—No, no te vas a ir a ninguna parte —ordena Cariem.

Yo no puedo creer que se esté comportando como así. Me cruzo de brazos y niego.

—Solo voy a buscar flores de Jazmín al patio...

—Thalia, si yo no puedo ir contigo, no vas... y punto.

—¡¿Pero que te crees?!

—El padre de tu hijo. Y no pienso arriesgarte, no. Así que: te vas al cuarto a descansar o te sientas allí viendo como termino este ritual, y cuando acabe, vamos por tus flores.

—¡Por Ñamandú! —digo frustrada—. Me voy junto a Anastasia.

—Ni se te ocurra obligarla a salir del cuarto —me apunta con su cuchara de madera.

—No soy tan egoísta —rechisto—. Como tú —suelto más bajito.

—Te escucho, deja de comportate como niña chiquita, y comprende que solo te cuido.

Esas palabras me enojan, la verdad es que me genera una reacción tan viceral que me volteo con brusquedad y camino hasta donde está él, golpeo la mesada de marmol con mis manos, él ni se inmuta. 

—No estoy enferma, y aunque no tenga un estúpido ojos, sigo siendo una bruja Auris, una bruja poderosa —le enseño mis anillos. 

Cariem levanta la vista y estudia mis expresiones, sin dejar de sacar los petalos de la flor de girasol que tiene en sus manos. 

—Sé que eres poderosa, eso no se discute, por algo trajiste de regreso a Luriel y a Orkias. 

—¿Entonces?

—Estás embarazada... no tenemos el Nole me tanguere —baja el girasol, toma mis manos y las aprieta con suavidad—. No me perdonaría jamás que algo te pasara, Thalia. Eres el refugio de mis ancestros, el hogar de mi descendencia. 

No voy a ser hipócrita y decir que esas palabras no me hacen efecto, porque ahora mismo estoy derretida. Sí Cariem es pura lojuria, ¿Pero Cariem tierno? 

UFFF esto es otro nivel de fuego

—No quiero vivir prisionera —digo a penas. 

—No quiero que te sientas así tampoco, al mismo tiempo, debo cuidarte y eso no está en discusión. ¿Quieres salir? conmigo ¿Quieres caminar? conmigo ¿Quieres respirar aire libre? conmigo.

—Cariem, vamos a estar bien. 

—No, no podemos asegurar que vayamos a estar bien, nunca, mucho menos en estas circustancias. 

>>Antes pensaba que mi mayor castigo iba a ser no tener descendencia, que los dioses me pusieron aquí por que hasta aquí llegaba mi linaje. Sin embargo, me equivoqué, mi mayor castigo es vivir con el miedo de que le pase algo a la mujer que lo tiene todo de mi. 

Respiro profundo, intento no ser caprichosa, juro por los dioses que intento no caer en la desesperación de lo frustante que es vivir con miedo o con el control. 

—Por otro lado , debemos estar pendientes de Ana, lo que ella está padeciendo es incalculable, a parte de la muerte de su hermano, estamos hablando de la desaparición de la sangre Ario. No hay forma de que podamos imaginar su dolor. Por eso, ayudame Thalia, a que podamos llevar esta familia adelante, de la manera más segura y unida posible. Tú eres la bruja Auris, eres la más poderosa figura de lo que queda de las abejas. 

>>Y yo, ya estoy cansado de ver tantas muertes, de ver a niños húerfanos, de vivir en la incertidumbre. Ahora que sé que voy a ser padre, y que entiendo que no es mi cuerpo el que cuida y crea a ese niño que llevas, no me voy a dar el lujo de morir tan fácilmente al igual que no hay forma en que permita que quede sin sus madres. 

Respiro, al final se que tiene razón. 

—Bien... —digo—. Voy a ver en qué puedo ayudar a Vega dentro de la casa.

—Eso... —Se acerca a mi, coloca su mano en mi vientre y me da un beso en la frente —. Gracias por entender.

>>Y yo voy en breve junto a Ana para llevarle esta poción. Y ojo con mentirme.

Solo suspiro y lo dejo en la habitación.

Mejor me pongo a ayudar a Vega, cuidar de Luriel y Orkias. Hasta que pueda hacer al más divertido... lo que sea, antes de pensar en la tristeza que me genera haber perdido un ojo.

¿Ya están preparados para los capítulos?

Espero que sí 😏