En la selva nació Rosina, una simpática jirafita.
Tenía un cuello muy largo pero enroscado.
Sus amigos le llevaban el alimento porque ella no podía llegar a las hojitas de los árboles.
Los pajaritos le llevaban semillas y gusanitos, pero a ella no le gustaban.
Los conejitos le llevaban zanahorias, pero la pequeña las rechazaba.
Los cachorritos del león le acercaban lindos trozos de carne, pero la jirafita daba vuelta la cabeza; no le gustaba nada!
Sus amigos preocupados, le preguntaron:
- Pero qué te pasa, amiga? Tienes que alimentarte!
- Lo sé - contestó ella - pero me gustan las hojitas tiernas de los árboles.
- Nosotros no podemos cortarlas - dijeron los pajaritos.
- Nosotros no llegamos a ellas - dijeron los conejitos y los cachorros de león.
Todos quedaron pensando...
De pronto, los pajaritos tuvieron una idea
- Míranos volar!!! - reclamaron contentos
Entonces comenzaron a volar en círculos alrededor de la cabeza de la jirafita.
Ella los miraba divertida sin darse cuenta de que en cada vuelta, su cuello se desenroscaba.
Los amigos no decían nada pero observaban felices...
Después de muchas vueltas, la pequeña estaba erguida y muy elegante.
Los amigos saltaban felices y aplaudían.
La jirafita no entendía nada!!!
Fue entonces que los pajaritos le taparon los ojos con una tierna hoja de palmera y la hicieron girar un poco.
- Abre los ojos! - gritaron todos
Y al abrirlos su boca estaba justo frente a una rama alta, llena de su comida preferida. Ahí entendió todo!!!
El vuelo en círculos, el júbilo de sus amigos...
Estaba feliz!!! Sus amigos nunca la dejaron sola y unieron sus fuerzas para ayudarla...
Cuando la amistad es verdadera, no hay nada que no se pueda lograr!!!

            ilargiluna