— ¡Hemos localizado a su hija, excelentísimo Krolk! Está en la ciudad de la Tierra llamada New York, y está en el año 1977.— Dijo uno de los subordinados que estaban investigando el paradero de Ixara, tras su desaparición por su viaje a través del interuniverso.
— Pues preparen rápido el teletransportador. Viajaré personalmente hacia allá, y también me acompañaran algunos de mis mejores agentes. — Respondió de inmediato Krolk.
— Solo puede haber un problema, Señor. — Le dijo ahora el cientifico máximo responsable de todo el equipo.
— ¿Qué clase de problema? — Respondió visiblemente molesto el padre de Ixara.
— En ese año había un equipo de nuestros hombres intentando acabar con la vida del conector humano Sergey Vasiliev. Y por lo que hemos descubierto, Ixara se ha puesto en contacto con él. Ese hombre murió el 11 de Septiembre de 1977 y ahora mismo Ixara se encuentra en el día 9 de Septiembre. O sea que en dos días tendría que morir Sergey Vasiliev. No sabemos las repercusiones que pueden producirse por haberse encontrado Ixara y Sergey y también como se verá afectado el que usted y un grupo de hombres viajen ahora allá.
  Aunque hemos viajado por el interuniverso libremente, nunca hemos interferido en el curso de la historia. Quizás sería mejor esperar a que los sucesos tengan lugar y después viajar ustedes allá a capturar a Ixara.
— Tonterías, no esperaré ni un segundo más, iremos hoy mismo.— Le contestó con desprecio Krolk.
— Hay cosas que no deberían de alterarse. No podemos hacer nada respecto a que Ixara, por un error o un accidente viajará al pasado, pero sí que está en nuestras manos, no intervenir más, al menos hasta que haya muerto Sergey. Es importante que ese hombre muera, ya se nos escapó Jaume con vida, cuando lo persiguieron nuestros hombres en el pasado. Los Conectores humanos tienen mucho poder. Le suplico que espere un poco. — Le replicó el científico.
— No voy a permitir que nadie, ponga en duda mis órdenes. Ni siquiera usted. — Sentenció Krolk, antes de sacar de su funda el arma que llevaba siempre encima, y apuntar en la frente del hombre, para asombro de todos los presentes.
Un zumbido poderoso se oyó, y en unos instantes caía sin vida el científico que había objetado al propósito de Krolk.
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— Jaume, ¿Qué te ocurre? ¿Qué pasa? — Dijo preocupado Ricky al ver a su viejo amigo, arrodillarse en el suelo con las manos en la cabeza y ver cómo empezaba a salir un hilo de sangre de su nariz.
— ¡La cabeza, la cabeza, parece que me va a estallar! Recuerdos, recuerdos que me vienen de repente a mi cabeza. No sé qué me está pasando, hay un montón de imágenes que hierven en mi cabeza. Tengo dos juegos de recuerdos distintos en mi cabeza. Recuerdo lo que sentí cuando me enteré de la muerte de mi mentor, el conector que me entrenó, Sergey Vasiliev, pero al mismo tiempo ahora recuerdo también como estuve con el, vivo, mucho tiempo después. Tambien recuerdo a Ixara, como la conocí hace mucho tiempo aquí en la Tierra, pero también tengo otros recuerdos de ella más recientes. Como si la hubiera conocido dos veces. — Respondió conmocionado Jaume.
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9 Septiembre 1.977 Nueva York.

— Debemos de rescatar a Pablo, no podemos dejarlo en manos enemigas. Ni siquiera sabemos si aún estará vivo.— Dijo Ixara a Sergey suplicante.

— Es tremendamente arriesgado ayudarlo, podrían capturarnos a nosotros dos. Incluso es posible que nos estén esperando.— Respondió el hombre intentando hacer razonar a Ixara.

— Si usted no me ayuda, lo haré yo sola, recurriré a la policía para que me ayuden — Le dijo, dándole la espalda a Sergey y empezando a andar en dirección contraria.

— ¿La chica de las estrellas? ¿Tú crees que harán mucho caso a la chica que vino de las estrellas?— Le respondió él, con un tono entre sarcástico y paternal a la vez.

— ¡ Vale! Ya sé que no tengo mucha credibilidad en este primitivo planeta, pero me las arreglaré de una forma u otra de todos modos.

—¡Está bien, ayudaremos a Pablo! Pero no me hago responsable de lo que pueda ocurrirte a tí o a él. Volveremos al lugar a donde fui secuestrado, quizás lo tengan retenido en ese mismo lugar. Venga, volvamos al coche. Nos acercaremos al anochecer, pero me gustaría ponerme en contacto con Jaume y notificarle todo lo que está pasando. Quizás pueda coger un vuelo y venir hasta acá. Pero ahora ven conmigo, hemos de comprar algunas cosas. — Dicho esto se dirigieron a un gran centro comercial.

Gradualmente fue anocheciendo y se dirigieron hacia el edificio donde había sido retenido Sergey. Estacionaron el coche relativamente cerca, para poder huir rápidamente.

— He podido hablar con Jaume y cogerá un vuelo mañana hacia  acá. Nos irá muy bien contar con su ayuda. Pero ahora intentemos averiguar si Pablo está en este edificio. Ponte este pasamontañas para ocultar tu rostro. Intentemos actuar con el máximo sigilo. Y toma esto...¿Sabes manejar un arma? — Le preguntó Sergey.

— ¿Se olvida de quién es mi padre? Claro que sé utilizar un arma. Fui entrenada para la lucha y muchas más disciplinas, en las instalaciones subterráneas de Lorna, donde me crié. — Respondió algo ofendida.

Así bajo el amparo de la oscuridad de la noche, se acercaron al viejo edificio destartalado. Inspeccionaron para ver si podían entrar a este por alguna ventana rota u otro punto de acceso.

— Trataré de entrar por aquí, mientras tú espérame fuera y trata de escónderte. — Le dijo Sergey a la chica. Tras eso se dirigió a una pequeña abertura a ras de suelo, bloqueada por barrotes de hierro oxidados

— Pero eso es imposible, necesitaríamos una sierra eléctrica para cortar esos barrotes. — Le contestó sorprendida Ixara.

—¿Sierra eléctrica? — Respondió con una sonrisa Sergey.
Tras eso agarró  los barrotes y luego de cerrar los ojos empezó a doblegar los mismos, como si fueran hechos de plastelina, hasta partirlos y después arrancarlos uno por uno.

Era la primera vez para Ixara ver en acción el poder de un  conector humano. Tras eso se introdujo penosamente en la estrecha abertura que había quedado.
— Pásame una de las armas — Le pidió a Ixara.
Tras darle la pistola, Sergey desapareció en la oscuridad de ese agujero.

Para el hombre que podía ver en la oscuridad, no le fue demasiado difícil deambular por ese lugar tenebroso y húmedo. Y tras unos minutos de completo silencio, logró oír unas voces lejanas, pero conocidas para él.
Eran un intercambio de palabras entre Pablo y sus captores, una especie de interrogatorio seguidos de ruidos, golpes y gritos.

Se apresuró hacia donde procedían las voces, pero al llegar se encontró frente a una puerta que los separaba y bajo la cual se podía ver la luz que se colaba bajo ella. Pablo y sus captores estaban del otro lado.

— ¿Cómo conociste a Sergey? ¿Quién es la chica que le acompaña? Una voz potente e intimidatoria se escuchaba—

— Yo no se nada, no conozco al hombre, y aunque supiera quien es no les diría nada.— Respondía Pablo.

— ¡Rómpele otro dedo, veremos hasta donde aguanta! — Se oyó otra vez la voz ronca dirigiéndose a otro compañero.

Ahora Sergey no tenía duda de que al pobre chico lo estaban torturando, y que había llegado en el momento preciso para actuar.

Aunque no sabía si la puerta estaba cerrada con llave o no,  y quizás podía haber abierto la puerta por su manilla, le pareció más efectivo derribarla de una patada.

Tras eso se encontró a dos hombres, que custodiaban y torturaban a Pablo, pero a los que gracias a su improvisación y velocidad, los dejó fuera de combate rápidamente. En unos segundos y tras un breve intercambio de disparos estaban muertos los dos.

— Vamos rápido salgamos de aquí. — Le insto Sergey a Pablo, mientras escuchaban correr y vociferar a otros hombres que bajaban hacia ese sótano.
Ahora Sergey condujo a Pablo en la oscuridad por el mismo camino que había venido. Unas haces de luz de linterna les seguían. Una vez llegado a la salida el hombre empujó a Pablo por la estrecha abertura de la calle por la que había entrado antes. Y tras eso salió Sergey también, aunque no pudo evitar ser alcanzado por una bala en su pierna izquierda.
   Los dos hombres lastimados y heridos corrían hacia el vehículo mientras que Ixara no paraba de disparar hacia la abertura donde intentaban salir los hombres que los perseguían, mientras corría hacia atrás ella también en dirección al auto.
Pronto se refugiaron dentro del coche y Sergey se puso al volante y arrancó saliendo rápidamente del lugar. Aunque estaba herido y la pierna le sangraba profusamente.
  Al cabo de unos kilómetros, se detuvieron frente a las urgencias de un hospital, a fin de que pudieran atender a los dos hombres, uno herido de bala, y el otro lleno de contusiones y con dos dedos rotos en su mano.

11 a.m. 10 Septiembre 1.977 en un  lugar de la ciudad de New York

— No perdamos más tiempo. Sé que un viaje a través del espacio—tiempo, siempre es complicado, muy desagradable y mareante, pero no podemos demorarnos más. — Dijo Krolk a sus acompañantes que habían llegado a la Tierra con él.
— ¿A dónde tenemos que dirigirnos? — Preguntó una de las mujeres de Aurin que formaban parte del equipo.
— La señal que proviene de Ixara, ahora está muy clara en mi cabeza. Se exactamente dónde encontrarla. Tendremos  que utilizar estos vehículos lentos y primitivos que solo circulan en contacto con el suelo. Su estructura y funcionamiento es muy básica. — Tras decir eso accionó un control remoto que abría las puertas de todos los vehículos estacionados allí y encendía los motores de estos.

— 7.30 pm. 10 de Septiembre 1977. Aeropuerto internacional JFK. Nueva York.

Jaume ahora aterrizaba al atardecer en el aeropuerto después de varias horas de vuelo agotador. Acababa de ser notificado del incidente de Sergey y se dirigía al hospital donde habían operado a este a fin de extraerle la bala de su pierna.
  Ahora cogió un taxi en dirección hacia ese lugar y preguntaba en recepción en que habitación se encontraba su amigo.
Tras eso empezó a caminar y se dirigió al ascensor para subir a la planta donde le habían dicho que estaba Sergey. Antes que se cerraran las puertas del mismo, entró dentro una enfermera, que sonrió a Jaume. Este se quedó impresionado al fijarse en los ojos color púrpura de esa mujer.
Sabía que estaba encerrado en ese pequeño habitáculo con una enemiga, pero trató de conservar la calma...

Espero que os haya gustado el capítulo, no olvidaros de dar vuestro voto y comentar vuestro parecido.