Gran Cañón - Arizona, EE. UU.

Dentro del castillo, el demonio líder golpea la pared con mucho coraje, su aura comienza a descontrolarse, y sus hermanos lo ven desde lejos.

Duncan: Kaito, también has caído —expresa con rabia en sus pensamientos—. ¿Cómo es posible que esto esté pasando?

Milo: ¿Lo dejamos así o le damos un té para que se duerma? —ve a su hermano, este solo le da una mirada de seria—. No me veas así, Mirco. Tú sabes que Duncan cuando pierde el control es muy peligroso.

Mirco: Eso lo sé, pero a veces tus soluciones son realmente estúpidas —niega mientras se acerca a Duncan—. Escucha, el aura que se sintió hace poco es la de Jerathel, por lo que debemos subir a ese lugar para poder estabilizar tu energía y que pienses con claridad.

Duncan: Eso lo sé, sin embargo no estoy del todo perdido, aún tengo cordura —ve sus brazaletes, comienza a expandir su energía negativa hasta ellos—. Tengo que permanecer acá para lograr que se contaminen por completo.

En el camino hacia la cuarta torre; Eidan, Ilan y Nasim, corren a gran velocidad atacando a unos demonios que han interferido en su paso. Nasim crea un tornado, Eidan lo envuelve en fuego, y Ilan, con su flecha, lo hace explotar; las bolas de fuego se dirigen a los demonios, consumiendo su cuerpo.

Eidan: Desde las torres de Zander hasta la de Kaito no habían pactantes o demonios de rango cuatro, esto es nuevo —opina mientras corre.

Nasim: Es obvio que se han dado cuenta que tres de los guerreros han muerto, y ya nos deben estar tomando en serio —asegura—. Me alegra que Mizu haya salido con vida, muy pronto nos alcanzará. Ahí está la siguiente torre —señala al frente.

Llegan a la torre, la cual posee la misma estructura que las otras; sin embargo, esta tiene una víbora tallada en la entrada. Los chicos deciden tomar una doble dosis del antídoto, por precaución, luego entran a la torre. Posee un largo pasillo con grandes imágenes de varios tipos de serpientes venenosas en las paredes.

Ilan: Esto da miedo —su piel se eriza, en eso siente algo—. Una presencia, cuidado —todos se tiran al suelo para esquivar una serpiente hecha de sombras—. Es Marin —señala hacia el frente, ven que la chica está en el pasillo con su máscara de víbora, su traje de cazarrecompensas y su aura brillando.

Marin: Sean bienvenidos a mi torre —les da un saludo cordial, pero su tono de voz transmite rabia—. Permítanme felicitarlos por haber llegado hasta aquí, son una caja de sorpresas.

Nasim: Yo me quedaré. Su humo es mortal, pero gracias a mi poder puedo purificarlo —asegura, los otros dos lo ven muy preocupados—. Haré lo posible por salir vivo.

Ilan: Nasim, ¿estás seguro? —el mayor asiente—. Tal vez si peleamos juntos sea más fácil.

Eidan: Quisiera quedarme, Ilan, pero tenemos que llegar al castillo y aún faltan tres torres más. Vamos —el menor asiente, los tres corren hacia Marin; la mujer solo se queda viendo a los chicos—. ¡Lanzallamas!

Ilan: ¡Hoja mágica! —ambos ataques van hacia la demonio, ella los repele con una barrera de veneno que derrite ambos ataques; sin embargo, los dos elegidos caen detrás de ella para buscar la salida—. Nasim, cuídate —la mujer se voltea.

Nasim: ¡Ataque aéreo! —vuela a gran velocidad hacia la demonio, esta esquiva el ataque dando un gran salto hasta caer detrás del elegido—. Marin, no te dejaré mover de acá hasta que mis hermanos hayan salido de aquí —la mujer se quita la máscara y lo ve sonriendo.

Marin: Nasim, te confesaré algo. Aunque tus amigos logren penetrar en esta torre, jamás llegarán con vida a la siguiente —el elegido no entiende—. Aunque ustedes son muy pero muy persistentes, Eidan y Ilan pueden morir en el intento, al recibir mi veneno.

Los dos elegidos van corriendo a gran velocidad hacia la salida de la torre, de repente el kitsune capta algo, por lo que detiene a su hermano menor de forma brusca.

Eidan: Perdón, chaparro. Ponte la mascarilla que posee el traje, hay veneno más adelante —el menor asiente. Ambos se colocan un cubrebocas hecho de acero, el cual les protege la nariz y la boca. Avanzan hasta que ven la salida de la torre. Se asoman y ven algo raro—. ¿Polillas?

Ilan: Así es, son polillas, y de sus alas desprenden una especie de polvo —ven que las polillas son de color negro, rojo y morado oscuro; mientras vuelan alrededor del camino, exparsen una especie de polvo rojo brillante que les hace imposible ver bien.

En el área principal de la torre, Nasim está algo preocupado debido a lo que la demonio le confiesa del veneno.

Marin: Los insectos que están fuera de esta torre no son comunes, son seres sobrenaturales que crecen en el infierno, llamados “la mariposa del diablo”. Sus alas desprenden un veneno letal. Con solo aspirar el polvo o rozar sus alas, el veneno se filtra por tu cuerpo; tu función corporal baja, pierdes los cinco sentidos, y al final mueres —explica—. Dudo que ese par dé cinco pasos al frente —sonríe con malicia.

Nasim: ¡Rayos, no! —intenta volar hacia sus hermanos, pero una gran pared aparece bloqueando la puerta—. ¡Abre la puerta! —le exige a Marin.

Marin: ¿A dónde crees que vas? Pensé que tú ibas a pelear conmigo, elegido del viento.

Nasim: No puedo huir ahora, debo derrotarla para poder llegar con ellos —aumenta su aura—. ¡Ciclón! —crea un tornado y sale disparado hacia la mujer.

Mientras tanto, Eidan y Ilan deciden investigar a los misteriosos insectos antes de salir de la torre. El menor busca en su grimorio sobre insectos sobrenaturales, hasta que encuentra algo, y procede a leerle la información a su hermano.

Eidan: Mariposa del diablo, ya veo —va hacia el camino que está cubierto por el polvo—. Debí suponer que Marin no nos iba a dejar el camino fácil. Lo que quiere es retenernos acá para ellos ganar tiempo —asegura—. ¿Hay alguna forma de pasar?

Ilan: La mariposa del diablo posee una toxina muy potente que afecta a cualquier ser sobrenatural, excepto a la raza demonio, o híbridos mezclados con ella; y a los arcángeles o ángeles guardianes de alto rango capaz de crear un escudo impenetrable —lee su libro—. Estamos en apuros, solo Lenalee o Noel son capaces de pasar esas cosas. ¿Qué hacemos?

Eidan: No lo sé, lo más seguro es que debamos llamarlos para... —de repente, la espada comienza a brillar y palpitar—. ¿Qué pasa? —la desenfunda y esta brilla más potente—. Parece que quiere que la usemos.

Ilan: Puede funcionar. Cuando la espada se fusionó con el cristal, este tenía la sangre de Lenalee y los demás; esa combinación podría destruir y purificar el veneno de las mariposas —analiza de forma positiva, y su hermano asiente.

Eidan: Así es, enano. ¡Vamos! —la espada desprende una energía sagrada que los envuelve a ambos.

Mientras tanto, Nasim va hacia la demonio, pero no consigue darle debido a que su ataque es bloqueado por otro; el chico es rechazado, y se aleja. Alza su vista y ve que un remolino de color morado oscuro rodea a la mujer.

Nasim: Es veneno —asegura, luego el remolino desaparece. Marin saca sus alas—. Debo evitar que el humo se filtre en mi cuerpo.

Marin: Lograste dispersar mi veneno con el aire, es hora de jugar —de su mano sale un enorme humo rojo que va hacia el elegido, el chico usa el viento para evitar que llegue a él—. Primero lo dispersaste, ¿pero qué harás cuando el aire sea contaminado? —crea sus víboras de sombras, las cuales van hacia Nasim atrapando su cuerpo e impidiéndole moverse.

Nasim: Rayos. ¡Ya sé! —con su poder saca el cubrebocas de su traje, y se lo coloca—. Si evito abrir los ojos, tendré menos posibilidad de absorber una gran cantidad de veneno —piensa.

Marin: La mascarilla y el cerrar de los ojos es una muy buena opción, mas no evitarás que entre por tu piel —sonríe, pero luego ve que algo no está bien—. Ya tiene casi un minuto ahí y no se ha desmayado —coloca sus ojos en rojo y ve a través del cuerpo del chico—. La toxina no está entrando a su cuerpo —ve todo con confusión.

Nasim: No me siento mareado, tampoco tengo dolor, y mi cuerpo tampoco está adormecido; es hora de salir de acá. ¡Viento cortante! —aumenta su aura, el brillo se transforma en una corriente de viento y luego en cuchillas que van hacia la demonio. Marin se agacha, evitándolas, luego rueda por el suelo esquivando el resto del ataque; después, la mujer vuela, pero las cuchillas van tras ella—. ¡Toma! —las cuchillas se dispersan creando un tornado que envía a la mujer a chocar contra la pared—. ¡Ataque aéreo! —vuela hacia ella a gran velocidad, pero esta desaparece y reaparece detrás de él.

Marin: ¡Garra de sombra! —crea una gran garra de león en su mano derecha y vuela hasta el chico, dándole un golpe directo en la espalda que lo estrella contra el suelo—. Todo lo que sube debe bajar. Así que es ese traje el que te protege de mis ataques —observa que el traje está intacto—. Seguro que fue diseñado por ese elfo de cabello plateado, ya que su rango le permite manipular la magia espiritual al máximo —concluye—. Ya sé lo que debo hacer entonces.

Nasim: ¡Guadaya explosiva! —lanza una patada al aire. Un gran tornado va hacia Marin, ella usa su poder para neutralizar el tornado—. No se preocupó ni siquiera en esquivarlo.

Marin: Verás a unos demonios. ¡Mariposas del diablo! —a su alrededor comienza formarse un gran número de esferas negras de tamaño pequeño, y estas toman forma de polillas. Los incestos van hacia Nasim a gran velocidad, el chico usa su poder nuevamente logrando dispersar a los insectos—. Lo lamento, pero esta vez estás acabado.

Nasim: ¿Eh? —más polillas aparecen tras él, y lo golpean con gran fuerza; su cuerpo sale volando por toda la torre—. ¡Oooh! —el elementary cae al suelo con fuerza, su nariz se rompe y su cuerpo comienza a rodar por toda la torre, hasta que para—. Este ataque es muy diferente a los que nos enseñó antes, pero no siento dolor —se da la vuelta quedando boca arriba hacia el techo—. Más bien mi cuerpo se siente adormecido, no puedo moverme.

Marin: Parece que ya el veneno se comenzó a filtrar —observa cómo el cuerpo del chico comienza a temblar—. Lo sabía, solo tenía que enviar el veneno directamente a su cuerpo. Bueno, me quedaré a observar el eterno sufrimiento —la mariposa toca la parte de su piel expuesta.

El elementary comienza a respirar agitado, sus labios comienzan a ponerse morados, siente dolor tanto en el abdomen como en el tórax, tiene mucha tos, y luego comienza a dar una serie de movimientos espasmódicos e incontrolables de brazos y piernas. La demonio se ríe de placer, Nasim comienza a toser muy fuerte.

Nasim: Este dolor es insoportable, siento que poco a poco me voy quedando dormido. ¿Acaso será este mi fin? No siquiera, puedo hablar —piensa mientras sigue teniendo un gran dolor en todo el tronco—. No no no, me estoy quedando dormido —cierra sus ojos.

El elegido está en una gran pista de patinaje. El chico va dando grandes piruetas por toda la pista, el público lo alaba; gritan su nombre y le aplauden cuando termina.

—¡Y el ganador es: Nasim Pimentel, de México! ¡Tenemos el primer campeón latino, muchas felicidades! –dicen desde los altavoces.

Nasim: Muchas gracias —le sonríe a la chica y ve hacia las gradas alzando el trofeo—. Qué bueno. ¡Lo logré, lo logré! —en eso se da cuenta de algo: Rai, Eidan, Mizu, Ilan y Lance no se encuentran; tampoco, Laila, las parejas de sus hermanos o sus demás amigos, y tampoco están sus padres—. ¿Pero dónde están? Si son mi familia. Espera, ¡aaaah! —se agarra la cabeza—. Esto no es real, es parte del veneno. No me voy a dar por vencido, me niego. Todos están allá luchando, yo también debo salir de acá —hace explotar su aura.

Marin está viendo como Nasim aún se retuerce por el dolor, lo que hace que la demonio frunza el ceño.

Marin: No comprendo, aún no ha muerto. Este es uno de los venenos más letales que hay, y además... Ese poder —se voltea rápidamente hacia la puerta que ella misma selló—. Se siente una energía diferente, algo puro y majestuoso. Eidan y Ilan poseen razas de esta clase que les otorgan un rango sagrado superior a los otros cuatro, pero esta aura no es de ninguno de los dos —comienza a avanzar hacia la puerta.

Nasim logra despertarse, se levanta rápidamente y usa su poder de guadaya explosiva; el gran tornado va hacia la demonio, esta se percata y esquiva el ataque, pero el poder la persigue. El viento se separa y se convierte en cuchillas que golpean a la mujer directamente, esta cae al suelo de espaldas.

Marin: ¡Te has levantado, no puedo creerlo! —expresa con mucha impresión—. El veneno de estas polillas debió haberte mandado al otro mundo.

Nasim: Lo lamento, pero no me pienso dejar ganar así de fácil, y mucho menos por medio de un encanto. Ahora sabrás de lo que soy capaz —su aura sube una vez más creando un enorme brillo.

Marin: ¡Silencio! —crea sus víboras de sombras y las envía hacia el chico, Nasim comienza a correr a gran velocidad por toda la torre evitando el contacto con las víboras—. ¿Cómo es posible que se mueva así? El veneno tuvo que haberse filtrado en su cuerpo. Esto es muy extraño —el elementary comienza a dar una voltereta en el aire, envía cuchillas de viento que van hacia las serpientes, eliminándolas.

Nasim: Ahora estamos de igual a igual —crea un tornado a su alrededor y corre hacia la demonio, ella salta y le lanza una patada, el chico se cubre, la toma de la pierna y la lanza contra la pared. Marin se recupera y envía más mariposas del diablo hacia el elementary, quien expande el viento para evitar que se acerquen a él—. Te lo dije, estamos iguales.

Marin: Así como el viento es fácil de crear, también es fácil de contaminar. Esos remolinos no son nada para mí —le asegura mientras aumenta su aura.

Nasim: Pues, yo lo dudo. Creo más en acciones que en palabras —la reta.

Marin: Deja de decir tonterías, definitivamente no te perdonaré. ¡Tóxico¡ —envía ácido hacia el chico, Nasim corre hacia la derecha tratando de huir del veneno, el cual consume la pared de la torre—. No tienes escapatoria, niño —envía más ácido hacia Nasim.

Nasim: ¡Rayo sónico! —envía su ataque más fuerte para combatir el veneno, el choque de ambos poderes crea una explosión—. Muy bien, es hora —se multiplica y vuela cerca de Marin, rodeando su cuerpo—. ¡Rayo Sónico! —los clones se envuelven en energía gris y golpean a la demonio con gran fuerza, esta no puede rechazar el ataque, ya que no sabe de dónde vendrá el siguiente golpe.

Marin: Debe ser una broma. Este chico parece que nunca hubiera sido envenenado —piensa, aturdida por los fuertes golpes—. ¡Ya basta! —crea un remolino de ácido que hace que Nasim no se acerque—. Me equivoqué al subestimarlo, no puedo creer que su aura sea tan fuerte —piensa—. Parece que estás orgulloso de tu gran manipulación del viento, pero se te olvida que yo también puedo usar el viento a mi favor. ¿Cómo te acercarás ahora?

Nasim: No necesito acercarme. ¡Rayo sónico! —carga su gran poder para enviarlo hacia la chica, esta solo sonríe mientras espera el golpe; sin embargo, el ataque es detenido por una luz morada oscuro—. Mi ataque se detuvo, ¿pero cómo es posible? —ve que su ataque choca contra algo que evita que llegue hasta Marin. Una luz de color morado comienza a brillar—. ¡Es un aguijón de escorpión!

El elementary está sin palabras, ya que su ataque más poderoso fue detenido por un aguijón de tamaño mediano y de color morado oscuro que Marin posee en su mano.