19. Plan de Escape
Narradora:
Natalia se sintió aliviada al saber que su futuro prometido quién le preparó su bolsa a la peliazulada, pues le había puesto un arma sin que ella se diera cuenta, no iba a enviar a gente de su seguridad para que la acompañen. Parecía como si quisiera hacer algo y no quiere que la descubran.
La razón por la cual el Rey de la Mafia le puso un arma en el bolso de Natalia es porque no sólo quiere que aprenda a defenderse sino también porque quiere que ella sea como su hermana gemela Ava, quiere que Natalia no tenga corazón por nada ni por nadie, que se vengué por todo el daño que le han hecho.
Natalia por su parte se arregló, se acomodó su estola blanca que seguía encima de su vestido. Después de habérsela acomodado, la peliazulada se sentó en la silla de su tocador y comenzó a arreglar su cabello azul. Después de haberse arreglado su cabello, Natalia se quitó la corona dorada que su prometido le había dado, poniéndose otra corona de color plata.
La peliazulada dejó la corona dorada encima de su tocador y después se levantó de su silla para dirigirse a su armario, de donde saca una mascada de color morado neón, la cual coloca sobre su tocador. Después de haberse sentado nuevamente en su silla, Natalia abrió el cajón del medio de su tocador y saca algunas joyas, las cuales pone encima de su mascada. Lo mismo hace con otras joyas que había sacado de otros cajones de su tocador.
De repente Natalia escuchó un tocado en su puerta, el cual la puso nerviosa y que se apresurará a atar su mascada y la escondiera debajo de su cama, ya que pensaba que era su prometido quién tal vez venía a despedirse nuevamente de ella.
Después de haber ocultado su mascada con las joyas, Natalia se acercó a la puerta, encontrándose con una chica.
XX: – Esperó no importunarla princesa. – La mira apenada.
Natalia: – Para nada Noemi. – Sonríe. – ¿Qué necesitas? –
Noemi: – Me entregaron esto para usted princesa. – La mira y le da una nota.
Natalia: – ¿Para mí? – Toma la nota. – ¿Quién te la entregó? –
Noemi: – Me la entregó uno de los chicos de su alteza, pero no quiere que él lo sepa. – La mira.
Natalia: – Está bien, no diré nada. – Mira a Noemi. – gracias. –
Noemi: – De nada princesa, con permiso. – Se retira.
Después que Natalia cerrará su puerta, ella abre la nota que acaba de recibir a escondidas de su futuro prometido y la comienza a leer con la mirada y no puede evitar sentirse inquieta, pues en la nota se le estaba pidiendo que fuera a un lugar lejano de la ciudad, ya que alguien desea hablar con ella.
Natalia: – No puede ser, no puede ser. – Dice en su mente en lo que leía la nota como si la letra le fuese conocida.
Natalia: – Y si quiere saber más, vaya a ahora mismo a 24463, Avenida San Mateo. – Seguía leyendo la nota con su pensamiento. – pero, sola. –
Natalia: – ¿Qué hago? ¿Qué hago? – Decía en su mente al sentarse en su cama. – ¿Voy o no voy? –
Finalmente tomando una decisión, Natalia sacó su mascada de debajo de su cama, cuyo nudo desata y mete la nota entre sus joyas para después nuevamente atar el nudo.
La peliazulada salió de su habitación, caminando apresuradamente por el pasillo, bajando las escaleras con la misma rapidez, ya que su ansiedad por ir a esa misteriosa cita era difícil de ocultar, en lo cual tuvo que esforzarse en cuanto se encontró a su futuro prometido en la sala.
XX: – ¿Ya te vas a ir amor? – Se levanta del sofá y se acerca a ella.
Natalia: – Si. – Lo mira. – y esperó no tardarme mucho. –
XX: – Te preparé tu bolso mi princesa. – La mira y se lo da.
Natalia: – Mete la mascada morada de neón con las joyas sin darse cuenta que estaba un arma dentro del bolso que el rey le entregó. – Gracias. – lo mira.
XX: – De nada amor. – Sonríe. – te acompañó a que vayas por tu camioneta. –
Natalia: – Si, claro. – Lo mira.
XX/Natalia: – Llegan a donde están las camionetas. –
XX: – Por cierto, amor. – La mira. – ¿Qué te pondrás para el Sábado? – le besa la mano.
Natalia: – No lo sé todavía. – Lo mira – tendría que ver. – murmura.
XX: – Aparte de ir a buscarle cosas a nuestra hija. – Sonríe. – ¿No te gustaría ir a buscar un vestido? – le propone.
Natalia: – Creo que te tomaré la palabra. – Tímida. – es que en mi armario no tengo nada para la ocasión. – murmura.
XX: – Esta salida valdrá la pena amor. – Sonríe. – apuesto que encontrarás el vestido más hermoso para nuestro compromiso, así como también encontrarás cosas lindas para nuestra hija. – la mira.
Después que estuviera lista y de haberse despedido de su prometido con un beso en los labios, Natalia tomó una camioneta. Después de haberse subido a su camioneta, Natalia puso su bolso encima del asiento del copiloto y después se fue.
Sólo que antes de acudir a la cita, la peliazulada optó por hacer sus cosas primero, ya que inexplicablemente, empezó a intuir que sus asuntos tienen que ver con la cita. Por lo cual iría con una respuesta en la mano.
Después de 20 minutos de haber conducido por la ciudad, Natalia entró a un estacionamiento, aparcando su camioneta enfrente de una casa de empeño. Después de haber apagado su camioneta y de haberse quitado su cinturón, Natalia toma su bolso, el cual abre y saca su mascada, poniendo su bolso a un lado y desata el nudo que tenía su mascada, mirando sus joyas y después la casa de empeño que se encontraba frente a ella.
Natalia: – Tengo que hacerlo, tengo que hacerlo. – Decía en sus pensamientos.
La peliazulada toma su bolso, guarda su mascada con sus joyas y después se baja de su camioneta, dirigiéndose hacia la casa de empeño.
Después de haber empeñado sus joyas, Natalia se regresó a su camioneta para seguir con lo que va a hacer.
Natalia llegó a su segundo destino, el cual era una mansión. Después de haber aparcado su camioneta y haberla apagado, Natalia se quitó el cinturón de seguridad y se bajó de su camioneta para después llamar a puerta de la dichosa mansión.
Un hombre quien parecía que era el mayordomo de la mansión la recibió y la hizo que pasará a la mansión, guiándola a la sala en donde ella esperó a los dueños de la mansión.
A los pocos minutos, Natalia fue vista por el dueño de la mansión, quién la saludó con un beso en la mano mientras que ella sólo sonrió tímidamente.
Natalia: – ¿Para cuándo va a estar listo mi pasaporte falso? – Lo mira.
XX1: – Dentro de una semana. – Le dice.
Natalia: – De acuerdo, sólo quería que estuviera antes de un mes. – Murmura. –me quiero escapar cuanto antes. –
XX1: – Sólo necesito tu nuevo nombre. ¿Cuál va a ser? – La mira.
Natalia: Mi nuevo nombre será Artemisa, Artemisa Cáceres. – Responde al decir su nuevo nombre.
XX1: – Está bien, voy a empezar con eso. – La mira.
Natalia: – Gracias, aquí está la primera parte del pago. – Dice y le da parte del pago con lo que le habían dado por sus joyas en la casa de empeño.
Después, Natalia se fue de la mansión y se subió a su camioneta, yéndose de ahí.
Natalia: – Mi pequeña. – Comienza a hablarle a su bebé mientras que conducía su camioneta. – yo sé que no debería de separarte de tu padre, pero es que no siento nada por él, sólo gratitud por haberme salvado de aquel horrible lugar que me tenía prisionera, pero él quiere que yo lo amé, pero no puedo, no puedo amarlo y tengo miedo que me vaya a obligar a amarlo, esperó que algún día me perdones. –
Antes de ir a buscar las cosas para su bebé, Natalia llega a una boutique para buscar su vestido para el Sábado. En lo que buscaba algo para la fecha de su compromiso, Natalia no podía de dejar de pensar en aquella nota en la cual le piden que vaya fuera de la ciudad.
Natalia: – Dios mío. – Pensaba en su mente. – ¿Quién querrá verme lejos de la ciudad? – ¿Y por qué? –
Natalia escogió un vestido largo y lizo de color rojo con tirantes. Después de haberlo pagado, la peliazulada guardó su vestido, el cual estaba en una bolsa especial con gancho de color plata en el asiento trasero de la camioneta. Después de haber cerrado la puerta trasera, Natalia se subió en su camioneta, la cual arranca después de haber cerrado su puerta y haberse puesto el cinturón de seguridad.
Natalia llega a un mercado en donde se baja y consigue varias cosas, entre ellas era cobijas, sábanas y ropa para su bebé. La peliazulada había quedado encantada con lo que había encontrado para su bebé. Había comprado ropita de colores azul, rosa, amarillo, morado y verde. Las cobijas por su parte eran de diseños infantiles.
Cuando metió todo y se subió a la camioneta, Natalia nuevamente sintió la inquietud que había sentido antes cuando recibió la nota, la cual tomó entre sus manos después de haberla sacado de su bolso.
Natalia: – Y si quiere saber más, vaya a ahora mismo a 24463, Avenida San Mateo. – Vuelve a leer la nota. – pero, sola. –
Dejándose llevar por saber el motivo por el cual le enviaron esa nota, Natalia se baja de su camioneta para ponerse una capa con una gorra que se había comprado en el mercado para evitar que la descubran en ese sitio al que fue citada y después se sube nuevamente a su camioneta y arranca.
Después de 30 minutos, Natalia llegó al lugar donde fue citada. Después de haber aparcado su camioneta, la apaga y se quita su cinturón de seguridad, Natalia se percató que había sido citada a una mansión.
Natalia se cubre su cabeza con la gorra de su capa para después bajarse de la camioneta, poniéndole el seguro con su llave, la cual guarda dentro de su bolso.
Natalia se sintió un poco asustada, ya que el lugar donde la habían citado era lejano de la ciudad, solitario y silencioso. No sólo temía por ella misma, sino también por el bebé que lleva en su vientre. Después de haber guardado las llaves de su camioneta en su bolso, Natalia caminó hacia la mansión que se encontraba frente a ella.
Llevando su mano a su vientre y respirando agitadamente en lo que se aseguraba que nadie la había seguido, Natalia abrió la cerca de la mansión y caminó en el porche, dirigiéndose la residencia. Al llegar a la mansión, Natalia vio que la puerta estaba entreabierta, lo cual empezó a ponerla más nerviosa de lo que estaba, pero aún así entró a la mansión.
Al entrar a la mansión, Natalia se dio cuenta que había alguien en la sala, lo cual la hizo que sus nervios aumentarán, ya que no sabía de quién se trataba, pues le daban la espalda. Lo único que la peliazulada podía distinguir es que quién la había citado era un chico quién posiblemente era de la misma edad o un poco más grande que ella y que se encontraba vestido con un par de pantalones de color negro, un par de tenis del mismo color, una chaqueta de cuero de color gris oscuro y una pequeña gorra de gris claro encima de su cabeza.
Natalia: – Buenos días. – Dice en lo que se quitaba la gorra de su capa.
XX1: – Se gira para verla de frente. – Hola Natalia. – la saluda.
Natalia: – ¿Tú? – Sorprendida.
XX1: – Te cité aquí porque necesitamos hablar. – La mira.
Natalia: – No tengo mucho tiempo, debo de regresar al castillo en cuanto antes. – Nerviosa. – asi que dime lo que me tengas que decir. –
XX1: – ¿Es verdad? ¿Es verdad que te vas a casar? – La mira con ojos llorosos.
Natalia: – Si. – Con su voz entrecortada. – pero te juró que yo no quiero, yo no quiero casarme con él, pero ya sabes cómo es, no acepta un no como respuesta. –
Este capítulo fue escrito por Darknightmares18 💖💖
Esperó que les gusté. 😊😊
Al parecer Natalia tiene otro pretendiente.
¿Logrará escaparse como lo tiene planeado?
Mansión que Natalia visitó para que le hagan su pasaporte.
La sala:
Mansión a la que Natalia fue citada.
La Sala:
Vestido que compró Natalia para su compromiso matrimonial.
Capa de Natalia:
Bolso de Natalia:
Joyas que Natalia empeñó.
Camioneta de Natalia:
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