La tarde se teñia en negros y rosados tonos de melancolía. La luna se alzaba victoriosa sobre la ciudad. Las aguas permanecian relajas, el sisear de los pequeños arroyos se mezclaba con el susurro de los mas altos árboles,  fundiéndose, formando una triste canción. Se podía percibir que aquella noche la naturaleza estaba descontenta y pronto de luto.

El barrio se volvia un lugar peligroso, lleno de criaturas de la noche.

Dos viejos amigos y el séquito de uno de ellos, caminaba tranquilamente, proyectando a su paso un baile de sombras.

Llegaron a la calle principal, las sombras de aquellos "hombres" se detuvieron como si esperarán un recibimiento.

Asi era, miles de sombras mas emergieron de todas partes. Se reunian animadamente en un gran corro.

En el centro se encontaban Marcel y Klaus.

De los labios de Marcel salio un pequeño pero sonoro silbido.

El cual no tardo en ser respondido con vitores, gritos y canticos de celebración.

De la oscuridad llegaron dos vampiros con una joven.

Marcel: Jean Ann de Vero. Eres consciente de lo que se te acusa?

Jean Ann: Tu me acusas inciertamente de practicar brujería.

Marcel: Acaso dudas de mi palabra?

Jean Ann: Tu palabra es cuestionable, siempre la ha sido Marcel.

Marcel: Quieres que estas sean tus ultimas palabras? La insolencia me resulta cuanto menos detestable.

Jean Ann: Mi sentencia ya estaba decidida.

Marcel: Ultimas palabras? Ahora tienes la oportunidad.

Jean Ann: Que poetico. Ultimas palabras, claro: Los Originales estan de vuelta, estas acabado. Tu reinado acabará muy pronto Marcel, y solo las brujas pode...

No pudo acabar la frase. Marcel habia cogido una enredadera y con un latigazo segó la vida de Jean Ann. La comunidad de criaturas de la noche celebro el acto de su rey.

Sin embargo,  un metro mas allá se encontraba Klaus, el cual adoptaba un semblante de sorpresa. Se podia percibir en su mirada un destello de tristeza por el horrible fin de aquella bruja. Algo o mas bien alguien habia conseguido cambiar al tan temido híbrido.

Marcel: Qué te ha parecido?

Klaus: Un poco sobreactuado, demasiado drama para mi gusto.

Marcel: A mis chicos les gusta el espectáculo.

Klaus: Como tu quieras Marcellus.

Marcel: Ya nadie me llama así. Pareces disgustado,  ocurre algo?

Klaus: Queria hacerle un par de preguntas. -miro el cadáver- Pero ya no tienen importancia. Esta muerta.

Marcel: Perdona, se me olvido. De todas formas,  qué ha sido del Klaus sanguinario?

Klaus: Tuve la fortuna de encontrar... un medio para cambiar.

Marcel: Ya veo, lo entiendo. Una mujer.

Klaus: Ella es mucho mas que una simple mujer.

Marcel: No puedo creerlo, Klaus Mickelson enamorado. Y ella conoce todo de ti?

Klaus: Desde el principio.

Marcel: Y aun asi no te ha despreciado?

Klaus: Al contrario,  lo ha echo, varias veces. Se resiste a aceptar lo que siente,  es mas que comprensible. Y tu Marcel, has encontrado alguien digno de tu interés?

Marcel: Nadie en especial. Rebekah dejo el listón muy alto.

Klaus: Aun enamorado de mi hermanita? Lamento decirte que solo fuiste uno de sus muchos "amores".

Marcel: Ambos sabemos que fui mucho mas que eso.

Klaus: De eso hace mucho. Quizás demasiado.

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Varias estaciones habían transcurrido desde que el muchacho paso a formar parte de la peculiar famila original.

Su relación con los tres hermanos era solida. Ahora eran su familia.

Cada hermano aportaba algo al muchacho.

Elijah le enseño a leer y escribir. Pasaban algunas tardes tocando juntos el piano, recitando poesia o visitando el teatro.

Klaus por su parte,  le enseño como debía ser un guerrero. Las clases diarias de esgrima, combate y defensa eran impartidas con gran dureza. Poco a poco Marcellus aprendia como debía comportarse un rey, o en su caso, un vampiro.

Rebekah le enseñaba los mejores y mas refinados modales. También le enseño múltiples bailes. Daban largos paseos por la ciudad. Y en ocasiones, Rebekah ayudaba en los entrenamientos.

Una tarde de verano, en el entrenamiento de la mañana, Marcel y Rebekah se batían en un duelo de espadas. Para ser una dama, peleaba como un caballero,  eso si, sin elegancia.

Rebekah: Eso es todo? Podria desarmarte en un segundo.

Marcel: Eso jamas. Soy un guerrero.

Rebekah: Un guerro muy malo.

Marcel: Ahora vereis.

Klaus: Menos palabrería y mas espada.

Sigueron luchando un par de minutos hasta que Marcel tuvo a Rebekah desarmada.

Rebekah: Muy bien pequeño guerrero.

Marcel: No soy pequeño.

Rebekah: Si que lo eres. Muuuuy pequeño -exagerando- casi invisible. Tienes que crecer para poder cortejar a alguna dama.

Marcel: Algun día me casare contigo.

Rebekah: Umm... yo no podria casarme con un hombre que pierde una batalla contra una mujer.

En ese momento se dio cuenta de que Rebekah se habia echo con su espada y ahora la usaba contra el.

Klaus: Nunca dejes que una mujer te distraiga.

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En las lindes del cementerio se encontraban un original y una bruja.

Parece el comienzo de un chiste. Un chiste sin gracia y de gran seriedad. En aquellas situaciones el humor se daba por descartado. Y aun mas tratándose de Elijah, un hombre de honor y gran seriedad.

Tras varios pasos se encontraron en la entrada al cementerio. Sofí paso como de costumbre,  pero una barrera invisible le corto el paso a Elijah.

Elijah: Creo que a los espíritus les desagrada mi presencia.

Sofí: La de los vampiros en general. Tienen prohibido la entrada.

Elijah: Los espíritus entenderan que esta es una situación importante y muy delicada. Asi que, puedo entrar?

Sofí: Te invito a entrar.

Elijah: Muchas gracias.

Sofí: No hay tiempo que perder. Sigueme.

Elijah: Con mucho gusto.

Fueron serpenteando por el lugar hasta llegar a un mausoleo.

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Marcel: Se todo lo que ocurre en la ciudad. Puede que te sirva de ayuda. Klaus: Digamos que la brujita tenia algo importante que contarme. Es un secreto que nadie mas parece saber.
Marcel:Yo no diría eso.
Klaus: Sabes algo?
Marcel: Jean Ann tiene una hermana, Sofí de Vero.
Klaus: Donde podría encontrarla?
Marcel: Es gracioso que lo preguntes. Al saber que necesitabas a una hermana de Vero, mande a dos de mis chicos a buscarla. Pero, según me acaban de decir, les han encontrado sin corazón en un callejon.
Klaus: Elijah, el siempre tan formal y oportuno.
Marcel: Les han visto camino al cementerio.
Klaus: Gracias Marcel.
Marcel: Una cosilla mas. Había pensado en invitaros a unas copas mañana por la noche.
Klaus: Perfecto,  alli estaremos.

Klaus pego el último trago de su Burbon y salio hacia el cementerio.

No habia tiempo que perder.

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Llego el Otoño y con el, la fecha de la ansiada boda. Los últimos preparativos se realizaban en la hacienda.

Si nos fijamos en la vida amorosa de Elijah y Klaus, veremos claramente el gran vacio que en ella se produce.

Por su parte, Elijah seria el hombre perfecto para cualquier mujer. Educado, honorable,  inteligente...

Su vida es de un largo periodo de tiempo como para analizarla por completo. Asi que nos centraremos en su mayor  "amor" de Nueva Orleans:

Celeste, una preciosa y atractiva bruja de raza negra. Una joven que fue capaz de cautivar y engatusar a nuestro querido Elijah. Ambos quedaron muy enamorados,  hasta que ese amor se interpuso entre los hermanos. Como era natural,  Elijah eligió su familia. Accion por la cual Celeste se suicidio en la bañera.

Pasemos a Klaus. Como describirlo? Un hombre de muy buenas condiciones físicas,  ojos azules y asombrosos labios. Conocido (por sus personas mas cercanas) como un rebelde, sanguinario y muy orgulloso monstruo. Sin embargo, para aquellas/os que no lo conocian tanto era asi: un hombre de modales algo toscos, seductor, un gran artista y bailarín, arrogante,  detallista, rico, viajador, el chico malo... y lo mas importante, su perfecto acento britanico, que, sumado a su costumbre de decir "amor", hace literalmente que te desfallezcas ante sus pies.

Las mujeres lo seguian como perritas falderas. Cosa que a el no le disgustaba. Iba de flor en flor disfrutando de la vida.

Pero eso fue antes de encontrar a la indicada, esa mujer que ahora le tiene enamorado hasta la medula.

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Elijah no daba crédito a lo que Sofí acababa de contarle.  Cuando quiso preguntar una nimiedad, oyo a Klaus en la puerta del cementerio.

Klaus: Hola! Elijah se que estas por aqui.
Elijah: Aqui estoy.
Sofí: Este es el gran Klaus? Te imaginaba diferente.
Klaus: Siento decepcionarte amor. Puedo pasar?
Sofí: Te invito a entrar.
Klaus: Gracias. Supongo que tu eres Sofí.
Sofí: Asi es.
Klaus: Permiteme darte el pésame por tu hermana.
Sofí: Gracias.  No hay tiempo que perder.
Elijah: Vamos.

Los tres se dirigieron de nuevo al mausoleo.

Sofí: Antes de decirte nada. Quiero que prometas escuchar atentamente y abiertamente lo que vas a escuchar.
Klaus: Prometido.
Sofí: Bien. Las brujas tenemos prohibido hacer magia. Pero algunas de nosotras tenemos dones. El mio es saber cuando una mujer esta embarazada. Al no ser magia exacta, mi hermana dio su vida para hacer el hechizo que confirmaba si estaba en lo cierto.
Klaus: Qué tiene eso que ver conmigo?
Sofí: Te suena una lobita llamada Hayle?
Klaus: Hayle... Hayle... ah! Ya lo tengo. Una lobita de los montes Apalaches. Qué tiene ella que ver con todo esto?
Sofí: Esta embarazada. Y tu eres el padre.
Klaus: Eso es imposible. Soy un vampiro.
Sofí: Pero naciste hombre lobo. Y los hombres lobo pueden tener hijos.
Klaus: Supongamos que tienes razón. Como puedes saber que es mio?
Sofí: Lo vi. Y el hechizo de mi hermana lo confirmo.
Klaus: Es imposible. No puede ser.
Elijah: Es verdad hermano. Yo mismo lo he comprobado.
Sofí: Traer a la chica.

Dos brujas entraron en el mausoleo con una joven.

Klaus: Seguro a tenido que estar con alguien mas. No puedo ser yo.
Hayle: Es tuyo Klaus. Lo he visto.
Elijah: Escucha Nicklaus, escucha.

La sala quedo en sumo silencio,  Klaus agudizó el oido. Podía escuchar el latido y la respiración un bebé. No podia asimilar lo que estaba escuchando. No podía ser, pero ahi estaba, un bebé.