Día 3
9.23 h
Cross se encuentra en las afueras de la ciudad, delante de la puerta de lo que antes era su casa. Llama varias veces a la puerta. Sale Clea, llevando una camiseta roja y unos vaqueros. Sorprendida por la visita, dice:
— Vaya, ¿qué haces aquí?
Cross baja la mirada y se queda en silencio. No se atreve a mirar a su mujer a los ojos. Clea, al verlo, también baja la cabeza. Con esfuerzo, consigue articular alguna palabra.
— Hoy Eve no tiene colegio, ¿verdad? Supongo que por eso estás en casa.
— Sí, he pedido fiesta en el trabajo para quedarme con ella.
— ¿Te molesta si me la llevo durante la mañana?
Clea hace una pausa de unos segundos.
— No, seguro que le hace ilusión. Además, así podré ir a trabajar y no me descontarán este día del suelo. Un momento, que todavía duerme y tengo que ir a llamarla.
— Clea, un momento —la interrumpe Cross.
— ¿Qué pasa? —pregunta Clea, imaginándose lo que dirá su marido.
Cross hace una pausa i, a continuación, dice:
— ¿Si te pidiera volver a casa, me lo permitirías?
— No, no quiero que vuelvas. Y estoy segura de que no me lo pedirías. No volverás a casa hasta que descubras lo que te pasó aquel día. Al fin y al cabo, eres detective —dice Clea con decisión.
Cross suelta un suspiro y sonríe.
— Me acabas de dar una alegría. Me gusta saber que no voy a conseguir trastocar el carácter contundente del que todavía estoy enamorado. ¿Puedo subir yo a despertar a Eve?
— Claro, seguro que se pone muy contenta —señala Clea, sonriendo.
17.07 h
Gutts llega al bloque de pisos con el coche. Al subir la escalerilla, el viejo se encuentra a Cross, que le espera. Cross se apoya en la barandilla bebiendo un batido de chocolate. A su lado hay una lata de cerveza sin abrir. Gutts se apoya coge la lata y la abre.
— ¿Qué, Cross, como le ha ido con su hija? —dice Gutts.
— Pues muy bien. Clea me ha dejado levantarla i, al verme, me ha saltado encima. Hemos ido a un parque y nos hemos dedicado a lanzar piedras a las palomas y a los perros. Después hemos comido, hemos paseado un rato y la he devuelto a casa.
— ¿Y a eso juega usted con su hija? ¿A tirar piedras a los pobres animales? ¿Cómo demonios la está educando?
— Usted no se meta. Estoy orgulloso de mi hija. Es inteligente, guapa y tiene mi humor. Es el ser más maravilloso que ha existido nunca.
— Sufro por el día en el que tenga la regla por primera vez...
— ¡Ese día será histórico! —exclama Cross mientras le brillan los ojos.
— Y su mujer, ¿qué tal? —pregunta Gutts.
— Bien, como siempre. Todavía no nos atrevemos a mirarnos a la cara.
— Ya... Pues bien, déjeme contarle ahora lo que he descubierto hoy. – dice Gutts, cambiando de tema para no desanimar a su vecino – Tengo una sorpresa muy divertida, Cross. Resulta que la chica muerta ha vuelto a casa.
— ¡No me joda! ¿No se suponía que su cuerpo estaba en el laboratorio?
— Sí, pero ha desaparecido y parece que nadie recuerda el caso. La madre ha pasado de mí cuando he ido a interrogarla y la hija no ha querido dirigirme la palabra.
— ¡Joder! Aquí pasa algo raro. Ahora todavía tengo más ganas de ir a buscar a la "MenstrualBloodWoman" al callejón.
— Antes de marchar, quiero enseñarle la foto de la hija. Mientras la madre preparaba un café en la cocina, se la he robado de la cartera. No sé si ya había visto a la chica, pero, igualmente, dígame, ¿se parece a la figura roja? – dice Gutts, dándole la fotografía a Cross.
— No, no he visto a la chica. Tenía pensado pedirle una foto a la madre después de visitar la escena del... ¡Coño! ¡Si es ella!
— ¿Lo dice de verdad?
— Sí. Las facciones son iguales a las de la "MenstrualBloodWoman". El peinado diría que también coincide y sus ojos son idénticos, del mismo color.
— Pues bien, me parece que no necesitamos añadir nada más. Iremos a por la "MonstruolBludGuaman" esta y, si no la encontramos, la iremos a buscar a su casa. Prepárese.
— Cogeré todos los tampones que pueda.
— Mientras traiga una pistola, me dan igual los accesorios estúpidos con los que decida equiparse.
Cross entra un momento en casa a buscar tampones. Gutts le espera, suspirando. Una vez sale el detective, ambos personajes se van hacia el callejón estrecho.
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