"Ni el café más dulce se puede comparar con lo profundo de tus ojos"

Clara María Núñez

La pequeña Clara era un ser que causaba curiosidad. Muchos dicen que es por su acento, pues aquella hermosa mujer era de origen mexicano, otros dicen que es por su nombre y su dificultad para pronunciarlo correctamente. Pero muy pocos les causaba intriga y curiosidad sus exquisitos y dulces ojos cafés.

En Arcadia muchos jóvenes habían visto ojos cafés antes: unos más claros que otros por su puesto. Clara era la excepción a esos colores. Sus ojos eran un café tan obscuro que algunos a lo lejos pensaban que eran negros.

Se podría decir que sus ojos era dos clases de cafés; pueden llegar a ser tan dulces y agradables como el café en las mañanas o también pueden ser tan obscuros y amargos como el chocolate.

Pero hay ocasiones en donde esos exquisitos ojos brillan como nunca. Era un ser apasionado al teatro. Amaba subir al escenario y expresar las más hermosas palabras que alguien con su misma pasión escribió.

James Lake Junior era alguien que solo sabia cuando aquel brillo se hacía presente y cuando también se apagaba.

Obscuro, claro, avellana, castaños. Todos esos colores se paseaban por la mirada de Clara

ˇ•→𝐿𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑙𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑚𝑖𝑟𝑎𝑑𝑎←•ˇ