Capítulo 5: Las malas personas tienen cara de ángel
Santuario - Filadelfia (Pensilvania, EE. UU.). Cinco días después del combate con Drewn.
Rai: ¡Estoy aburridoooo! Ayúdenme, necesito entrenarme en algo —dice en modo de queja.
Niall: ¿Por qué no vas a patinar con Nasim o a nadar en el lago?
Rai: Estás loco. Ustedes le compraron a Nasim una pista de patinadores profesionales, si me llego a montar en una patineta ahí me rompo el cuello, y soy muy bello para morir tan joven —habla exageradamente —¿¿Y aquí hay un lago??
Kiara: Claro que lo hay, tesoro. Mira quien viene de darse un baño ahí después de una larga ronda de patinaje —señala al pasillo, ambos voltean y viene Nasim sin remera, con un short, sandalias y una toalla en su hombro.
Rai: Bro, ¿por qué no me dijiste que aquí había un lago? —pregunta con el ceño fruncido.
Nasim: Manito, llevas más tiempo aquí que yo y no te habías dado cuenta de que había un lago —dice con sorpresa, a lo que Rai niega —O sea, que ¿tampoco sabías que hay una parte similar a un desierto, otra que parece un jardín natural, otra con un pequeño volcán, la otra un cañón donde el viento es fresco y una parte nublada como con tormentas eléctricas? —pregunta, y Rai vuelve a negar.
Cederic: Como se va a dar cuenta si solo se la pasa encerrado viendo películas animadas —dice mientras llega con Mario a la sala.
Mario: ¡Madre de Dios! Este niño está como quiere, no me importa que me lleve la policía con tal de que me apriete una noche —dice en tono sensual y con mirada pícara, Nasim lo ve para reírse.
Rai: Aléjate de mi hermanito, Mario —se pone al frente de Nasim para taparlo —No será un juguete para tus locas fantasías sexuales —todos se ríen.
Mario: Deja los celos, ¿no soportas que sea más guapo que tú? —Rai iba a contestar pero Kiara interrumpe.
Kiara: Basta, Mario. Deja tus labias para otra ocasión. ¿Qué tienes, Cederic?
Cederic: Sabemos donde están los otros cuatro, ahora vamos a ver por dónde empezar.
Rai: ¿Jugamos a la ruleta para ver quién sale? —pregunta
Nasim: Eres un caso especial, Rai, jajaja.
Mario: Qué loco eres... Irán a Boston donde creo que está el elegido de la hierba, por lo que los rastreadores nos contaron hay magia de ese elemento un poco fuera de control.
Nasim: Creí que los que poseían ese elemento eran tranquilos y amables.
Niall: Sí, pero no. Está novato al igual que ustedes; si se enfada demasiado puede hacer salir una gran raíz del suelo y atravesar a una persona, o sea muerte segura —Rai y Nasim lo miran sorprendidos.
Kiara: Exacto. Ahora vayánse, pequeños. Aquí están sus cosas —les pasa unos bolsos, chasquea sus dedos y los chicos salen vestidos con uniforme —Irán a un colegio, es donde hay más actividad. Ahora, al portal.
Ambos pasan al portal el cual los deja frente a una escuela en Boston. Caen sedientos, por lo que se toman un frasco de agua.
Nasim: Esto da una sed enorme. Dime que conoces este lugar, ¿has viajado acá?
Rai: Para nada. Veamos nuestros horarios —revisan para comparar, dándose cuenta que están juntos —Bueno, es un inicio. Vamos.
Entran al colegio, parece uno de clase media, hay muchas personas que van de aquí para allá hasta que se dan cuenta de su presencia y se les quedan viendo; el karma de todos los nuevos, ser el centro de atención el primer día.
Rai: Odio esto, al menos donde estudiaba antes pasaba más desapercibido —susurra.
Nasim: Te entiendo, aquí nos ven como bichos raros, que de cierta forma lo somos —susurra y se ríe—, pero ni modo, acostumbrarse será. Están todos los grupos: los populares, los nerds, los emos, los cristianos, los bravucones, las plásticas, los humildes, hay de todo aquí —Siguen caminando hasta que una mujer de unos 38 años está frente a ellos, en su blusa dice Ms Mirella.
Ms Mirella: ¿Son Rai y Nasim Malik? —se ven confundidos hasta que reaccionan y comprenden.
Rai: Sí, somos nosotros, disculpe. ¿Llegamos tarde?
Ms Mirella: Para nada, cariño. Solo me mandaron a esperarlos, síganme para llevarlos a su clase —ambos van con la maestra, en el pasillo hay algunas personas que murmuran cosas como: ¿quiénes son?, ¡qué guapos!, se ven de buena posición, tienen cara de buenas personas, son tan lindos..., entre otras cosas. Llegan a un salón, la profesora toca la puerta, de adentro sale un señor de unos 45 años —Profesor Esteban, aquí les traje a los alumnos nuevos.
Prof. Esteban: Está bien, Mirella, muchas gracias. ¡Adelante, jóvenes! —los chicos se despiden de la profesora y entran —Clase, ellos son dos alumnos nuevos, a partir de hoy empezarán el curso con nosotros. Sean amables con ellos, preséntense, muchachos.
Ambos se presentan usando el apellido Malik, por lo que dicen que son primos. Las chicas los ven con mirada pícara y los chicos con algo de envidia. Se sientan juntos, prestan atención a la clase de biología hasta que esta termina, luego entran a física y seguido suena el timbre de descanso. Se levantan para ir a la cafetería a comer y ven que está full, hacen una fila para comprar, piden su alimento y buscan donde sentarse pero la mayoría de las mesas están ocupadas.
Rai: Genial, no hay donde sentarse —dice con reproche.
Nasim: Claro, mira. Allá está un chico solo, podemos ir hacia allá y así vemos qué podemos averiguar —caminan hacia la mesa pero tres personas se interponen, dos chicos y una chica.
Rai: Disculpen, ¿nos pueden dar permiso? —pide amablemente.
Xxx: Queremos presentarnos; soy Frank, ella es Maritza y él es Marcos —apunta a los demás y le extiende la mano, ellos hacen lo mismo con él y los otros dos.
Nasim: ¡Un placer! Queremos pasar para ir a sentarnos, ¿nos dan permiso, por favor?
Maritza: ¿Por qué la prisa, precioso? ¿Se piensan sentar con ese chico?, no se los recomiendo, es una mala persona; inventa chisme, se creé el mejor, compra a los profesores para poder aprobar e incluso se droga, por eso nadie lo trata —habla la chica. Rai y Nasim no creen lo que dice. El chico se ve que está haciendo su tarea sin molestar a nadie, por lo cual si pagara para aprobar materias no necesitaría de eso.
Rai: Perdonen si no les creo, pero él está haciendo tarea. ¿No creen que si le pagara a los profesores no tendría porqué hacerla? —los tres se ponen tensos.
Marcos: Les decimos la verdad, él solo disimula para que vean que es bueno.
Nasim: No juzgo a un libro por su portada; además, un chico solitario no quiere decir que sea malo. Ahora nos dejan pasar, por favor —dice de forma fuerte pero con modales. Se hacen a un lado.
Frank: No digan que no se los advertí —les susurra. Lo ignoran y se sientan. El chico levanta su mirada que posee con unos ojos verde esmeralda.
Nasim: Hola, ¿qué tal? ¿Espero que no te moleste si nos sentamos? —pregunta amablemente, y ven que se pone algo nervioso.
Xxx: No, para nada. Yo ya me iba —se intenta levantar, pero Rai le toma la mano y él se asusta —Por favor, no me hagan nada, no tengo dinero, se los juro —pide con desesperación. Está lleno de pavor.
Rai: Oye, tranquilo. No te queremos hacer daño, queremos sentarnos contigo para hablar, no somos bravucones —El chico lo ve a la cara y se tranquiliza —Me llamo Rai y éste chico es mi primo Nasim —se presentan— Así que mucho gusto. Eh, ¿tu nombre?
Xxx: Me llamo Ilan —dice nervioso.
Nasim: Un placer, Ilan. Parece que no has comido, ¿quieres comer algo? —pregunta. Ve que el chico mira la comida con ansias.
Rai: Pedimos bastante, alcanza para los tres. Come sin pena.
Ilan: No quiero ser grosero, pero se pueden meter en problemas por andar conmigo, mejor me voy —dice asustado viendo hacia al frente. Rai se voltea y ve que son los chicos de antes.
Rai: Oye, pequeño, cálmate. No te haremos daño. Y nosotros sabemos cuidarnos, ¿esos tipos te molestan? —Ilan asiente —Lo sabía, no dan buena espina esos zorros, ¿por qué lo hacen?
Ilan: Son mis primos, pero me odian. Mi mamá murió cuando yo era un niño, mi papá tuvo que trabajar lejos por lo cual me mandó con mis tíos, que por razón desconocida me detestan igual. El dinero que mi papá manda para mí se lo gastan ellos, solo me pagan el colegio. Desde los 7 años trabajo haciendo domicilios, y ahora, que tengo 15, de mesero en un café para comprarme mis cosas. Ni siquiera vivo en su casa, vivo en una choza que está anexada al terreno —se le salen las lágrimas. Él continúa —Mis primos se encargaron de hacerme mala reputación en el colegio, por esa razón nadie me trata y me hacen bullying a diario, pero les juro que no soy así —cae en llanto.
Nasim: Qué infelices. Hay que darles una gota de su propia medicina.
Rai: Estoy de acuerdo.
Ilan: No, por favor, ellos pueden lastimarlos. Oh, no. Ahí vienen —dice lleno de terror.
Frank: ¿Todavía andan con éste delincuente? Hagan caso, no le hablen, puede robarles.
Rai: A los que hay que tenerle miedo es a otros —se levanta —Conozco a los de tu clase, los que mandan a hacer cosas sin ensuciarse las manos —lo agarra por el cuello y lo levanta, todos lo ven sorprendido. Ilan está impresionado, Marcos va a meterse pero Nasim se para frente a él —Mira, infeliz, ya me tienes harto con tu carita de inocente. Deja de molestar a las personas que no hacen nada y búscate una vida —lo avienta contra una meza y cae al otro lado.
Nasim: Muévete si no quieres que te parta la cara —amenaza, a lo que Marcos levanta a su primo y se van.
Ilan: Gracias, de verdad son los únicos que me han ayudado. Debo ir a clase, pero ¿podemos vernos más tarde en la salida? —pregunta, y los chicos asienten. Luego se marcha.
Más tarde, a la hora de salida, Nasim y Rai van a encontrarse con Ilan, pero ven que Maritza va con unos chicos que llevan una rueda de bicicleta con varias piezas más, por lo que deciden seguirla. Llegan al patio trasero de la escuela.
Maritza: Terminen de destruir eso, aquí el pequeño engendro de Ilan no sabe lo que le espera.
Nasim: ¿Qué le espera, dímelo? —ella voltea asustada junto con los chicos, ven a Rai junto con Nasim observándolos —No soy capaz de insultar a una dama, pero tú ya no eres eso, eres un monstruo, y después dicen que Ilan es el malo.
Rai: Dejen eso si no quieren quedar como pensaban dejar esa bici —Maritza manda a que los chicos los golpeen pero los muchachos les hacen frente fácil. Rai se acerca a la chica y la toma por el cuello —Escúchame bien, mujer. No te golpearé porque soy un caballero ante todo, pero el director se enterará de esto. Tomamos fotos y te grabamos —los ve aterrada.
Nasim iba a decir algo pero su gema junto con la de Rai brillan intensamente, por lo que sueltan a la chica, observan a su alrededor y ven que una luz verde viene de la otra parte trasera de la escuela, por lo cual corren hacia allá...
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