Capítulo 6. Casa

Orkias está sentado en la punta de la mesa, en sus regasos se encuentran Mainara de un lado y Saite del otro.

Cuando entramos al cuarto Hisa sale de su lugar y viene a abrazar a su hermano, a continuación, Thalia hace lo mismo. El resto se levanta y le hace el saludo característico.

Irama me indica el lugar en el que debo sentarme, obedezco, y dejo a Luriel que hable con su familia. Cuando tomó asiento, veo que Mortel se acerca a su hijo y le da un beso en la frente.

Eso, hace que extrañe a mi familia. ¿Dónde estarán ocultos?

—Cario... —Saluda Orkias—. Te diría Igualdad y respeto... pero ya no existe el panal como tal y al parecer nuestro lema ha sido mancillado.

—Acepto el: Honor y privilegio... —dice Luriel mientras se acerca a mi y toma asiento a mi lado.

La mesa es de madera de pino, parece recién lustrada. El aroma ingresa a mi  y el olor a lavanda me trae recuerdos no muy gratos. Observo a los asistentes y veo a que están sentados de derecha a Izquierda en el siguiente orden. Orkias, Irama, Mortel, Cariem, Thalia, Anastasia, Hisa, Juanjo, Josefina, Gus, Yara, Gerardo, Monica, Aline, Florencia, Luriel y yo.

Hace tanto no veo a estas últimas, que me sorprende que estén en esta mesa.

—¿Y Rodrigo? —pregunta Mortel.

Lo busco con la mirada, en lo que veo a una figura de metro noventa entrando por la puerta. Tambalea con cada paso, y su rostro está rojo.

—Bienvenido, Del Valle —dice Irama—. ¿Estás bien?

Es evidente que el chico está pasado de copas. Agarra una silla y la pone en medio de Jose y Juanjo, su cuerpo se sacude con un hipo y sonríe al contestar:

—Bien, excelente ¿Por qué no estaría bien?

Juanjo le susurra algo a su hermano y este hace un gesto como pidiendo disculpas. Gus, Luriel y Juanjo se intercambian una mirada de preocupación. Pero hacen como que está todo OK.

—¿Qué crees que le dijo Juanjo a Rodrigo? —pregunto bastante intrigada.

—No estoy seguro, solo sé que sea lo que le haya dicho funcionó. Está al borde de un colapso... —me susurra.

Vuelvo a mirar al frente, y mi corazón se arruga al pensar en lo terrible que debe estar pasando, se nota que amaba demasiado a Zunú. Desvío la mirada y presto atención a Orkias, quien ahora nos ofrece una sonrisa.

—Aprecio que estén aquí y a los nuevos, a las abejas que decidieron unirse a este equipo, agradezco que se hayan quedado  siempre es bueno contar con más soldados.

—Papá —lo interrumpe Mainara—. Tueño...

Hoy estoy pre menstrual, en definitiva, esa simple palabra hizo que me enterneciera.

—Yo me encargo —dice Irama y toma a la bebé en brazos.

Esta se acomoda en el hombro de Irama y cierra los ojos, mientras que Saite solo se acomoda en los brazos de su padre y cierra los ojos para dormir.

—Bien... —Orkias continua, su voz es calmada y su rostro está iluminado, no recuerdo jamás haberlo visto así, siempre estaba desaliñado, enojado, atarrado, preocupado, se aclara la garganta y continúa —. En vista a los últimos acontecimiento, necesitamos crear un plan de trabajo ¿Luriel, te molesta que yo tome las riendas de esto?

—¿Molestarme? —Luriel sonríe —. Estoy agradecido, quiero ser un joven sin tantas responsabilidades al menos por un tiempo. El adulto y con experiencia en guerras eres tú... bueno, son ustedes. Así que...

Luri hace un gesto con las manos y sus hombros por primera vez en mucho tiempo bajan. Siempre estaban elevados, en ese modo alerta, modo supervivencia.

—Me alegra. Bueno, la idea es esta. Vamos a ir a la mansión Arikú y vamos a dividir el equipo en 2, los primeros serán los jefes de operaciones y los segundo los comandantes de rescate y misiones.

>>Cómo sabrán, en el mundo humano, nos están persiguiendo a causa de la semilla que dejó plantada Franco, nos asocian con terrorismo, drogas, tráfico de influencias. Los nuestros son perseguidos por la Ley.

>>Por otro lado las viudas negras se multiplican y van matando a nuestros miembros, los mata abejas siguen perdiguiendonos y al parecer, un enemigo nuevo, aún no sé qué es esta chica Sabrina, pero se que son muchos.

Irama levanta la mano libre y todos fijamos la mirada en ella, Orkias le da la palabra entonces ella susurra para no despertar a Mainara.

—Son Las servidoras de los cuatro. Sabrina pertenece a esta orden desde hace unos años, lo sé, porque me he reunido con estas servidoras cada que los dioses me pedían algo. Son un ejército de puras mujeres, se supone que son neutrales y que hacen la voluntad de los principales y Ñamandú.

>>He tenido, mucho contacto con ellas de hecho... su objetivo es Carina, probablemente ahora también sea Iracema...

—Espera... —interrumpe Luriel—. Volvamos a la parte de que has tenido contacto con ellos ¿Tú le diste el aviso de que íbamos a atacar el internado? Pregunto, como que de la nada Sabrina me atravesó el pecho...

Irama queda en silencio, Luriel levanta una ceja, la tensión en el ambiente es palpable y no creo que pueda poner freno a lo que sea que vaya a pasar.

Luriel se levanta y señala a Irama.

—¡Baja a mi hermana ya! Traidora.

Irama cambia su expresión, estaba por jurar de que iba a mandar a la mierda a Luriel, pero ella termina quebrandose y sollozando. ¿Irama, llorando?

—Luriel —llama Orkias—. Siéntate. Irama no va a hacer daño a Mainara —Luriel aprieta su mandíbula y las manos en puños. Se sienta y ofrece la mirada más terrible a Arikú.

—Hijo  escucha —ordena Mortel.

Luriel solo se sienta, hace un gesto con los dedos, como liberando tensión de ellos.

—He renunciado a ser una bruja mayor —confiesa Irama

Un gran <<Ihhhh>> se escucha en la sala  todos se intercambian miradas, menos Luriel que sigue observando a Irama.

—No pienso servir más a ciegas a los Dioses. Ellos ya están jugando con piezas que afectan, con gente que quiero, aprecio y respeto. Así que, sí Luriel, hablé con Sabrina, los dioses me lo pidieron.

>>Luego me di cuenta que ella quería matarte para evitar que Iracema se convierta en una semidiosa. Juro que lo hice porque los servía, no por ser traidora. Lo juro.

—No te creo —sentencia Luriel—. Sin embargo, si Orkias dice que te quedas lo respeto. Si mi padre me dice que te tolere, lo haré. Pero no me pidas mi confianza, esa ya la perdiste.

—Cario... —susurra Irama, pero Luriel mira a Orkias e ignora a Irama.

Yo entiendo a Irama, también entiendo a Luriel. ¡Mierda! Que situación tan difícil.

Orkias tamborilea sus dedos sobre la mesa. Parece preocupado, pero sabe que no es momento de tirar sal a la herida, así que que solo vuelve al tema.

—Cómo les decía, el equipo se dividirá en 2. Por un lado los que se van a quedar a armar estrategias y por otro los que van a rescatar a las abejas.

>>Por precaución, Araresá prohibió la entrada al Aregua, pero no al pueblo de los originales. Mansión conecta directamente allí. Así que todo aquel que rescatamos irá con los originarios y los bosques.

>>Haremos brigadas especiales y los rescates serán en grupos de hasta 20 a 25 personas. Para no exponer a nadie...

—¿Cómo determinará el equipo señor? —pregunto interrumpiendo.

—Por rango, edad y riesgo... —anuncia

—Quiero estar en la brigada de rescate —digo tajante.

—Vega —Orkias intenta decirme algo más pero lo interrumpo de nuevo.

—Señor, deseo rescatar a mi familia.

Luriel me mira. Lo sé porque lo veo con el rabillo del ojo. Orkias solo asiente y ya entendió.

—Bien, serás comandante de la brigada, Vega.

—Yo también me uno señor —dice Luriel

—No —interrumpe Cariem —. No puedes exponerte así, eres una pieza importante para Sabrina y su misión de detener a Ira.

—Necesito, ser parte de la misión, señor. —insiste.

—Lo veremos luego —dice Mortel y todos callan.

—Ok, OK —Orkias se pone de pie y acomoda a Saite en su hombro —. Nos vamos mañana. A las 8:00 en punto. Ya veremos en la casa como nos distribuimos. Ahora si me permiten, iré a poner en la cama a mis hijos.

Todos quedan en silencio en la mesa cuando Orkias, Mortel e Irama se retiran de la habitación. Cuando estamos solo nosotros, volteo a ver a Luriel.

—No vas a ir —ordeno.

—No puedes darme esa orden. Lo que quieras lo hago, pero eso, no.

—Luriel, por el amor a los dioses, el tapekue y Ñamandú, no.

Luriel está por decir algo cuando Cariem nos habla y hace que el cuchicheo que empezó a surgir entre los presentes se haga silencio.

—Haz caso a tu novia —comienzo a toser compulsivamente al escuchar eso—. A demás, tienes cosas que hacer aquí. Liberar a tu madre y entrenar es primordial.

—No soy su novia —susurro.

—Tienes razón, Cariem, voy a hacer caso a mi novia —Luriel me sonrie con ironiaz reconozco ese tono caprichoso. Se pone de pie y se va.

Ese niñato va a hacer lo que quiere al final, como si no lo conociera.

Yo respiro profundo y me tranquilizo, esto va a empezar muy mal entre los dos. Estoy por ir tras Luriel, pero Aline y Florencia se arrojan sobre mi y me dan un abrazo fuerte. Honestamente correspondo, porque creí que estaban muertas.

Así que decido que voy a dejar pasar a Luriel su capricho por un rato, y me voy a concentrar en mis amigas.

En fin, ahora debo estar más alerta que nunca.

Cuéntenme ¿Qué les pareció?

Quiero saber que piensan, opinan, teorizan

L@s amoooo

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top