—¡Ya me voy!—Exclamo mientras me acerco a la puerta, con la mochila colgando de un hombro.

—Adiós Chihiro—Se despide papá con una sonrisa desde la mesa del comedor—¿Seguro que no quieres que te lleve?

—No gracias, no quiero interrumpir tu desayuno—Respondo con una sonrisa, me despido con la mano y salgo de casa, a paso rápido para tomar el autobús.

Media hora después llego a Kibougamine. Me dirijo inmediatamente a mi salón, dónde me encuentro a Kiyotaka Ishimaru ordenando las butacas para que estén alineadas; es una costumbre suya que siempre ha tenido desde el primer año.

Claro que con sólo ver a Ishimaru, inmediatamente pienso en lo que ví ayer; ¿es raro besar la fotografía de alguien? Honestamente no es algo que yo haría... y si lo hiciera sería en un lugar mega privado.

—Buenos días, Kiyotaka—Saludo mientras me acerco a él.

—Buenos días, Chihiro—Exclama el pelinegro mientras hace un saludo militar y se pone firme—¿Cómo te sientes tras el entrenamiento de ayer?

—Bastante bien, aunque mi cuerpo aún no se acostumbra—Respondo con sinceridad—Creo que aún necesito descansar un poco.

—Eso es bueno, en realidad.

La incertidumbre de saber que (diría carajos, pero no me gustan las malas palabras), estaba haciendo Ishimaru me sigue llamando la atención.

Así que respiro profundo y me ahorro de valor para preguntar.

—Ishimaru, perdón si se escucha muy entrometida de mi parte—Expreso, un poco cabizbajo, y nervioso—Pero... ¿por qué besaste ayer una foto de Mondo?

Estoy segurísimo de que Ishimaru pensó "¿Puedes olvidar eso de una vez?".

—Bueno, no es un crimen—Responde a la defensiva, cruzado de brazos.

—No digo que sea un crimen, pregunto porque lo estabas haciendo.

—Es... complicado, bueno, en realidad no tanto, bueno, para mí lo es, pero posiblemente para ti no, o quizás sí, no sé, listo, ya respondí tu pregunta.

No existen suficientes signos de interrogación para expresar mi confusión ahora mismo.

—Si... si no te sientes cómodo no me tienes que decir—Digo con una sonrisa para aliviar su nerviosismo—Sea lo que sea, no te estoy juzgando, es por curiosidad.

Y es la verdad, no soy quién para juzgar las acciones de Ishimaru por muy inusual que me parezca.

Me doy la vuelta para sentarme en mi butaca (perfectamente alineada gracias a Ishimaru), y justo cuando estoy a punto de sentarme, va Ishimaru a decirme esto:

—¡Está bien, me gusta Owada! ¿Es eso lo que quería oír?

Me dio un vahído emocional en cada fibra de mi cerebro.

—Ah... que cosas ¿no?—Es todo lo que soy capaz de responder, con la sonrisa más idiota que he hecho en toda mi vida escolar.

Mi reacción parece haber puesto más nervioso a Ishimaru porque se acerca rápidamente. Sus pasos resonando por el salón del que por suerte y conveniencia del guion, solo estamos nosotros dos.

—Chihiro Fujisaki, pido humildemente que no compartas la revelación que acabo de hacer, de lo contrario me veré obligado a mudarme de escuela, puede que de país—Dice Ishimaru con un tono de voz tranquilo, lo cual me causa un escalofrío por toda la columna vertebral.

—¡N-No te preocupes, no diré nada!—Respondo rápidamente, nerviosa (nervioso)-No tienes que hacer eso, no diré nada, te prometo por mi código de programación que tu secreto está a salvo conmigo.

—¿Lo prometes? ¿Lo juras?

—Lo juro—Levanto mi mano derecha—Si quieres hasta haré un pacto de sangre.

—No, eso no es higiénico—Responde con firmeza—Confío en tí Chihiro, eres una buena amiga.

—Tu secreto está a salvo, me lo llevo a la tumba si quieres.

—Tampoco seas tan extremista—Ishimaru muestra una sonrisa que no sabría decir si es de emoción, de nervios o al borde del llanto—Tengo planeado decírselo algún día.

—¿En serio?—Me alegro escuchando eso—Aww, que lindo, harían una pareja bonita.

—¿Qué?—Las mejillas de Ishimaru se sonrojan y acompaña una sonrisa divertida—Claro que no... aunque... admito que quizás nos veamos bien desde cierto ángulo.

—Bueno, decidas lo que decidas lo apoyo—Expreso con una sonrisa.

—No sé de qué hablan pero también apoyo—Comenta Yasuhiro Hagakure mientras bosteza, quién recién estaba entrando al salón.

—Gracias Hagakure, lo aprecio, aunque no tengas idea de qué—Responde Ishimaru, con otro saludo militar.

Poco a poco el resto de mis compañeros comienza a entrar, así que la conversación que estaba teniendo con Ishimaru ha finalizado. Pasado un rato, Mondo llega, siempre es de los últimos en llegar.

—Tuviste suerte, el profesor no ha llegado—Le digo a Mondo cuando lo veo, mientras se sienta en la butaca al lado de mí.

—Tampoco me importa molestarlo en realidad—Me dice con una sonrisa burlesca—Pero no necesito otro reporte, eso me hincha las pelotas.

Observo detenidamente a Mondo, y no puedo evitar preguntarme, ¿existe la posibilidad de que pueda llegar a sentir algo por Ishimaru? Bueno, espero que sí, y en caso de que no, espero poder apoyar a ambos.

(✨️)

Hoy no habrá entrenamiento hasta el jueves, así que tengo pensado ir a casa a trabajar un poco en mi proyecto personal; estoy creando una inteligencia artificial que pueda proteger la red de mi casa, y en caso de que funcione bien, quizás lo mejore y lo pueda vender como servicio de seguridad.

—(Quizás se lo venda a Meta)—Pienso mientras me siento para comer mi almuerzo, estoy esperando a Owada, como siempre en la cafetería.

—¡Definitivamente mataré al gato!—Exclama Mondo, con el rostro enrojecido por la ira acumulada; suelta su bandeja de comida con brusquedad sobre la mesa—Lo siento Chihiro, pero mataré al gato o la propia señora.

—¿De nuevo sin queso?—Pregunto con tranquilidad, ya estoy acostumbrado al enojo de Mondo.

—Me planteé delante de ella y le dije "Sé que usted y yo tuvimos nuestras diferencias, pero de verdad, me gustaría disfrutar de una hamburguesa con queso, así que por favor, ¿se lo puede añadir? gracias"—Mondo intenta recuperar el aliento—¡Y de nuevo no le puso el condenado puto malnacido queso! Es la puta guerra, si tiene un problema conmigo, okey, ¿pero por qué coño debe meterse con mi comida? La maldita y puñetera comida.

—Mondo, descuida... —Pero mis palabras son débiles ante la avalancha de enojo.

—No Chihiro, tuve suficiente—Mondo se pone de pie—Pienso decirle algunas palabras.

—Está bien, pero no te metas en problema—Me pongo de pie, buscando tranquilizar la situación—No queremos más reportes por mala conducta, ¿verdad?

—¡A la mierda los reportes!—Exclama Mondo—¿Crees que en serio me importa si me expulsan de Kibougamine? La única razón por la que entré fue porque mi banda insistió, y Daiya quería que no me estancara como le pasó a él.

—¿P-Pero no te parece un poco irracional sacrificar tu lugar aquí por una rebanada de queso?—Pregunto cabizbajo—A mí sí me importa que te quedes...

—No es el queso—Mondo me mira fijamente—Es porque me tiene harto que siempre quieran que siga las putas reglas, me esfuerzo mucho para venir aquí, ¿y qué consigo? Quejas sobre mí, que si soy grosero, que no coopero, que no soy amable, me contengo bastante y de verdad trato de cambiar, pero cuando tienes el profesor juzgando siempre, los compañeros y hasta la señora de la cafetería, pues sí, me molesta, ¿crees que dónde yo vengo necesitábamos reglas así de estúpidas?

No sé qué decir. Pero de lo que estoy seguro es que me sentiría muy solo si Mondo es expulsado por su conducta.

Estoy harto de sentirme solo.

—Kibougamine no es igual que las calles, lo sé—Respondo con una firmeza que ni siquiera sé de dónde viene—Aquí no tienes que pelearte con todos, ya me cansé de eso.

Ahora es Mondo que no sabe que decir; es la primera vez que manifiesto lo mucho que me molesta el cómo Mondo sienta que todo lo que hace por automático es válido.

—Chihiro... —Parece que Mondo quiere decirme algo, pero no sabe el qué.

—Yo hablo con la señora—Dice una voz firme y segura. Es Ishimaru, quién también estaba en la cafetería—Sólo baja la voz, a nadie le gusta almorzar con tanto griterío.

Entonces nos percatamos de que todos en la cafetería nos están observando. Siento que la vergüenza cubre mi rostro, mientras que Mondo se pone la mano en la nuca, señal de que también está avergonzado.

—Supongo que exageré... —Expresa Mondo, en un tono de voz más moderado.

—Owada, respecto a lo que dijiste, que sientes que te juzgan, podemos hablarlo—Dice Ishimaru mientras coloca una mano en el hombro de Mondo—Sabemos que no eres tan malo como parece.

Puedo notar que Mondo no se esperaba esas palabras por la manera en que observa a Ishimaru.

—Bien, juro conseguir ese queso—Ishimaru toma la bandeja con la hamburguesa de Mondo y se dirige a la cocina para hablar con la señora.

—¿Estás bien?—Le pregunto a Mondo—Te... alteraste un poco hace rato.

—Si, lo hice, creo que me desahogué un poco—Mondo está más calmado, menos mal—No quería gritarte Chihiro, eres la única persona aquí que me tolera y no tienes que pagar por eso.

—Descuida, no estoy pagando nada—Digo con sinceridad—Además, ¿no te parece que Ishimaru también te tolera? Ayer nos acompañó en los entrenamientos y ahora va a conseguir tu queso.

—Yo creo que lo hace porque no le gusta el desorden, estoy seguro que no le caigo mal, y sé que también me juzga.

—¿De verdad crees eso?

—Listo, aquí tienes—Expresa Ishimaru con una sonrisa triunfadora, mientras coloca la hamburguesa en la mesa—Con tres rebanadas de queso.

—¿Eh?—Mondo mira su hamburguesa con incredulidad—¿De verdad lo conseguiste? ¿Qué tanto amenazaste?

—Muchas gracias Kiyotaka—Agradezco de corazón.

—Ahora a comer—Dice Ishimaru decidido—Tenemos que regresar a clases.

Los tres nos sentamos y comenzamos a almorzar. Puedo ver la sonrisa de satisfacción de Mondo al por fin comer su hamburguesa con queso.

Si Ishimaru y Mondo se hacen pareja, seré el primero en celebrarlo. 

(✨️)

Amo escribirloooos!! Gracias por leer; nos leemos en el siguiente capítulo <3