y amorosa a pesar de su decadente estado económico- dijo Luan a Flip que no decía nada y solamente los miraba fijamente.
Porque justamente representan lo contrario a él, que siendo alguien que supuestamente lo tiene todo es un solitario cascarrabias, mientras que Lincoln a pesar de ser pobre tiene una bella familia que no se podría conseguir ni con todo el oro del mundo.
¿Habría tenido algo así de haber elegido a Tammy por sobre el dinero?
-¡Ya llegué, familia!- apareció Lincoln entrando a la casa cargando en sus hombros a una pequeña niña que tenía una muleta.
-Lincoln- la mujer fue a darle un amoroso beso en los labios -¿Todo bien con la princesa de la casa?
-Claro que sí, Charlie. ¿Cierto, Lily?- con cuidado dejó a la nena en el suelo.
-¡Claro que sí, papi! Cof, cof- le respondió alegremente para luego toser.
-¿Esa niña es hija de Lincoln? Pero si no tiene ninguno de los rasgos de esa mujer- Flip se rascó la cabeza desconcertado porque esa niña a diferencia de los demás jóvenes, era blanca y rubia.
-En realidad no es su hija, sino la menor de sus hermanas. En caso de que él no te lo haya contado, o se te haya olvidado, su madre, Rita la hija de tu viejo amigo Albert, lo tuvo a él y a sus hermanas siendo esa niña la última que trajo al mundo antes de sucumbir por una grave enfermedad hace no mucho tiempo y la acogió como su hija dándole todo el amor que un padre puede ofrecer y Charlie Uggo, su esposa, la aceptó sin peros como si fuese su propia hija.
La explicación del ente dejó profundamente conmovido al vegete al darse cuenta del hermoso ser humano que es su empleado y que se odiase más a sí mismo. ¿Cómo puede tratar casi como un esclavo a alguien que es todo corazón como lo es él?
-Me alegro mucho- la mujer besó la frente de la niña -Mateo, Lucelda ¿Por qué no van a jugar un momento con Lily mientras que nosotros terminamos de hacer los preparativos?
Pidió para que los dejaran solos un momento junto con sus hijos mayores.
-Como digas, mami ¡Vamos a hacer muñecos de nieve!- exclamó muy alegre Mateo para salir de la casa junto con sus hermanitos, demostrando querer a la más pequeña como si fuese una hermana más y sin ninguna distinción.
-¿Qué dijo el médico sobre la salud de Lily, Lincoln?- preguntó Charlie sin tapujos al peliblanco.
Que desvió la mirada mientras que sus hijas e hijo mayores le ponían toda su atención.
-Pues... que está mucho mejor, querida. Cada día está más... más sana y fuerte...- quiso asegurar el albino con una forzada sonrisa y le dio espalda para que no viera sus lágrimas.
Causando que su mujer, hijas e hijo también empezaran a llorar desconsolados al comprender que la niñita no está para nada bien, de hecho, estaba muy enferma, que con el tiempo solo empeora y no tenían forma de remediarlo.
-Si tan solo tuviéramos más dinero para darle las atenciones médicas necesarias...- se lamentó Peter mientras abrazaba a sus hermanas.
-No-no se preocupen... ya verán que en-encontraremos la so-solución a este problema. Pero hasta entonces, ni una palabra a sus hermanitos- pidió el hombre de la casa abrazando a su esposa
Eso de nuevo conmovió al viejo Flip al desconocer la situación tan difícil por la que su empleado y familia estaban pasando. ¿Cómo no sabía de eso? ¿Lincoln jamás se lo contó? ¿O si se lo dijo, pero lo ignoró por completo valiéndole poco su infortunio?
-Dime una cosa, espíritu ¿La pequeño Lily se podrá salvar?- le pregunto a Luan que también miraba todo eso con gran pena.
-Al lado de la chimenea hay una silla y junto a ella una muleta abandonada pero conservada con amor- el amargado solo negó con la cabeza por su respuesta.
Con otro batido de copa hizo que el tiempo corriese hasta llegar la hora de la cena para la familia de Lincoln alistándose para comer un delicioso y jugoso pavo, aunque no es tan grande como el que decía la pequeña Lucelda.
-Antes de comer, hagamos un brindis- propuso el albino poniéndose de pie empuñando una copa con vino -brindemos por el Señor Phillipini, ya que gracias a él, tenemos el pan de cada día.
Nuevamente el frío y duro corazón del amargado se estrujó, porque a pesar de maltratarlo, él lo elogiaba y hablaba bien en su nombre no guardándole rencor.
-¿Hacer un brindis en su honor? ¡JA! Quisiera tenerlo en frente para decirle todas sus verdades en su vieja y arrugada cara aunque eso me haga perder el apetito- su esposa enseguida se molestó.
Apenando bastante al antipático que trato de retirarse del lugar, pero fue detenido por el espíritu que le obligó a presenciar lo que fuesen a decir.
-No digas eso, Charlie. Recuerda que es Navidad- el peliblanco lo quiso defender.
-¿Y por qué bebes a la salud de un viejo amargado, desalmado, ruin, mezquino, codicioso, cruel e insensible como lo es tu "querido" patrón?- la morena no cambiaba de actitud -y sabes mejor que nadie que esa es la pura verdad. ¿Por qué lo defiendes?
-Pues porque en Navidad se perdonan todas las ofensas y fallas que hacen los demás. ¿Lo has olvidado?- su marido siguió defendiendo al vejete para darle un buen ejemplo a sus hijos, causando que ella soltara un bramido parecido al de un caballo.
-Está bien, brindaré por él solo porque tú me lo pides- de mala gana la mujer sostuvo en lo alto su copa -a la salud de ese viejo amargado y que tenga feliz Navidad y un Feliz Año Nuevo.
-¡Salud!- exclamaron sus hijos y marido al mismo tiempo sosteniendo en lo alto sus copas o vasos.
-¡Y una feliz Navidad y Año Nuevo para todas las personas del mundo! Especialmente a ese viejito tan gruñón- comentó Lily que era la más alegre de todos.
Y ninguno tenía forma de saber cómo hacían sentir al panzón codicioso.
-Por favor, espíritu, dime que la pequeña Lily se podrá salvar.
-Si esto sigue así, ella morirá sin remedio; no durará hasta la próxima Navidad.
-¡NO!- gritó Flip extendiendo la mano derecha hacia la familia de Lincoln -¡No puede terminar así!
-¿Y cuál es el problema? Si va a morir que lo haga de una vez, así descenderá la sobrepoblación.
Cuando le restregó las mismas palabras que les dijo a esos hombres que le fueron a pedir donaciones hizo que su rostro se transformara en el suyo teniendo una retorcida sonrisa.
Se quedó atónito al darse cuenta del horrible ser humano que fue al decir semejante barbaridad y retrocedió unos pasos cuando la cara de Luan volvió a la normalidad, pero por alguna razón, su cabello castaño estaba canoso, su piel perdió color y tenía arrugas.
Otra vez movió de forma circular su copa envolviendo a ambos por una cortina de chispitas doradas que los transportó a otro sitio poseedor de diversos adornos navideños.
-No te lo creo...- quedó incrédulo.
Ahora estaban viendo a la familia de su sobrino Flop que jugaban a las adivinanzas.
-¿Es un animal que gruñe y ruje?- preguntó uno de los invitados al hijo de su hermana.
-Sí- cuando afirmó esto todos empezaron a reír y empezaron a decir varios animales como perro, caballo, toro, entre otros más, pero él los negaba todos.
-¿Es un asno?- cuando una mujer preguntó esto hizo que sonriese enormemente.
-No, pero casi aciertas- de nuevo hizo que todos rieran.
-¡Ya sé! Se trata de tu viejo Tío Flip- quiso atinar otra mujer.
-¡Exactamente! ¡Adivinaste!
Otra vez los presentes reían a carcajadas, especialmente Luan que se cayó al suelo sujetándose el estómago mientras que el viejito gruñó molesto cruzándose de brazos.
-Qué bueno que no haya venido, de seguro habría echado a perder la fiesta navideña con su pésima actitud- dijo uno de los presentes.
-No digas eso. Tal vez sea un viejo amargado que no quiera socializar con nosotros, pero es parte de la familia- al igual que como hizo Lincoln ante su esposa, Flop trataba de proteger su nombre.
-Aunque algunas veces no entiendo su actitud. Ser un viejo amargado no afecta a ninguno de nosotros y solo se hace daño a sí mismo.
Esas palabras fueron otro duro golpe para el negro corazón de su odioso tío que desvió la mirada.
-Pero, aun así, siempre tengo la esperanza de que cambie. Así que brindemos por él y que tenga una feliz Navidad ¡Por el Tío Flip!- de nuevo actuó como Lincoln al hacer un brindis en su honor.
-¡Por el Tío Flip!- todos levantaron sus copas.
Y otra vez el viejito se conmovió por esa demostración de afecto hacia él. ¿Cómo podía también maltratar así al último vestigio de su difunta hermana que al igual que su ayudante tiene un corazón tan grande que no le cabe en el pecho?
Luan hizo que todo a su alrededor se volviera oscuro mientras se escuchaba una campana sonar de forma lenta y pausada desapareciendo de ese amigable ambiente.
Reapareciendo en el campanario de una iglesia hallándose a la sombra de justamente una gran campana. Flip abrió los ojos muy sorprendido porque el ente se veía más demacrado, siendo una anciana incluso más vieja que él.
-¿La vida de los espíritus son tan cortas?
-Las vidas de los mortales sí y la mía termina esta noche a medianoche.
Alrededor de ellos aparecieron las sombras de los engranajes y de la maquinaria de un reloj que estaba por dar las 12 de la noche junto con esas lentas campanadas que auguraban su fin.
-Escucha, mi momento se aproxima...- el agotamiento era más que evidente en su voz.
El viejo iba a preguntarle que iba a pasar ahora, pero notó algo raro debajo de su ropa.
Una pequeña y pálida extremidad.
-Eso que tienes ahí abajo... ¿Es un pie o una mano?- retrocediendo unos pasos temeroso.
-Podría ser una garra por la cantidad miserable de carne bajo su piel.
Dicho esto, abrió su ropa revelando a dos niños en pésimas condiciones, que gruñían como animales salvajes embravecidos y mirando con ojos asesinos al anciano diciéndole con voz rasposa que se largara estando aferrados a sus piernas causando que cayera sentado del susto.
-Míralos bien- ordenó pero el viejo desvió la mirada para no ver a tales engendros -¡Míralos bien!- alzó la voz señalando con su copa a esas dos criaturas.
-¿Son tu-tuyos?- quiso saber con temor.
-Son de la humanidad. El niño representa la ignorancia y la niña es la necesidad; cuídate de ambos.
Después de advertirle esto el reloj marcó las doce y ella se sujetó el pecho como alguien que sufre un infarto, pero aun así, fue capaz de reír un poco mientras se volvía más y más vieja para caer de espaldas al piso.
-Por cierto... ¿Quieres oír un chiste? ¿Cuál es la diferencia entre un incendio y un prestamista? Que el incendio con solo salpicarle un poco de agua se calma y deja de reducir a cenizas todo a su paso, ja... ja... ja... ¿Entiendes?- sus antes potentes carcajadas ahora eran débiles risas.
-Eh... sí-sí, muy gracioso, je, je- eso no le hizo gracia, pero le siguió la corriente -¿No quieren ir a un re-refugio?- les preguntó a los chiquillos volviendo a retroceder unos pasos.
-¡¿Acaso no existen prisiones?!
El niño creció volviéndose un adulto al que le cayó una jaula encima aprisionándolo justo cuando amañó con apuñalarlo con un cuchillo.
-¡¿Acaso no hay asilos?!
La niña también se volvió una adulta y lo atrajo jalándolo de su ropa y haciendo que diera unas cuantas vueltas, como grotescos pasos de baile, mientras reía como desquiciada solo deteniéndose cuando una camisa de fuerza salió de la nada inmovilizándola.
-Ja... ja... ja...
Luan seguía riendo a pesar de que literalmente se volvió un saco de huesos mientras que la mujer se retorcía tratando de liberarse exclamando más groserías y el hombre agitaba violentamente los barrotes de su jaula todavía vociferando ofensas.
Las campanadas de dejaron de sonar cuando el espíritu se volvió polvo y fue arrastrado por el viento sin dejar rastro alguno, lo mismo le ocurrió al hombre que representaba la ignorancia y la mujer que representaba la necesidad dejando totalmente solo al viejo Flip que se había tapado los oídos y cerrado fuertemente los ojos acurrucándose en una esquina.
Inesperadamente, su sombra se empezó a distorsionar volviéndose más larga y delgada y se arremolinó volviéndose una esfera oscura que se mantuvo flotando en el aire ante él.
Después de unos segundos, tomó forma humanoide cubierta por una larga túnica negra con una capucha que no permitía ver su cara y lo único que se podía ver de ese ser eran sus pálidas manos.
El anciano se asustó mucho más que las veces anteriores al saber muy bien de quien se trataba.
-¿Tú e-eres el Fan-Fantasma de las Navidades Fu-futuras, verdad?
Ese ser no respondió y se limitó a expulsar un casi imperceptible suspiro, y a pesar de que no podía verse su cara, él sintió su penetrante mirada sintiendo que lo traspasaba y miraba su interior, a su alma marchita y tan carente de humanidad.
-¿Vas a mostrarme las cosas que aún no han pasado pero que van a pasar?- preguntó otra vez volviendo a tener como respuesta un suspiro.
-Fa-fantasma del Futuro, te tengo más mi-miedo que a cualquier espíritu que he visto, pe-pero sé que tu labor es ha-hacerme el bien, ¿Cierto? E-estoy dispuesto a pasar en tu compañía, así que co-comencemos- suplicó para acabar con todo ese asunto lo más rápido posible.
El espectro ahora respondió con silencio causando que empezara a impacientarse y gruñese ya molesto.
-¿Qué estamos esperando? ¡Vamos! La noche no va a durar para siempre, no hay tiempo que...
No pudo seguir hablando porque el ente se abalanzó encima suyo como un ave de rapiña haciendo que gritase y cayera por un hueco que se formó en el suelo sin saber que lo próximo que vería sería lo más horrible y espeluznante que ha visto en toda esta noche.
Capítulo dos completado el 17/12/2024.
Espero que les haya gustado como Flip vio sus Navidades pasadas y las cosas buenas y malas que tuvo en ellas, y como en el capítulo anterior, me basé enteramente en la película de Los Fantasmas de Scrooge para hacer su pasado y presente, pero cambiando ciertos detalles.
Apuesto que nadie esperó que Luan sería el fantasma de la Navidad Presente ¿Verdad? No se parecerá en nada al espíritu visto en ese filme, pero como este parecía ser el que más humor tenía entre los tres fantasmas, decidí darle ese papel.
Sé que muchas personas esperaban que le inventara una familia a Lincoln diferente a la que Bob Cratchit tiene en las demás versiones de esta historia, pero si hiciera eso sería algo confuso, así que lo único que cambie de ellos fue que Lily tendría el rol del Pequeño Tim.
También pensé en que él tendría a Ronnie o Jordan como pareja, pero sería muy repetitivo y por eso puse a Charlie, su novia en la serie Live Action, para variar un poco las cosas.
En cuanto al Fantasma de las Navidades Futuras... creo que no hace falta decir de quién se trata, ¿Cierto?
Estarán preguntándose porque actualice tan rápido, bueno es que quiero acabar este fic para el 24 o 25 y sí, eso significa que el siguiente capítulo será el último, así que estén atentos para el próximo martes ;D
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