👌O C H O✋

-¡Heeeey! ¡Cuidado con el balón!

La advertencia me llega a tiempo para darme la vuelta y agacharme.

El balón sigue su curso a una velocidad que de haberme dado en el rostro tal cual venía, podría haberme sacado un ojo o roto la nariz.

Escucho las risas de los deportistas que se divierten en el estacionamiento.

Uno de ellos corre en mi dirección y me golpea un hombro.

-¡Buenos reflejos!

Distingo su voz y suelta una carcajada plagada de burla; lo cual constato cuando uno de sus amigos le dice:

-¡Lo hiciste a propósito, Francis! Eres bueno, eh.

El idiota en cuestión busca el balón y vuelve donde sus amigos.

Por mi parte sigo mi camino en busca de alejarme lo antes posible de estos animales... Me pregunto si habrá sido uno de ellos quien me escribió. Ojalá hubiese visto la cara de algunos para corroborar si era compañero mío en el viejo instituto.

Trago saliva algo intimidado por el extraño suceso que acabo de tener y me dedico a hacer un balance mental sobre mi primer día de escuela: al parecer tengo algo parecido a «amigas», cuales son Britt, mi vecina a quien ya conozco desde la noche que me la crucé en nuestro vecindario. Meredith, cuyos ojos negros como el carbón y me miran de modo intimidante (casi como si hablasen por sí solos y dijesen «tu pasado y tus secretos durarán poco»). Finalmente, Jenna, por quien llevo el fuerte deseo de no haberla atraído de ningún modo.

Intento salir del estacionamiento y subo al reborde de concreto para no ser atropellado por algún loco desquiciado fuera de control o alguien que acaba de aprender a maniobrar con su carro nuevo y bonito. Pero antes de retirarme, noto que mis ojos se cruzan con otros y me sostienen la mirada...

Es él. El bailarín de música disco. A lo largo del día escolar me enteré por casualidad de las formaciones en el equipo de futbol y supe que es nada menos que el mariscal de campo.

Y no es difícil suponer las probabilidades nulas de que sus compañeros conozcan su fascinación por bailar Disco, no obstante cuando lo vi en su casa, no parecía estarlo pasando nada mal.

Ahora está ahí, afirmado en una Sprinter negra y moderna-cual creo haberla visto en el garaje de su casa-, sin quitar sus ojos amenazantes de encima de mí, y yo sin poder desviarlos tampoco.

Me está observando.

Seguramente ideando un plan para saber mi pasado y destruirme porque yo sé que a él le apasiona bailar y algo así en el mariscal de campo, no sería bien recibido por el resto de los estudiantes.

Diablos, él tendrá tiempo de sobra durante mi estadía para poder averiguar de dónde vengo y quién realmente soy. Un año. Doce meses para destruirme.



-¿Qué tal el instituto?-pregunta mi abuela.

-Bien, supongo-digo mientras me meto una patata asada a la boca durante la cena.

Me he pasado a ver los trajes en las tiendas y no considero hacerles gastar el valor de esas prendas a mis abuelos, por lo que les hago saber la decisión que tomé por la tarde:

-Voy a empezar a trabajar.

La abuela me mira sorprendida, pero el abuelo sigue entusiasta en querer desarmar una patata para sacarle el queso derretido.

-Ay, cielo, no puedes trabajar-me dice Susan-. A tu edad, lo que debes hacer es estudiar. Además le confié a tu madre que me encargaría de que lleves fabulosamente bien tus calificaciones.

-Yo a su edad trabajaba como esclavo y por monedas-comenta el abuelo, en cambio ella lo fulmina con la mirada.

Sonrío con intención de apaciguarlos.

-Es sólo un trabajo de medio tiempo, abuela. No me impedirá estudiar ni dejar el instituto.

-Opino que está bien-dice el abuelo con la boca llena de una buena ración de queso.

-Pero nadie te pidió que opines, querido. -La abuela no pierde la calma.

Si hay algo que mamá heredó de ellos es precisamente eso: su tranquilidad. Aunque ella lo sacó en una dosis duplicada puesto que su capacidad de mantenerse al margen siempre, es increíble. Y si hubo algo que no heredó fueron las ganas de dar a conocer su opinión: ella nunca la da en absolutamente nada. Papá dispone por mamá y esto me avergüenza hasta a mí mismo, en determinadas ocasiones.

-Dime, cielo-Susan se vuelve a mí-. ¿Qué quieres comprarte que necesitas el dinero con tanta urgencia?

-Necesito un trabajo, abuela...

-Dime.

-Algo bonito para el Baile de Bienvenida-le suelto cabizbajo.

El abuelo me mira entrecerrando los ojos, pero luego de un instante vuelve la mirada a las patatas con queso.

-¿Tu madre no te compraba ropa formal, cielo?-me pregunta la abuela.

Y yo niego con la cabeza pero añado:

-No porque no quiera ella sino porque yo jamás tenía la oportunidad de usarla. No suelo asistir a eventos ni a bailes.

-Pero irás al de este instituto-resalta el abuelo.

-Chitón, Ernie. Está hablando el chico-le llama la atención Susan y luego vuelve a mí-: Prosigue, cielo.

-Bueno pero he visto que los trajes aquí son costosos y no quiero hacerles gastar dinero...

-¡Oh, para nada!-me dice ella dedicándome una sonrisa-. Me encanta ir de compras y más aún si se trata de comprar ropa. Mañana mismo iremos en busca de algo bonito para ti.

-¿Tienes el dinero, abuela?-le pregunto.

-Tu abuelo Ernie lo tiene.

Entonces él parece atragantarse y la abuela le hace pasar el trozo de patata de un golpe en su espalda. Acto seguido le sirve un vaso con agua.

-En verdad, tampoco es necesario que vaya al baile... -Sería una buena excusa para no asistir aunque si les digo a las chicas del instituto que no fui «porque soy un pobretón que no tiene dinero para comprar ropa» seguramente me verían como un muerto-de-hambre y me harían a un lado. Peor que tener malos amigos es no tenerlos.

-Amo los bailes-se apresura en decir, la abuela-. Por lo tanto, irás, así te puedo ver vestido con algo bonito.

Uau, está más entusiasmada que yo.

-¿Y ya invitaste a una chica para ir al baile?-me pregunta el abuelo y entonces siento que esta vez soy yo el que se atraganta.

Se me cruza la imagen de Jena por la cabeza, aunque si llevo a Britt, los demás incluido mi abuelo me verán como un galán de telenovela por llevar al Baile de Bienvenida a esa preciosa muchacha, no obstante seguro ella tendrá una lista larga de pretendientes a escoger.

De todos modos recuerdo:

-Es una fiesta temática: Cupido-les informo y me apresuro en añadir-: Las parejas serán asignadas en el Baile.

-Se oye divertido-comenta Susan entusiasta.

El abuelo se encoje de hombros, termina de comer y se limpia con una servilleta. Por consiguiente lleva su plato al fregadero y se sienta en un sillón a ver por enésima vez un partido de baloncesto.

La abuela va hasta el perchero junto a la puerta, mete mano en el bolsillo de un saco de su cónyuge y saca una cartera ancha de billetes. Me llama con un gesto a espaldas de Ernie y yo accedo a ella, silencioso.

-Ten-me susurra ella y me pasa una buena cantidad de billetes que me servirían para más ropa de la que tenía estimada-. Yo no te acompañaré a ir de compras, dile a algún amigo tuyo; de seguro te aconsejaré mal. Mi edad no es acorde con los jovencitos de estos tiempos.

Al principio me resisto pero finalmente accedo por recibirle los billetes y le doy un beso en la mejilla a Susan.

Amo la libertad y el dinero espacio que me da.

-Gracias-le digo en tono bajo y me guardo su inesperado regalo en un bolsillo del pantalón.



Hey, no me has contestado. Sé que viste el mensaje.

Quedo atónito pensando si tendré tiempo de matricularme en otra escuela... Quién. Demonios, quién puede estarme persiguiendo de manera tan atroz. No les bastó con toda la mierda que ya me hicieron antes; molestar a los más tímidos parece una epidemia, parece que puede convertir en matón a cualquiera.

Oye, no sé quién sea pero te pido, no me molestes más. Y envío.

Empieza a escribir de inmediato:

Fui parte del "Club de fans de Jimmy Blabla".

Esa mierda me terminó de arruinar antes.

¿Y? Yo no. O quizá cuando me agregaron pero salí de ese grupo en dos minutos.

Fueron crueles contigo.

¿Qué...?

Su respuesta me deja aún más sorprendido. Si él fue parte de ese montón de idiotas, significa que colaboró en mi expulsión. Todos y cada uno de ellos fueron las razones por las que hoy no tengo familia, amigos ni nadie en quién confiar.

Lo perdí todo.

¿Quién diablos eres? le envío.

Shain. Mi nombre es Shain. Quizá no me conozcas pero al parecer la vida nos vuelve a cruzar.

Ok, Shain ¿vas a difundir todo? ¿Acaso piensas extorsionarme?

Él escribe y lo borra. Escribe y vuelve a borrar hasta que dice finalmente:

Debo irme pero me gustaría que lo conversemos. ¿Tienes un rato? Podrías venir por una cerveza... Aquí somos todos amigos.

Ohhh, demonios.

Amigos no hay. Esos no existen. Pero ¿qué sucedería si no hago caso a lo que me dice?

______________

#ACOLORES #JIMMY #BRITT #SHAIN

______________

Hola!! He retomado con #MALOS #ElORIGEN lo cual no significa que me vaya a detener con A Colores. Llevo mucho adelantado respecto a este lo cual me entusiasma aún más :B

Otro punto que considero importante es avisarles que el sábado 6 de mayo estaré en una mesa de literatura juvenil en la Feria del Libro de Buenos Aires (lo cual no se superpone con la firma de libros del jueves 4) a las 16hs en la sala Leopoldo Lugones. 

¡Están todos invitados! En mi "Guía de Supervivencia a wattpad" que cargué aquí mismo en mi usuario subiré la info que compartiré durante mi parte de la charla.

Es todo por ahora, queridos n.n

Nos estamos leyendo pronto!!

Abrazoss,

L.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top