PRÓLOGO.
Castillo de Duncan - Gran Muralla China (250 años atrás).
Una gran batalla entre la luz y la oscuridad se desarrolla en el lugar. Duncan envía descargas de energía negra hacia un joven de unos 25 años, de cabello dorado, con rasgos árabes, ojos azules, y de cuerpo fuerte; el chico crea un campo eléctrico de protección que evita que la descarga llegue a él. Ambos poderes colisionan hasta crear una gran explosión que deteriora la estructura del castillo.
Duncan: Sí que eres un estorbo, Ryan. La verdad no sé qué es lo que te mantiene en pie -ve con diversión al joven que está arrodillado en el piso algo cansado-. Todos los demás ya están en el infierno, estás acabado.
Ryan: Aunque destruyas mi cuerpo, mi alma aparecerá y acabará contigo -le asegura mientras se levanta-. Mirco y Milo ya están dormidos, al igual que tus guerreros, y el sitio donde están no está a tu alcance.
Duncan: No me hagas reír. ¿Acaso no te has visto? Estás muriendo; pero descuida, te daré el tiro de gracia -va hacia él a gran velocidad con su enorme espada dispuesto a cortar al chico.
Ryan: ¡Metralla de chispas! -en sus manos aparecen dos dagas de plasma, corre hacia el demonio y comienza a chocar su arma contra la del demonio.
El elegido intenta darle un golpe fuerte; salta por encima de Duncan, aterriza detrás de él y le lanza sus dagas. El demonio gira su espada con gran habilidad, y con esta rechaza las armas del chico, luego la agita hacia él lanzando una ola de energía; Ryan intenta esquivar el golpe, pero la energía explota, dándole directamente.
Duncan: Perdiste, ¿acaso no has entendido? Morirás; una vez que eso pase, el campo del santuario desaparecerá y así lograré despertar a mis soldados -coloca el filo de su espada en el cuello del joven-. Sé inteligente y únete a mí, no quiero matarte.
Ryan: Porque te recuerdo a ella, ¿cierto? ¿O me vas a decir que cada vez que ves a los elegidos de cada generación no piensas que estás lastimando su cuerpo? -el demonio alza una ceja y coloca sus ojos en rojo, mientras se coloca desesperadamente la mano en la cabeza-. Lo lamento, pero es hora de que vayas a dormir. ¡Plasma relámpago!
El chico aumenta su aura de forma increíble; grandes rayos amarillos salen disparados de su cuerpo golpeando al demonio, los rayos parecen láseres, y atacan a Duncan directamente. El demonio aumenta su aura creando un escudo para proteger su cuerpo.
Duncan: ¡Nadie se burla de mí, maldito! -lanza grandes ondas de energía negra en forma de círculos hacia el chico; sin embargo, un muro de roca aparece frente a él-. ¿Qué? -ve que una gema de color marrón está en frente-. ¿Acaso tú...? -ve que a su izquierda hay una gema gris y otra azul; y a su derecha, una verde y otra naranja-. ¡¡Maldito!! -voltea viendo al elegido-. ¡Te vas a arrepentir, nadie juega conmigo!
Ryan: Jamás. Es hora -hace que sus relámpagos choquen contra las gemas, estas responden a su energía y unas imágenes aparecen dejando sorprendido al demonio-. Duncan, yo jamás estuve solo; el cuerpo de mis hermanos ya no está, pero sus almas siguen conmigo.
Duncan: Pero, eso es imposible. ¡Yo les arrebaté sus vidas! -ve confundido los espíritus de los demás elegidos, su aura se desestabiliza cada vez más debido a la rabia y confusión que tiene-. ¡Te mataré, maldito hijo de puta! -intenta subir su aura, pero los poderes de los elegidos lo comienzan a quemar; un círculo mágico aparece en el suelo, y también sobre él.
Ryan: Imposible, ya comenzó el ritual -hace una pose de manos, al igual que las almas de los demás elegidos-. ¡Duncan, quedas extinguido y expulsado al otro lado. Duncan quedás extinguido y expulsado al otro lado! -repite varias veces, las auras de todos los elegidos se unen creando un gran remolino que envuelve al gran demonio-. ¡Duncan, quedas extinguido y expulsado al otro lado!
Alrededor del remolino aparece una gran cantidad de sellos antigüos, los cuales comienzan a adherirse al cuerpo del demonio, este grita de dolor por el poder que está ingresando a su cuerpo. El cuerpo del demonio comienza a deformarse; el torbellino se convierte en un agujero de guasano que sale disparado hacia el cielo, desapareciendo el castillo.
El rayo aparece en medio del Océano Pacífico cayendo sobre una enorme roca, la cual absorbe toda la energía. En la parte delantera de la roca, aparece un sello antiguo de color rojo, el cual cambia a color blanco; las nubes negras en el cielo giran hasta consumirse, y el sol vuelve a salir.
Gran Muralla China.
Ryan: ¡Lo logramos! Gracias, hermanos, logramos vencer -los espíritus de los demás elegidos sonríen mientras desaparecen-. La guerra santa acabó y la tierra está libre -se desmaya, las seis gemas brillan, se elevan y desaparecen.
Una misteriosa persona, que observaba la pelea desde un sitio cercano, se da vuelta para abandonar el lugar...
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