Capitulo 25: Orco.


El peligro había pasado en la pequeña aldea de Turquía donde vivía el joven Marc con sus padres. El niño empezó a frecuentar sus "paseos" por el bosque donde se encontraba el mutante, con la excusa de ir a visitar a su amigo Richard, quien vivía al otro lado del claro del bosque.
—Orco ¿Dónde estás? — Repetía Marc en busca de su singular amigo.
La criatura se acostumbró pronto a ser llamado por ese nombre, y acudía con presteza a la llamada.
Desde hacía varios días el niño vio que el mutante tenía facilidad para imitar los sonidos del habla humana, pero poco se imaginaba que en unos días podría mantener una conversación básica con esa criatura, pues no sólo podía repetir, sino que fue familiarizándose con el dialecto humano. De alguna forma ese ejemplar era diferente a sus congéneres, poseía un intelecto muy superior y asimilaba nuevos conocimientos con asombrosa rapidez y facilidad. Al mismo tiempo sorprendentemente no le afectaba la luz del Sol como al resto de ellos, pudiendo salir indiferentemente de día o de noche de su escondite.
A medida que Marc se acostumbraba a su presencia, menos monstruoso le parecía. Sus facciones grotescas, ya no le asustaban.
—¿Cómo estás hoy, Orco? — Le preguntó el niño al mutante, una vez que había acudido a la llamada.
—Orco, está bien. ¿Moco está Marc? — Contestó la criatura.
—¡Moco,no! ¡Es Cómo! Se dice ¿Cómo estás? — Respondió carcajeandose el niño.—¿Qué comiste hoy?- Prosiguió el niño.
—Conejos bosque, estar ricos — Respondió el Ser.
—Vas a extinguir a todos los conejos de esta zona, a este paso.—Replicó el niño.
— Quedarme con hambre. ¿Traído comida para Orco? Migo mío.— Preguntó ansioso el mutante.
—A...migo, se dice amigo. Sí, pude traer unos trozos de carne y un poco de tarta de ayer que hizo mi madre, los traigo envueltos en este trapo.— Dijo el niño mientras desplegaba el trapo y mostraba los suculentos manjares a vista de Orco.
De repente unos ruidos de crujir de ramas se oyó en la zona, unos pasos y voces se oían acercándose.
— ¡Escóndete, rápido!— Dijo el niño, mientras Orco se apresuraba a agarrar la comida.
—¿Quien anda ahí? — Se escuchó la voz de uno de los guardas forestales, que habían quedado en sustitución de los soldados del ejército, transcurridas varias semanas sin ningún incidente en la aldea.
—Soy Marc— Respondió el niño, habiendo ya había desaparecido de la escena la criatura.
—¿No sabes que es peligroso que un niño como tú ande solo por el bosque? No sabemos si aún puede esconderse alguno de esos seres horribles. ¿Qué haces por aquí, solo? ¿Donde vives? Te acompañaremos a tu casa, y diremos a tus padres donde te hemos encontrado.—Dijo uno de los guardas a Marc, sin haber respondido el niño aún.
—Solo estaba paseando, buscando insectos raros, y cosas de esas para mí colección, pero por favor, no digan nada a mis padres de esto, me castigarán mucho, y no me dejarían ir a jugar nunca más a casa de mi amigo, ni me comprarían más juguetes. — Suplicó el niño a ellos, exagerando el supuesto castigo
— Está bien, te salvas por esta vez, pero cómo te veamos otra vez andorreando por estos lugares solitarios informaremos a tus padres, te castiguen o no. — Le dijo el guarda de más edad al jovencito, en tono de reprimenda.
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Lejos de aquel lugar cada vez aumentaba la cantidad de ciudades que estaban sufriendo el azote de seres agresivos y mortales a diferencia de Orco. A estos mutantes se les unían otros, como insectos extraños de tamaño extraordinario, aves híbridas cuyas picaduras eran extremadamente peligrosas, y otros seres similares de singular ferocidad.
Pocas armas eran eficaces contra ellos, pues tenían pieles, escamas y caparazones muy duros y casi impenetrables por lo que la lucha era muy desigual.
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Aurin ( Edificio de Los Protectores de Aurin)

—Ya están casi listas, todas las armas que nos pueden ser útiles en la Tierra. Estoy haciendo un recuento final de todas las que teletransportaremos junto con nosotros. — Se dirigió Zoco a la doctora Keira.
— Me parece excelente Zoco. Eres muy previsor... Y ese "Sacacorchos" ¿Crees que nos será útil también? —Preguntó riendo Zaira.
—Bueno, para abrir unas cuantas botellas de buen vino terrestre...— Dijo riendo Zoco también.
La verdad es que esa arma en particular recordaba mucho a ese utensilio de la Tierra.
— Creo que yo también tengo pensada una aportación para tratar de terminar con esa plaga de criaturas monstruosas de la Tierra.— Prosiguió Keira, dejando atrás el bromear-Voy a traer conmigo a dos de los mejores científicos en la área de la investigación del ADN. Así podremos investigar los genes mutantes, y quizás obtener información útil al respecto.
— Me parece excelente idea, toda ayuda que tengamos será bienvenida.- Respondió el general.
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Al cabo de un rato Darel, Zoco y Keira, se reunían en la salón general del edificio, con Peter y Rash.

— Os he hecho llamar a vosotros dos, porque como Conectores que sois, estáis mucho más preparados y cualificados que el resto del grupo de chicos y chicas. — Dijo Darel a los jóvenes

—¿Qué quiere de nosotros? — Preguntó Rash en nombre de él y su compañero.

—Por las noticias que nos están llegando de la Tierra, las cosas se han complicado mucho allá. Y todo se ha acelerado a un ritmo vertiginoso. Los ejércitos terrestres están desbordados en la lucha sobre los mutantes, que están atacando ciudad tras ciudad. Las terribles criaturas están mezcladas entre la población, así que no es efectivo bombardear a las ciudades afectadas desde el aire, pues morirían muchos civiles junto con esos monstruos. Y aunque algunos mutantes solo atacan de noche pues no soportan la luz solar, muchos otros especímenes atacan a plena luz del día, cuando más gente circula por las calles. Eso ha hecho que la gente se refugie en sus hogares cerrando puertas y ventanas, no yendo a trabajar, ni saliendo de compras, los niños tampoco acuden a los colegios, y un largo etcétera. Temen salir a las calles, pero ni así están seguros, pues los mutantes también están empezando a atacar los hogares de las personas.
Los pueblos y ciudades están al borde del colapso.
Por eso la lucha tiene que ser terrestre, cuerpo a cuerpo por decirlo así. Pero las armas convencionales terrestres no les afectan demasiado, y cada vez hay más víctimas mortales tanto soldados como civiles.— Expuso Darel a los jóvenes la caótica situación en la Tierra.
— Cómo sabéis, nuestras armas son más avanzadas que las terrestres y más efectivas, no tanto las armas aéreas, pero si las armas de mano, con sus potentes rayos Gamma que atraviesan las estructuras externas y atacan directamente a los órganos internos, haciendo explotar o desintegrar estos, causando una muerte efectiva e inmediata.— Expuso el general Zoco a Peter y Rash.
— Una avanzadilla de nosotros acudirá a la Tierra junto con las armas que poseemos, el resto de jóvenes continuará su entrenamiento desde aquí.
Os invitamos a acompañarnos, vuestras cualidades físicas y mentales nos serán muy útiles en la lucha. Más tarde se teletrasportarían el resto de chicas y chicos de aquí, una vez hayan completado su preparación, si así lo estimamos necesario entonces.
Mañana a la mañana, partiremos para allá. — Dijo la doctora Keira.
— Venga, vayamos a freír a esos malditos capullos, Peter.  -— Le animó Rash a su amigo.
— Desde luego, podéis contar con nosotros dos. — Contestó Peter a la cúpula de dirigentes allí reunidos.
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Ricky y Jaume, estaban sentados junto a Pau en la cafetería.
— Padre, te suplico que me perdones. He reflexionado mucho en todo lo ocurrido mientras estaba en la cárcel. Me cegó por mucho tiempo la ambición, el dinero, el poder.
Pero me he dado cuenta que lo más importante en el mundo es la familia, el amor, la amistad. — Decía Pau a su padre, agarrándolo de las manos, a lo que Jaume actuó de inmediato retirándolas, pues dudaba de la veracidad del arrepentimiento y las palabras de su hijo.
— Por lo visto te fugaste de la cárcel, porque aún te quedaba por cumplir una larga condena, ¿No?. No pienses que te voy a dar cobijo. No voy a refugiar a un fugitivo. No voy a interferir con la ley.— Le dijo secamente Jaume a su hijo.
— ¿Vas a denunciarme a las autoridades, acaso? — Le respondió Pau a su padre con ojos llorosos.

En ese instante irrumpieron en la cafetería un grupo nutrido de encapuchados, causando un gran estruendo de rotura de cristales, y volcado de mesas, mientras la gente que estaba allí, se echaba al suelo gritando aterrorizada con las manos protegiéndose sus cabezas.

— ¡Vamos, ya los tenemos a los dos, acabemos con ellos! — Gritaba Jack uno de los esbirros de Krolk a sus hombres.

— ¡Todo a sido una trampa, es una trampa!— Decía Ricky a Jaume alzando la voz en medio de la confusión!
Una ráfaga de disparos, inundó el local mientras Jaume y Ricky, intentaban protegerse, utilizando como escudo protector la mesa en la que habían estado tomando sus cafés.
Mientras algunos de los aterrorizados clientes, llamaban a la policía desde sus móviles, o celulares.

Desde un lugar muy próximo a la cafetería Sander y Eva contemplaban aterrados la escena, pues habían salido secretamente de casa de Jaume siguiendo y vigilando los pasos de su padre y del anciano Jaume...

Hasta aquí el capítulo de hoy. El vídeo que os dejo, no corresponde exactamente a lo narrado, pero es para ilustrar la lucha contra los mutantes, y como sabéis casi siempre me gusta dejar videoclips.
Espero vuestros comentarios y votos.

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