A veces debemos tomar decisiones de las cuales siempre tienden a tener un costo muy alto, y este era el caso de Samuel que se encontraba en una especie de trance de lo cual parecía estar en una pelea entre sus pensamientos.

No lo mates —. dijo Samuel.

Deberías ser más agradecido de tener un hermano como el, tu solo eres basura, no te matare, pero me voy a desquitar contigo —. dije para luego estrellarlo muy fuerte contra los árboles.

¡Gerard! —. grito el preocupado.

Te lo advierto, si este bastardo trata de hacernos algo, no tendré piedad contra los dos ¿Quedo claro? —. le dije fríamente.

D-De acuerdo —. acepto el para luego ir por su hermano.

Hora de irnos —. dijo Kevin.

Nos alejamos de ahí rápidamente antes de que Gerard se despertara y ya no quiero tratar a ese chico, entonces nos fuimos a una zona un poco más segura, pero lo bueno de esto es que el capitán Wesk ya se encuentra fuera del camino, y eso me da más tranquilidad y más confianza para poder mantener el grupo hasta llegar al refugio.

¡¿Cuándo será el bendito día en el que ya no tengamos que tener otra amenaza, como esos malditos gemelos?! —. se quejó Blake.

Bienvenido a la nueva normalidad —. dije mientras soltaba un suspiro.

Esta normalidad apesta —. dijo Justin.

Todos estamos de acuerdo —. le dije mientras que Kevin y Blake asentían también.

En ello seguimos caminando hasta topar con una zona extraña en el bosque y para luego que al momento en que dimos algunos pasos ahí, varios chicos salieron se ahí que tenían en mano lanzas junto con sus arcos y flechas.

¡Wow! ¡Tranquilo no vinimos hacer daño a nadie! —. dije mientras que trataba de calmar la situación.

Itzel...al parecer llegamos a la zona fantasma—.dijo Blake.

Era cierto como había dicho Blake es que en ella había cazadores protegiéndola, yo trataba de dialogar con ellos de que nosotros no éramos traicioneros y en ellos solo alejaron a Justin por el hecho de que era el menor e iban a atacarnos, pero luego llego alguien más que pidió que pararan.

¡Alto! —. grito un joven asiático un poco más mayor y de ello pude notar a Blake sorprendido.

¿Hayato? —. dijo Blake sin poder creerlo.

¡Blake! ¡Hermano! —. decía el mientras se acercó a abrazarlo.

Ojalá que los cazadores se ablanden un poco y no quieran matarnos a nosotros —. me susurro Kevin a lo que yo solo asentí.

Blake le había explicado a su hermano que nosotros veníamos con él y que estábamos en son de paz. Hayato miro a Justin, luego a Kevin y por último a mí, para luego el diera una señal de que los cazadores ya no nos amenazaran y para luego darnos el paso al lugar. Pero Hayato me quería interrogar, no sabía por qué, pero tuve que aceptar, después de todo soy una extraña y es normal que tenga desconfianza ante una persona nueva.

Entramos al lugar y de verdad de que este lugar era un gran campamento porque pude ver a muchos adultos, jóvenes y niños elegidos viviendo por así decirlo una vida pacifica, porque pude ver que todos estaban tranquilos y estaban felices de que Hayato hubiera recuperado a su hermano, a la misma vez le dieron la bienvenida a Kevin y Justin, pero cuando me veían a mí se pusieron tenso porque como era la mayor pensaron que soy una traicionera.

Se que puede sonar exagerado para cualquiera, pero hay que entender que literal nos encontramos en el apocalipsis por culpa de los buscadores y traicioneros.

Más tarde Hayato me llevo a un lugar apartado para evitar la tensión de los demás ante mi presencia y para que comenzara a interrogarme.

¿Cuál es tu nombre? —. me pregunto seriamente.

Soy Itzel —. le respondí amablemente.

¿Por qué mi hermano estaba contigo? —. me dijo.

Nos encontramos hace varias semanas y yo estaba junto con Justin entonces y le propuse que se uniera a nosotros para que no estuviera solo —. le dije, ocultándole el hecho de que lo encontré casi muerto para mantener mi promesa.

¿Cómo sé que no estas fingiendo en que nos atacaras como cualquier traicionero? —. dijo Hayato.

Bueno si fuera una traicionera, Blake no estuviera vivo y no estaría contigo, además hace poco tuvimos un encuentro con los gemelos Samuel y Gerard —. dije un poco molesta ante ese recuerdo.

¡¿Qué?! ¡¿Salieron con vida?! ¡Esos malditos obligan a sus víctimas a morir! —. dijo el atónito.

Pues si se meten conmigo nuevamente, no tendré piedad —. dije ya calmándome un poco porque ya no quería pensar en eso.

¿Entonces no eres una traicionera? —. me volvió a preguntar Hayato.

¡¿Traicionera?! ¡Prefiero que me entierren un cuchillo en la garganta antes que ser una traicionera! —. dije un tanto ofendida.

Wow...perdón por si fui un poco duro contigo —. se disculpó.

No tienes que disculparte, es normal que desconfíes después de que esos malditos hicieron este apocalipsis —. dije comprensiva.

Igual también debo agradecerte por mantener a mi hermano a salvo hasta aquí —. me agradeció.

Fue un placer —. le respondí.