UNA FORBES Y UNA PARKER SALTAN A LA FAMA
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Podían decirlo, tras tanto tiempo trabajando pronto verían el resultado.
Sky llevaba más de dos meses trabajando en una nueva colección, hubiera dedicado algo más de tiempo, pero las practicas en NY durante el invierno le habían dejado con menos tiempo.
Caroline llevaba también unos meses ajetreados, no sólo por ser una modelo para Sky y para el fotógrafo, si no que también había estado pasando varias horas diarias ensayando para la obra, era la protagonista del musical.
Musical que se estrenó hará dos días con gran éxito. Total, siendo ella la protagonista no podía salir de diferente manera.

En resumen, todos los acontecimientos desde invierno hasta hoy, finales de primavera, se sumaban al trabajo, la universidad, y se verían recompensados mañana, aunque ellas no lo esperaban.

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El piso de las chicas tuvo una gran trasformación desde su compra hasta que lo organizaron todo. Todo en una perfecta armonía de los gustos de ambas.
Disponían además de un despacho, una habita de sobra que servía a Sky de taller y Caroline de estudio de grabación.
La habitación de Sky estaba pintada de un azul oscuro con frases y dibujos en gris pálido. Su cama era de dos plazas, con la estructura de madera pintada como el metal, y las ropas de cama en blanco con rayas rojas. Disponía de una gran estantería de hierro y repisas de vidrio, llena de libros en un lado y de cajas, fotos y recuerdos por el otro. En la pared en la que residía la mesa de diseño y el taburete estaba el único cuadro de la habitación, un hexágono lleno por los bordes de palabras en un idioma extraño para todo aquel ajeno a la magia. Un armario - vestidor bastante amplio y desordenado (no dejaba a Caroline acercarse ahí , porque a la pobre la daría un ataque), en cuya interior descansaba un gran espejo impoluto (petición de Caroline). El suelo era madera clara, tenía una pequeña alfombra roja de pelo; y se podían ver algunos zapatos y ropa por él. La ventana era a la vez una puerta a la terraza que unía las habitaciones, esta decorada con una cortina de motivos rockeros y alguna que otra calavera.

La habitación de Caroline era otra cosa. La pared estaba recubierta de un papel rosa pálido con flores en morado y negro; el suelo de madera pálida estaba cubierto por la zona delantera de la cama por una alfombra de pelo negro. La cama de dos plazas, estaba hecha de madera blanca, las ropas de cama eran lilas con motivos (muy elegantes) en negro. El armario - vestidor perfectamente ordenado tenía también espejos, tres para ser concretos. La estantería era muy parecía a la de Sky, solo que los libros estaban ordenados por orden alfabético según el apellido del escritor, ni una mota de polvo descansaba en la estantería, que también disponía de muchísimas fotos, recuerdos y un maletín. Por último, un escritorio del mismo material y color que la cama; y los dibujos enmarcados en la pared, todos de Klaus. Al igual que Sky cubría la salida a la terraza con una cortina, pero la de esta era de rosa pálido con frases en negro.
Pero había algo más en la habitación digno de mención, una hermosa flor de Lis en un jarrón de fino cristal, se encontraba sobre la mesita de noche. La flor era inmarcesible, regalada por Klaus, era un símbolo, su amor por ella era también inmarcesible.

En la terraza, cuyos balcones eran de hierro negro, había maceteros con múltiples tipos de plantas, todas plantadas por Sky para sus hechizos. Además de un banco de hierro negro con cojines de color gris pálido.

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No esperaban visita esa mañana,así que la visita de Aiden y Josh les sorprendió.
Traían cuatro cafés y bollería.

-Perdonad por no avisaros de nuestra visita. Ha sido algo repentino.
-Da igual, aquí sois siempre bienvenidos, aun más si traes café y bollos.
-Hemos cogido de chocolate y crema, de los glaseado, donuts de fresa, y pastelillos de mora.
-Acabáis de hacerme el estómago agua. ¡Sky, baja!
-¡Sí, sí, voy, un momento! -baja corriendo- Perdonad, tenía que terminar una cosa.

Se sentaron en el salón a charlar y desayunar. Al rato Aiden y Josh se miraron cómplices.

-Felicidades chicas.
-¿Por?

Sacaron de la bolsa un ejemplar de la revista más famosa de Nueva Orleans.
Pasaron dos hojas y... booom, sorpresa. Eran dos reportajes, uno de Caroline y el otro de Sky.

-¡¿Qué?!
-¡Madre mía!

Los gritos y los saltos llegaron. Caroline fue corriendo a revisar su móvil, mensajes de la gente felicitandola, correos de empresas interesadas en hablar con ella, y uno de ellos era de la revista.
Sky debía de haber recibido lo mismo, porque ambas empezaron a gritar y saltar de nuevo con una gran sonrisa.

-¡Esto merece una celebración!
-Esta noche nos vamos a celebrarlo.
-Princesa, es Jueves, hoy es jueves latino en OKAY.
-OKAY allá vamos, esta tarde os mando un mensaje con la hora.
-Perfecto, nos vamos ya, hasta esta noche señoritas famosas.
-Hasta esta noche, os queremos.

Sky y Caroline empezaron a contestar y mandar mensajes y correos.

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El timbre sono muchas horas después, abajo les esperaban sus amigos para ir a celebrarlo.
Una noche llena de risas, bromas, charlas alegres, baile y gran ambiente. Incluso el mismo Klaus dejo de preocuparse un rato por el siguiente paso de Esther.