🦢El Lago de los Cisnes🌅
Stony
En un pueblo pequeño, a la orilla de un lago rodeado por un bosque inmenso, vivía Steve, el hermoso y fornido hijo del panadero. Era un joven apuesto, noble, de cristalinos ojos y brazos capaces de levantar sacos de harina de 80 kilos.
Una mañana, algo extraordinario ocurrió. Un misterioso animal corría por las calles del pequeño pueblo ¡un unicornio!
En seguida, todas las gentes intentaron capturar al exótico animal y al final lo encadenaron a un gran roble. Steve lo había visto todo de lejos y no le pareció bueno el trato al equino así que al atardecer, cuando la novedad se había disipado, fue hacia el árbol y rompió las cadenas.
El unicornio, lejos de huir asustado, lamió la mejilla del joven y con la cabeza le invitó a seguirle. Steve no lo dudó y caminó tras él, sin apenas darse cuenta, ya estaba en lo más profundo del bosque.
En aquel bosque vivía el pueblo de los elfos, seres mágicos, bondadosos y diminutos. Pero también habitaba allí el malvado brujo Loki, que no soportaba a los intrusos.
Al ser un joven en el bosque, obviamente apareció un hada madrina.
-¡Aqui estoy! Soy el Hado Madrino de todos los malditos cuentos- en un abrir y cerrar de ojos estaba junto al chico.
-¿Sam?-dijo asombrado.
-¿Steve?-abrió los ojos el hado Madrino.
-¡Cuánto tiempo!-se abrazaron con alegría -¿Qué fue de tu vida?
-Pues terminé la Universidad pero como no me salía trabajo, me hice hado madrino.
-Imagino que te van bien las cosas.
-Ni te imaginas cuántos jovencitos passsivos necesitan mi ayuda.
-Ya-asintó.
-¿Tú que haces en este bosque encantado?
-Seguí a un unicornio-miró a su alrededor- que ya no está.
Loki paseaba cerca de allí y al ver al rubio se enfureció ¡un intruso en su bosque! Para castigarlo lo convirtió en cisne.
-Ya está el jodido Loki fastidiando -rodó los ojos Sam al ver a su amigo cisne- no te preocupes, Steve.
Intentó volverlo a su forma original pero el hechizo que había usado el brujo malo era tan poderoso que no pudo hacer más que convertirlo en humano desde que atardecía hasta que amanecía.
Sam le contó a su amigo la dictadura que vivían con ese malvado personaje y Steve no dudó en ayudarles. Para empezar, el hado madrino lo llevó al troll Hulk, encargado de custodiar el Libro de la Sabiduría del Bosque.
-La profecía no deja lugar a dudas- explicó el gran hombre verde- sólo el amor puede vencer a los hechizos ¡el amor sincero!
-¿Porqué siempre tiene que ser el amor?-bufó Sam.
-Porque su pureza puede con todo -comentó Hulk.
-De pureza sé bastante entonces-asintió Steve.
-¡Ah! -exclamó Hulk hojeando el antiguo libro- también hay otra manera. El Tesseracto.
-¿El qué?-arrugó la nariz el hado madrino.
-Un cristal capaz de acabar con la magia negra, está escondido en el bosque pero nadie sabe desde hace siglos dónde está.
-Sam-dijo el rubio sonriendo de lado- ya tenemos una misión.
-Como los viejos tiempos, amigo.
Ese mismo día, el príncipe Tony, persiguiendo un ciervo, se adentró en el bosque encantado.
Vio sobre la superficie de un cristalino lago, un cisne hermoso, esbelto y blanco como la nieve. Tensó la cuerda y estaba a punto de disparar cuando el sol se ocultó en el horizonte y de pronto el ave se convirtió en un apuesto y musculoso muchacho.
Al príncipe Tony se le cayó el arma al suelo ante semejante magia. El ruido alertó a Steve que alzó la vista y sus miradas se cruzaron.
-¿Eres...eres un mago o algo parecido?-tartamudeó Stark.
-No, soy víctima de un hechizo por parte del brujo Loki.
-Ah, el egocéntrico ese. Me suena.
Steve se acercó al chico castaño y sonrió, le agradaba su manera de ser. Tony se sonrojó un poco al tenerlo cerca dado que no pasaba desapercibido el gran atractivo del rubio.
-Y dime, chico embrujado ¿tienes nombre?
-Claro, me llamo Steve.
-Steve...-se rascó la barbilla pensativo- me suena mejor Daddy.
El rubio rió ampliamente, la poca vergüenza del chico bajito sin duda le agradaba mucho.
-¿Y tú tienes nombre?- preguntó él.
-Antonio Eduardo Estarquencio Romedales de los Floridos Campos... pero llamame Tony.
-Me perdí a la altura de Eduardo, lo siento.
-Suele pasar.
Se sonrieron de forma dulce. Entre ellos, con tan solo pocas palabras, había aflorado algo profundo y hermoso.
Loki paseaba en la oscuridad del bosque cuando vio a lo lejos a los dos jovenes y montó en cólera. Si se enamoraban, le vencerían.
El hado madrino se acercó a los chicos y conoció al príncipe Tony. Entablaron una agradable amistad los tres y el chico de ojos café se apuntó a la búsqueda del Tesseracto para salvar a su Daddy de la maldición.
-Steve- dijo Tony- ¿querrías venir mañana al baile de palacio?
-Claro que sí, me encantaría -contestó alegre.
Sam se alegró de que ellos dos se llevaran tan bien, quizás surgiría el amor y su amigo rompería el maleficio.
Los tres muchachos hicieron noche en una explanada y al día siguiente siguieron su búsqueda del cristal.
Loki no les perdía de vista y en un momento que vio que Tony y Steve estaban solos a la orilla de un río, lanzó un conjuro a Tony pero el rubio se interpuso en medio para amortiguarlo él. En ese mismo instante Sam lo vio todo y con su magia creó un escudo en el brazo de su amigo que lo hizo rebotar y cayó sobre el mismo Loki, que se convirtió en una rana.
-¡Ja!-exclamó Tony- con lo feo que eres ahora no creo que ninguna princesita te bese, hijo de la gran puta.
-Lenguaje -recriminó Steve.
-Enseñame a usar la lengua, Daddy -se mordió el labio.
Steve se sonrojó violentamente.
Sam le pegó una patada voladora nivel Jackie Chan a la rana y la mandó a la verga.
El rubio observó el escudo creado por su amigo.
-Me gusta -dijo.
-Te servirá para protegerte de esa arpía cuando vuelva, porque volverá-explicó el hado madrino.
-Ha sido tan valiente por tu parte salvarme -Tony se refrotó en los amplios pectorales del hijo del panadero- uff estas bien duro.
-Te puedo mostrar cuán duro puedo ponerme -le dice mirandolo con intensidad pero enseguida recuerda su decencia y carraspea- digo, Tony por favor, controlate.
-Por mí no os cortéis -Sam se sentó en una musgosa roca- como soy el hado madrino siempre tengo que ayudar a emparejar a la gente pero nunca veo lo que pasa luego asi que por mí, adelante, fondue en directo.
-Eres un pervertido -frunció el ceño Tony.
-Prefiero el término curioso.
Steve negó con la cabeza riendo.
-En fin, cambiando de tema sobre la pobre vida sexual de este personaje...
-¡Oye!
-Calla. Tengo que irme a palacio para organizar el baile -miró a Steve- nos vemos luego allí, Daddy.
-Por supuesto que estaré -le besó la frente de forma casta.
Cuando Loki volvió a su forma, fue a por el troll Hulk para que le dijera qué estaban buscando esos chicos en su bosque con tanto empeño.
Dado que se negó, Loki lo ató con su magia en un rincon y al fin tuvo entre sus manos el Libro de la Sabiduría del Bosque.
-El Tesseracto -siseó en voz baja- asi que es este cristal el que podría vencerme...
-Y el amor -comentó Hulk.
-Eso ya me lo imaginaba, el cliché siempre está-le recriminó e hizo aparecer una mordaza en la boca del troll.
Sabía que los chicos aun no habian encontrado el cristal pero el amor entre el castaño y el rubio era más que notable asi que primero rompería esa pareja y despues se encargaría de buscar el Tesseracto.
Convirtió a su hija, la caprichosa Hela, en un doble exacto de Steve. Tony caería en la trampa.
Así que, mientras Steve era prisionero en su cuerpo de cisne, Loki y Hela se presentaron en palacio.
Tony al ver a aquel joven , pensando que era el autentico Steve, su corazón empezó a latir con fuerza.
-¿Me concede este baile, Daddy?-ronroneó.
Hela transformada aceptó aunque por dentro sintiera arcadas.
Sam que estaba por alli, vio la escena y escupió el vino que estaba bebiendo. ¡ese no era Steve! Con sus ojos de hado podía ver el engaño de Loki.
Rapidamente fue a buscar al autentico para decirle todo lo que estaba pasando. En cuanto Steve se enteró, fue volando hacia palacio.
Mientras la orquesta interpretaba un vals tras otro, el príncipe no dejaba de bailar con Hela. Pero a las puertas de palacio, un elegante cisne esperaba con ansiedad a que el sol se ocultara por completo en el horizonte.
Loki vio al cisne pasar por los amplios ventanales del salon y fue hacia fuera con la intención de darle caza. Pero todo esto también fue visto por Tony que enseguida se dio cuenta del cruel engaño.
-Quita zorra tú no eres mi Daddy -empujó a Hela que al caer sobre la mesa de postres volvió a su estado original -¡Ven aqui Loki que te voy a dejar calva!
Desenvainó la espada y corrió tras el brujo.
Steve aun esperaba y esperaba cada vez más nervioso a que el sol se ocultara, cuando el leve rumor de espaldas chocando le llamó la atención. Mientras iba hacia el origen del ruido, al fin la noche cayó y volvió a su estado original, cosa que le alivió mucho.
Sam llegó a su lado corriendo.
-¡Steve! ¡Loki ha matado a Tony!- exclamó.
Primero se quedó impactado, luego le invadió una profunda tristeza que fue sustituida por ira, una rabia ardiente en su interior.
Corrió hacia el lugar y vio a Loki riendo... y a su amado castaño en el suelo sobre una mancha de sangre.
Sam, que sabía lo que se venía, hizo aparecer el escudo de la otra vez en el brazo de su amigo y fue junto al cuerpo de Tony para apartarlo de ahí.
-¿De verdad pensabas que podrías conmigo, sabandija cobarde?-sonrió victorioso- ahora tu novio está muerto y con él todas tus posibilidades de romper mi hechizo.
Steve ni le oía, pues tal odio sentía que lo único en lo que pensaba era arrancarle la cabeza al brujo.
-Tú...-murmuró apretando los dientes con la respiración acelerada. Sin previo aviso corrió hacia Loki y comenzó a golpearlo con el duro escudo y sus puños, el contrario esquivaba y creó otro escudo con su magia.
Sam se había sentado al lado del cuerpo de Tony a ver la pelea.
Parecía que iban igualados pero la ira de Steve le hacía tener ventaja, golpeaba con tantísima fuerza que rompía todos los escudos mágicos que creaba Loki. Lo acorraló contra una columna y tal golpe le dio que lo dejó inconsciente y sangrando por la nariz rota.
Dejó de prestarle atención y fue junto a su amado. Pero no había nada que hacer. Había muerto.
Loki fue prendido por la Guardia Real y llevado a las mazmorras de por vida.
Todo el reino lloró, pero el rubio no se rindió, recordó el Tesseracto. Ese cristal si era tan poderoso podría devolverlo a la vida.
Habló con Sam y aceptó acompañarle a lo más profundo del bosque encantado para hallarlo. Tras días de busqueda intensiva, escapando de bestias salvajes y aguantando el frío, llegaron a un viejísimo roble el cual desprendía una tenue luz azul en sus raices.
Cabó con su escudo y sonrió al ver el Tesseracto.
Aún velaban al fallecido cuando Steve y su hado madrino regresaron. El cuerpo reposaba sobre una mullida cama adornada con flores, se acercó a él para observarlo, parecía que dormía.
-Ya tengo el cristal ¿ahora que tengo que hacer?
-Mostrar que le amas de verdad-respondió Sam.
Steve pensó que la manera era besandole, dejó el cristal entre las manos del castaño y se inclinó hasta que sus labios se unieron.
El Tesseracto comenzó a brillar para después apagarse. Steve miraba el rostro ajeno esperando ver de nuevo sus grandes ojos...pero nada pasaba.
-Vaya, esto no me lo vi venir -dijo un sirviente que pasaba por alli.
Steve cayó de rodillas al lado de la cama , apretó entre sus manos las del castaño y comenzó a llorar en silencio.
El príncipe Tony se despertó de golpe.
-¿Qué ha pasado? -miró al hado madrino y al rubio- ¿alguien me ha besado?
Steve rió y lloró a la vez mientras se lanzaba a abrazarlo.
Sam sonrió de lado al ver cómo todo había acabado bien. Para ser un hado madrino regulero siempre conseguía que todo acabara bien.
Se casaron al día siguiente sin falta, vivieron felices por muchos años y tuvieron un bebé llamado Peter Blancanieves.
Sam ya se cansó de ser hado madrino y se hizo jardinero.
Para seguir protegiendo el bosque, Steve mandó a incrustar el cristal Tesseracto en su escudo.
El troll Hulk dejó al fin de fantasear tanto con el amor cuando conoció a una elfina pelirroja.
Loki desapareció para siempre y todos vivieron felices
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