Capítulo 10 Problemas arácnidos

*Narra Ai*

Arianne-Nos hemos perdido...

Luffy-No, el camino es por aquí.

Arianne-Estoy segura de que no.

Habíamos comenzado la expedición hace apenas unas horas y ya estaban discutiendo. Matsuri no paraba de hablar con Law, cosa que me molestaba. El por su parte no me había vuelto a dirigir la palabra.
Era la última del grupo, delante de mi iban Elisabeth y Kid que no dejaban de hablar de cosas paranormales. En la cabeza del grupo estaban Luffy y Arianne, que como no seguían discutiendo.

Luffy-La puerta al tártaro está por ahí(señalando a la izquierda)

Arianne-Primero debemos buscar las perlas de Vivisefone, si no nos quedaremos atrapados para siempre en el tártaro.

Ai-Se donde podemos encontrar una de esas.

Saqué el mapa de mi mochila. Es un mapa mágico, tu dices que quieres conseguir o a donde quieres ir y te lo indica de la forma más rápida o más segura.

Ai-Según esto, están en el Mermaid'cafe.

Arianne-Genial, sirenas...

Tardaríamos un día en llegar.

Elisabeth-¿Y si elegimos un lugar para pasar la noche?

Kid-Estamos en medio del bosque, podemos acampar aquí.

Ai-Es un poco pronto para acampar, ¿no crees?

Seguimos caminando hasta llegar a una ciudad.

Matsuri-Conozco esta ciudad, estamos en San Francisco.

Law-¿Habías estado aquí antes?

Matsuri-Si, antes de ir al campamento vivía aquí...

Matsuri abrazó a Law.

Ai-Genial (rodando los ojos)

Elisabeth-Ai-chan, ¿podemos hablar?

Luffy-¡Entremos ahí!(señalando un restaurante)

Elisabeth-Id entrando, nosotras vamos a tardar un poco.

Arianne-Perfecto...

Elisabeth y yo nos quedamos fuera observandonos.

Ai-¿Que pasa?

Elisabeth-Hay algo entre Law y tu, ¿verdad?

Ai-¿Se nota mucho?

Elisabeth-En la forma en la que te comportas cuando está con Matsuri.

Ai-El problema es que el no es cariñoso pero la otra le abraza, le acaricia el pelo...Me pone nerviosa.

Elisabeth-Tranquila Ai-chan (poniéndome las manos en los hombros)

Ai-Si bueno...

Elisabeth-Iros a hablar después de la cena.

Ai-No sé si voy a poder...

Elisabeth-Si hace falta yo entretengo a Matsuri.

Ai-Gracias.

Abrí la puerta del restaurante, esperé a que Elisabeth entrara para después entrar yo. En el restaurante todo tenía decoración arácnida.

Ai-Oh oh...

Mi grupo estaba sentado en la mesa del centro.

Elisabeth-¿Habéis pedido ya?

Luffy-¡Si! He pedido de la mejor carne que tengan.

Eché un vistazo a la mesa. Por algún motivo que desconozco Arianne estaba pálida.

Law-¿Arianne-ya estás bien?

Parece que Law me ha leído la mente.

Arianne-...

Se limitó a asentir con la cabeza.

Law-Debemos salir de aquí.

Ai-Aja...

Law-Ai-ya se que estás enfadada conmigo pero debes hacerme caso, estamos en el restaurante de Aracdi.

Ai-¿Crees que no me he dado cuenta?

Law-Menos mal que Nico-ya no está con nosotros.

Robin-¿He oído mi nombre?

Robin apareció de la nada, a nuestro lado.

Matsuri-L-La diosa R-Robinea.

Normal que reconocieran a Robin, si es que llevaba si toga y su lechuza.

¿?-Vaya vaya, mira quien ha decidido aparecer...

Robin-¿Por qué no me habíais dicho que estabais en este restaurante?

Elisabeth-Un momento, ¿os conocíais ya de antes?

Robin-Ellos también son...

Law hizo que se callara.

¿?-Sabía que aquí había semidioses pero no esperaba encontrarme a una diosa en persona.

Robin-¿Quieres la revancha o que, Sadi?

Sadi-¡Es Sadi-chan!

Cogió su látigo y se dispuso a atacar a Robin.
Todos nos armamos.

Sadi-¡Ejército de arañas!

Invocó una gran cantidad de arañas. Hizo un gesto para que nos atacaran, Law les disparaba flechas, Arianne también. Kid las cortaba con su espada, Elisabeth usaba su poderes nocturnos para destruirlas, Luffy creaba olas y Matsuri usaba una daga. Yo también iba a usar la mía pero no para atacar a las arañas sino para atacarla a ella.

Ai-¡Arianne dime su punto débil!

Arianne-En la espalda.

Matsuri-Quitale también el látigo.

Sadi-Tengo los telares preparados Robin, ¿empezamos?

Robin-Cuando quieras.

Había dos telares, uno enfrente del otro. Cada una eligió uno y se pusieron a coser.

Ai-Esta es mi oportunidad.

Avanzaba lentamente entre la multitud de arañas. Esas cosas me repugnaban, intentaba no gritar cada vez que se subían a mi cuerpo.

Ai-Allá vamos.

Cuando estuve lo suficientemente cerca, desefundé mi daga, la levanté y...

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top