Los fuertes golpes provenientes de la puerta me despertaron, el sonido perduró un tiempo hasta cesar. Tanto era mi cansancio que volví a conciliar el sueño sin ningún problema. El estrepitoso sonido volvió al pasar unos minutos — ¡Toc, toc, toc!  — Suspire, no deseaba ver a nadie, pero la voz que pude oír tras la puerta me hizo levantarme.

—Clary, ábreme por favor. Levántate hay que ir a trabajar — Susurro, me recordó tanto a mi madre cuando luchaba por abrir la puerta en mis años de preparatoria para ir a clases. — Cariño... ¿Estas despierta? Puedes abrir la puerta, Clary — Cada vez que Eric me habla así me siento como una puta desgraciada. Pase toda la noche torturándome por esos sueños incoherentes, y él parece haberlo olvidado. Pero mi mente es muy astuta y sabe cómo volverme loca con los males del pasado.

Coloco un pie en el frió suelo y pesadamente le sigue el otro, me dirijo a la puerta, paso el pestillo y abro. Con la cabeza apoyada en el marco de la puerta se encuentra ese maravilloso hombre.

—Buenos días — Me tiende una ropa perfectamente doblada, y estoy segura que ha elegido mi vestuario de hoy, al ver que no aparecía por la habitación del alado.

—Buenos días Eric —Tomo mi ropa y le regalo una sonrisa seguido de mirada de disculpas. Se acaba de duchar, lo sé por su mojado cabello y por las gotas que resbalan por el desnudo torso hasta llegar al oblicuo.

—Ve a darte una ducha y baja a desayunar he preparado tostada, huevo y tocino. Tu desayuno preferido. —Dice mostrándome su bella dentadura — Ah, por supuesto, no me he olvidado de tu café.—Ríe y me contagia de su buen humor.

Besa mi frente y desaparece de mi vista al tomar las escaleras.

Cierro la puerta y coloco la ropa en la cama. Tomo el dobladillo del camisón y lo quito por encima de mi cabeza, lo lanzo a la cama y luego me bajo las braguitas para dejarlas en el mismo lugar. Desnuda camino al baño y entro en la ducha. Las primeras gotas que caen sobre mí ayudan a aliviar el dolor interno. Y justo ahí comienzo a recordaba el sueño de anoche, más lo vivo después que Eric me despertara.

'' Sé que no eres feliz. ¿Pretendes esperar 5 mese todo los años para poder verme? Para estar bien unas cuantas horas y ya. ¿Qué pasara el día que no vuelva? ¿Tú serás feliz? ''

Todas esas preguntas regresan a mi mente, ¿Soy feliz? ¿Lo he olvidado? No puedo dejar de pensar en eso. Por supuesto que soy feliz sin él, a mi lado tengo el hombre más maravilloso que puede existir. Me compre, me da el cariño suficiente para sobrevivir, me escucha en los momentos malos y buenos y lo mejor de todo no se ha ido sin darme una explicación alguna.

¿Creías que te iba a esperar? Pues bien Leo, te tengo una mala noticia. ¡No lo haré! Ni pienso hacerlo, ya me he olvidado de ti y de tus falsas promesas de amor.

Como he sido tan tonta de tratar así a Eric, cuando el solo ha querido lo mejor para mí. Pero esta vez todo cambiara, seguiré mi camino junto a él. Y no me dejare llevar por la pasión desenfrenada, que será el precipicio por el cual Leo piensa lanzarme. Cierro la manija de la ducha y busco el albornoz. Al pasar junto al espejo miro mi reflejo una y otra vez.

La larga cabellera dorada llega a los dos hoyuelos en la parte baja de la espalda, justo arriba de los cachetes. Mis curvas son algo proporcionada, no soy totalmente flaca pero puedo decir que mi gran culo, me ha ayudado mucho. Lo que más resalta en mí, son mis grandes ojos color miel, contrastando con mi tez bronceada.

Al llegar a la habitación localizo el vestido que ha elegido Eric, me lo coloco, me llega arriba de las rodillas. Él siempre ha tenido una afinidad por los vestidos negros ajustados. Me maquillo un poco, con tonos muy sutiles y por ultimo roció perfume por mi cuerpo. Desprendiendo el aroma a chocolate por toda la habitación.

Bajo las escaleras con mis zapatos de tacón color rojo, y me encamino a la cocina donde se encuentra Eric sentado en un taburete, elegantemente vestido con un traje azul marino y corbata negra. — Está muy sexy esta mañana. —Sus hermosos ojos verde y perfecta sonrisa me dieron la bienvenida.

—Ahora si te puedo dar los buenos días como es debido —Dice y se levanta. Besa mis labios al llegar a mi lado, los mordisqueas, los repasa con la lengua y los lame a su antojo.Estoy tan segura de su amor, que me entrego totalmente a esas muestras de cariño.

El problema, siempre seré yo. —Pienso —Y sin darme cuenta me separo de él, esas contradicciones de mi mente, me hacen dudar otra vez de mi felicidad.

—¿Ocurre algo? —Pregunta extrañado

—Oh, no, nada. Se nos hace tarde, solo eso, desayunemos para irnos. Vale —Y tomo asiento frente a él. Y me doy cuenta que ha cocinado exactamente lo que me ha dicho cuando fue a despertarme.

                                                                                          ∞∞∞∞∞  

Entro a mi oficina y me encuentro con Amy sentada frente al escritorio.

—Hola Amy, buenos días. Siento hacerte esperar mucho, mí mañana a estado algo extraña —le informo rodeando la mesa y sentándome —¡Cuéntame! Como vamos con la publicidad de Azumi Company —Digo sin ningún remordimiento alguno.

—¡Ay Clary! —Se lleva una mano a la cabeza y me mira.

—¿Pasa algo? —Pregunto angustiada -No me digas... ¿Ha Eric no le ha gustado los cambios que hicimos?

—No, no es eso. Le ha encantado —Dice.

—¿Entonces qué ocurre?

—Es que, este fin de sema...

El sonido de los golpecitos de la puerta interrumpe lo que sea que Amy iba a decir. Y aparece Gael junto a Tamara, ¿Esos dos juntos? es un milagro, ellos se odian a muerte. No sé cuál fue la disputa que tuvieron, pero lo cierto es que no se hablan ni para pedir la mano así se estén cayendo del último piso.

Gael entra y se sienta junto a Amy, ignorando por completo la presencia de Támara. Sonrió al ver la actitud infantil de mi querido amigo y digo.

—Tamara, ¿Cómo estás? ¿Necesitas algo?

—Hola, Clary. El señor Morrison necesita que Amy y tu pasen por la sala de reuniones.

—Oh, claro. En un minuto voy- Digo tomando las carpetas que hemos preparada. —Gracias Tamara. —Ella asiente y cierra la puerta.

Me levanto y tomo mi móvil, hoy tengo que presentarle a Eric todas las correcciones que me ha pedido. Amy, me ha sido de mucha ayuda. Ha quedado fabuloso todo lo que hemos preparado para esta publicidad.

—¿Y qué? tu corres cuando la señorita simplona te anuncia que Eric te necesito— Suelto una carcajada, al escuchar eso. Gael y sus cosas.

—Gael, por dios. —Sigo riendo —Deja de decirle así a Tamara, solo hace su trabajo. —Lo riño con la mirada —Vamos Amy, antes que a Gael le dé por soltar otras de sus ocurrencias.

Caminamos por el pasillo que nos dirige a la sala de reuniones. Estoy algo nerviosa, no sé porque, pero lo estoy. Y noto que Amy se da cuenta de ello, porque me sostiene la mano.

—Clary, estas fría. ¿Te sientes mal? —Coloca sus dos mano junto a las mías.

—No, estoy bien. Solo que me encuentro algo nerviosa. —Le sonrió para tranquilizarla —Por cierto, que me ibas a decir antes de que entrara Tamara.—Pregunto, necesito saber que la tenía tan angustiada.

—Ah, es que...

La vuelven a interrumpir, pero esta vez es Eric. Que camina rápidamente para reunirse con nosotras.

— ¿Cómo ha quedado la presentación? —Me mira detalladamente y después hace lo mismo con Amy.

— ¡Excelente! —Sé que él ha estado muy agobiado con todo este tema. Azumi Company es el negocio más importante que ha tenido hasta ahora. Creo que de ahí vienen mis nervios, no quiero defraudarlo.

— Bien, entremos. Nos están esperando. —Dice mientras coloca una mano en mi cintura para guiarme.

¿Nos están esperando? Esa pregunta se reproduce una y otra vez en mi mente. ¿Quiénes nos están esperando? Pensé que la reunión seria solo con Eric.

— Lo harás bien cariño, enséñales de que estas hecha. Ese contrato es nuestro.— Me susurra en el oído y me besa la mejilla, dándome alientos.

Entramos en la sala de reuniones, y lo primero que veo es la cantidad de personas que están sentadas alrededor de la larga mesa de cristal. Todos voltean a mirarnos en el momento que colocamos un pie dentro. Los nervios aumentan, no me está sirviendo de mucho que me miren así. ¿Sera por el ajustado vestido negro, que ha elegido Eric? ¿O se habrán dado cuenta que estoy nerviosa? Decido dejar de lados mis nervios y meterme a todos en el bolsillo. Esa es mi misión, hasta que acabe ese contrato.

Al pasar las horas todos están atentos a cada movimiento que sacia, a donde me dirigía, como gesticulaba las manos, absolutamente todo lo que realizaba ellos me seguían con la mirada.

—El objetivó es trascender los nuevos métodos implementados, en el momento de una sesión, creando un ambiente totalmente estable entre el artista y el fotógrafo. Dando como resultado nuevos cliente y el reconocimiento mundial de la marca. —Dije y respire hondo, tomándome un momento para aclarar las ideas, el entusiasmo que me envuelve ayudo a proseguir sin ningún obstáculo— Los asociados aspiran a ideas modernas, actuales y frescas. Promover representaciones original, los llevara tanto a ustedes como a la empresa a alcanzar el éxito requerido por el esfuerzo.

Alzo la frente y mis ojos encuentran su mirada. ¿Qué lazos me guían a ti— Pregunto— Hay momentos de pena y odio, donde no quiero verte para no revelarte mi dolor. Pero una fuerza extraña me atrae. Quiero estar lejos de ti, Leo. Respóndeme con una de esas miradas nada amorosa ¡Por favor...!—Suplico mentalmente.

Logro desviar mis ojos y mirar a Eric que me sonríe, dándome ánimos.

                                                                                         ∞∞∞∞∞  

Todo salió muy bien tanto las publicidades que mostramos, las nuevas ideas y los modelos que elegimos para cada evento requerido. Eric está feliz, Amy también lo está, todo ha salido genial. No sé qué hubiera hecho sin Amy, la adoro. Me ha dado su mano amiga en este momento que tanto la necesito.

Brindamos por la finalidad del contrato, todos han quedado contentos con nuestro servicio. Choco mi copa con la de Eric y Amy, seguido de los asociados. Estoy absorta mirándolos charlar cuando escucho el sonido de mi copa contra otra ¡Tintín! Me sobresalto, pero al ver que es Leo, coloco mi cara de mal genio, lo ignoro y me doy la vuelta.

El percibe mi negatividad y me susurra al oído.

—Siempre me encanto ese carácter que tienes, es tan sexy e excitante. —Su tibio aliento recorrió todo mi cuello hasta erizar la piel.

—¡¡Calla, calla ya por favor no quiero oírte!! —Después de tanto tiempo soñando con este momento no podía evitar esa punzada de miedo en mi corazón, no podía callar esa voz que me susurraba al oído.

Lo sentí alejarse y respire de alivio al saber que está lejos de mí. Pero esa satisfacción duro poco al acercarse Eric.

—Necesito hablar un momento contigo —Toma mi mano y me lleva al otro extremo de la sala.— Confió en ti, Clary —Me desconcierta todo lo que me está diciendo, no tengo la menor idea de que está hablando.

—¿Por qué me dices eso? —Pregunto y apretó un poco más su mano.

—Ven salgamos de aquí, vamos a la oficina para hablar mejor. —Y así lo hacemos.

Nos encontramos sentados frente a frente en la oficina de Eric. Acaricia mi mano derecha que está encima de su escritorio, su pulgar se desliza de un lado al otro dándome las caricias que necesito.

—Te he comprado un boleto— Dice por lo bajo —Saldrás mañana a New York.

— Ha New York. ¿Qué voy hacer yo allá? —Pregunto

— Vas hacer la representante de la empresa allí —Menciona lentamente. Y sigue acariciando mi mano —Sé que no te encuentras nada bien, y desconozco él porque. Pero necesito que vaya Clary. Todo lo que has hecho hoy ha sido maravilloso, le has encantado. Por eso han pedido que seas tú la que siga con el proyecto. Y yo sé que necesitas estas oportunidades, por eso he aceptado.

— ¿Y tú no iras? —Necesito saber si el estará hay para apoyarme. —Dime que sí.

— No, no iré. Saldrás junto con Amy de acá, ella será tu apoyo.

—Tú eres mi apoyo -Digo.

Sonríe y besa mi mano.

— Como te comentaba saldrás junto con Amy y allá te esperara Leo para guiarlas al hotel y comentarles que harán. Ya todo está preparado.

— ¡No iré! —Me levanto de un salto al saber que estaré junto con él en otro país, no pienso estar a su lado ni un segundo, ni un solo segundo. —No iré...-Repito.

— Clary, no te lo estoy preguntando. Te lo estoy ordenando. —Está un poco furiosos y no sé, si es por el viaje o por mi contestación.

— No quiero ir Eric. —Digo casi en suplica.

— Si tu feje te pide que vayas a un sitio, tú coges tus cosas y vas a ese sitio. — Ahora si está furioso, lo puedo notar, nunca me habla así — Yo tampoco quiero separarme ni un segundo de tu lado, pero este es el trabajo Clary. Y me dijiste que me apoyarías-Me recuerda.

— Si, lo sé, eso dije. —Suspiro cansada. Ahora entiendo lo que me quería decir Amy al llegar. Está fabulosa noticia ¡Yupi...! Estoy más emocionada que el payaso de la película It.

No creo que este viaje sea tan malo- Me digo— un ambiente nuevo me vendrá bien por unos días. Me ayudara a relajarme y pensar bien las cosas.

Viaje de tres días, más Leo Smith, más sed de venganza; igual  a satisfacción completa.

Si... serán unas ricas vacaciones. — Rió mentalmente.

                                                                                         ∞∞∞∞∞  

Hola...

Si, lo se. Quieren matarme ¿Cierto? se que he tardado mucho en subir, pero he estado muy ocupada estos últimos días. Y como recompensa les he dejado este capitulo larguito para que disfruten de la nueva Clary.

¿Que les ha parecido? ¿Son de esas personas que piensan que la venganza nunca es buena? Me encantaría saber su opinión.

Igualmente les recuerdo que pueden contactarme:

ASK: Livesthousand

Instagram: @Emperatriz.j.s

Les dejo un multimedia de las carcajadas de Clary. Espero les haya gustado.➚

Nos leemos pronto, besos.