Irene salió de su casa junto a Alan para tomar el autobús hasta la cafetería que él le había mencionado. Llevaba el ceño fruncido mientras que Alan aguantaba su risa mandándole mensajes a Levi y a Charlie sobre lo sucedido. Eran ya las cinco de la tarde y les dijo que fueran con Scarlett a la cafetería para que Irene pudiese verlos.

Al llegar, la castaña intentó esconderse entre las mesas buscando al chico y paró en seco al encontrarlo junto a una linda pelinegra de pelo largo y ojos verdosos que sostenía su mano mientras le hablaba. Irene no pudo notar la reacción de Charlie debido a que él se encontraba de espaldas pero creyó que lo más probable era que él estuviera un poco sonrojado y sintió celos por eso. ¡Ella debía ser la única chica que hiciera ese efecto en él!

Alan se acercó a la barra y saludó a Evan quien se hallaba hablando con Levi y decidieron hacerse los desentendidos con lo que Irene estaba haciendo. —No puedo creer que se esté arrastrando por el piso. —Dijo Levi. —Esta hermana mía es un completo desastre, no puedo con ella. —Ambos rieron y voltearon a ver a Charlie.

—Escríbele que Irene ya llegó—Sugirió Evan. —Yo iré a entregarles el postre que se supone que pidieron. —Levi asintió y sacó su teléfono para escribirle a ambos chicos, Alan volvió con Irene y se agachó junto a ella fingiendo que estaba interesado también y Evan tomó dos platos de torta fría y salió de la barra para dirigirse a ellos, en el camino se encontró con Irene y fingió su sorpresa.

— ¿Irene? ¿Alan? Que coincidencia encontrarlos aquí y en el suelo. —Sonrió. — ¿Cómo han estado? —Irene ve a Evan con un poco de pena por haberla visto en esa situación y se levanta junto a Alan.

—Es que perdí un arete y Alan me ayudaba a buscarlo. —Evan sonrió cómplice y asintió. —No sabía que trabajabas aquí, ¿Qué tal te va?

—Todo bien, debo irme a entregarle este pedido a Charlie, ¿Viste que se ha conseguido una chica? Y es bastante bonita ¡Que suerte tiene ese chico! —Irene frunció sus labios en una mueca de disgusto.

—No, no me había dado cuenta. —Alan se rió por detrás ganándose una mirada de desaprobación por parte de su mejor amiga.

—Bueno, debo irme a entregar esto. —Sonrió y caminó hasta la mesa en donde se encontraba la pareja que Irene estaba viendo. Esta sacó su teléfono y marcó el número de Charlie esperando que le contestara, pero lastimosamente, él había decidió cortar la llamada y todo frente a ella. ¡Qué barbaridad!

—No puede ser que me haya cortado.

—Está en medio de una cita. —Le respondió Alan, Irene volvió a marcar y Charlie volvió a colgar. Indignada marcó nuevamente y siguió así hasta que él, luego de varias llamadas, le atendió.

— ¿Sí?

—Charlie, estoy camino a tu casa, ¿Estás allí? —Preguntó con la mirada fija en la espalda del castaño.

—Oh, Irene, yo este, estoy en la casa de mi abuela, se ha enfermado un poco y me pidió que la ayudara a prepararle un té, regresaré un poco tarde, puedes ir otro día. —Le dijo, Irene frunció el ceño.

— ¿En casa de tu abuela? ¿No quieres que te acompañe? Así te ayudo con el té.

—Es que mi abuela no se encuentra presentable, sí, y, este, es mejor que no vayas. Te llamo luego, chao. —Le dijo y cortó antes de que ella pudiera contestarle, la castaña miró a su mejor amigo con una mueca de asombro.

—Me dijo que estaba en la casa de su abuela cuando es obvio que está aquí con esa tal Scarlett, ¡Ni si quiera es tan bonita!

—Parece que ya te superó—Le dio una palmada de consuelo. —Eso te pasa por andar de jueguitos sin gracia con él. —Irene lo miró molesta, sin embargo sabía que de cierto modo él tenía razón, pero no quería dejar ir a Charlie así de fácil. No, claro que no.

N/a: No actualicé por cinco días y yo sentí que fue toda una vida, ay. ¿Que tal el capítulo? Esta medio largo a comparación con los que subo normalmente, creo.