Capítulo 17
Edén se quedó perpleja ante la afirmación del muchacho.
—No sabes la felicidad que me entra al ver que no estoy solo en esto. —finalizó.
—¿Felicidad? ¡Estás desquiciado! ¿Qué quieres de mí? ¿Quieres matarme? —preguntó alterada pensando en lo que le había contado Hook acerca de los bisiestos: eran peligrosos.
—¿Desquiciado? —Kain se intentó acercar a Edén, pero esta, como acto reflejo, dio un paso hacia atrás, pero se chocó con la ventana, ahora cerrada.
—¿Me tienes miedo? —preguntó observando la actitud de la muchacha—. ¡Acabo de salvarte la vida! ¡Si no llega a ser por mí, ahora mismo estarías muerta! ¿Así es como me lo agradeces? —El muchacho no quería levantar la voz, pero era una situación muy extraña y este deseaba que ella le creyese.
—¿Qué se supone que debo agradecerte? ¡Primero no dejas de mirarme, luego continuas como si estuviese loca, después me desquicias, me dices que soy algo que no soy y me pides que te lo agradezca! ¡Oh sí! ¡Muchas gracias por aparecer en mi vida y salvarla! —Edén no paraba de resoplar.
—¿Quieres morir? ¡Debería haberte dejado morir!
—¡Vete! Vete y déjame morir.
—Acaso eso es lo que quieres ¿Morir?
—¡No! —gritó— ¡Solo quiero que te marches!
Kain negó en repetidas ocasiones, ahora no podía dejarla. Le había confesado que él mismo era bisiesto, y no quería ser perseguido y mucho menos morir.
Es cierto que podría viajar al pasado y fingir que esto no hubiese pasado, pero ahora que había encontrado a alguien como él, no iba a dejarla marchar tan rápidamente.
—Un bisiesto es una persona inadaptada. Los bisiestos son personas que ostentan magia diurna y nocturna. —comenzó a decir esperando que la chica se tranquilizase un poco—. No son peligrosos. —concluyó
Edén no dejaba de mirar sus gestos.
—Si fueses la persona más poderosa del mundo y vieses que un grupo determinado de personas pueden ostentar más poder que tú apenas sin esfuerzo ¿qué harías? —preguntó Kain, pero no esperaba una respuesta. Quería ser él el que lo dijera—. Los matarías. Nadie debe ostentar más poder que tú. —Hizo una pausa para tomar aire y observar que el tiempo seguía parado—. El señor del tiempo solo quiere ser el hombre más poderoso del universo. Vivimos en peligro porque él no puede soportar la idea de que unos niñatos sean más poderosos que él.
Edén le miró sorprendida. Donovan le había dicho que eran peligrosos y ya no sabía a quién creer. ¿Su profesor le mentía? ¿O era el chico que estaba parado frente a ella y que le había confesado su secreto más íntimo el que lo hacía? Su mente le decía que no creyese a ninguno, pero su corazón observaba a Kain y sabía que le decía la verdad, pero otra incógnita salió de su cabeza.
—¿Por qué me cuentas esto? ¿Pretendes que afirme que soy bisiesta para así confirmar que soy peligrosa y matarme?
Kain se dio una palmada en la frente, pero de pronto algo le vino a la cabeza. Antes de que ella pudiese echarse hacia atrás o moverse, Kain le sujetó fuertemente las manos y cerró los ojos.
—¿Qué se supone que haces? —preguntó Edén nerviosa notando cada vez más presión en sus manos.
La habitación se movía, o al menos esa era su percepción. Esta estaba cobrando formas distintas, como si de un momento a otro fuese a desaparecer, y así lo hizo.
—¿Pero qu... —comenzó a decir Edén, pero Kain le tapó la boca con su mano y la llevó detrás de un arbusto.
Conocía ese lugar, había estado allí cuando Kain la había llevado a la residencia de chicos. Esa fuente la reconocía, se había quedado observándola mientras paseaba con él, pero ahora parecía todo más bonito y solitario de lo que recordaba.
—¿Qué es un bisiesto? —oyó preguntar a un muchacho.
Edén observó la escena: dos chicos hablaban enfrente de la fuente. Kain y ella estaban detrás de un arbusto observándolos. Era imposible que esos muchachos los viesen, pero si miraban fijamente probablemente los descubrirían.
—¿Y yo soy eso? —volvió a preguntar el muchacho tras oír lo que el rubio le hubiese contestado. Algo que Edén no había logrado escuchar.
—Sí, pero tranquilo, yo también lo soy.
—¿Cómo has sido capaz de sobrevivir tanto tiempo sin que te descubran? —el chico moreno miró hacia todas direcciones—. ¿Y si ahora nos están observando?
—Ly, no te preocupes. Yo puedo ayudarte. —contestó el rubio para intentar calmar al moreno. Edén no lograba escuchar todo lo que decían, pero de pronto algo hizo que se sobresaltase.
El moreno, que quedaba de espaldas a ella, se giró con las manos en la cara y suspiró. Cuando este se quitó las manos del rostro, Edén, como acto reflejo, se escondió aún más en el arbusto. Ella miró a Kain, que seguía a su lado observando la escena, aunque este tenía un rostro más melancólico.
Era él. Kain era el que estaba hablado con el chico rubio ¿Habían viajado en el tiempo? Sí, definitivamente él le había llevado a ese momento concreto de su vida. Estaba corriendo mucho peligro allí, si su yo del pasado y su yo del futuro se miraban podría morir, o al menos eso es lo que recordaba de la clase de Hook. Él había corrido ese peligro para conseguir que ella entrase en razón y le creyese. Quiso prestar más atención, pero antes de poder hacerlo Kain le cogió fuertemente del brazo. Se encontraban de nuevo en la habitación.
Edén se tocó el pecho y miró profundamente a Kain.
—Siento no haber dejado que veas la escena completa, pero aún me duele verlo. Espero que esto te ayude a entrar en razón. —dijo con un tono más suave.
Edén seguía perpleja ante lo que acababa de pasar. No había oído mucho, pero era suficiente para creer a Kain. Esperaba no equivocarse.
—¿Me ayudarás? —preguntó ella.
Kain asintió con la cabeza mientras le soltaba la mano que aún seguía en su brazo.
NOTA DE AUTORA
Capitulo cortito pero revelador, espero que os haya gustado. Pronto subiré el siguiente.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top