Capítulo 7 Si tu saltas, yo salto.
Amanecía en la gloriosa ciudad de Nueva Orleans.
El día se veía nublado, se podía respirar el típico aire de tormenta.
Aquello solo podia significar una cosa, el otoño habia llegado. Con el, miles de eventos actuales y futuros.
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Mientras la gente regresaba a sus rutinas, en la casa de los Mickelson se respiraba un ambiente melancólico y alegre a su vez.
Klaus dormía tranquilo en su cama, mecido por la dulce canción proveniente de la ducha.
Un rato después, los cantares cesaron, y del baño salio la radiante Caroline.
Recogiendo su pelo en una coleta, se aproximo al espejo, no para contemplar su semblante, sino para contemplar el de Klaus. Se percató de que estaba despierto, asi que, se acercó a la cama, y beso su frente.
Caroline: Buenos días bello durmiente.
Este abrio los ojos lentamente, y puso una de sus encantadoras medias sonrisas.
Klaus: Buenos días amor.
Caroline: Mira que sonrisilla, has tenido un buen sueño?
Klaus: Se debe a otra cosa.
Caroline: Y cual es?
Klaus: Tú. Despertar a tu lado, es una maravilla.
Caroline: Lo mismo digo.
Klaus: Qué hora es amor?
Caroline: Las nueve y cuarto. Tienes planes o algo?
Klaus: Algo así, prometí a Elijah que hoy organizaría el desván.
Caroline: Bueno, cuentas con la ayuda de una super organizadora. En un par de horas podriamos tenerlo listo.
Klaus: Mas bien, maniática de la limpieza.
Caroline: Llamalo como quieras.
Klaus: Dame un rato y subimos a trabajar.
Caroline: Perfecto, mientras prepararé algo para desayunar.
Klaus: Eres una maravilla amor.
Caroline: Lo se -dijo guiñandole un ojo-.
Salio de la habitación y se dirigió a la cocina.
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En menos de una hora ambos se encontraban en el desván.
El cual estaba totalmente desordenado y con el papel de pared roto; lleno de baules y cajas; estanterías y armarios vacíos; capas y capas de polvo; y con las ventanas cubiertas.
Caroline: Olvida lo que dije antes, esto nos va a llevar mucho más de dos horas.
Klaus: Nadie ha entrado aqui en unos cuantos siglos.
Caroline: Eso parece. Pero cuando terminemos, esto va a estar irreconocible.
Klaus: Manos a la obra.
Pasaron varias horas abriendo cajas, quitando el polvo, arrancando el papel viejo de las paredes...
Asi hasta que las estanterías estaban llenas de viejos libros, los armarios de vestidos y trajes, y las paredes libres del papel.
Sin embargo, no habían echo mas que empezar.
Tras librarse de las cajas, tuvieron que empezar con los baúles.
Pesaban poco, como si estuvieran llenos de papel.
Caroline: Deberíamos abrirlos para saber que hacer con ellos.
Klaus: No te va gustar su contenido.
Caroline: Eso no lo sabemos.
Klaus: Como quieras amor.
Abrieron uno de los baúles, dentro se encontraban miles y miles de cartas.
Caroline: Cuantisimos papeles.
Klaus: Son cartas, son cartas de...
Caroline: Se de que son, Stefan me lo conto. Él escribía sus nombres en una lista, y tú conservas sus cartas. No veo el por que esto iba a disgustarme.
Klaus: Por el número, estos no son los únicos baúles.
Caroline: Eso no importa. Carece de importancia si hay tres o diez baúles. Asi que, cerremos este baúl y pensemos donde lo situamos.
Klaus: Los llevare al sotano, con los demás.
Caroline: Vale, vamos. Tu coje este y yo llevare ese.
Se levantó y tomo el baúl.
Los llevaron al sótano y volvieron a por el restante.
Pero al acercarse, Caroline olio a sangre, sangre de animal.
Caroline: Hueles eso? Creo que viene del baúl. Puede que una rata se colará en el, y muriese alli.
Klaus: No es una rata. Es algo peor.
Caroline: Qué quieres decir?
Klaus: No todas las cartas son de mis víctimas, este baúl en concreto, contiene cartas de mi familia. Cartas de mi padre.
Caroline: Puedo?
Klaus: Adelante, no encontraras nada bonito.
Abrio el baúl y rebusco un poco hasta dar con la carta que olia a sangre. Se extraño mucho, quien escribiría una carta con sangre?
Klaus: Es de mi padre. La carta mas horrible que nunca recibiré.
Caroline: Te escribió una carta con sangre?
Klaus: Con sangre de sinsajo.
Caroline: Esta escrita en latín?
Klaus: Algo así, quieres que te la traduzca?
Caroline: Solo si tu quieres.
Klaus: Me saltare la introducción.
《 Quiero ver tu cadaver arder entre terribles sufrimientos.
Ansío ver como te pudres, como los bichos se dan un festín
con los restos de tu vil existencia.
Acabar con el bastardo que eres, acabar con la insulsed de
tu miserable vida.
Tu lengua arrancare y glorioso la guardaré.
Cortare tus manos, te desmembrare miembro a miembro.
El combustible de mi chimenea, tus visceras seran.
Mis manos calentare en tu ardiente cuerpo sin vida.
Sepultare tus miserables cenizas bajo una tonelada de cemento.
Encima del cual, construire mi nuevo hogar, donde tu alma en
pena vagara. Condenada a contemplar mi feliz eternidad.
Te desangrare. Y mi mayor satisfacción sera cuando, tras
estrujar tu oscuro corazón, emplee tu roja sangre, como
tinta para mi pluma. 》
Caroline: Es horrible. Solo un monstruo seria capaz de escribir eso.
Klaus: Solo mi padre es capaz.
Caroline: Hay una cosa que no comprendo hace mucho.
Klaus: Cual amor?
Caroline: Por qué le llamas padre? No entiendo como con todo lo que te hizo, aun lo nombras. Ademas, no es tu padre biológico.
Klaus: Solo un padre es capaz de infligir ese dolor.
Caroline: Un padre no debe infligir ningun tipo de dolor a su hijo. Un padre debe cuidarle, quererlo, enseñarlo, criarlo, protegerlo, y nunca abandonarlo. Lo tuyo no era un padre, sino una bestia, un monstruo.
Klaus: Por suerte para todos, él esta muerto.
Caroline: Espero que nunca reviva. Y si lo hace, no parare hasta que este otra vez entre los muertos. No volvera a hacerte daño. No se lo permitiré.
Klaus: Aprecio tu entusiasmo. Pero Mickel no revivirá, no mientras yo pueda evitarlo.
Caroline: No dejare que nadie te haga sufrir.
Klaus: Si tu saltas, yo salto. Si tu sonríes, yo sonrió. Si tu lloras, yo hare pagar a quien te hizo llorar.
Caroline: Exacto. Ahora, dame esa carta, metamosla en el baul, y llevemoslo al sótano.
Klaus: Yo lo bajo.
Caroline: Fantástico, yo ire destapando las ventanas.
Se aproximó a las ventanas, y haciendo uso de su fuerza, quito los tablones que cubrian la ventana.
Esta, tenia capas y capas de polvo.
Con el dedo dibujo una carita sonriente.
Caroline: Asi mejor, toda habitación necesita una carita sonriente, verdad? Si, la necesita.
Klaus: Vuelves a hablar sola?
Caroline: No hablaba sola, solo, pensaba en alto.
Klaus: Lo que tu digas amor.
Caroline: Solo queda limpiar un poco y pintar las paredes. Una pregunta, para qué vais a usar este cuarto?
Klaus: Bueno, iba a ser una sorpresa.
Caroline: A si? Para quien?
Klaus: Para mi futura hija.
Caroline: Un cuarto de juegos. Es una idea fantástica.
Klaus: Te gusta la idea?
Caroline: Es una idea magnífica. Aqui podra leer, jugar, hacer fiestas del té, bailar... Esta claro.
Klaus: El que amor?
Caroline: Vas a ser un buen padre Klaus. Esta claro.
Klaus: Eso espero. Quiero que tenga unos buenos padres.
Hayle: Ya los tiene.
Klaus: Cierto. No esperaba verte, te creia en el pantano.
Hayle: Hay cosas importantes que tratar.
Klaus: Entiendo. Antes de nada, Caroline esta es Hayle, Hayle esta es Caroline.
Caroline: Es un placer conocerte al fin.
Hayle: Lo mismo digo.
Klaus: Cual es el problema?
Hayle: Las brujas. Parece ser que el otro lado se esta desmoronando. Y, otra cosita mas.
Klaus: Cómo es eso posible?
Caroline: Llamare a Bonnie, ella podra explicarnoslo.
Klaus: Bien, y cual es la otra cosita mas?
Hayle: Los lobos no atacaron al vampiro. Creo que se llama...
Klaus: Enzo? Yo mismo le vi la mordedura.
Hayle: Te digo que no fue nadie de mi manada.
Klaus: No hay mas lobos.
Caroline: Te esta diciendo la verdad. No se como no pude darme cuenta. Klaus: Explicate amor.
Caroline: Vi a Enzo con Sky en la cafetería cinco minutos antes de llegar aqui. Y en media hora no pudo ir y volver al pantano. Ademas, las mordeduras no tenían casi profundidad.
Hayle: Entonces, fue un montaje.
Caroline: Ya se como le infligieron la mordedura. En la estantería había una calavera con colmillos. Con un poco de veneno de hombre lobo.
Klaus: Ese es el Enzo que conozco. Quiere algo. Y ya se el que.
Hayle: No nos dejes en la inopia.
Klaus: Quiere información sobre una persona.
Caroline: Y tu tienes esa información.
Klaus: Creo que si.
Busco veloz en las estanterías recien colocadas. No paro hasta que dio con un viejo libro.
Klaus: Si, aqui esta.
Hayle: Cómo va a tener ese libro información sobre alguien. Es un libro de cuentos.
Klaus: Todos los cuentos tienen algo real. Y este, tiene la mayoría de la historia de Nueva Orleans.
Caroline: Parece tener siglos. Quién lo escribió?
Klaus: Mi querido hermano Elijah. Lo hizo para Marcel. Cada noche durante su infancia, Rebekah le leia un capitulo. Era su libro favorito.
Hayle: Sois una caja de sorpresas. Pero, como va a ayudarnos?
Caroline: Un cuento es la parte bonita de una historia. Coje una realidad y la vuelve fantasía. Solo cuando pierdes la inocencia de un niño, te das cuenta de que, si agudizas la mente, puedes leer entre líneas y sacar a la luz la verdadera historia.
Klaus: Correcto amor, bajo la capa inocente, se esconde la historia de algunos habitantes, en concreto la de Lorenzo. Un héroe de guerra de la armada inglesa, que tras ocho años de servicio, decide retirarse para vivir en la próspera Nueva Orleans. Al llegar a la ciudad, fue capturado por la organización Agustín. Donde estuvo preso durante once años.
Caroline: Se tuvo que convertir cuando estuvo aqui.
Klaus: La organización lo convirtió en vampiro, pero no en cualquier vampiro, en un Agustín.
Hayle: Qué tiene de especial?
Caroline: Vampiros que se alimentan de vampiros.
Klaus: Cómo lo sabes?
Caroline: Demon fue un vampiro Agustín. No llegaron a convertirlo, pero a su compañero de celda, Lorenzo, si. No había caído en que ya conocía a Enzo de antes. El estuvo en Mistic Falls hace un par años, pero no consigo recordar mas, tengo esa época borrosa.
Hayle: Borrosa?
Caroline: Fue cuando me converti, cuando no sabia controlarme. Intente eliminar mis recuerdos.
Hayle: Puedo saber el por que?
Caroline: A los pocos días de convertirme, yo... -trago saliva- yo mate por primera vez. Mi amigo Stefan me encontro fuera de mi, y con todo su esfuerzo me enseñó como controlarme. Sin embargo, nunca he conseguido librarme del sentimiento que tuve al segar una vida.
Hayle: Te sentiste culpable.
Caroline: Ojalá me hubiera sentido asi. Mate a una persona, y lo único que vino a mi mente fue felicidad. Me sentí bien, fuerte. Quería mas.
Klaus: Pero despertaste y conseguite volver de la oscuridad. No todos lo consiguen.
Hayle: Hay que ser muy fuerte. No me extraña que quisieras olvidar esa etapa. Pero ahora, quizas necesitemos que recuerdes.
Caroline: Hare lo que sea necesario. Este es mi hogar ahora, mi familia. Vamos a necesitar ayuda de mis amigos, voy a llamar a Bonnie y a Demon.
Klaus: Ve, yo terminaré de contarla la historia a Hayle.
Caroline se fue. Y trato de llamar a sus amigos.
Hayle: Es fuerte. Parece que vamos a tener bastantes cosas en común.
Klaus: Por eso sabia que os llevariais bien. Sois superviviente.
Hayle: En esta familia somos todos supervivientes.
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