Short 1: No puedo enfrentarlo.
Mi nombre es Yuuri Katsuki, soy omega y un patinador de hielo profesional actualmente retirado. Hace unos pocos años me case con el alfa y la leyenda viviente del patinaje Viktor Nikiforov, mi destinado. Un pentacampeón mundialmente conocido por su extraordinaria belleza y talento. Cuando se enuncio nuestro compromiso públicamente, recibimos mucho apoyo tanto de los medios como de la prensa, además de innumerables cartas de felicitaciones de parte de nuestros amigos y conocidos; pero con esa felicidad, también llego el odio. Cartas y más cartas llenas de deseos negativos solamente hacia mi persona, acusándome de robarle al mundo algo que era para todos.
"De seguro se están casando porque te embarazo, no me sorprendería que una perra como tú solo lo quiera amarrar" "no te sientas especial, hay miles como tú que también pueden abrir las piernas una noche, pero no significa nada" "de seguro lo están obligando a casarse contigo, ¿Quién querría casarse con alguien tan ordinario como tú? "
Era solo algunas cosas que podía leer en cartas tomadas al azar, nunca quise que Viktor las viera, ya que hacían sentirme inferior y realmente no quería molestarlo con mis problemas cuando estaba comenzando la temporada, creí que al pasar del tiempo y cuando la boda se haya consumado las cartas se detendrían, y así fue, por un tiempo.
Al año de habernos casado, la actitud de Viktor comenzó a cambiar de forma casi imperceptible, no sabía qué, pero algo era diferente, supuse que era por el estrés, ya que todo el mundo siempre tenía altas expectativas con sus rutinas de patinaje y yo era consciente de que hace tiempo se le estaban acabando las ideas. Pero, al enterarnos de mi embarazo el cambio en su actitud fue cada vez más, tanto que llego al punto en el que ni siquiera teníamos intimidad, apenas me daba un beso en la mejilla y no había más contacto que ese.
-Me voy a la práctica, nos vemos a la tarde Yuuri
Se despidió de mi con un simple y seco beso en la mejilla, parece frustrado, cansado y apenas va comenzando el día. Estoy muy consciente de que aquellos sentimientos solo se dirigen a mí, por lo que asiento mientras bebo un sorbo de mi taza, simplemente y sin poder hacer nada veo como me da la espalda y se dirige a la puerta para marcharse, Dejándome completamente solo en el gran apartamento que ambos compartimos en Rusia. Termino tranquilamente mi desayuno para después recoger los platos de la mesa, dejarlos en el fregadero para lavarlos y al terminar me enfoco en el casi inexistente desorden que hay en el lugar, lo cual no me deja sin nada para hacer.
Con eso en mente, me dirijo nuestra habitación, la cual es amplia con una gran cama Queen Size, ventanas altas que dejan que la luz natural cubra todos los lugares y más muebles y accesorios que hacen de la habitación algo casi lujosa. Con mi mirada busco mi celular, el cual está sobre la mesa de noche, cargando y junto a la mesa se encuentra un gran caniche de 6 años durmiendo plácidamente en la ya mencionada cama.
-Hola makkachin, ¿Cómo estás? –le pregunto obviando el hecho de que no habrá respuesta y con una mano acaricio su cabeza para después alejarme y dejarlo dormir.
Comienzo a revisar mis redes sociales, una por una, respondo algunos chats de mis familiares preguntándome cómo va el embarazo, ya que actualmente tengo 5 meses. Después sigo respondiendo algunos comentarios de fans en twitter y por ultimo reviso Instagram, para ver cómo les va a mis amigos con sus vidas, algunos están practicando y subir videos con el avance de sus rutinas, otras fotos mientras están en calentamiento, nada fuera de lo común. Por otro lado hay otros como yo que ya están retirados, postean fotos de sus familias o parejas, de lugares a los que van a ir o simplemente, descansando. A diferencia de mí, ninguno de mis amigos se ha casado, hay muchos que están en relaciones estables que llevan años, otros simplemente no quieren una relación y están solteros.
Mi teléfono vibra en mis manos, lo que hace que mi vista se pose en la parte superior de la pantalla mostrándome de que acaba de llegarme un mensaje, sin dudarlo mucho lo presiono y el chat se abre. Es Phichit.
-¡¡Yuuri!! Estaré en Rusia por un par de semanas, acabo de llegar a penas ayer, ¿te gustaría ir a pasear conmigo y ser mi guía turístico?
Una sonrisa decora mi angustiado rostro, hace mucho tiempo que no salgo con mis amigo, ya que Viktor me dice que solo salga con él para poder cuidarme en el embarazo, pero desde que nos enteramos de la noticia de este, solo hemos salido 1 vez en 5 meses, así que creo que sería bueno volver a salir después de tanto tiempo.
-Claro, ¿Dónde y a qué hora?
-envíame la dirección de tu departamento, para ir por ti.
Sin demora le envió la ubicación de mi departamento a mi mejor amigo, y a eso de media hora ya está tocando mi puerta. Me volteo en dirección a esta y me acerco para poder abrirla.
-Hola Yuuri, tanto tiempo sin vernos –unos efusivos brazos atraparon mi cuerpo para poder abrazarme y de algún forma expresar todo el cariño que phichit sentía por mí.
-Desde que te casaste con este pavo real no nos hemos podido ver, siempre tienes cosas que hacer, por cierto, ¿Dónde está él? –pregunto a la vez que se quitaba su abrigo y bufanda y las dejaba en el sofá que se encontraba en medio del living.
-Realmente eh estado muy ocupado, además no me case hace tanto.
-Te casaste hace casi 3 años, ¿en serio no has tenido ninguna oportunidad para verme?
-No eh encontrado el tiempo, pero mira el lado bueno, ahora por fin nos podemos ver. –me dirijo a la casina para poder buscar un poco de té y galletas para servirle a mi amigo y volver a donde él se encuentra.
-Y dime Yuuri, ¿alguna novedad?
-No la verdad, mi embarazo ha sido normal y no tengo complicaciones, mis días son algo aburridos ya que apenas salgo para hacer las compras, pero aparte de eso nada.
-¿Cómo?, ¿no sales de la casa?
-No mucho, no me gusta salir sin Viktor y él dice que tengo que asegurarme de siempre salir con el cuándo mis amigos me invitan, pero él siempre está ocupado y no podemos.
-pero, podrías salir tu solo, no es como si tuvieras 10 años –me miro mi amigo un tanto molesto.
-una vez Salí, pero Viktor se molestó, prefiero evitar discusiones así que prefiero dejarlo así.
Tome una taza entre mis manos y tome un poco de está disfrutando el sabor, luego la volví a dejar en su plato y mire a mi amigo, el cual no estaba haciendo nada, solo me miraba con una cara extraña, no podría decir de que, ya que no sabría exactamente.
-¿Qué sucede phichit?
-¿Tú estás de acuerdo con eso?
-Por supuesto, te aseguro que no hago nada de lo que no quiero y realmente es mejor para mí no salir, porque con el embarazo me duelen las piernas y la espalda –phichit me miro algo dudoso y me contesto.
-okey... lo dejare pasar por esta vez –tomo un sorbo de su té y continuo- ¿Cómo te trata él?
-Muy bien –respondo sin dudar- me da todo lo que necesito y no tengo que preocuparme de lo económico, solo de mi embarazo.
-No me refiero a eso Yuuri, sé que ahora que te casaste con la famosa estrella del patinaje y blah blah blah, ahora llevas una vida un poco más lujosa de la que teníamos cuando vivíamos en Detroit, pero yo me refiero, ¿Cómo es contigo?
-Bueno... -me detengo un momento antes de seguir- ha cambiado un poco desde que se enteró del embarazo, ya no es tan cariñoso como cuando estábamos comprometidos, pero él está siempre ocupado con las prácticas y las entrevistas, así que no lo culpo –phichit no quito esa expresión tan rara que no podía descifrar, parecía...¿enojado? ¿Disgustado? ¿Apenado? Pero ¿Por qué? Él debería estar feliz por mí, me case con mi ídolo de la infancia, con la persona que as admiraba y siempre ame, ahora tengo a su hijo en mi vientre, no podría ser más feliz.
La conversación cambio abruptamente después de eso y phichit no volvió a tocar el tema, en cambio me sugirió que lo llevara a turistear la cuidad a lo cual accedí sin mayor problema, por lo que toda la tarde estuvimos recorriendo lugares populares, muchos de los cuales todavía no me daba el tiempo de ir a visitar. Cuando el hambre llego, fuimos a comer y para esa hora ya era de noche, así que decidí volver a mi departamento para dar por terminado el día.
Al llegar y abrir la puerta no solo pude notar de que todo estaba exactamente igual donde lo deje, si no que las luces estaban apagadas y no había nadie.
-Tal vez sea uno de esos días en donde no vuelva para dormir aquí- pensé.
Intentando no darle más vueltas al asunto cerré las cortinas, lave los platos y tazas que con anterioridad habíamos utilizado phichit y yo, rellene el plato de comida del perro y me prepare para irme a la cama, pero al ya estar acostado en esta, por más de na hora sin conciliar el sueño, dando vueltas y vueltas me dispuse a revisar mi celular. Tenía varias conversaciones contestadas, pero ningún mensaje de mi esposo, lo cual cada vez me ponía más triste.
Ya no es nada inusual de que Viktor no llegue a dormir, cuando os comprometimos una o dos veces al año se quedaba afuera, decía de que chris, su mejor amigo, venia de visita y salían a bares en la noche, por lo cual no quería despertarme por la madrugada así que se quedaba en un hotel con él, pero cuando nos casamos de a poco esas una o dos veces al año se convirtieron en 4, 6 hasta 8 veces. No siempre es la misma escusa, a veces ni siquiera hay una excusa, solo es así.
Vuelvo a revisar Instagram, mirando el mensaje que acaba de llegarme a las 11:39 de la noche, mientras estoy de lado acostado en una cama para dos la cual solo estoy ocupando yo. El mensaje de una cuenta que hace que mi corazón se encoja, mi estoma duela y mi cabeza de vuelas.
Nunca hay texto en sus mensajes, solamente archivos de vídeos, de no más de 15 o 20 segundos, pero son suficientes para hacer que mi día se venga abajo. Todos y cada uno de los aproximadamente 20 vídeo que esta cuenta me ha mandado 1 años después de haberme casado hasta la fecha, son de encuentros sexuales que Viktor ha tenido con diferentes hombres y mujeres, desde hombres de 50 años hasta mujeres casi rosando la ilegalidad. Al principio creí que eran encuentros que de antes de que nos conociéramos y fuéramos oficialmente pareja, pero al ver su rostro el cual en muchos vídeos luce exactamente igual a como luce el día de hoy me hace dudar.
-Estoy seguro de que Viktor no me haría esto, a pesar de todos nuestros problemas él me ama y estamos esperando un bebé, eso es un vínculo mucho más fuerte que un simple revolcón –intento convencerme y calmarme para cerrar el vídeo y cerrar los ojos para poder dormir –somos destinados, somos destinados, somos destinados... -repito una y otra vez hasta quedarme dormido.
Al despertar noto que el otro lado de la cama sigue igual que ayer, vacío. Me levanto sin ánimo de la cama para dirigirme al baño y prepararme para el día, casi no eh sentido mareos durante el embarazo, lo cual agradezco. Salgo del baño de la habitación y me encamino hacia la cocina, sorprendiéndome al notar que sobre la mesa se encuentran los lentes de sol que llevaba Viktor consigo el día de ayer, también dándome cuenta de que makkachin no está. Al parecer solo volvió por él y se volvió a marchar.
Me senté en la mesa del comedor para poder desayunar, y cuando lo hice, de pronto algo hizo presencia en mí, fui consciente de lo verdaderamente solo que estaba. La casa estaba tan vacía que si yo no hacia ruido entonces no había, sentía que nunca hubo un perro corriendo por la casa, sentía que no tenía pareja y si no fuera por mi abultado vientre, tampoco sentiría la presencia del niño que estaba dentro de mí.
-¿Por qué sigo aquí después de todo lo que vi? -dije muy bajo y con la cabeza mirando hacia la taza que estaba en frente de mí - ¿estas decepcionado de mi tanto como lo está tu padre?
Cuando termine mi desayuno, me levante de la mesa y me dirigí hacia la habitación, para tender la cama y comenzar a limpiar el departamento, ya que no lo había limpiado profundamente desde hace una semana y ya estaba comenzando a acumularse polvo, además necesitaba hacer algo para distraerme, ya que phichit dijo que vendría por mí para salir a eso de las 5 de la tarde, y apenas eran las 10 de la mañana. Limpie profundamente todo el departamento, todas las habitaciones, lo hice mucho más rápido de lo que hubiera querido, ya que a las 1 de la tarde, todo ya estaba ordenado. No tenía ganas de comer, así que comencé a buscar algo para seguir distrayendo mi mente, lo que curiosamente me llevo a ordenar el armario de la habitación que compartía con Viktor. Comencé a sacar la ropa para poder limpiar, seguido de los zapatos y finalmente unas cajas acumuladas que estaban en una esquina en la parte inferior de este. Llenas de polvo, un poco hundidas y algo pesadas, eran cajas que contenían recuerdos.
De una en una comencé a revisarlas, era algunas cosas que traje conmigo desde Japón, cosas que nunca volví a usar, como un kimono que siempre solía usar, pero que desde que me case quedo rezagado a una caja de cartón escondida en un armario. También había muchas fotos de nuestras y con nuestros amigos, de lugares a los que fuimos y que prometíamos volver, lo cual nunca hicimos.
-Ya volví –sacándome de mis pensamientos escuche como desde l entrada Viktor anunciaba su llegada.
-Viktor –digo desde la puerta de la habitación para mirarlo, ciento que ya no debería abrazarlo, ni siquiera acercarme a él, parecemos extraños viviendo en esta casa.
Se saca su abrigo, el cual deja doblado sobre el sillón y se dirige a la cocina para servirse un vaso de jugo, luego voltea a mirarme, ya que yo sigo en la misma posición desde que lo salude, sin decir o hacer nada, esperando para que el continúe con la conversación que murió antes de empezar. Deja el vaso ahora vacío en el lava platos y me dice.
-saldré por unos días.
-¿A dónde? –respondo sin moverme.
-Yakov quiere que haga un entrenamiento especial para mejorar mi rutina, ya que esta será la última antes de mi retiro, quiere que se perfecta.
-¿A dónde? –vuelvo a preguntar.
-no estoy muy seguro, solo lo estoy siguiendo –dice y luego ilusamente creo que se acerca a mí para por fin darme un beso después de tanto tiempo, pero solo pasa por mi lado entrando a la habitación, quedándome ahí sin moverme.
Me doy vuelta para ver como del armario el cual previamente estaba ordenando ahora es despojado de otra cosa más, una maleta, la cual es bastante grande.
-¿Por cuánto tiempo te va?
-No lo sé, el que sea necesario. –dice sin siquiera inmutarse en mirarme, mientras se concentra en empacar sus cosas.
Salgo de la habitación sin preguntar nada más, me siento enojado y confundido, no sé qué hacer o decirle. Anoche durmió quien sabe dónde sin siquiera avisar, y ahora simplemente se va, y esta vez no será solo una noche.
Para empeorar las cosas, siento como mi teléfono vibra, sacándolo de mi bolsillo veo que es un mensaje de aquella cuenta que se encarga de hacer miserable mi matrimonió cada día, rápidamente vuelvo a guardar mi celular y voy a hacer otra cosa hasta que Viktor termine de empacar su maleta. Al no encontrar nada más que hacer, me siento en el sillón del living y saco nuevamente mi celular para poder conversar con phichit, pero al ver que otro mensaje en Instagram se asoma, las escasas ganas que tenia de usar el celular se van. Solo me quedo ahí, sentado en el sillón, mirando por la ventana, esperando que mi esposo, que ahora es más un desconocido, termine de empacar sus cosas para poder seguir limpiando el armario.
-Te llamare cuando llegue al hotel. –me dice mientras se acerca a l puerta con la maleta.
-¿Y makkachin? – volteo para tener aunque sea un poco de contacto visual con él, pero él está nuevamente de espaldas hacia mí, guardando unas cuantas cosas.
-Lo deje a cargo de alguien –sigue con lo suyo y como si de la nada se hubiera acordado de algo me dice –no quiero que te esfuerces tanto con tu condición.
No digo nada y solo lo miro mientras toma el mango de la maleta y abre la puerta, saliendo con una ropa diferente con la que entro, cuando ya todo está afuera, incluyendo la maleta dice:
-Nos vemos.
Y sin más, cierra la puerta y se va, como si a penas fuéramos unos conocidos, como si no estuviéramos casados, como si no fuéramos destinados y como si no estuviera llevando a su hijo en mi vientre.
Dejo caer mi espalda en el sillón en el que me encuentro y comienzo a llorar, lágrimas y lágrimas caen de mis ojos pasando por mis mejillas, como si no hubiera un fin, como si la pena, la tristeza y la rabia que siento en estos momentos no tuviera fin.
No se por cuánto tiempo estuve ahí, en ese sillón, sumergido en mi miseria, pero cuando finalmente me muevo, veo que ya son las 4 de la tarde, solo falta 1 hora para que phichit venga a recogerme, pero yo todavía sigo llorando, decido que no me encuentro bien y cancelo la salida, mi amigo al inicio está algo desconcertado de porque cancelo tan encima y tan de repente, pero no me cuestiona.
Me levanto de ese sillón, con los ojos muy hinchados y los rastros de lágrimas secas que hay en mis mejillas. Me dirijo al baño para lavarme la cara y los dientes, después me preparo un té y me pongo mi pijama, no quiero nada más.
Al día siguiente, Viktor todavía no me manda ningún mensaje confirmando que ya llego, pero supongo que debe de estar durmiendo o tal vez aun este viajando, ya que no me dijo a donde haría ni como haría, por lo que no estoy muy seguro de siquiera ha llegado, decido dejarlo pasar para no ser una molestia. No tengo nada que hacer y tampoco tengo ganas algunas de salir, por lo que me quedo en mi cama revisando mi celular. Las horas pasan y simplemente no me muevo más que para ir al baño, resguardo el celular para ver si algún mensaje de Viktor llega, pero las únicas notificaciones que inundan mi celular son aquellas de ese perfil de Instagram que solamente me manda videos de los encuentros sexuales con desconocidos que protagoniza mi esposo. Cuando miro al reloj que se encuentra en mi mesa de noche, ya son las 4:21 de la tarde, y yo aún no desayuno, no tengo hambre, pero de igual manera me levanto ya que tengo que comer algo.
Cuando ya tengo un desayuno preparado me siento en el sillón del living, el cual está de frente a una televisión, la cual prendo para poder distraerme un rato, buscando algo que ver. Cundo no encuentro nada, simplemente apago la tv y termino mi desayuno.
-ya son las 5:30, será mejor que vaya a dormir, estoy muy cansado.
Y así otro día pasa.
Al día siguiente, me despierto cerca de las 10 de la mañana, a pesar de que ayer me fui a la cama bastante temprano, reviso mi celular esperando algún mensaje de mi marido, pero aun nada, por otra parte, phichit me ha enviado más de 50 mensajes preguntándome si realmente estoy bien, a lo que yo simplemente los leo, pero no tengo ánimos de contestar. Esta vez me levanto y me baño, para intentar quitarme un poco la pena, que el agua se lleve toda mi amargura y que me dé un momento de paz, no funciona.
No se cómo ha pasado tan rápido el tiempo, cuando ya paso 1 semana, apenas comiendo 1 comida al día, con malestares y dolores de cabeza, no eh hablado con nadie esperando el mensaje de confirmación de Viktor, pero aun nada, por alguna razón sigo esperanzado de que aquel mensaje llegue. Por un momento creí que algo había pasado, algo impedía que mi marido me envié algún mensaje, pero al ver que su Instagram tiene constantes actualizaciones me deshago de la idea.
-Me siento tan mal, me siento vacío, me siento abandonado, no puedo soportarlo, ¿Por qué mi matrimonio llego a esto? se supone que seriamos felices, yo me case con la persona que admiraba de hace tantos años, con mi ídolo, estamos esperando un hijo, ¿Por qué él ahora es así conmigo? Puedo soportar el hecho de que se acueste con cualquier persona, no importa, eso no quita el hecho de que estamos casados, pero ya parece que no le importo, hasta parece que nuestro matrimonió fue por mera conveniencia.
Digo aquellas amargas palabras mientras lloro en el piso de la habitación que desde hace muchos días solo me pertenece a mí, intentando nuevamente descargar mi pena, ya que a pesar de todo, confió plenamente en mi marido.
Nuevamente me encuentro acostado en aquella cama, mirando al techo y sin hacer absolutamente nada, solo esperando a que el tiempo pase, pero algo es diferente, algo se siente diferente, me siento débil, me siento ido, como si algo me faltara, como si estuviera perdiendo algo. Giro mi cabeza hacia mi celular, escuchando notificación tras notificación, muchas y múltiples llega sin parar, no tengo ánimos de tomar mi celular, no tengo ganas de ver más de aquellos videos, ya no tengo la fuerza, ya no me siento bien en absoluto, intente ser fuerte por nuestro bebe, pero ahora, siento que me estoy yendo, siento que ya no puedo más, así que cierro mis ojos algo asustado de lo que está pasando, pero aceptándolo de todos modos, siento que pronto ya no voy a sufrir más.
Pero algo me detiene, no puedo descansar completamente ya que un incesante golpe de la puerta principal impide que cierre completamente mis ojos y pueda descansar.
-ABRE LA MALDITA PUERTA –escucho con claro y fuerte la voz de Yurio, tal vez esta hace muchos minutos esperando una respuesta.
-YUURI, POR FAVOR ABRE LA PUERTA –podría jurar que esa es la voz de otabek, aunque el debería estar en su país practicando para la temporada.
-YUURI, POR FAVOR NO NOS HAGAS ESTO –esta vez podría jurar que es la voz de phichit, mi mejor amigo, viniendo por mí.
Pero ya no puedo más, a pesar de todos los golpes y gritos que provienen desde la puerta del apartamento que comparto con mi amado esposo, que algún momento fue un nido de sueños, hoy podría jurar que es mi tumba, no sé porque, solo siento que ya es momento de dejar todo esto atrás, y tal vez, solo tal vez en otra vida, mi amado, mi marido, mi destinado, pueda volver a mirarme con ese amor que me juro al momento de estar en el altar.
-
-
-
Para los que leían este fanfic hace 4 años, ¿les gusto mas esta versión o la versión original"?
y para los que leen por primera vez, ¿que les pareció?
agradecería mucho que me dijeran como se sintieron al leer el fanfic y si les gusto.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top