Capítulo 15. Te tengo
—Iracema —llama Nain—. Han liberado el alma de Solei...
—Lo sé —respondo
Miro la escultura de arenisca que estoy haciendo. Muevo mis dedos en el aire y modelo el cuerpo, el vestido y el rostro de Carina. Sí, ahí adentro está ella.
—¿Eso es todo? —pregunto con fastidio porque me molesta que me observe mientras estoy tan concentrada trabajando.
—No podemos irrumpir en su recinto, perdí rastro de los Arikú, y sólo hay tumultos en el mundo humano, hay nuevas sectas, dispersandose ahora que no están las abejas y que los mata abejas están sin cabeza.
>>No encuentro ninguna grieta para infiltrarnos del otro lado...
—Se soluciona facil —digo dejando mi trabajo y mirando a Nain—. Sigue buscando y no me molestes hasta que lo encuentres... ¿Entendido?
—Sí... —hace una pausa pero sigue de pie a mi lado, volteo y le ofrezco una mirada altanera —. Su... Edara, está avanzando con el embarazo, necesita adquirir más frutas y verduras para su dieta...
—Usa espíritus del bosque, y que se los cree —mi fastidio se pinta en mi voz—. Ese niño debe nacer sano, así que usa todos los recursos que tengas a mano ¿Ok?
—Entendido... princesa...
—Reina —corrijo y me pongo se pie.
Nain me observa mientras camino en su dirección, miro de arriba hacia abajo, y finalmente se retracta.
—Reina... necesito que me ayude a resolver a quien quiere que le inserte el parásito del ayvu, en verdad, no puedo tenerlo más tiempo conmigo, no hay abeja libre que tenga espíritu a fin a usted, la mayoría está con Luriel, y en la mansión como le dije, no logro entrar, ningún espíritu de hecho.
>>Sí, Vega era su opción, pero no hay formar que me acerque a ella, no tengo ni una pizca de esperanza de que este plan vaya a funcionar.
Sonrío, me parece gracioso y estúpido que se desespere por esto. ¿Cómo es que no piensa? O como se deja derrotar tan fácil. A veces la mente es estúpida cuando solo piensa en complacer y se olvida de resolver.
—¿Qué hay de los aliados de mi padre?
—Dannae y Harvey están como reclusos de una mujer de las fuerzas especiales, creo que los están procesando como cómplices del ataque que se inventaron que sufrió el internado.
>>La historia de los medios en verdad es estúpida, pero la gente se cree más fácil una supuesta guerra de ajuste de cuentas entre Narcos antes de admitir que existimos que nuestros dioses son reales...
—Humanos básicos —recalco —Contacta con Dannae de igual manera, si bien no me va a servir para el parásito, si me puede servir para hacer algunas cosas para mi en ese plano.
>>Y sí, Vega está descartada... voy a encargarme de eso ahora —extiendo mi mano Nain duda en pasarme el frasco pero obedece—. Gracias... voy a tener que usar un poco de los poderes de la Payesera...
>>Mi otra esperanza es Josefina, ya que tenemos relación de sangre... ya veré que sucede.
Nain traga fuerte al ver que raspo un poco de arenisca de Carina. Se pone firme cuando mis ojos se clavan en su persona.
—Reina, se puede herir en el proceso de entrar a ver esa mansión... y no podrá hacer nada más que ver... con suerte verá nítido.
—Ya, deja la llorería —suelto haciendo un ademán —, pareces un bebé.
Chasqueo mi mano libre y hago aparecer en ella una navaja y sin dudar me corto la palma de la mano.
Nain no dice nada, solo observa, la preocupación se le nota, y me parece tonto que aún le tema a lo que me pueda pasar, de este lado las reglas las pongo yo, y lo que me pase, se justifica en esta gran jugada.
Las gotas de mi sangre caen al suelo, y ni bien toca la oscura arena comienza a crepitar, dan pequeños saltitos hasta que el humo que se escapa de ellas llega a la altura de mi rostro. Extiendo mi mano en él y lo disperso para que forme un círculo y en medio aparece una imagen de luces de colores, como si fuera un radar.
Cada color me indica el lugar, lo material, lo inmaterial, veo espíritus, personas, entidades, identifico las protección y las pequeñas manchas en las personas me dicen marcas.
De inmediato se quien es quien... el primero que me llama la atención es Mortel, porque veo que ya no tiene la marca del quinto... qué buen dato.
—¿Qué es eso? —pregunta Nain
—Nuestra guía...
—¿Por qué los puedes ver si tienen miles de protecciones?
—Porque sus protecciones son para que yo no entre... no para que no los vea. Gente estúpida, seria lo primero que pensaría luego de estar seguros...
Chequeo la lengua, y comienzo a mover el mapa, identifico a todos, Irama, Orkias, Cariem, Anastasia, Thalia... hasta puedo ver a su feto en el vientre.
—¿Y qué información tienes hasta ahora? —interrumpe mi concentración Nain.
—Qué Orkias se está comiendo a Irama... —suelto sin más, Nain tose por la indiscreción, la verdad que a mi me da muy igual —. ¿A quién le plantarias este parásito? Digo ¿quién crees que es tan débil como para no luchar contra él? Ni darse cuenta que lo tiene.
—Hisa... quizás —dice y yo niego de inmediato
—Na, esa Gianti ya me demostró que es fuerte —suspiro.
—¿Yara? No está enamorada de Luriel? Quizás y tenga celos de Vega y...
—Enamorada... —digo riendo—. Pero leal... aunque parece que ya está sanando. ¿Qué no tienen otra cosa que hacer en esa casa que no sea coger? ¡Por los dioses!
—Tienen la suerte... ¿no?
—Sí, mucha suerte y por la pinta tiempo para eso... en fin, no Yara no me sirve. No traicionara a Luriel, con el primer pensamiento de duda, va a saber que algo está mal el ella.
Sigo mirando, veo a Vega en el patio, ¡Ah! Qué perra, si piensan en que los puedo ver, va a hacer el ritual de luna azul para cegarme... debo apresurarme.
—¡Maldita Vega! —suelto—. Ojalá pudiera plantarte el parásito en ti, seria sublime, y poético, el Cario traicionado por su nuevo amor.
Me apresuro en explorar, hasta que me detengo en un punto del mapa... Voilá te Tengo...
—Conozco esa mirada de jugadora de Azar —dice Nain—. Si lo tiras a la suerte y cae en Orkias o Cariem, tu plan se va a la mierda.
—Me gusta el azar y las apuestas —confirmo—. Fui criada en La Colmena... pero, no, ya tengo víctima.
—¿Quién?
—Ah, que sea sorpresa, Nain, a ver si tú lo descubres.
Tomo mi mano con la herida. La paso sobre el mapa y este comienza a cerrarse, el ritual de Vega comienza a tomar efecto. Pero muy tarde. Pasó el frasco en mi mano herida y lo rompo.
El parásito en forma de mosca se mete a la dimensión. Diminuto, imperceptible. Listo para destruir la estabilidad mental de mi apuesta. Es justo lo que necesito.
—¿Ahora que hago? —pregunta Nain.
—Ocúpate de Edara, primero, luego contacta con Dannae, en ese orden.
Sigo mirando el portal que se va cerrando.
—Entendido... —Nain se va de la escena y yo solo quedo admirando como el humo se deshace.
Camino de nuevo hasta la escultura que contiene a Carina, y vuelvo a trabajar en la arenisca poniendo otra capa.
—¡Ay! Carina, estarías muy orgullosa de tu hija. Se está haciendo poderosa.
Miro a la escultura y sus ojos se mueven hacia mi.
—No te preocupes, bella payesera. Yo te voy a contar como ella se está volviendo poderosa. Y también sobre tus otros hijos. ¡Creí que no te importaban! O solo te molesta que toque lo que lleva tu sangre... mmm creo que es eso.
>>En fin, sigamos siendo buenas amigas, Carina. Que me gusta contarte mis cosas.
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