14. Empiezan los problemas
La burbuja en que lo tuvo Gaara pareció romperse apenas vio el tren a la distancia, la realidad lo reclamó y una vez más regresaron esas miradas que soportó durante su niñez. Sí que murmuraban y sin disimulo lo observaban con el desprecio que no experimentó desde que se volvió hokage, nadie era capaz de replicarle algo en su cara.
—Eso va en contra de la naturaleza, que asco presenciar a dos hombres besándose —en voz baja dijo una persona a su acompañante.
—Mami, ¿Por qué esos dos señores se besaron? —un niño preguntó a su progenitora.
Naruto caminaba a paso lento porque no estaba avergonzado de lo suyo con el pelirrojo, pasó cerca de la señora y se detuvo un dispuesto a oír la respuesta de la mujer a su hijo; por el rabillo del ojo observó a la mujer compartirle su punto de vista a la criatura.
—Lo que tu papá y yo tenemos es amor, lo de ellos es un vicio; nunca seas así —dicho esto jaló de la mano al pequeño perdiéndose entre la gente.
En menos de unas horas no quedaría persona en la hoja que desconociera de la relación entre el hokage y el kazekage, jamás pretendió esconderlo y afrontaría todo lo que viniera; si lo trataban diferente lo soportaría. Algo que tenía seguro es que nadie lo ridiculizaría como cuando era niño debido a lo fuerte que era, pensándolo detenidamente la gente de la hoja no eran muy buenas personas; conocía que varios de sus conocidos recibieron algún tipo de fastidio en su infancia, aunque claro eso no era culpa de los niños, sino del tipo de padres que poseían.
— ¿Qué tan crueles pueden llegar a ser las personas? —reflexionaba Naruto a la vez que recordaba la historia del padre de Kakashi quien hace mucho tiempo atrás se suicidó.
Luego iría a la oficina, no era el medio día y prometió llegar a esa hora, recorrería un poco la aldea para despejarse; casi de manera inconsciente sus pies lo guiaron a la academia ninja, ahí seguía el columpio e invadido por la nostalgia se sentó con ambas piernas a un lado del asiento en dirección a la entrada de la academia.
— ¿Naruto? —oyó que alguien lo llamó e inmediatamente volteó la cabeza hacia la izquierda.
—Iruka-sensei —dijo recuperando un poco los ánimos.
—No esperaba encontrarte por aquí, además por tu cara algo ha sucedido — ¿Tan rápido pasó el tiempo? No es que su sensei se viera viejito y canoso, sino que las líneas de expresión estaban más marcadas.
—Odio admitirlo, pero está en lo cierto; para mí consuelo al menos podré contárselo en persona y no se enterará por boca de otros —aquel con la cicatriz se sentó en el pasto dispuesto a escuchar. La expresión en aquel que tomaba por su hermanito menor era complicada de explicar, había una cierta alegría en sus ojos que desencajaba con la decepción en su rostro.
A su vez en el tren rumbo a Suna se encontraban tanto el quinto kazekage como su hermano, la expresión del mayor delataba la seriedad de lo que estaba a punto de decir.
—Ya es momento de decírtelo, Gaara —habló Kankuro sacando de entre sus ropas un pergamino.
— ¿Qué descubrieron sobre el ninja fallecido? —directo al grano fue el de ojos turquesa; en su aldea surgió algo sospechoso y tal como su deber lo implicaba debía velar por la paz en Suna. Hasta hace unas pocas semanas algo misterioso sucedió en una misión y entre más averiguaban las cosas se tornaban turbias.
—Según el reporte de su equipo en la misión como escolta tendrían que ir hasta Iwagakure llevando a un mercader, se suponía que en medio del regreso fueron atacados por unos ladrones —el marionetista tenía una expresión de "algo está mal en esa historia" y era obvio, unos ladrones comunes y corrientes contra un jounin no era tan fácil de creer.
—Si no me equivoco los tomaron desprevenidos y en el ataque usaron papeles bomba atados a kunais, la idea era matarlos rápido para evitar la desventaja de poder; aunque solo consiguieron acabar con uno y se llevaron unas cuantas pertenencias mientras que los ninjas trataron de mantener vivo a su compañero. Solo que de todos modos por los múltiples cortes en la yugular murió —realmente la historia no era la mejor, algo no cuadraba.
—No fueron simples ladrones, sin embargo, quisieron hacer parecer que sí —ambos hermanos se mantuvieron pensativos.
—Además solo lo atacaron a él usando como distracción varios papeles bomba; deben ser expertos en matar como para aniquilarlo tan rápido y huir —Gaara observó la ventana.
—Insinuar que la intención era matarlo parece lo más acertado, mas no creo que él sea el tipo de persona que esté en los libros de ninjas renegados junto a una buena suma de dinero —algo más oscuro pasaba frente a sus narices y no descifraban qué.
—Lo seguro es que el bajo mundo está involucrado en esto, al llegar a la aldea examinaremos mejor la situación y sobre qué van detrás realmente —con estas palabras concluyó el diálogo el kazekage.
Los problemas de su aldea no es algo que compartiría con Naruto porque eso conformaba las cosas que solo los más altos mandos conocían; El concejo de ancianos siempre le recalcó que la política de su aldea solo les concierne a ellos, no querían que se involucraran en sus asuntos internos alguna otra aldea.
Ahora que rememoraba al rubio, deseó que el beso en estación no le trajera inconvenientes, aunque suponía que eso sería inevitable; decidieron llevar su relación sin ocultarla, soportarían lo que tuviera que pasar, esa fue su elección y retractarse no serviría de nada. Mirando el anillo en su dedo se recordó que había una persona que lo amaba del mismo modo que él. Cuando le dijo ese "Gaara, te amo" le hubiera gustado ser capaz de responderle un "Y yo me siento muy amado por ti", lo haría en otro momento cuando se volvieran a ver; aún la calidez en sus labios permanecía y si cerraba los ojos era como si él lo siguiera besando; ese Uzumaki lo tenía muy enamorado.
Continuará...
Nuevo capítulo, necesitaba publicarlo antes que se me fuera la idea; por fin empieza la trama, deseaba darles trasfondo a la relación de los dos y no lanzarme desde un comienzo con esto porque quería primero construir la relación de estos dos.
Ojalá y les agradara el capítulo, si así fue me apoyarían mucho con su voto y un comentario.
Hasta la próxima.
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